Flores de cumpleaños: Oti

Cumpleaños, cumpleaños desde que tengo memoria mis padres no escatimaban en darme las mejores fiestas.

Mi primer cumpleaños fue de patos, toda una locura y he de decir que me veía adorable con ese disfraz, sin embargo yo nunca he sido muy fan de mi cumpleaños.

O sea si me gusta pero no es para tanto, solo un día donde me hago mas viejo, rodeado de familia lo que es normal en mi día a día a decir verdad, con regalos que me podrían dar cualquier día... me siento un mal agradecerlo a decir verdad pero mi cumpleaños es solo un día más para mi, eso si el pastel de cumpleaños era el mejor pastel pues solo me lo hacía mi Tita en mi cumpleaños.

Desperté por el olor del desayuno y mis tripas rugiendo del hambre, el primero en felicitarme fue Krypto claro esta, como siempre el chico llegó para darme los besitos de cumpleaños.

Bajé para encontrarme con ese delicioso aroma a pan francés.

—¡No se quemaron! —exclamó papá devastado.

—Tu hijo come de todo crees que le importará que esté quemado —le recordó Pa riendo.

—Pero quería que fueran perfectos para su cumpleaños —se quejó papá.

—Son perfectos porque tu me los hiciste —señalé.

Mi padre sonrió, me fueron abrazar haciendo el tradicional sándwich de cumpleaños.

—Dieciocho añitos cumple mi niño —dijo Papá feliz— ya no crezcas.

—Ya eres legal —me recordó Pa— quiere decir que ya te puedes emborrachar con tu padre.

—Solo en México —Corrigió papá negando.

—Tu bebés desde los dieciséis —mire a Pa.

—Catorce pero que tú abuela no se entere —guiño.

Nos sentamos para desayunar la torre de cumpleaños que era literalmente una torre de diabetes pura, tenía pan francés, tocino, jamón ahumado, huevito con waffles, papitas horneadas y hot cakes.... Lo sé soy un gordo.

Mientras comía el especial la puerta se abrió.

—¡Donde está mi cumpleañeros favorito! —exclamó mi tío Lu entrando.

—Aquí —sonreí.

Mi tío corrió para abrazarme.

—Oh mi pequeño Oti ya estás tan grande —dijo nostálgico.

—Sin llorar Lu, cada año es lo mismo —se quejó Pa.

—Es que me acuerdo cuando era solo un bebito y lo cargué por primera vez —gimoteó.

—Ya va otro año igual —dijo Papá pasándole el pañuelo.

Temi entró con Harry aferrada a su cuello.

—Feliz cumpe Oti —se lanzó a mí el bebé llenándome de besitos.

—Oh gracias Harry —lo cargué feliz.

El bebito no me soltó por un rato.

—Ya Niño me toca —lo regaño su hermana.

—No —se negó abrazándome más.

—Como que no —miró al pequeño.

—No —repitió, estaba en su etapa rebelde por el bebé

Temi sonrió abrazándonos con fuerza a los dos, me lleno de besitos como siempre.

—Feliz cumpleaños mi Oti —me abrazó más lo que molestó a Harry.

—Gracias Temi —asentí.

—Basta, basta —se quejó Harry para bajar y correr con su mamá Raven.

Después de toda la ronda de abrazos y felicitaciones llegaron los Blue.

—¡Feliz cumpleaños hermano! —me abrazó con fuerza.

—Gracias baby yoda —asentí— ¿Cómo estás?

Jensi me dió una sonrisita, probablemente aún no bien pero me lo esperaba.

Era día de escuela así que nos mandaron a todos por desgracia.

Al llegar ya me esperaban lo gemelos.

—¡Feliz cumpleaños Oti! —dijeron al unísono.

—Gracias chicos —asentí.

—Abre nuestro regalo —pidieron riendo.

Era una playera, una taza y unos peluches todo con la cara de Chip y Dale.

—Así nos llevarás a todas partes —afirmó Dale.

—Ya los llevó —les recordé.

Ellos asintieron para abrazarme.

—Pero dice papá que no porque sea tu cumpleaños puedes faltar —afirmó Chip.

—Hicimos lo que se pudo —apoyó Dale.

—Ya me lo esperaba chicos pero gracias —afirmé.

Otra razón por la que no me gusta mi cumpleaños es que todo el mundo me felicite... lo sé suena mal pero si mucha gente me habla al mismo tiempo termino confundido y termino diciendo "tu igual" a un "feliz cumpleaños"

A la única de la que si quería recibir ese abrazo era de ella, la chica llegó corriendo para abrazarme y besarme.

—Feliz cumpleaños guapo —beso mis labios.

—Ya son más felices —sonreí.

Ella se puso rojito y por consiguiente yo también.

—Te traje un detalle —sonrió dándome la cajita.

La abrí para ver qué eran.

—No tu... —lo cerré para volverla abrir emocionado— no...

No podía de la emoción.

—A ver chismea que es —me apresuro Jens.

Era una caja llena de dulces mexicanos, a pesar de que papá se esforzaba por conseguir los dulces muchas veces no los conseguíamos y hacía años que no comía dulcesitos.

—Yo me quedo con este —me robó el enano un mamut.

Aunque era mi único mamut no podía decirle que no, sacrificios de hermanos.

—Eres la mejor —la abracé— gracias, gracias.

—No hay de que Oti —me besó— te lo mereces y más.

Pero toda risa y diversión terminó cuando Temi llegó con su caraculo.

—¡Feliz cumpleaños Otoño! —me felicitó.

—Gracias —sonrei falsamente.

—Te traje un obsequio —me dio la bolsa— sé que no nos hemos llevado muy bien pero siempre podemos iniciar de nuevo no.

Abrí la bolsa de regalo para ver qué era un rosario con su cruz.

—Yo lo hice —sonrió emocionado.

Mire a Temi y esa sonrisita que tenía ella... no podía arruinarlo.

No le puedes dar un rosario al chico que su religión llama hijo del pecado, quería suponer que lo hacía con una buena intención y lo que realmente dijo era verdad.

—Está muy lindo, gracias de verdad —agradecí.

—Nos vemos más tarde —dijo Temi besando mi mejilla  y robándose un dulce de los míos.

Una vez lejos Jens agarró el rosario para mirarlo.

—Cruz, cruz que se te quite lo pendejo —me atacó con él.

Se llevó un golpe de su mujer.

—Respeta aunque no creas, fue un lindo gesto —lo regañó.

—Si mi amor —la abrazo— pero yo creo que no funciono —me lo devolvió.

—Ay Jensen no tienes remedio —lo regaño ella abrazándolo.

Tenía razón ese niño ya no tenía remedio, el día fue como cualquier otro... después de el entrenamiento el ruso me detuvo mirándome con esa mirada penetrante de siempre.

—Cumples dieciocho —me miró serio.

—Así es —asentí.

—A mis hijos les di su primer trago de vodka a los doce —mintió sabía que había sido a los nueve— pero a ti te toca hoy así que disfrútalo.

El ruso me dió un termo para que le diera el trago... claramente yo ya había dado mi primer trago de tequila a los once con mi Pa algo que no debía decir claro está.

Me lo tomé como si nada.

—Has bebido no es así —señaló riendo.

—Soy latino lo olvidas —le recordé.

El hombre negó para darme mi otro obsequio.

—Ruso no debiste —lo abracé.

—Es para el día de la competencia —asintió una banda roja con la hojita de canada al frente y una pequeña banderita de México al costado, era para sujetar mis implantes.

—Gracias —dije aún abrazándolo.

Un minuto más y se acabó el abrazo.

—Te veo en la tarde —me correo.

Usualmente solían hacerme fiestas en grande pero este año había pedido una pequeña, solo con mi familia y amigos más cercanos, no quería abrumar a mi chico con algo grande... a demás de que odio las multitudes.

Al llegar ya estaban mis padres con mi tía Sofia que me lleno de besos.

—Te tengo un regalo especial —me dijo mi tía dándome una bolsa de regalo.

—No tenias que —mencione.

Abrí el regalo para ver un conjunto de ropa de corredor para bebé.

—No creo que me quedé —lo observé— tampoco a Patosaurio.... Espera tú...

—Invi agarrame que me desmayo —dijo mi Pa recargándose en papá.

—Sofi felicidades —felicitó papá abrazando a mi Pa para calmar su drama.

—Voy a tener un primo —dije feliz— espera voy a tener un primo —reaccione.

Mi tía Sofi asintió riendo para abrazarme y llenarme de besos.

—Ya veo —dije algo celoso.

—Pero usted señorito Oti siempre será mi niño —afirmó.

Sonreí para abrazarla.

—Este año son buenos los regalos —mire a mis padres— Otro pato no estaría mal.

—Patosaurio es sensible al respecto —se negó Pa abrazando a su gemala— tú y yo hablaremos después de porque se lo dijiste primero a mi hijo y no a mi.

—Me ama más —aclare.

Mi tía Sofi lo confirmo.

Después de la noticia me preparé para la fiesta, habría demasiada comida de todo tipo y mi pastel de tres leches con churros que me hacía mi Tita cada año sin falta.

Las personas empezaron a llegar, mi tío Lu me regalo una nueva consola de videojuegos y la tía Raven una dotación de juegos para esa consola.

El regalo de mis padres este año fue un viaje a donde quisiera ir... mucha presión para mi elegir.

El día se pasó rápido, estaba rodeado de mi familia, amigos y claro mi novia, no podía pedir más.

Cuando empezó a oscurecer fue el momento de hacer lo que mis planes planearon para Jens.

—¿Qué es esto? —pregunté confundido.

—Lámparas chinas —mencionó Jens viéndolas.

Una lindas lámparas chinas color rosa de esas que flotaban.

—Bien Jens esto lo hacíamos en el aniversario de nuestros amigos hasta que alguien casi incendia la casa —contó Papá mirando al tío Lu.

—No es mi culpa que no especificaron que se debe soltar afuera y no adentro —se defendió mi tío Lu.

Pa puso los ojos en blanco para luego volver con Jens.

—Puedes escribir en él lo que quieras decirle, contarle algo o escribir un buen momento que recuerdes —explicó.

—Siéntete libre de escribir lo que quieras, todos te apoyaremos haciendo lo mismo —afirmó mi papá.

—Gracias —dijo feliz.

Nos pusimos a escribir y dibujar cosas, Temi que bien lo conocía lleno de flores el globo, Tali le escribió que hubiera deseado conocerlo, yo confesé que si me había llegado a besar con él en unas vacaciones.

Me llevé el putazo de la vida por Jens pero lo admito me gustó, Incluso Jake se nos unió... lo que más le gusta de él es su hermano pero de una buena forma.

Jens no me dejo ver lo que le escribió pero podía ver su sonrisita burlona, al terminar se veía tranquilo lo que era importante.

—Listo Jens —le sonrió papá.

—Listo —afirmó viendo el globo de papel.

—Bien tómate tu tiempo para soltarlo —afirmó.

Vaya que se tomó su tiempo pero lo soltó cuando estuvo listo, ver todos esos globos volando fue... fue hermoso la verdad, el cielo negro con miles de estrellas y ahí esas lucesitas que brillaban.

—Me siento como en enredados —me burlé.

Jensi me abrazó lo cual permití.

—Gracias por prestarme tu cumpleaños para esto —agradeció de corazón.

—Oh no hay de que, se lo debía por ese beso...

—Y lo arruinaste —gruño soltándome una patada.

Me reí para atraerlo a mi.

—Vamos chicos es hora del pastel —dijo Papá.

—¡Pastel! —exclamó Harry feliz.

Como todo buen latino termine con la cara llena de pastel y medio muriendo por el putazo en la mesa que me llevé.

—Mira como te dejaron —dijo papá poniéndome hielo.

—Sigo siendo guapo —lo calme— gracias papá por la fiesta.

—Teníamos planeado algo más grande pero lo que mi niño quiera —beso mi frente.

Lo abracé por que se lo merecía.

—Gracias por ser uno de los mejores papás del mundo—agradecí.

—Y tu el mejor hijo del mundo —me abrazó— me vas hacer llorar Oti.

Sonreí para abrazarlo más, mi Pa llegó de celoso pero terminó uniéndose al abrazo.

Mis padres habían hecho demasiado por mi... y yo no podía fallarles.

Me fui acostar donde ya me esperaba Jens pues era nuestra tradición de cumpleaños.

—Bien enano estás a nada de ser legal en muchos países latinos —anime.

—No, yo estoy chiquito para ser legal —se quejó abrazando a Krypto.

Negué para sentarme a su lado, nuestra tradición era soplar la vela de cumpleaños en un panquesito justo a segundos de las doce así le soplábamos juntos celebrando el cumpleaños de ambos.

El año pasado no habíamos podido por la situación pero este año no lo dejaríamos pasar.

—Feliz cumpleaños Oti —me felicitó con media sonrisa.

—Feliz cumpleaños Jens —lo felicité.

Ya era el cumpleaños del pequeño.

Un poco tarde pero andamos de fiesta por los bebés  oh si, oh si. 👌🏼

Lamento decirles que Oti es el vato que no le gusta su cumpleaños, realmente le da igual pero nosotros se lo festejamos.🤩

Festejemos que Oti ya es legal y nos lo podemos sabrosear agusto si señor.🌚

Ya quisiera yo que me regalaran lo que le regalan al niño, pero bueno.🙄✨

Sin mucho que decir les dejo este capítulo y no es por espantarles pero ya nos acercamos a los últimos capítulos.😰

No sufran, ayer publique nueva historia por si gustan ir a leerla y dar amor.🥰

Les amo, cuídense y feliz regreso a clases para los que ya entraron o van a entrar como yo 🙌🏻

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