Clavel

Día uno sin Pa... ya lo extrañaba, era raro despertar sin él jalándome de la cama o pegándome con una almohada, en su lugar dejó encargado al enano.

La maldita agua helada sobre mi, el chico sonrió divertido.

—<Para esto no te sientes mal cabron> —me quejé.

—<Medidas extremas> —sonrió para tirarse en la cama pues no iba a ir hoy.

Después de cambiarme bajé, papá estaba ahí preparándose café.

—Mala noche —sonreí abrazándole.

—Claramente —besó mi frente— la cama es muy grande sin tu padre.

—No me he muerto Invierno —se burló Pa desde el otro lado de la pantalla.

—Mejor dinos que vuelves hoy y listo —me adelanté.

—Dos días más, pueden con eso verdad —sonrió.

—No —dijo papá sacándole la lengua.

—Me voy a correr, los dejo peleando —sonreí feliz.

Papá me puso la cinta para besar mi frente.

—Ten mucho cuidado por favor —pidió papá— no te distraigas.

—Lo prometo —besé su mejilla para salir.

Me encontré con Cas a la entrada del parque esperándome, su cabello castaño sujeto en una coleta, la chica era un poco más baja que yo pero indudablemente alta.

—Lista Cas —sonreí.

—Lista —asintió.

Empezamos a trotar para ir elevando el ritmo, llegamos a la cafetería para desayunar, nos sentamos con el café y panecillos.

—Estoy muerta —suspiró— ¿Cómo lo haces?

—Supongo que estoy en modo automático —sonreí— después de más de diez años te acostumbras.

—Amo correr pero esto —negó sorbiendo su cafe— ya veo porque eres semi Olímpico.

Asentí, no llegas a los grandes juegos solo por correr rápido, es tiempo y dedicación, perderse muchas cosas para tal vez un día recibir una de esas medallas.

—¿Y te esta gustando aquí? —hice platica.

—Es lindo, las personas más como tu —contestó feliz.

—Soy lindo entonces —le guiñé.

—No, o sea si evidentemente pero no es lo que me refiero —suspiró— a veces me cuesta traducir mis pensamientos.

—No necesitas traducirme, hablo seis idiomas —conté.

—Autumn Jones eres una caja de sorpresas —dijo riendo.

Básicamente hablo español e inglés además de ambas en lenguaje de señas, Francés y Ruso pues necesitaba defenderme del entrenador.

La idea de que a pesar de no poder escuchar pero si poderme comunicar en otros idiomas me encanta.

Después del café y donas nos fuimos a nuestras casas para prepararnos para la escuela.

—Ah no te pasó nada —me abrazó papá feliz,

—Tranquilo si, ya soy grande —le recordé.

—Eres mi bebé eso no va a cambiar nunca —sentenció quitándome la cinta— y no me despiertes a tu primo dejalo descansar.

Mi papá siempre evitando mis planes malévolos, me bañe y vestí para irme a la escuela pero el enano tenía otros planes.

—Yo voy si —se aferró a mi pierna.

—Debes descansar —ordene cargándolo para ponerlo en su cama.

—Eres un ser malévolo —gruñó desde cama.

—Así es —besé su frente— descansa.

Claramente yo era el malo por preocuparme de su estado, en fin enanos.

En la escuela me topé con su novia quien me miro para abajo.

—¿Qué? Hoy tampoco viene el enano —se quejó.

—No, obligatoriamente no —dije guardando mis cosas.

Ella suspiró para sacar de su bolsa una barra de chocolate.

—Se la das por mi —pidió.

—Claro —asentí... si llega.

Después del asco de la clase salí sacando humo de mi cabeza.

—Te invitó un café, se nota que lo necesitas —sonrió Cas divertida.

—Si por favor —suspire, mi cerebroespinales iba a explotar.

Llegamos a nuestra mesa donde ya estaba Conner, el chico solo me miro molesto para volver a lo suyo.

—Hey, y Temi —salude.

—Mi chica ahora viene —asintió sin mirarme.

Mi corazón me decía grítale al pendejo que no es suya, pero mi cerebro sabía que era una batalla mental.

Temi llegó molesta, ya eran dos.

—Estupidas chicas —susurró sentándose.

—¿Disculpa? —dijo Talita arqueando la ceja.

—No ustedes —la calmó— las de la mesa azul.

Sabía a quien se refería.

—No te dejaron estar con ellas —supuse.

—Yo solo quiero entrar a su grupo —se quejó— pero al parecer soy demasiado blanca para ellas.

—Bueno es un grupo para personas de color nena —le dijo su hombre.

La pendejada más grande que pudo haber dicho, básicamente encendió el infierno.

—Mi madre es negra Conner —le recordó— mi padre latino y tengo parte francesa, sabes que me consigo con eso, no poder entrar a ningún grupo racial.

—Me tienes a mi —le di la mano— estamos igual.

Temi sonrió para asentir, ambos éramos una mezcla  de culturas, y a veces era difícil tener una identidad con tanta mezcla.

—Si bueno, aún puedes entrar al concurso tu sola —dijo Conner abrazándola haciendo que soltara mi mano.

—Así es bailas asombroso —traté de animarla.

—La verdad es que si —se metió Talita— te he visto bailar y lo haces muy bien.

—Es de canto —aclaró Conner.

Miré a Temi confundido, la chica solo bajo la cabeza.

—Si bueno, Cas —cambio de tema— qué tal la corrida, ya te rendiste con él.

—Nunca —le sonrió retadora.

Una pequeña pelea de miradas que no entendí.

—Vamos Cas quiero ir a la biblioteca antes de la clase —se interpuso Talita.

—Claro —dijo ella besando mi mejilla para despedirse.

—Te veo en el entrenamiento —sonrió.

—Te veo ahí —asentí.

Temi me miró con los ojos entre cerrados.

—Amm yo de hecho tengo que ir al entrenamiento —huí.

—Vamos contigo —se me pegó.

—¿De verdad? —preguntó Conner molesto.

—Si, de verdad —obligó Temi.

Nos fuimos a la pista para que empezara mi práctica, los gemelos fueron a molestar a Temi pues era su actividad favorita.

El chico se acercó a mi, antes de que me fuera a correr.

—Pensé que trataríamos esto como hombres —murmuró.

—¿De que hablas? —me hice el tonto.

—Tu... le dijiste —gruñó— nuestra conversación.

—Los hermanos nos contamos todo —sonreí.

—¿De verdad? Porque me parece que no te gusta que andemos juntos —confrontó— tal vez te gusta.

—Tal vez no creo que seas digno de ella —me cruce de brazos— ya sabes, cosa de hermanos.

Le di una sonrisa para irme a correr, Cas llegó un rato después corriendo con las chicas mientras yo corría con los gemelos.

—Tu dices y lo sacamos del camino —asintió Chip.

—Papá nos ha enseñado cosas —agregó Dale,

—¿Qué cosas? —pregunté confundido.

—Cosas —dijeron al unísono.

—Olvídenlo, me vincularán y estoy cerca de la clasificación —negué.

—Aquí estamos si lo necesitas —dijo Chip.

—Tu ordenas y él está fuera —agregó Dale.

Era mejor no preguntar con esos rosotros de malicia que se cargaban.

La práctica terminó y Conner ya no estaba.

—Me llevas —pidió Temi— mi papá me trajo pero está en tu casa.

—¿Y eso? —pregunté hoy no le tocaba estar en mi casa.

—Ah no quería dejar a tu papá solo —asintió.

—Razonable —entendí, el tío Lu luego estaba ocupado pero nos hacía espacio en su horario.

Nos fuimos y por primera vez no dijimos nada en el trayecto y eso me dolía.

—Porque no me dijiste que ibas a entrar a un concurso de canto — me atreví cuando estábamos llegando.

Temi me vió para luego bajar la mirada.

—No lo sé, apenas descubrí que cantó bien —se excusó.

—Lo dudo mucho —le miré.

—Yo... lo hago bien pero no se siente bien —confesó.

—No se siente bien si lo haces conmigo —sospeché— Tem...

—Oti es solo una tontería si —me miro triste.

Me estacioné para girarme y verla, sonreí para acariciar su mejilla.

—Solo dilo —la calme.

—Cuando si quiera fue una idea te imaginé a ti apoyándome desde los asientos, pero al darme cuenta que tú no puedes... me daba miedo de cómo reaccionaras al enterarte de que canto —explicó triste— y sé que es tonto y un tanto cruel pero el simple hecho de que no puedas oírme... me molesta.

—Es válido —asentí mirandole— canta.

—¿Qué? —murmuró confundida.

—Como sabrás qué pasa si no cantas a mi lado —sonreí.

Temi me miro un poco incómoda pero al cabo de unos minutos empezó a cantar, me gusta la música, las vibraciones son geniales, cierta música me lastima de tan fuerte que es, pero en el rango que cantaba Temi era muy bajo para sentirlo, un ligero susurro prácticamente.

—Artemisa Elizabeth Menéndez —la llamé por su nombre completo.

—Autumn Samuel Jones —me miró confundida.

—Tienes mi bendición para cantar —me burlé— y la seguridad de que estaré ahí, en cada una de tus presentaciones.

Ella sonrió para aventarse a mi en un abrazo, golpeándome con su cabellera esponjada.

—Gracias —besó mi mejilla.

—Eres una tonta —me burlé— que te hizo pensar que me molestaría que cantaras.

—Ahora que lo dices si, es solo una tontería que dijo Conner —mencionó negando.

—Una pendejada —aclare— sé que a veces no puedo disfrutar cosas como ustedes pero no es motivo de molestia, o a ti te molesta que yo corra rápido.

Ella sonrió para negar.

—Lo siento Oti —me abrazó.

Ella negó para besar mi mejilla, nos bajamos para entrar a la casa riendo como siempre.

Mi papá estaba con el tío Lu, el pequeño Harry sobre mi papá besándole.

Mi tía estaba junto con Jens, quien estaba sintiendo al bebé.

—¡Eh ese es mi padre bribón! —regañe a Harry.

—No ya no —dijo riendo el castaño.

—Bueno me quedó con el tuyo —abracé a mi tío Lu.

—No son míos —los jalo mirándome molesto,

—Se compartido Harry —dijo Temi sentandose a lado del enano para besar su mejilla.

—También es mío —le gritó a su hermana.

Negué divertido, el tío Lu aún me tenía abrazado.

—Puedes soltarme tío Lu —pedí.

—Nunca mi niño —me besó mi mejilla.

—Oye yo quiero —gruñó el nene.

Negué divertido, salude a mi padre para luego besar a mi tía.

—¿Cómo va el bebé? —pregunte sintiendo su barriga.

—Ya se siente mejor, gracias por preguntar —gruño Jens cruzándose de brazos.

—Se puso celoso el baby Yoda —me burlé.

Lo abracé para que se le bajara lo que lo hizo molestar.

—iugh afectó —se sacudió.

Nos fuimos a mi habitación en lo que preparaban la comida, Temi se tiro en mi cama.

—Te lo manda Talita —sonreí dándole la media barra.

—¡Oye! —exclamó molesto.

—Me dio hambre —sonreí torpe— perdóname enano.

—Bueno de todas maneras solo me iba a comer la mitad —se calmó mordiendo el chocolate.

—Te extrañe enano —lo jalo Temi.

—Aja si, si nos abandonas por tu noviecito —se indignó.

—Tu me cambias por tu novia cabron —le recordó.

—No es mi novia —se adelantó.

—Aún —guiñe divertido,

Se fueron contra mi con el mismo argumento "esta muy chiquito para tener novia" si ajá como no.

Después de la comida papá me llevo a entrenar y al regresar estaba muerto.

Al salir de bañarme ahí estaba el enano con mi teléfono.

—¿Qué haces? —dije riendo.

Un brinquito y el teléfono cayó al suelo.

—¡Jens! —exclamé molesto— pobre de ti si lo rompiste.

—Fue tu culpa —gruño.

—¿Qué hacías con el? —pregunté tomándolo, estaba intacto.

—Amm... jugando angry birds —sonrió.

—Para que tratas de mentir si no te sale —le recordé.

—No me mates —huyo a su cama.

Krypto se sentó a su lado para protegerlo.

Miré el teléfono entendiéndolo.

Miré al enano molesto.

—Encima de que me metes en una cita me haces pagar —gruñi.

—Es que me desespera tu lentitud —se quejó— es algo bueno si, no me disculpare por eso.

—Tu.... Gremlin malvado —dije ente dientes.

—Lo se —abrazó a Krypto.

—Ya me vengaré —susurré.

Me tiré en cama pues quería tomar una siesta antes de la cena.

Desperté por un beso en mi mejilla y la liguera presión en mi cabeza.

—Cinco minutos más —me quejé.

—Bien pero te quedarás sin cena —Dijo mi Pa.

Me desperté de inmediato para verlo.

—¡Pa llegaste! —lo abracé con fuerza.

—Si, al parecer no duró tanto sin mis chicos —besó mi mejilla.

—Gracias por volver —lo abracé fuerte— me trajiste mis chocolates.

—Por quien me tomas cabron, jamás te dejaría sin chocolates —negó divertido— anda vamos.

Bajé ahí estaba el enano comiéndose uno de mi chocolates, mirando lo que le había traído Pa.

Si, muchas cosas no solo a mi.

A la hora de dormir estaba extrañamente feliz.

Me emocionaba mi cita con Cas ¿Evidentemente?
¿Le diría a Temi? Ni de chiste.
¿Destruiría a Conner? Así es.


Al parecer un Santi solo resiste un día y medio sin sus chicos.🤷🏽‍♀️

Pero bueno nuestro enanito aún sigue enfermo pero ya mejor.🥰

Quien fuera Harry para poder tener a todos esos hombres.✨

Pinche Conner mamon.🙄

Y otro al que tenemos que decirle ESO MAMON es a nuestro Jens por confirmar la cita, tendremos cita.✨

Y nuestra mini diosa nos salió cantante como su papá 🥰

En fin se me cuidan, lindo viernes, coman frutas y verduras, vean una serie y descansen 🙌🏻✨

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