Aconito
Mi chica estaba ahí con la música de su teléfono apoyada de las bocinas de su auto.
—¡Vas a despertar a los vecinos! —le grité desde la ventana.
—Tito me dió permiso —me gritó de vuelta.
Negué para bajar junto con Jens, mis padres ya le habían abierto.
—Lo siento mucho Oti —dijo lanzándose a mi para besar mis mejillas— fui una estupida enamorada.
La miré inseguro.
—Te traje tus donas favoritas —señaló— y un pato.
—Pudiste empezar por ahí —sonreí— claro que te perdono.
Lo sé... soy débil.
Ella se lanzó a mi para abrazarme y llenarme de besos.
—Pues yo no te perdono tan fácil —se quejó el enano.
—Te traje un mini yoda —le miró divertida.
—Aw sabes que si —se unió al abrazo, él también por lo visto.
Nos quedamos así por unos minutos.
—Me alegra que estén bien, no mencionaste un pato princesa —sonrió mi papá emocionado.
Ella asintió divertida, salió para entrar con una casita y un bebé pato dentro de ella.
—Eres hermoso —se lo quité de inmediato— te llamaré... Timbo, no donald, no Patosaurio —asentí mirando a mi patito real.
—Patosaurio será —dijo papá quitándome a mi patito.
—¡Oye! —exclamé molesto.
—Deja que lo cargue tu Pa —atacó enseñándoselo.
—¡Aleja esa cosa de mi! —ordenó cubriéndose con Jens.
Negué para quitarles a mi pato.
—Uno noventa y tres, 90 kilos de músculo y aún te dan miedo los patos —se burló papá.
—Es chiquito y malévolo —lo miro entre cerrando los ojos.
—Como Jens —señale divertido.
Mi primo sonrió maliciosa para asentir.
Krypto tampoco tomó bien la noticia de ya no ser el único en casa porque nada más lo vió salió corriendo para huir del pato.
Subí a mi habitación para buscar alguna playera vieja y dejársela a mi patito.
—Hey —me llamó Temi— podemos hablar.
—Seguro —dije distraído— crees que le guste la de donald.
—Probablemente —tomó mi mano para sentarme en la cama— oye lo qué pasó...
—Ya te perdone, no tenemos que...
—Si tenemos porque te lastime y me siento horrible —señaló— solo actué sin pensar y en parte fue mi culpa.
—¿Por qué sería tu culpa? —pregunté confundido.
—Bueno hablé con él, estaba celoso porque te besé y creo que es comprensible —explicó apenada.
Ya iba a empezar...
—Es comprensible robar los implantes cocleares de un sordo por celos —ataque confundido.
—No te hagas la víctima Oti —gruño.
—¡No es lo que él hace! —señale— espera, si hablaste con él significa que están bien.
—Fue una pelea tonta solamente...
Asentí para mirarle confundido.
—Robó mis implantes, me acusó de mentiroso y solo te dice que son celos y con eso estás otra vez a sus pies —me molesté.
—¡No hables así! —me gritó molesta.
—Es la verdad Temi, ya no te reconozco —señalé— has cambiado tanto por un hombre.
—Ya no soy una niña Otoño —dejo en claro— puedes solo aceptar que estoy en una relación y mantenerte fuera de ella.
La miré para asentir, para darme cuenta que de cierta forma nunca me correspondería, era como mi hermana, mi mejor amiga, mi prima y a pesar de que la amara con todo mi ser, que estaría dispuesto a dejar todo por ella... yo solo era familia para ella.
—Si es lo que quieres —suspiré levantándome de mi cama— gracias por el pato.
Al abrir la puerta se cayó Jens junto con su bebé yoda.
—Yo... no escuché nada —sonrió torpe.
—Bien —dije pasando de él para bajar.
Le puse la playera a mi patito, el no tenía la culpa de nada.
—Mañana le compramos una casa de acuerdo —dijo papá besando mi frente.
—Crees que vendan suéteres para patos —señale acariciandolo— una correa no estaría mal.
—Lo que quieras —asintió, también era su sueño hecho realidad.
Temi bajo para despedirse, me dió un beso en la mejilla sin decir nada y se fue.
—¿Quieres comer algo? —preguntó papá.
—Estoy cansado, creo que iré a dormir —sonreí débilmente.
—Descansa mi Oti —dijo Pa.
Subí a la habitación para acostarme en mi cama.
—¿Quieres hablar? —preguntó Jens sentándose a mi lado.
—No —suspiré— buenas noches enano.
Me quité mis implantes para dejarlos en la mesita de noche, indudablemente estaba cansado así que me quedé dormido de inmediato.
Desperté por la manita de Jens en mi hombro, le miré aun adormilado para ver la hora, era de madrugada.
—<Puedo dormir contigo> —pidió, la luz de la habitación me decía que estaba lloviendo y los truenos insoportables.
Asentí, el chico se acostó a mi lado dándome la espalda.
Las ventajas de dormir siendo sordo es que no escucho los ronquidos, los truenos nunca me despiertan, mis padres podía tener sexo y yo ni enterado... si lo sabía bien, eran adictos.
Y probablemente el enano pensó que podía llorar sin que me diera cuenta, pero podía sentirlo sollozar.
Lo abracé sin decir más, el chico solo continuó aferrándose a mi mano... mi chico pasaba por mucho eso lo sabía bien.
Desperté con el beso de mi papá en mi mejilla.
—<Se les hará tarde> —miró a Jens aún en mi cama, con la cobija hecha bolas, con sus piernas sobre mi —<Todo bien>
—<Eso creo> —asentí.
—<Si se quieren quedar esta bien, debes descansar> —permitió papá.
—<Tal vez> —asentí— <¿Y mi pato esta bien?>
—<Aún no se lo comen> —sonrió victorioso.
Negué riendo, el enano despertó para ver a mi papá y sonreírle.
—<Buenos días Solecito> —saludó papá— <¿Van a ir a la escuela?>
—<Yo si, no se este flojo> —se burló.
Mi papá asintió para apurarnos y salir, me puse mis implantes.
—Estas mejor —sonreí.
—¿Y tú? —preguntó cansado.
—En la misma mierda —confirme.
—Bien por nosotros —asintió bajándose.
Me metí a bañar, el moretón no se veía mejor que ayer pero los analgésicos ayudaban, al salir el enano se estaba cambiando después de su ducha pero aquella mancha en su costado llamó mi atención.
—Jensen Blue tienes un tatuaje —anuncié asombrado.
—Cállate —dijo cubriéndose.
—Anda déjame ver —pedí.
—Nunca —gruñó poniéndose los pantalones.
—Entonces no me queda más que armarte un drama y que mis padres se enteren —sonreí.
—Grosero —rodó los ojos poniéndolos en blanco— ya que.
Me acerque para verlo, me hinqué en el para ver el tatuaje que estaba en su cadera, una estilo de polaridad con la silueta de él y posiblemente Cade, si lo llegué a conocer, un mamon de primera sin embargo lo que tenía de mamon lo tenía de guapo.
—Me siento ofendido porque tú primer tatuaje no fue conmigo —bufe herido.
El chico sonrió levemente.
—Am solo quiero recordarles que son primos pero lo que decidan los apoyaremos —aclaró Pa.
Me levanté, se veía algo... extraño en la posición que nos encontró.
—Jens tienen un tatuaje —me deje llevar.
—Cabron—me pegó el enano— por favor no le digas a mis papás.
Mi pa asintió para sonreír acercándose a nosotros.
—Si me enseñas el tuyo yo te enseño los míos, si considero que es bueno no diré nada —aceptó.
Jens asintió para mostrárselo, comprendiendo de inmediato.
—¿Cuáles son los tuyos? —preguntó el castaño nervioso.
Mi pa se quitó la playera... presumido.
—Estos de aquí —señaló su hombro— cuando llegué aquí éramos un grupo de cinco, solo quedamos dos.
Las cinco flechas iban al centro, tres negras junto a una verde y otra roja que simbolizaba a mi Pa y Lu.
—El copo de nieve es por mi inviernito —sonrió— y la hoja por mi Oti.
Ambas en el pecho en la zona del corazón.
—Y estos son los implantes de mi niño —me miró feliz.
Sonreí, mi pa se los puso pues hubo momentos que no me gustaba tenerlos.
—Cada un tiene un significado, y el tuyo es bueno —asintió— tu secreto está a salvo.
Jens sonrió para asentir mirando aún el tatuaje de las flechas.
—Me puedo hacer uno —pedí emocionado.
—¿Qué te quieres hacer? —preguntó riendo.
—Un pa...
—No —ni me dijo acabar.
—Malvado —gruñi.
—¿Qué haces sin camisa? —preguntó papá entrando.
—Les mostraba mis tatuajes —contestó poniéndosela.
—¿Tu tienes tío Wint? —preguntó Jens.
—Si mi niño, un pato con los implantes de Oti —contó feliz.
—Ves es un buen tatuaje —reproche.
Mi papá tenía ese pato, mi nombre y el de mi Pa en su pecho y cuenta la historia que el nombre del tío Lu en su trasero pues perdió una apuesta pero no me consta.
Bajé para ver a mi patito, al parecer ya se estaba acostumbrando Krypto a él.
—Ven aquí patosaurio —sonreí cargándolo.
Era un pato real, para los que no conozcan de patos es un pato cabeza verde, muy bonito y estaba seguro que mi tío Lu lo estaba guardando para mi próxima competencia.
Le deje mi pato a mi papá para irme a la escuela, al llegar ahí estaba Cas hablando con Tali.
El enano corrió para abrazarla... joder se veían tan lindos juntos.
—<Hola guapo> —dijo Cas en lengua de señas.
—<Te ves hermosa hoy> —contesté.
—Amm solo aprendí eso y el alfabeto en mi clase de ayer —negó divertida.
—¿Te metiste a clases? —pregunté asombrado.
—Si bueno, siempre quise aprender y creo que este es el mejor momento —sonrió.
—Si tienes dudas, se las preguntas al enano porque soy pésimo explicando —negué divertido.
—Es verdad —apoyó el tomando de la mano a su chica.
—Bien, porque aún no entiendo como decir tu nombre —mencionó con cierta molestia
—Es muy tierno, como una hoja cayendo —sonrió el enano —<Otoño> —le mostró.
Nos fuimos platicando de cualquier pendejada.
Odio la clase de física, no la necesito de verdad es un asco y ahí estaba yo reprobando el primer examen.
—Sabe si le pusiera el mismo empeño que al deporte no estaría así —señaló frente a todos.
—Le pongo todo el empeño al deporte para no terminar como usted, sin cabello y educando a hijos de otras personas —se me salió lo Dagda.
—A la oficina del director —me corrió— hablaremos con sus padres de esto.
—Oh seguro que es lo que quiere —salí molesto.
Afuera del salón fui a mi casillero para dejar sus pesados libros.
—¡Mierda! —dije golpeando el casillero.
—Hey ese no tiene la culpa —me calmó Temi.
La miré algo inseguro.
—El profesor de física —me queje.
—¿Llamarán a tus padres? —preguntó confundida.
—Si —contesté nervioso.
—Bueno yo que tú le quitaba el bastón a tu papá antes de entrar —bromeó divertido.
—Será lo mejor —asentí— ¿Te veo en el almuerzo?
—Será mejor que desayunemos por nuestro lado en lo que se calman las cosas —se negó.
—Bien pero yo me quedo con Oti en este divorcio—llegó el enano.
Artemisa negó para besar mi mejilla y la del enano e irse.
—¿Qué haces aquí? —pregunté confundido.
—Oti me metí en problemas —dijo aterrado— dios mi hermano debe estar orgulloso de mi.
—¿Qué le dijiste? —pregunté riendo.
—Cosas que no debo repetir —negó jalándome para que fuera a la oficina— ¿Es tan malo como dicen?
—Ni idea enano soy nuevo en esto —suspiré.
Yo siempre había sido un pan de Dios en palabra de mi papá, y es que simplemente siempre fui bueno controlando mis sentimientos.
Pero hoy... hoy solo sentía que todo estaba perdido y tal vez era cierto, porque al verla desayunar con él yo ya la había perdido.
Llorara y ya no seré tuya... seré la gata bajo la lluvia... en fin chíllemos. 😭
¿Será este el fin del amor de Oti por Temi? 🧐
Creo que ya está haciendo efecto el putazo que se metió Temi cuando la tiró su papá por error.🤨
La única bien noticia es que triunfo el mal y por fin tendran a su pato, agradeceré a LucianaGV1999 porque en un comentario me dió la idea del nombre del patito, muchas gracias. 🥰
Pero qué tal los tatuajes, sin duda todos tienen grandes significado no que uno solo se tatúa a lo pendejo 100% real. 😬
Nos vemos las siguiente semana con un capituló, cuídense coman frutas y verduras y descansen. 🙌🏻💕
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