D es para deidad. Soy dios.
Soy el dueño de mi cuerpo,
soy consciente de mi pensamiento
y leo
todas las metáforas que formé.

Soy cruel conmigo,
justo y objetivo
bajo mis propios términos.

Sufro las consecuencias de mis actos,
no forjo pactos
con alterna deidad.

Mi cuerpo es templo y alimento.
Lo venero y contemplo.
Es mi reflejo la claridad,

me temo en los charcos y espejos.
Soy todo lo que siempre he sido.
Humanidad y materia,
idea trascendental.

Renacer y surgir como individuo nuevo,
el placer de transmutar en novedad
y seguir siendo lo mismo,
siempre lo mismo,
casi el mismo.

Administrar tiempo en soledad,
escuchar las ideas que no paro de forjar.

Soy esclavo de los medios
y dueño de mi cuerpo.
Soy decisión y soy concepto.
Estoy hoy
y mañana quedarán mis restos,
soy polvo desde ayer,
siempre lo he sido.
Me reconozco en el olfato
y luego vomito.
Estornudo y vomito.

A veces soy alérgico al pasado,
por eso desvarío.
Inerte durante el insomnio,
las horas pasan afuera;
adentro es una noria,
suben y bajan los sueños,
no paran de girar.

Me resisto, rebobino. Soy
quien siempre he querido,
quiero mantenerme así.
No caer por el risco, seguir
caminando y seguir.

Y tomo mis propias manos
y abro mis párpados.
¿Naturaleza o animal?
La humanidad persiste sola.

Camino sobre las rocas,
destruyo como el agua.
Soy hambre en el pasto.
En mi cuerpo habito,
es casa y es hogar.

No existe el mañana,
es solo eternidad
que no puedo tocar.
Soy finito,

moriré poco a poquito,
me voy acabando como líquido,
mis pensamientos son inicuos
y deseo respirar, no trabarme al hablar,
personificar el bien, irradiar seguridad.

Construyo sobre arena,
como la sal.
Resisto los pasos
del tiempo, de mis pies.
Estoy aquí hoy, sigo vivo.
Ayer no estaba vivo,
fue un deseo en el camino
seguir aquí, acá,
donde sea que deba estar.

H u m a n i d a d .

¿Es esto lo que siempre has querido?
¿Es esto lo que quisiste decirme?
No hay propósitos, solo conceptos,
un mundo imaginario, ideas amorfas;
el topus urano nunca se podrá tocar.
No existe ambrosía para tomar,
solo mi sangre.

Solo mi sangre.
Cortaré mi carne
y la beberé.
Es mi alimento,
soy un concepto.
Puedo fluir y puedo chocar,
movimiento perpetuo,
línea desigual.

Navegar con la corriente no está mal.

Soy la hoja y soy el río,
soy las piedras del camino.
Soy el pronóstico y soy el mar.
El clima no existe, es un estado mental.
La materia es solo medio para perdurar.

Y escribo hoy
para estar vivo mañana.
Y estoy hoy
porque se acaba el mañana.

Y nada de eso importa
porque somos ideas,
somos materia
distinta.

No somos lo mismo.
La revelación de mis sueños
es solo una oración,
persisto en la emoción
que pueda provocar.

Nada importa, ni el pasado ni el camino.
Nada importa, ni siquiera lo aprendido.
No importa. Solo mi mente me soporta
y debo ser bueno, retribuir el esfuerzo,
amar lo poco que merezco amar.

Y escribo hoy lo que pudieron haberme dicho: no existe la eternidad cuando el intelecto es finito. Escribe para que te puedan recordar. Persiste en los ensayos, en el llanto. Sos tu propia realidad. Sos un dios, una deidad. Una que podés y pueden abrazar. Dejate abrazar, generá dopamina; no le restés importancia al cuerpo. Se tu propio concepto, venerá la muerte, resistí la vida.

Y estás
en una parte del camino,
quizás estés al final
pero no importa.
Nada importa.
Estás y ya.