Mandarina

Todos los días soy una naranja,
fruta chamuscada por el sol
y rempapada por la lluvia.

Una esfera verde y marrón,
anaranjada existencia
como el amanecer
y el atardecer

a todas horas. Soy una naranja
oculta en cesta de paja,
arriada por mi abuela campesina
y mis madres citadinas.

Odio el sol porque me quema,
odio la lluvia porque me ahoga,
moja mis hojas y me impide respirar.

Soy una naranja y nada más,
amarilla y verde,
lejos de ser mandarina.

Ojalá fuera una mandarina,
sería una bonita mandarina
con diamantes en el interior.
Transmutaré y seré mandarina,
tal vez mañana pero no hoy.

Hoy mi pulpa es amarilla y pútrida,
naranja a dos días de estar podrida.
Hoy no soy lo que quiero ser,
pero mi materia cambiará y seré...

Jocote

Cuando escribo,
soy como un árbol de jocotes
en pleno verano,
sin nada a la vista más que el fruto:
mi poesía.

Vacías mis ramas, me vuelvo musa.
Me visualizo en el horizonte
y traspaso la soledad,
sepultando cada una de las hojas
con tinta, con rabia.

Las películas muestran al árbol sin hojas
como espectro de la noche.
Soy ese, en definitiva.
Me veo y espanto mi piel,
me veo y espanto el alma.

Estoy tan torcida... ¿Cómo podrías...?
¿Cómo podrías envolver en tus manos

la espina
sin sentir dolor,
sin sentir la sangre
bajando
hasta aquí?

Tomate

Piel roja como sangre,
acidez quema en la garganta.
Sos tomate en ensalada
al lado de verduras.
Y vos sos fruta, ¿por qué sos fruta?
Si acompañás el gallopinto
con cebolla, limón y sal.
Pero sos fruta, ¿por qué sos fruta?
Dual identidad, crisis absoluta.

Y te levantás por la mañana
solo para ser comido por el mundo,
un mundo adulto que te ha destinado
a ser pico de gallo y no ensalada
de frutas con trozos de piña.
Un mundo que te señala si acompañás
al banano, sandía y papaya.
Porque sos sopa y la fruta
no es sopa, es fresco, es fruta.

Y sangrás como jugo
de tomate apretado por las manos
una vez al mes,
mes a mes, cada mes...
Y no sos tomate,
no sos verdura ni sos fruta.
Sos tan humano
como la piel que acobija
el pensamiento insistente
de no saberse niño o niña.