🥀 Capitulo 35.
Lo despertó el sonido de pasos moviéndose por la habitación. Abrió sus ojos, observando somnoliento al Alfa acomodar libros en una caja en la que estaba escrito su nombre.
Lo suficientemente concentrado como para impedirle percatarse de las miradas en su cuerpo.
-Hey...-Lo llama en un murmullo y Boss se gira, sonriéndole desde su posición para acercarse luego a él, escabulléndose entre las sabanas y enrollando sus brazos alrededor del cuerpo del Omega-¿Por qué estás despierto tan temprano?
El Alfa no le responde, la acción de esconder el rostro en su cuello pareciéndole más tentadora que la de responderle y Noeul frunce las cejas; alcanzando su celular a duras penas para ver la hora.
-¡Una de la tarde!-Jadea sorprendido y Boss ríe contra su cuello-¿Por qué no me despertaste?-Le reprocha, intentando levantarse pero el agarre de los brazos contarios alrededor de su cuerpo se lo impide.
-Lucías cansado, no quería despertarte.-Confiesa, atrayendo más al Omega hacia él-Además, quedaban pocas cosas por guardar. Podía hacerlo yo solo-Le dice y Noeul le gruñe, intentando verse amenazante pero, ¿de qué manera puede lucir el amor de tu vida amenazante ante tus ojos?
Es imposible.
-Aun así debiste despertarme-Recrimina en un murmullo, pasando una de sus piernas por encima de la cadera del Alfa con el fin de acercar más sus cuerpos-¿Ya lo guardaste todo?-Le pregunta, jugando con su cabello.
-Faltan los libros que tienes desperdigados por todo el apartamento-Responde-Pero eso puede esperar, quedémonos así cinco minutos-Murmura, dejando caricias vagas en la pierna del Omega sobre su cadera.
Y Noeul quiere levantarse, su vejiga llena y su estómago vacío lo instan a salir de agarre del Alfa para atenderlos. Mas él podía ignorarlos y esperar otros cincos minutos si seguían dejando besos en su cuello.
-Tu mamá llamó, dos veces. La primera vez para que fuéramos a almorzar, pero estabas durmiendo así que decliné la oferta; y una segunda para que vayamos a comer-Dice bajito, sonriendo cuando el Omega se encoge en sí, volviéndose más pequeño a su vista.
-No puedo más-Se queja, su cuerpo temblando cuando se vuelve imposible suprimir las ganas-Tengo que ir al baño, rápido, quítate-El Alfa se aparta, viendo con una sonrisa al Omega trastabillar pasos hasta la puerta.
-Cuidado con las...
-¡Carajo!-La maldición se escucha por todo el apartamento, seguido del ruido seco del cuerpo del Omega cayendo al suelo y el de cajas destrozándose en el camino.
El Alfa suspira, levantándose de la cama sin muchas ganas para encontrarse con parte de sus objetos personales desperdigados en el suelo del pasillo y consecuentemente, con más trabajo. Gruñe en frustración.
-No tienes fundamento-Le recrimina al Omega, quien lo ignora, demasiado inmerso en sí mismo y en vaciar su vejiga como para refutar algo en contra- Noeul no puede caminar tranquilamente al baño. No, claro que no puede. Él tiene que mandarse a correr a lo loco y chocar con todo lo que se tope en el camino.
-¿Qué querías que hiciera? ¿Qué me orinara en la cama?-Masculla al salir del baño, frunciendo el ceño cuando el Alfa lo hace.
-Era preferible, si de esa manera no destruías el trabajo que llevo toda la puta mañana haciendo- Noeul gruñe.
-Porque te dio la gana.-Le reprocha- Muy bien podrías haberme levantado para que te ayudara, nadie te pidió que hicieras el trabajo tú solo.-Le echa en cara y el corazón se le aprieta al ver la mirada del Alfa entristecerse, afectado visiblemente por la falta de consideración del Omega.
Noeul aprieta los labios.
-Lo siento-Musita-Sé que no me despertaste para que descansara, lo siento. Sabes que no pienso cuando me enojo-Se acerca a él, dejando un corto beso en su boca-¿Disculpas a Noeul?-El Alfa sonríe.
-Solo si Noeul recoge este desastre-El Omega asiente y el Alfa suspira, dejando una mordida en su mejilla
-Esa boca sucia tuya, ¿qué fue lo que hablamos sobre las malas palabras?-Noeul bufa.
-Ya, como si tú no las dijeras.
-Yo no las digo.
-¿No? ¿Y qué es "puta"?
-Un adjetivo-Responde y el Omega le dedica una mala mirada.
-Lo que tú digas-Cede, saliendo de agarre del Alfa-Necesito cajas para recoger esto. Tráeme unas de la cocina-Pide, arrodillándose en el suelo para comenzar a juntar todas las cosas-¿Qué esperas? Tengo que recoger este desastre y encima buscar las cajas también.
-Nunca puedes hacer un trabajo por tu cuenta, ¿verdad?
-Para eso te tengo a ti, mi amor-Le lanza un beso y el Alfa le devuelve el gesto con una mueca de mortificación, hablando entre dientes mientras camina hasta la cocina y la sonrisa del Omega se borra en cuanto la figura de este desaparece de su campo visual.
Un frío se instala en su pecho al ver el apartamento prácticamente vacío, lleno de cajas con sus nombres escritos por los costados y sabía que era una imagen consecuente de que se estuvieran mudando pero no podía evitar sentir melancolía ante la idea de irse.
-Aquí están sus cajas, Majestad-Dejan las cajas frente a él y se limita a hacer algún comentario respecto a cómo el Alfa se refirió a su persona porque sabe que si habla su voz saldrá ahogada.
Pero lo que no sabe es que Boss no necesita escuchar su voz para saber que está triste
-¿Quieres hablarlo?-Le dice bajito, sentándose junto a él en el suelo. No forzando una conversación que Noeul no quiere, simplemente observándolo guardar pertenencia tras pertenencia en las cajas.
-No te da un poco de tristeza...-El Omega inicia, dejando caer en la caja un libro para luego enfrentar la mirada tranquila del Alfa-Irte de aquí, mudarte.
-No nos estamos mudando, estamos desplazando nuestro amor a un espacio más grande-El Alfa bromea y todo lo que obtiene es una forzada sonrisa-No le tengo mucha nostalgia a este lugar, no viví el tiempo suficiente aquí como para desarrollarle apego.
-Tienes razón, tal vez solo estoy exagerando-se queja-Lo siento, estoy emocional estos días.
-Los gemelos adoraron la nueva casa, quizás más porque tenía piscina pero les gustó. Tú me dijiste que también te gustaba y a mí me gusta cualquier lugar en el que estén tú y los cachorros- Noeul le hace pucheros y el Alfa sonríe, dejando un corto beso en ellos-Sé que tu tristeza es parte instinto al no querer renunciar al lugar al que llevas cierto tiempo viviendo para ir a otro prácticamente desconocido pero solo es por ahora, ¿sí?
Noeul asiente
-Verás que después de un tiempo te acostumbrarás, así como yo te acostumbré a tenerte en la puerta de mi apartamento cada noche invadiendo mi espacio personal-El Omega rueda los ojos, mirando con desaprobación al Alfa reírse de su persona.
-Como si no te gustara que invadiera tu espacio personal-Le dice, acercándose hasta que sus narices se rozan y el Omega sonríe, viendo a Boss mirarle los ojos y luego la boca, en una súplica inconsciente que ignora olímpicamente al incorporarse cuando se acercan a besarlo.-Creí que no te gustaba que invadieran tu espacio personal.
El Alfa gruñe.
-Maldito...-Murmura entre dientes y la sonrisa del Omega se ensancha.
-¿Es eso una mala palabra, mi amor?
-¡Es un adjetivo!
Y sonríe, sabiendo que no le costaría adaptarse a un lugar, sin importar lo desconocido que resultara, siempre y cuando tuviera cerca a su familia.
Será que....? -_-
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