🥀 Capitulo 3.






El Omega se despertó por el tacto de dos pequeñas manos .Dos pequeñas manos que tocaban su rostro constantemente y fue entonces, cuando sus ojos se abrieron que los vio

-¡Pequeñas sanguijuelas!-El Omega se levantó rápidamente del sofá, percatándose de que sus manos y pies habían sido desatados y tenía una sábana tapando la mayor parte de su cuerpo. Tal vez ese Alfa no era tan rudo y malo como aparenta ser.

Volvió a la realidad al escuchar unas risitas molestas por parte de los dos cachorros, quienes se burlaban de Noeul y apuntaban a la gota de baba que se había acumulado en el lado derecho de la comisura de sus labios.

-Ahora verán -Dijo el Omega levantándose del sofá y comenzando a perseguir a los gemelos por toda la habitación, hasta que los pequeños se escondieron detrás de las piernas de alguien, soltando pequeñas risitas mientras le enseñaban su lengua al Omega con tal de hacerlo enojar.

Noeul alzó la vista, encontrándose cara a cara con su vecino, quien tomaba café mientras miraba con una ceja alzada al Omega

-¿Que intentas hacerle a mis cachorros?-Preguntó el Alfa con voz ronca

-¿Son tus cachorros?-Preguntó Noeul y su vecino asintió-Con razón-El Omega sonrió y el pelinegro lo miró confundido-Tus cachorros ayer me golpearon en la espinilla una vez que bajé del elevador-Contó el Omega, con una sonrisa en el rostro, esperando que esos pequeños diablillos se llevaran un buen regaño

-¿Eso es verdad?-Preguntó el Alfa, mirando a sus cachorros, quienes asintieron suavemente-¿Por que lo hicieron?-Preguntó el pelinegro,agachándose para quedar a la altura de los gemelos,y el corazón de Noeul explotó al ver como su vecino limpiaba las migajas de pan que habían quedado en el rostro de los mismos

-Ayer,cuando nos quedamos afuera jugando, ese señor apareció y nos comenzó a hablar como si tuviéramos nueve meses de nacidos-Dijo uno de los pequeños y Noeul arrugó la nariz al ver los rostros de inocencia fingida que portaban los dos gemelos

-Además-El otro gemelo apuntó hacía Noeul con su dedo pequeño-Pellizcó nuestras mejillas y nos dio miedo. Por eso lo golpeamos y huimos-Terminó de contar el pequeño y el Alfa sonrió, acariciando los cabellos negros de sus hijos

-¿Cómo puedes creerles?-El Omega se quejó, mirando como el pelinegro se incorporaba a su posición anterior-Es obvio que mienten. Yo los vi como corrían con sonrisas en sus rostros después de haberme golpeado. Regáñalos

-No los puedo regañar por hacer algo que estuvo bien-Dijo el Alfa y sus cachorros huyeron de la escena al escuchar a Noeul gruñir

-¿Estas diciendo que estuvo bien que me golpearan? -El pelinegro asintió, mirando a sus cachorros desayunar tranquilamente en la mesa

-Es bueno que sepan defenderse de las amenazas

-¡No soy una amenaza!-Se quejó y el Alfa pellizcó su mejilla con la mano que no sostenía la taza de café, provocando un sonrojo en el Omega

-No grites -Dijo con la voz tranquila y suave

-No me regañes como si fuera un cachorro-Dijo el Omega, alejándose del Alfa

-No eres un cachorro, eres peor que un cachorro. Además si estuvieran mintiendo o no, ¿a quien crees que le creería? ¿A un completo extraño o a mis cachorros?-Preguntó el Alfa y Noeul hizo un puchero, cruzándose de brazos y dándole la espalda al pelinegro, negándose a darle la razón

-Pero aún así....

-Noeul -El Omega dio un pequeño salto, su cuerpo se erizó completamente al escuchar su nombre salir de los labios del Alfa-Te agradecería que no cuestionaras la forma en la que crío a mis hijos. Cuando tengas tu propia manada puedes decir, hacer, quejarte y cambiar todo lo que quieras, mientras tanto...-El Omega se giró, mirando las cejas fruncidas del Alfa- Limitate a ser un simple espectador. No quiero ser grosero contigo, pero es mi vida y no necesito que me digas como vivirla.

-No era mi intención que...

-Si ya despertaste, te aconsejo que regreses a tu departamento. Tengo cosas importantes que hacer-Dijo el Alfa, abriendo la puerta de su departamento y el Omega se mordió sus labios, no estando contento del rumbo que había tomado la conversación

-¿Tu nombre?- Preguntó el Omega una vez que llegó la puerta, mas el Alfa se vio reacio a responderle- Por favor

- Boss Chaikamon-Respondió el pelinegro, sus músculos tensándose al sentir los brazos del Omega alrededor de su cuello. Y se vio a sí mismo atrapado en el abrazo que el Omega le estaba dando, mas sus manos no se movieron -¿Que haces?-Preguntó Boss, mirando como sus cachorros miraban atentos lo que ambos hacían-Suéltame

-Disculpa Boss- Dijo el Omega separándose-No era mi intención hacerte enojar- Noeul hizo una reverencia -Gracias por dejarme dormir aquí anoche- Y dicho esto el Omega se fue y el Alfa cerró la puerta, para encontrarse con los ojos curiosos de sus dos pequeños, su vista desviándose luego al sofá y topándose con la almohada que se le había quedado al Omega

-Papi -Uno de sus cachorros lo llamó- Creo que fuiste muy duro con él







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-¿Dónde tiene la cabeza hoy nuestro Noe?-Preguntó Fort en un tono cantarín, extendiéndole un paquete con galletas a Noeul -¿La pasaste mal anoche?

-¿Pudiste tener sexo con el remordimiento de que tu amigo pudo dormir mal anoche?-Preguntó el Omega serio, llevando una galleta a su boca y Fort rió

-Sin problema alguno-Respondió ganándose un gruñido por parte de Noeul -¿Cómo dormiste anoche? Mas bien, ¿donde?

-En un prostíbulo- Sonrió cuando Fort casi se ahoga con su propia saliva-¿Te sientes culpable ahora?

-Dime que estás bromeando-Dijo el Alfa, acercándose al Omega, y Noeul sabía que sí seguía diciendo que había dormido en un prostíbulo tal vez Fort lo mandaría a un convento a redimirse

-Estoy bromeando- El Omega sacudió las migajas se galletas de su bata de médico-Dormí en la casa de Boss

-¿Boss?- Noeul asintió-¿Quien demonios es Boss?

-Mi vecino

-Nunca te había oído hablar de un vecino llamado Boss

-Se mudó, es nuevo -Contó el Omega

-Espera, le pediste a alguien que apenas conoces dormir en su casa ¿Estás loco?-El Alfa regañó en Noeul

-No te exaltes. Creo que me odia. Me iré a disculpar después y no lo molestaré más en mi vida







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Boss sonrió al ver a sus cachorros sentados en el sofá, con su boca semiabierta mientras miraban fijamente los dibujos animados en el televisor,mas alguien tocando la puerta lo hizo levantarse y caminar sin ganas hacia ella. Cuando la abrió y vio de quien se trataba no pudo evitar sentirse un poco culpable.

-¿Que sucede?-Preguntó en un tono suave, evitando que el Omega frente a él pensara que aún seguía molesto por la discusión de la mañana

-Vengo en son de paz-Dijo Noeul con una sonrisa, extendiendo las galletas que había estado haciendo desde que regresó del hospital-Son galletas de la reconciliación. No es bueno que haya diferencias entre los vecinos

-¿Me estás sobornando con galletas para que te perdone?-Preguntó el Alfa y Noeul asintió-¿Cómo sé que no están envenenadas?-Preguntó y el Omega quiso pellizcarle una oreja por desconfiado, pero aún así tomó una de las galletas de la fuente para comenzar a comerlas

-Ves, sigo vivo. No tienen veneno-Dijo el Omega y el Alfa tomó las galletas

-Pasa- Boss le indicó que entrara con la mano mas Noeul se encogió en el lugar-Tengo que darte algo

-Ok...

Y cuando el Omega entró vio a los dos gemelos mirarlo fijamente. Analizándolo y si no supiera la verdadera naturaleza maligna de esas dos criaturas diría que eran las cositas más lindas que había visto en su vida.

-Ten-La voz del Alfa lo sacó de la guerra de miradas que compartía con los gemelos- Dejaste tu almohada esta mañana

-Está bien. A partir de este momento no te molesto más-Dijo el Omega confiado, mas no sabía que pronto estaría contradiciendo sus propias palabras.















Aclaro. Se que "Boss" y "Noeul" no
son sus verdaderos nombres,
si no sus apodos, pero decidí usarlos así para poder identificarlos fácilmente (: ✨











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