🍭 Capítulo 42 🍭
La prestigiosa empresa de los Min paso a las manos de Min Eunwoo, quien al mismo tiempo de pasar de director de empresa. Min YoonGi había establecido una dulcería con su amado esposo surcando su edad de vejez, aun así, Eunwoo decidió festejar el logro de sus amorosos tíos y hacer una fiesta invitando a toda la familia, incluidos sus primos del extranjero.
Se sorprendía lo bien cuidados que estaban sus tíos, seguían con sus características personalidades y su atractivo adorable.
Su tío YoonGi seguía siendo guapo, con arrugas en sus ojitos, pero muy tierno, y su tío TaeHyung se cortó el cabello haciéndose rulos, algo de maquillaje y estaba precioso.
Desde la partida de SeongHwa y Sana, ellas empezaron a esforzarse para verse seguido, pero la distancia y las dificultades no dejaron camino. Ahora estaban muy felices de ver que ya sus hijos eran personas hechas y derechas en base a todo lo que les enseñaron.
La mansión Min estaban repleta de flores y claveles celestes. Los bocadillos dados por YoonGi y la decoración elegante, luego de la muerte de Min Taeyang y Seungmi decidieron utilizar la casa como un punto de reunión para la hermosa familia cumpliendo uno de los deseos de sus abuelos.
— Vaya, la casa está hermosa ¿A las tres de la tarde, qué hora? — Pregunto YoonGi a su sobrino que soltó una carcajada muy ruidosa.
— A las tres de la tarde, tío, ven guapo junto con al tío TaeHyung— El alfa asintió dejando unas uvas de su jardín en el mesón de buffet.
— Bien cariño, ponte guapo, supe que Seongie también llegaría.
Eunwoo sintió su cuerpo helarse, la verdad no había tenido contacto con su primo desde que se fue a seguir su sueño y siempre pensaba en el bonito, amable, amoroso, tierno y perfecto de Min SeongHwa.
— Esta bien, tío.
— Cascarrabias, sé que te lo quieres comer — Chillo TaeHyung atrás con una mirada pícara.
— ¡Tío TaeHyung, no sea imprudente!
— ¡Pero digo la verdad, no me grites!
— ¡No se griten ni entren en pánico!
Todos se miraron sonrientes por la coincidencia, luego de aquello ellos se fueron empezando arreglar la llegada de sus retoños y preparándose mentalmente para perder su estabilidad.
YoonGi tocaba ligeramente los labios de su esposo que le miraba emocionado.
Los pequeños momentos que pasaban juntas lo compartían en la cama o en una tensión de amor y dulzura. Si bien luego de que sus hijos se fueran a independizarse, ellos tuvieron demasiado que conversar y llegar a la conclusión de que ser adultos requería más contacto sexual.
Debido a sus épocas de celo eran más fuertes, los celos de TaeHyung y las ganas de YoonGi se reducían a solo querer mimos
Aún recuerdan su charla sobre fetiches que los dejo extasiados.
En aquel rincón del sillón estaba TaeHyung sentada en el regazo de YoonGi, empezando una conversación algo subida de tono, pero clara para los dos.
La charla de sus fetiches en sus relaciones íntimas.
— TaeHyung, solo dime no te juzgare, soy tu esposo, no me burlaré de eso — TaeHyung se escondió entre el cuello de su alfa dejando que sus sentidos dejarán de tensarse y prosiguiera hablar.
— Me gusta que me acaricies y pongas esa paleta grande en mi entrada. Me trates dulce YoonGi.
La alfa la beso delicadamente, dejando que sus labios apreciaran su belleza.
— Me gusta tus clavículas, tus ojos, tus conjuntos de lencería y tus suspiros.
— ¡Son fetiches no solo yo!
— Eres mi fetiche más grande TaeHyung.
Luego de aquello las cosas empezaron a tornarse muy tenso, tenían intimidad en cualquier lugar que desearan y TaeHyung siempre llevaba su conjunto de lencería comprado a su cuerpo.
En uno de sus encuentros tortuosos, les habían cachado y YoonGi decidió renunciar al directorio de la empresa, por el simple hecho de quitarle tiempo con su omega. Decidieron llevar a cabo un proyecto de pastelería muy servible como herencia a la próxima generación de hijos, nietos y bisnietos.
— TaeHyung en cinco minutos llegarán los niños — Gime YoonGi experimentando los dedos de su esposo TaeHyung dentro de su bóxer, dejándose dominar ante él, dejando de lado los estúpidos estereotipos de que en la intimidad él era quien debía obligarlo, cuando sólo lo hacían por amor y deseo.
— Yoon, llegarán más tarde. Seguro Seongie querrá unos bocadillos, solo disfruta— TaeHyung siguió con el lento movimiento de la yema de sus dedos proporcionando placer inmenso a YoonGi.
Sus dedos empezaron un movimiento más rápido sobre su miembro, gemidos de parte de los dos se armonizan. Un canto casi glorioso para YoonGi y mucha lujuria en la oscuridad del baño de la familia Min.
¡Tan desvergonzados como para tener intimidad en la casa de sus padres!
La puerta del baño se abrió, una beta asociada al negocio de las empresas, miraba sorprendido y avergonzado la escena. Con desesperación salió disculpándose con temor a las feromonas de enojo que producía inconscientemente el cuerpo de TaeHyung al ver que no dejaba de mirar a su alfa.
Alfa y Omega salieron limpios y serenos dispuestos a llorar por la llegada de sus hijos que ya estaban impacientes por volverlos a ver.
SeongHwa entro primero a la gran celebración. El cambio fue notorio para los pocos funcionarios y familiares que llegaron a conocerlo. Su cabello estaba teñido de rojo, su atuendo era un traje muy ceñido a su delicado y fino cuerpo.
Al sonreír demostraba hoyuelos capaces de matar a cualquiera y un perfil de los dioses. ¡Ese era su hijo! Que buena herencia.
— ¡Papis!— SeongHwa se abrazó a sus padres notando la diferencia de estatura, sonriendo ante lo bonitos que seguían siendo.
— ¡SeongHwa! Estás bonito— Hablo TaeHyung con emoción acaricio la mejilla y cabeza de su hijo buscando al bebé que había dado a luz. Quedando solo un hombre apuesto y decidido.
— Salió igualito a mí, TaeHyung.
— Oh cállate, que no es tan quejoso mi hijo.
— ¡TaeHyung!
Todos rieron por la adorable discusión de la pareja captando su atención en una bella mujer de cabello rubio recogidos en una cola alta y su vestido apretado al cuerpo color turquesa. La elegancia quedaba corta a lado de la mujer.
— ¡Papis! — La mujer corrió abrazar a TaeHyung, éste se colocaba bien sus lentes para observarla sin llegar a reconocerle.
— Tú eres.... ¡Sana! ¡Hija!— TaeHyung abrazo a Sana con amor extrañándola y sintiendo el pasar de los años le hubiera gustado estar con ella para verla en sus logros de la universidad.
— Papis, los extrañe, siguen hermosos.
— Pero... ¿Qué celebramos? — SeongHwa pregunto confundido, le habían invitado y de inmediato se preparó, pero no recordaba el motivo del festejo.
Un apuesto Eunwoo en traje de gala apareció, mirando deslumbrado a SeongHwa que se sorprendió por el cambio en su primo.
— Celebramos mi ascenso y la nueva pastelería de mis tías— SeongHwa miro con ojitos brillantes a su primo, aún quedaba aquel amor platónico por el omega de hoyuelos.
— Felicidades, primo.
Eunwoo se llevó a SeongHwa con mucha emoción y ternura, este no se podía negar quizás quería presentarle alguien o que le ayudará.
Sana tomo una copa de vino y decidió sentarse con sus mamás a conversar en lo que llegaban sus tíos Jin, NamJoon, Jimin, Hoseok, YeonJuny SooBin.
YoonGi tocaba ligeramente la mano de TaeHyung para que no se acabará los bocadillos de dulce. Él le manoteo y se llevó consigo muchos bocadillos hasta donde se sentaron, estaba muy relajado.
— ¿Cómo te fue hija?
— Bien papi YoonGi, yo... No seguí la carrera que me recomendaron. Me convertí en actriz y vine porque tenía una película acá, en Seúl.
— Min YoonGi, me debes una funda de gomitas de sandía. — El alfa gruño dándole la funda de gomitas como recompensa de haber ganado la apuesta.
— Sabíamos que no seguirías esa aburrida carrera, de hecho, YoonGi pensó que serías cantante, pero yo gane.
Sana sonrió enternecida, a pesar de los años se seguían amando como todas las veces que los llegó a mirar a escondidas, abrazados, dándose apoyo, cuidándose, acariciándose y amándose.
— ¿Tienes pareja, hija? — Sana sonrió feliz.
— Sí, papi YoonGi, se llama Tzuyu. Es una cantante Taiwanesa llegará pronto, decidió venir con HongJoong.
TaeHyung quería chillar, su hija tenía una omega, que maravilla.
— ¿Papi TaeHyung me puedo sentar? — Su hijo menor apareció sentándose con una mirada emocionada.
La velada siguió tranquila, hasta captar nuevamente la atención en más gente a la reunión. NamJoon, Jin, YeonJun, SooBin, Jimin, Hoseok, HongJoong, Tzuyu y Yeonbin entraban con sus trajes de gala.
TaeHyung corrió y se tiró encima de Jimin y SooBin ganándose un abrazo por sus mejores amigos.
YoonGi abrazo a sus mejores amigos. SeongHwa y Sana saludaron a HongJoong y Tzuyu.
Se sentaron como una familia a contar su vida, Jin y NamJoon cursaron un largo viaje por años, en algunos países del mundo todos les felicitaron sin embargo, decidieron no tener hijos por su trabajo y no sentirse capaces de cuidarlos.
Jimin se había casado con Hoseok, fruto de su luna de miel una nueva criatura nacía en su vientre, pero con riesgo en el embarazo al final lo perdió, decidiendo su alfa llevarlo a viajar por Daegu y quedándose allí.
SeongHwa era novio de HongJoong, el alfa tomo clases de canto haciendo dúo con Tzuyu y decidiendo que haría conocer a Sana.
YeonJun y SooBin alquilaron una cabaña en el campo, dejando su vida de negocios para poder disfrutar de su hermoso matrimonio. Eunwoo luego de crecer había decidido tomar cargo de la empresa en honor a sus abuelos.
— ¡Deberíamos brindar por el nuevo director de la presa Min! — Chillo SooBin, haciendo que todos se unieran al brindis.
SeongHwa sonrió feliz, dejando varios mimos a su alfa. Eunwoo venía para saludar a sus padres notando el ambiente meloso entre SeongHwa y un chico.
Su interior ardió en cólera, preguntas y mucha tensión se hizo parte del ambiente, Eunwoo soltaba feromonas de irá y celos. HongJoong pudo sentir la pesada mirada notando el cambio brusco de pánico en SeongHwa haciendo tener irá de igual forma.
Feromonas de enojo, celos y rabia contenida formaban parte del aire. Los omegas miraban sorprendidos la pelea astral entre aquellos alfas.
Hoseok se metió para defender a su hijo tomando control como alfa mayor, haciendo que el ambiente fuera de mal a peor.
"¡Que estupidez les rajare la cabeza a todos estos, alfas tontos!" Pensó TaeHyung más que furioso por hacer que los omegas se sintieran incómodos y mareados.
¡Y su alfa estaba tragándose los cócteles de camarón!
— Aléjate de SeongHwa.
— Aléjate de mí omega.
— Aléjate de mi hijo.
Gruñidos y ceños fruncidos.
— ¡Basta! — Grito TaeHyung levantándose de la mesa, la molestia del omega creció en él haciendo que sus ojos tuvieran ojos dorados de rabia y enojo.
Los alfas se sorprendieron, pero su naturaleza quiso hacerse cargo del omega haciéndolo enojar más por querer revocar las órdenes del omega mayor.
Tiempo antes los alfas tenían niveles, mayor, medio y menor. Todos eran poderosos igualmente.
Nadie los paraba excepto el o la omega mayor, este Omega los controlaba a su antojo y podía dañarlos peor que un alfa.
El Omega mayor estaba entre toda la jerarquía, podía decirse que la madre de todos. Poseía un poder inexplicable, eran pocos los considerados omegas mayores.
TaeHyung miro retadora a los tres alfas un brillo en sus ojos bastó para que los tres bajarán la mirada, y se calmaran.
La tensión acabo, TaeHyung sonrió feliz de su cometido notando la tranquilidad en los omegas. Los tres alfas seguían agachados la cabeza y temerosos del Omega mayor .
Él se sentó vigilándolos.
— ¿De qué me perdí? — Hablo YoonGi con camarones en su boca y algunos carteles en sus manos.
— Solo siéntate Yoon, y mímame.
— A la orden jefecito de mi corazón— YoonGi se sentó, acariciando y mimando a TaeHyung.
Eunwoo se levantó para dirigirse al balcón de la mansión, SeongHwa le siguió curioso.
La noche estaba iluminada por la luna llena tan perlada y preciosa. El alfa seguía mirándola fijamente.
— Siempre fue él, Seongie.
SeongHwa miro con ojitos penosos a su primo, asintiendo. No lo negaría, siempre fue HongJoong.
— Lo siento, Eunwoo.
— Esta bien, el primer amor siempre duele. Se feliz, Seongie.
SeongHwa le siguió con la mirada curioso, el alfa dejo un beso cerca de la comisura de sus labios. Sin llegar a tocarlo, pero casi llegando a ser un beso.
El Omega suspiro, entrando de nuevo a la fiesta encontrando a su padre Omega zarandeando a dos alfas que llevaban los cócteles de camarón.
— ¡Si vuelven a querer herir a mi alfa les cortaré el ombligo, alfas de pacotilla! — Los meseros asintieron miedosos y eso que tiempo antes estaban molestando a YoonGi que le fue con el chisme a su hermoso omega.
YoonGi miraba el espectáculo atrás del cuerpo de su esposo sacándoles la lengua a esos alfas aterrados por la fuerza y carácter de TaeHyung.
Al final Eunwoo los despidió por ególatras y holgazanes.
TaeHyung se llevó a su familia para seguir con la tradición de la película de Nemo cada que llegaba alguien nuevo a la casa.
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