🍭 Capítulo 30 🍭

La familia Min celebraba los 2 añitos de sus retoños, la felicidad desbordaba por la vivienda.

TaeHyung sonreía mimando y acariciando a sus cachorros, SeongHwa solo se limitaba a jugar y sonreír por la atención de su papi TaeHyung.

Sana solo quería que su vestidito le quedará bonito.

Caminando un poquito Sana se miró al espejo notando su bonito cabello rubio.

"Lo sabía mi belleza es innata"

Pensó la cachorrita.

SeongHwa, seguía con su pijamita de dinosaurio, se negaba a quitársela.
Y su papi TaeHyung adoraba verlo así.

— Bebés pingüinos, vamos a la sala a recibir a los invitados — Los pequeños asintieron tomando la manito de su papi, emocionados.

La sala decorada de tonos rosa y celeste pastel.

SeongHwa amaba el rosa y Sana el celeste.

Globos de perritos colgaban con guirnaldas. Un pastel simple color café y carita feliz. La piñata de dinosaurio.

Los menores Min se sentaron a jugar con sus juguetes.

TaeHyung suspiro, su casa era algo grande, pero aún sentía pánico al saber que amigos, compañeros, padres, niños abuelos y más gente vendría.

Esperaba no sentirse algo agobiada tanta gente en su morada.

La puerta fue abierta con YoonGi arreglado y atractivo.

— Amor — TaeHyung beso sus labios dulcemente.

— Hola esposo mío, ¿Mis retoños están listos para su gran fiesta?

— ¡Shi! — Gritaron los pequeños, apenas hablando unas palabritas.

Los invitados empezaron aparecer, primero 3, luego 6 y su casa se llenó de 10 adultos y 8 niños.

TaeHyung se tensó al sentirse algo mal, con su mirada busco a YoonGi, encantado hablando con una Omega muy bonita.

La Omega llevaba un vestido al cuerpo, un saco de piel y su cabello recogido.

Sus piernas eran blancas, y se veía la suavidad, sus facciones dulces y risueñas. Cómo si de una modelo se tratara.

La Omega frunció su ceño, reconociendo el aroma de la Omega.

Vigiló a sus hijos, jugando con Yeonbin.

Y SeongHwa siendo acosado por HongJoong, el hijo menor de los Jung.

HongJoong tenía un carácter gruñón, pero cerca de su Seongie, era una masita andante.

— YoonGi — Llamo TaeHyung captando la atención de la Omega y su esposo.

— ¡Oh Tae! Mira te presento a mi nueva modelo de la empresa. Ah recibido mucha demanda. Irene, TaeHyung. TaeHyung, Irene.

Irene inspecciono al Omega a su frente, era muy hermoso, pero ella tenía más alcance, YoonGi fue su primer novio, su primer mejor amigo.

Y sería su próxima esposa.

Según supo el Alfa era divorciado.

— Tu aroma me desagrada — Soltó TaeHyung, con una mirada directa. Irene se sorprendió, lo dijo sin pelos en la lengua ¿Acaso no sabía que era la favorita de YoonGi ? ¿La modelo más demandada en la industria de la belleza?

— Supongo que deberías revisar tu nariz, debe ser algún problema de olfato.

— Ya lo revisé, dijeron que mi olfato es muy bueno, detecta el aroma hipócrita y desagradable.

TaeHyung se encogió de hombros, YoonGi se quedó atónito, su Omega soltaba su aroma para marcarlo y miraba con desagrado a Irene.

— ¡YoonGi! Ese Omega es muy grosero.

— No soy grosero, solo digo lo que pienso. Por alguna extraña razón me desagradan tú y tu aroma.

— Tae, basta. ¿Que querías?— YoonGi suavizó su tono, notando la molestia de su Omega y su compañero.

— YoonGi, bésame, hay mucha gente me abrumó mucho.

Irene sintió su corazón pararse por un minuto. ¿Besarse? ¿Acaso era el novio? ¿Amigas con derecho?

— Esta bien, Tae. Ven vamos con los pequeños — YoonGi se disculpó con Irene. Debía sacar de ese ambiente a su omega para no estresarlo y provocarle un ataque de ansiedad.

HongJoong tomaba la manito de Seong, este seguía jugando con sus juguetitos y haciendo que HongJoong sea una autopista.

— Hon bonito.

— Seo.

Balbucearon los menores. Sana estaba enojada con la cercanía de HongJoong a su hermanito.

En toda la fiesta no quiso separarse de él ¡Ni para la piñata! ¿Qué clase de niño no va a recoger dulces solo por estar durmiendo en el regazo de su hermano?

El menor de los Jung solo paso pegada a SeongHwa, el cachorrito disfrutaba la atención de HongJoong. No sé quejo.

Ni siquiera cuando el bebé les tiraba un peluche a los niños que se le acercaban acariciarlo.

— Api, Hon no da Seo — TaeHyung dejo de bailar con YoonGi para escuchar a su hija.

— Seongie está todo el tiempo contigo Sana. Déjale que se relacione con HongJoong.

— Api piquito— TaeHyung sonrió besando la mejilla de su hija, la niña sonrió a seguir jugando con Dahyun, su mejor amiga.

TaeHyung miro como YoonGi se despedía de los invitados. El ambiente se volvió incomodo, con pasos apresurados se sentó en el balcón mirando el anochecer, la composición de colores anaranjados con los oscuros. Le agradaba estar solo, la soledad era buena de vez en cuando.

Podía pensar, sentirse él misma un rato. Aunque la soledad era buena, aún tenía pesadillas dónde se quedaba completamente solo y solo quería llorar.

La soledad le atormentaba, le atormentaba la idea de perder a su familia, de perder su libertad, sus ganas de vivir y meterse en un pozo que ni el más inteligente le sacaría.

Perdiendo entre la Lucha con la vida, rindiéndose y dejando que la agobie hasta el punto de desaparecer como las cenizas. Cada parte de él volar por el viento sin rumbo fijo.

— ¿Eres lo esposo de YoonGi?

— Sí.

Irene rio sin gracia, una voz de melancolía salió de su ser. Desde pequeña tomó malas decisiones.

La primera fue dejar ir a YoonGi, solo por querer popularidad.

Quedarse embarazada a sus 14 años y haber abortado solo por complacer a su novio cuando ella quería un bebé.

Dejar vender su cuerpo a sus 17 solo por un plato de comida. Abandonar su hogar por el sueño de vivir un amor imposible a sus 19. El alfa la dejo en cuanto pudo, su esposa le hizo terminar la relación.

A pesar de todo pudo tener su empleo como modelo, quería remediar las cosas.

Pensó que podría recuperar a YoonGi.

Pero al ver cómo el alfa miraba a TaeHyung solo dejo su egoísta idea.

— Desde pequeña siempre desee tener una familia estable y un buen trabajo.

El Omega no respondió, trataba de adivinar lo que sentía Irene, veía su rostro decaído y el cigarrillo de su mano botaba humo abrumándolo.

— Pensé que YoonGi me esperaría para cumplir su promesa.

— Tú no lo hiciste, él sí te espero.

TaeHyung sabía que YoonGi espero a Irene tres años. La lengua seguía con esa alfa y caía en cosas peores, eso lo supo por YoonGi.

— Lo sé, no importa. Debí haber casado con él cuando pude y no haberlo dejado.

— ¿Uhm?

La omega boto el cigarrillo, apagándolo.

— Eres demasiado tonto para comprenderlo. Como sea, deséales felicidades a tus hijos.

— Irene, me siento mal cuando estás cerca de YoonGi. Quiero que no le dejes su aroma. No puedo mimarlo — La omega se enojó quitando su brazo.

Se largaria de allí, eso le pasaba por querer recuperar su pasado.

Pero jamás sería capaz de arruinar la felicidad de YoonGi, el único alfa que amo de verdad.

Saliendo de la fiesta se despidió de su pasado.

El alfa miro la tristeza y la huida de Irene.

— ¿Qué pasó, TaeHyung?

— Quería quitarme de tu lado.

— Pero...

— Cállate, alfa y mímame, se el glaseado de mi gomita — Rio divertido el Omega, y el alfa se sonrojo recordando sus palabras al declararse.

Besándolo con pasión, con esmero.

El amor que YoonGi tenía a TaeHyung, era imposible de creer.

Todos se sorprenden por lo que hace YoonGi por TaeHyung, pero él se sorprende por todo lo que hizo TaeHyung por él.


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