🍭 Capítulo 25 🍭

YoonGi tomaba con lujuria los labios de su novio, disfrutaba del sabor de estos. TaeHyung solo se limitaba a gemir o jadear por los besos bruscos y necesitados de su alfa.

Omega y alfa se encontraban envueltos en sábanas de la gran cama matrimonial. TaeHyung tomaba el cabello de YoonGi profundizando el beso sin llegar a lastimarlo.

La pareja sentía que la adrenalina y calor corporal subía, pronto a quedar desnudos un lloriqueo de bebé los interrumpió, rompiendo la burbuja de placer que estaba comenzando a formarse.

— Voy yo — Dijo TaeHyung preocupado por sus cachorritos que lloraban. Caminando apresurado, llegó a la cuna rosa tomando a sus bebés en sus brazos.

— Ya mis cachorritos ¿Quieren dormir con sus papis?— El llanto de los bebés seso, gimoteos suaves le dieron la respuesta a TaeHyung, quien con ambas criaturas volvía a su habitación.

— ¿Qué?— YoonGi pregunto tomando en sus brazos a SeongHwa.

— Solo cállate alfa y cuida a tus cachorros — Le miro amenazante TaeHyung y YoonGi solo puchereo mimando a SeongHwa mientras TaeHyung se encargaba de Sana.

Y así los cuatro se durmieron, creando inconscientemente un nido familiar que hacía mantener protegidos a los menores de la familia Kim.

La mañana siguiente, TaeHyung se levantó para dejar a los bebés en la cuna.

El día se veía muy bonito.

Con cariño se puso ropa de casa, abriendo las ventanas y dejando un cariñoso beso en la frente de YoonGi.

La casa Min era muy hogareño y risueña, TaeHyung amaba su pequeño hogar.

Con cuidado entro en la cocina, listo para preparar el desayuno, tomo algo de fruta picándola con cuidado, colocó el yogurt, las tostadas y la mermelada de piña. La favorita de su Alfa.

YoonGi aparecía por la cocina tomándolo desprevenido en un beso mañanero.

— Hola, príncipe — TaeHyung sonrió ante el apodo, a pesar de que su rutina seguía igual amaba los inesperados besos y cariños de su alfa.

— Hola, alfa gruñón.

— Tengo hambre, Tae — TaeHyung asintió dejándole un vaso de jugo de piña.

— Listo Yoon. ¿Irás a trabajar?

— Sí, amor, me refería a que quiero comerme a un bonito Omega, con un pijama de patitos y ligero tono cerezo en sus labios — TaeHyung miro la cocina con el ceño fruncido.

— YoonGi, solo estoy yo.

— A quien quiero comer es a ti, TaeHyung — TaeHyung sonrió.

— No puedes, debes ir al trabajo y yo debo cuidar a los cachorros y terminar un conjunto de ropa pedido.

YoonGi puchereo, terminando de desayunar, si no fuera por el trabajo o los lloriqueo a de sus hijos, estaría entre las piernas de TaeHyung.

El alfa se despidió de su Omega, yendo directamente a su trabajo.

Mientras TaeHyung se quedó con sus cachorritos dándolos de comer de su seno, sin quejarse, eso le habían enseñado en el hospital y él simplemente presto suma atención.

Los cachorritos, se durmieron. TaeHyung los acostó en la cuna notando el parecido de Sana con YoonGi y SeongHwa con él.

Suspiro enamorado de sus bebés, se veían muy bonitos y cuando nacieron fueron la cosa más chiquita del mundo. Algo arrugados, pero bonitos.

Siguió con su trabajo poniendo mucha atención, TaeHyung solía estresarse si algo no le salía bien. Y en su trabajo, que sus vestidos o nueva ropa que creaba, no saliera perfecta, fastidiaba con demasía.

Unos lloriqueos lo sacaron de su estado de concentración, con pasos apresurados se fue a ver lo sucedido. Topándose con un SeongHwa boca abajo y una Sana encima de su hermano.

— Sana, SeongHwa es tu hermano, no un juguete de montar — Replico el Omega, poniéndolos en buena posición, tocando sus pañales viendo que ya estaban sucios.

— Bien, ustedes serán trabajo duro — TaeHyung sintió el olor fétido, tomando aire decidió sacar el pañal y unas toallitas húmedas olor a cereza. Limpiando a sus hijos y dejándolos más cómodos.

Un suspiro salió de su boquita lista para volver a su trabajo. Y los bebés volvieron a llorar.

TaeHyung regreso viendo que tenían hambre los alimento de nuevo.

Volvió a su trabajo.

Pasando toda la tarde ocupado con sus hijos y su trabajo, para su suerte YoonGi llegó temprano ayudándolo con los bebés mientras él acababa su última pieza de colección.

— Min YoonGi, la próxima te juro que te castrare — Amenazo TaeHyung y YoonGi lo miro asustado.

— Pero Tae...

— Sin peros alfa, ahora deja a esos mocosos en la cuna y regreso para mí sesión de mimos.

YoonGi sonrió viendo las adorables mejillas y cabello desordenado de TaeHyung.

Los bebés para su suerte se durmieron profundamente.

Y la pareja retomo una larga sesión de mimos, besos y cariños.

TaeHyung se fijó que la vida de papá, sería dura. Sin embargo, decidió dormir tranquilo, ya retomando algunas cosas que sus hijos comenzaron hacer.

Y YoonGi... Él quería vestir se mariquita a SeongHwa.

Mañana iría de compras con su familia, así compraría lo que falta para sus hijos.

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