YoonGi quería moverse en descontento, luego de aquello había contraído un resfriado, TaeHyung su Omega le advirtió de que se enfermaría.

Y ahora estaba bañándose en agua caliente, a petición de su Omega.

Mientras tanto TaeHyung preparaba la sopa a su alfa, su madre le enseño el cómo cuidar de alguien enfermo, con una tomada de jazz en la radio, seguía meciendo la avena con trocitos de pollo.

Una vez lista la sopa, decidió tomarla con cuidado en un cuenco rosita, ya que era sensible a su tacto le agradaba la sensación de las cosas calientes en sus manitos claro sin excederse. En una bandeja junto a un jugo de tomate caliente, se dirigió a la habitación donde dormía con YoonGi.

Éste mismo salía de la ducha con algo de moquera, TaeHyung sonrió chillando, se veía muy tierno.

— Alfa tonto, ven — TaeHyung llamo a su alfa, él hizo caso, TaeHyung le ayudo a vestirse con un pijama de algodón suavecita y calientita, saco un gorrito rosita de osito para la nieve y se lo puso junto a una cobijita que él misma planchó, acurrucándose y acomodándolo.

— Tae, no era necesario yo debería de estar cuidándote, y a mis cachorros — TaeHyung la mando a callar para que tomara la sopa, puede estar muy embarazado y toda la cosa, pero aun servía y aunque se salió de su rutina, su alfa tenía que estar cuidado ¿Quién le compraría sus gomitas semanales? Alfa enferma que come no muere.

— Calla alfa, descansa iré a lavar las cosas y tenerlas en orden — YoonGi asintió con un puchero.

El Omega cogió las cosas utilizadas para empezarlas a lavar en agua calientita, todo limpio y en su lugar hizo que suspiraba la suciedad no era su gran amigo, TaeHyung decidió volver dónde su alfa miraba True Beauty.

Ese dorama que todos adoraban, él no encontraba un chiste, pero si era del agrado del amor de su vida no se quejaba, tomo una toallita y ayudo a estornudar a YoonGi que lloraba por lo que la protagonista hacia a uno de los chicos con los que le pretendían.

Se acurruco con su alfa y se quedaron dormidos, sus aromas se juntaron, haciendo más acogedor su hogar. La barriguita de TaeHyung se sentía calientita, YoonGi se levantó una hora después para apreciar su Omega.

Tenía pestañas largas y bonitas, sus labios abultaditos con saliva, sus mejillitas aplastadas por estar en la almohada. YoonGi pudo respirar, con sumo cuidado beso la pancita un poco más crecida de TaeHyung.

— Hola bonitos, soy yo, YoonGi su papito — Susurro el alfa a la barriguita— Espero que estén cuidando a su papi Tae desde adentro, es un buen papi. Su sopa de avena es la mejor, ¡Ya verán que sí!

Con desgano se levantó a su sofá, dónde tomo su libro, de "¿Cómo ser un buen padre alfa?"

Sabía que TaeHyung le hablaría, pero aun así tenía ganas de leer y tener algo de conocimiento sobre los cachorros. Tenía miedo, YoonGi sentía demasiado terror ser un mal padre, un mal alfa.

Cuando discutía con TaeHyung se alejaba, para no dañarlo, su Omega era sensible a las palabras, aunque otras veces podía meterle una patada que lo dejaría en coma.

TaeHyung llegaba con sus ojitos adormilados, YoonGi lo miro preguntando que nececitaba.

Y sin previo aviso la Omega se tiró encima del alfa, para acurrucarse y dormir como un koala mientas su alfa leía el libro.

TaeHyung solo suspiraba por la comodidad que le brindaba YoonGi.

Y YoonGi se sonrojaba, pues la entrada del Omega y sus constantes movimientos mientras dormía hacían que su miembro se apretara y quiera levantarse.