🌸•Capítulo 86•🌸


Yoongi estacionó el auto dentro del recinto donde iban a celebrar su boda y observó a su pareja, quien, con sus ojos cerrados y una ligera mueca en sus labios, sostenía su vientre entre sus dos manos.

—¿Estás bien, cachorro? —preguntó con preocupación, quitándose el cinturón de seguridad.

—Sí, cariño, solo mi emoción que tiene inquietas a este par de Chispitas —expresó soltando un suspiro lento, abriendo sus ojos y mostrándole una pequeña sonrisa de labios.

—Pero ¿te duele? ¿Debería de llamar a la doctora Kim? —insistió inclinándose hacia él para sacarle el cinturón de seguridad.

—No, solo necesito sentarme y relajarme un poco —prometió—. Hoy es el gran día, por supuesto que voy a estar nervioso y ansioso, lo cual afecta a nuestros bebés —expresó tomando su mano—. Solo dame unos minutos —pidió.

—De acuerdo —asintió—. Entremos a la casa entonces, podrás tomar asiento y descansar ahí un momento hasta que lleguen los chicos.

—¿A qué hora dijeron que llegarían? —preguntó observando a su pareja bajar del auto.

Rodeándolo, el alfa abrió la puerta de su pareja y estiró su mano hacia él.

—Falta un par de horas aún, pero SeokJin y Taehyung prometieron estar una hora antes para ayudar a prepararte y Jaebum con los demás llegarían para la sesión de fotos —explicó ayudándole a bajar.

Parándose al lado de su alfa, Jimin respiro profundamente el aire limpio y agradeció la ligera brisa que acarició su rostro.

—Parece que la ligera lluvia de ayer no afectó mucho —expresó comenzando a caminar siguiendo el camino de piedras planas que atravesaba el verde césped que cubría toda el área.

—Solo cayó durante la tarde y se terminó al llegar la noche —le recordó Yoongi—. Pero ellos se prepararon bien —dijo observando a los trabajadores que comenzaban a quitar los toldos que habían puesto para proteger las áreas donde estaba la pista de baile, comedor y la ceremonia.

—¿Está bien que los saquen? —preguntó el pelirrojo omega y observó a su pareja.

—No hay pronóstico de lluvia para hoy, amor —informó.

—Lo mismo era para el día anterior y aún así llovió —le recordó alzando una ceja.

Yoongi rió ligeramente.

—Touche —asintió divertido—. Pero ayer no había un sol como hoy —argumentó.

El omega inclinó su cabeza y observó el despejado cielo, contemplando al tímido sol que, aunque estaba presente, no alumbraba con furiosidad como en verano.

Llegando a la casa, se encontraron con el ajetreado personal que ocupaban desde la sala de estar hasta la cocina.

—Señores Min —exclamó la encargada al observarlos e inmediatamente se acercó a ellos—. Lamento no haberlos ido a recibir, estaba ubicando a las personas de catering que contrataron para la comida —explicó.

—Está bien, no hay problema —aseguró Yoongi—. ¿Tendrá una habitación para nosotros? —preguntó—. Los bebés están algo activos y mi omega necesita tomarse unos minutos —explicó.

—Por supuesto —asintió y comenzó a caminar siendo seguida por la pareja—. Hemos preparado un cuarto por separado para que los novios se preparen en el segundo piso, también otro para su sesión de fotos y por motivación propia le arreglamos un lugar al aire libre por si deseaba tomarse algunas fotos también afuera —expresó subiendo las escaleras.

—Oh, eso sería genial —exclamó Jimin encantado—. Me gustaría tener unas pocas en ambos lados —pidió observando a su alfa.

—Como gustes, amor —complació Yoongi sin problema.

—Perfecto, se lo informaré al fotógrafo en cuanto llegue —sonrió la mujer abriendo una puerta—. Esta es la habitación del señor Jimin, la de al frente es de la sesión de fotos, al lado la del señor Yoongi y al final del pasillo otra habitación por si un invitado necesita descansar —indicó.

—¿Los regalos dónde están siendo colocados? —preguntó Yoongi.

—Hay una mesa cerca de la pista de baile, los regalos que están siendo enviados son colocados ahí, al final del día se guardaran en una habitación abajo —explicó—. ¿Desea que se le traiga algo? —ofreció.

—No creo que pueda comer algo en este momento, pero gracias —rechazó Jimin amablemente.

—Té helado estaría bien, con unas galletas si es posible —pidió el alfa.

—Por supuesto —asintió la mujer y se retiró, dejando a la pareja sola en la habitación.

Observando la habitación, Jimin se dirigió a la perfecta cama y tomó asiento, con sus propios pies empujando sus zapatillas para quitárselas.

—Acuéstate un rato cariño, hasta que llegué lo que pedí —sugirió Yoongi, ayudándole a recostarse en la cama.

—Hay que bajar las mochilas con nuestras cosas, tu traje —pronunció el pelirrojo apoyando su cabeza en la almohada.

—Yo me encargo de eso, cachorro —prometió tomando asiento a su lado, colocando una de sus manos directamente contra el vientre de su omega—. Woow, estos pequeños realmente están activos, ¿eh? —sonrió sintiendo el movimiento.

El omega sonrió observando a su pareja.

—Están ansiosos como nosotros —explicó.

—¿Tocarles la canción ayudaría? —preguntó.

—Siempre lo hace —le respondió observándole con amor.

Asintiendo, Yoongi sacó de su bolsillo su teléfono y colocó la aplicación de piano que había descargado. Inmediatamente, sus dedos comenzaron a moverse sobre la pantalla, tocando la conocida melodía que había compuesto especialmente para su omega.

Al terminar, observó a su omega quien asintió despacito, anunciando que sus bebés se habían quedado tranquilos finalmente.

Inclinándose, el alfa besó la frente de su pareja y acarició con ternura su vientre por unos segundos.

Al enderezarse, se levantó de la cama y fue a recibir lo que había pedido, dejándolo sobre la mesita de noche al lado de la cama.

—Iré a buscar mi traje y traeré el tuyo —anunció a su omega quien seguía acostado con sus ojos cerrados—. ¿Minnie?

—No estoy durmiendo, solo tengo los ojos cerrados —explicó sacándole una sonrisa al contrario.

—Vuelvo enseguida —pronunció alejándose.

Quedándose unos minutos más quieto y solo cuando estuvo completamente seguro de que sus bebés había dejado de jugar a la pelota en su vientre, Jimin se enderezó y se sentó en la cama, tomando su vaso de té helado.

Cuando su alfa volvió, ya iba por la segunda galleta.

—Ahora que recuerdo, te he echado también un cambio de zapatos por si los que vas a usar con el traje te comienzan a molestar —anunció Yoongi entrando—. SeokJin dijo que sus pies se le hincharon después del baile y tuvo que pedir prestadas unas pantuflas al hotel —explicó.

—Gracias Yoonie —pronunció antes de beber un sorbo de su té.

—No hay de que, cariño —le cerró un ojo, dejando las cosas sobre la cama antes de sentarse a los pies de esta—. El modista llamó, dijo que ya se encuentra en camino con tu traje.

—¿El tuyo? —preguntó mordiendo su galleta.

—En la otra habitación.

—¿Los anillos? —prosiguió y observó su mano vacía con un puchero.

—Los tengo yo —palmeó un bolsillo de su chaqueta—. Se los entregaré a Jaebum una vez esté aquí. ¿Taehyung te siguió reclamando por no haberle pedido a él entregar los anillos? —preguntó curioso.

Jimin resopló y asintió.

—Y lo peor, es que Jae burlándose de él no ayudaba mucho en mi caso —negó divertido—. Al final le recordé que a él y a Jinnie le dejé la importante tarea de organizar el baby shower y como lo calmó un poco, y entonces era TaeTae quien molestaba al otro.

El alfa rió suave.

—¿Por qué tenemos niños como amigos? —se burló.

—Son un poco raros, pero así los queremos —le recordó entregándole su vaso de té helado.

—¿Solo un poco? —alzó una ceja—. Están al mismo nivel que tus mascotas —indicó.

El pelirrojo omega soltó una dulce risita al recordar a sus amadas mascotas.

—No estaban muy felices cuando les pasamos a dejar a la casa de tus padres —comentó y su alfa resopló.

—Ahora, te estás imaginando cosas ahí, cachorro —indicó divertido—. Porque ellos volaron tan pronto como abrí la puerta del auto sin siquiera despedirse de ti —le recordó.

Jimin rió hasta perder sus ojos, ocultando su sonrisa detrás de su mano.

—¿Cómo te sientes? —preguntó el alfa, dejando el vaso sobre la pequeña mesita de noche al lado de la cama, junto al vacío plato de galletas que ambos se habían comido juntos.

—Mucho mejor —asintió feliz—. Los pequeños parece que se han vuelto a dormir y ya no están jugando en mi interior —explicó.

—Esos es bueno, no me gustaría regañarlos por molestar a su papi en un día tan importante para los cuatro —indicó colocando su mano sobre el gran vientre.

—Yoonie —se quejó con una risa—. Si así son ahora, no me los puedo imaginar una vez estén entre nosotros.

—Un desastre hermoso —sonrió y negó divertido cuando el bullicio llenó la casa—. Parece que algunos de nuestros amigos ya han llegado.

—Suena como TaeTae y Jinnie —indicó divertido y se escuchó una puerta abrirse, y luego otras antes de que finalmente la de ellos se abriera.

—¡Están aquí! —exclamó SeokJin y les observó con una sonrisa—. ¿Pero que hacen todavía así? Ya hay que comenzar a arreglarse —anunció.

—Falta el traje de mi cachorro —indicó Yoongi con tranquilidad.

—No hay problema, nos encontramos con el señor en el camino —anunció Jin justo en el momento en que Taehyung entraba en la habitación con una bolsa entre sus manos que guardaba el traje.

Seguido de él, estaba el modista.

—El fotógrafo ya ha llegado también —informó Tae dejando con cuidado la bolsa del traje.

Observando como su pareja se sumergía en una conversación con sus amigos, Yoongi se levantó de la cama silenciosamente y le guiñó un ojo a su omega cuando este le observó.

"Te veré en unos minutos más, cachorro" pronunció a través de su enlace mental y luego salió de la habitación, sabiendo que dejaba a su pareja en buenas manos.

—¿Algo en lo que podamos ayudarte? —preguntó Namjoon cuando salió al pasillo.

El alfa cargaba a la pequeña Tzuyu entre sus brazos, con un bolso grande colgando de un hombro, mientras que en el otro había dos mochilas.

—Deja, te ayudo a ti mejor —pronunció con una sonrisa divertida, y en vez tomar los bolsos, tomó a su sobrina entre sus brazos—. ¿Dónde están los otros tres niños?

—Sana y Beom-gyu quedaron algo encantados con el lugar que escogieron y la decoración, por lo que se han puesto a recorrerlo y jugar en el proceso con Jungkook —explicó divertido.

—¿Por qué no me sorprende? —bufó entrando en su habitación—. Puedes dejar tus cosas aquí, o hay otra habitación disponible —informó.

—Aquí está bien —aseguró colocando los bolsos sobre la cama—. ¿Estás nervioso? —preguntó observando a su hermano mayor.

—Más que nervioso, diría ansioso —reveló con una pequeña sonrisa mientras jugaba con una despierta bebé.

—No entiendo cómo puedes estar así —expresó negando con su cabeza—. El día de mi boda era un desastre —recordó divertido.

—Lo sé, estuve ahí —se rió observándolo—. Y mis razones son bastante simples —anunció acercándose a la ventana para que la bebé observara el paisaje.

—¿Hay razones para no estar nervioso el día de tu boda? —alzo una ceja, siguiéndolo.

—Si me vuelvo un desastre emocional, solo lograré influirle mis sentimientos a Jimin a través de nuestro lazo, lo cual alterará otra vez a nuestros bebés y mi omega se volverá a sentir mal —explicó—. Ni te imagina lo pesado que puede ser tener dos vidas en su vientre, ni yo puedo —expresó—. Además, ya estoy unido para toda la vida con mi cachorro, este solo es un paso más que lo hará oficial para otros que tristemente siguen sin creer en las parejas destinadas.

—Entiendo lo que dices —asintió—. Pero sigo sin entender cómo lo haces.

Riendo, Yoongi negó con su cabeza y le entregó a la hermosa bebé vestida con un lindo vestido rosa y botitas.

—Supongo que debo de cambiarme de ropa y prepararme antes de que SeokJin aparezca junto a Tae —comentó acercándose a la cama.

—¿Cómo es tu traje de boda? —preguntó con curiosidad su hermano.

—Blanco —anunció sacándolo de la bolsa, dirigiéndose al baño de la habitación para cambiarse.

Paseando a su hija, Namjoon se acercó a la puerta cuando esta fue tocada y contempló a un elegante Taehyung.

—¿Yoongi-ah? —preguntó, entrando.

—Cambiándose de ropa —respondió—. ¿Minnie?

—Se está probando el traje con el modista, Jinnie se veía más nervioso y ansioso que Jiminnie y me estaba comenzando a afectar —explicó—. Así que me vine a dar una vuelta y aprovechar de ayudar a Hyung a arreglar su cabello —se encogió de hombros.

—Si sigue así terminara alterando a Jiminnie —indicó divertido el alfa.

—No lo creo, Minnie se veía muy relajado y tranquilo —sonrió y observó a Yoongi cuando este salió del baño—. Ayyy, que hermoso, hasta sus trajes son similares —exclamó encantado—. Ninguno es demasiado elegante, son más naturales sin dejar la elegancia —comentó  acercándose al alfa que se arreglaba los puños de su camisa.

—Bueno, la mayoría de los trajes de boda eran demasiado ajustados y como sabía que mi cachorro no iba a querer usar algo así, busque algo similar a su estilo —sonrió orgulloso Yoongi.

El alfa mayor vestía unos pantalones blancos junto a una camiseta un poco suelta y con cuello abierto que solo tenía dos botones. Sobre esta, iba una chaqueta que llegaba hasta sus rodillas y la cual llevaba abierta.

—Aww, siempre has sido un romántico cuando se trata de Minnie-ah —se burló Namjoon.

—Vamos hyung, siéntate para que pueda hacerte un peinado —pidió el Omega llevándolo al tocador con espejo.

—Lo aprecio, pero ¿no sería mejor que fueras a ayudar a mi omega? —preguntó tomando asiento.

—Créeme, cuando me necesiten me llamaran —anunció comenzando a trabajar en el alfa.

Por el otro lado, SeokJin chilló cuando Jimin finalmente estuvo completamente vestido con su traje de bodas.

—Ayy, debí de haber escogido un estilo similar al tuyo —se quejó observando lo bien que se veía el pelirrojo, tan elegante y natural.

La camiseta de Jimin era lo suficientemente grande para no asfixiar su abdomen, pero no para parecer que estuviera vestido como un niño con ropa de adulto.

La prenda también tenía un hermoso diseño en la tela, teniendo una tan suave como la seda debajo y otra transparente por encima, con calados en las mangas que terminaban por encima de sus nudillos. Su cuello estaba abierto en v y brillos plateados caían desde sus hombros hasta sus costillas.

Sus pantalones eran blancos y cómodos, con una línea plateada por el costado a ambos lados.

—Aquí está el pañuelo para que su cuello no se vea tan desnudo —pronunció el beta estirando la prenda de seda.

Tomándola primero, SeokJin la rodeó en una vuelta suelta alrededor del cuello del menor y dejó colgando adelante las puntas sobrantes que llegaban hasta cerca de su cintura.

—¿Qué haces? —rió Jimin sintiendo cosquillas cuando los dedos de su amigo rozaron su cuello.

—Listo, ahora también muestras con orgullo la marca de tu alfa —sonrió satisfecho.

—Para completar el traje le he traído dos chaquetas —anunció el modista—. Bueno, una chaqueta y un abrigo en realidad —específico sacando de la bolsa ambas prendas.

Una era la chaqueta sin botones que era hasta por debajo de su trasero que Jimin había visto con el traje y la otra queda una especie de chaleco peludo cerrado, con aspecto suave.

—Con estos días tan cambiantes últimamente, le he traído ambos, así puede usar este —alzó el abrigo cerrado—. En caso de que sintiera frío, ya que la chaqueta de igual forma le dejaría descubierto —explicó.

—Es suave —murmuró tocando encantado el chaleco.

—Que envidia, todo combina perfectamente —gruñó falsamente SeokJin.

—Muchas gracias —sonrió el pelirrojo omega.

—No es nada —le sonrió el hombre dejando ambas prendas encima de la cama—. Ahora me retiraré, me alegro de que todo fuera de su agrado.

Despidiéndose del modista, Jin le sonrió a su amigo.

—Ahora arreglaremos tu cabello y pondremos algo de maquillaje en tu rostro, solo natural no te preocupes —aseguró y observó a su alrededor.

—Mis cosas están en esa mochila y Taehyung escapó a la otra habitación —informó tomando asiendo en el tocador.

—Ese chico —negó—. Hay que seguir para que podamos tomar esas fotografías —anunció saliendo de la habitación.

Observando su reflejo en el espejo, Jimin sonrió ansioso por poder encontrarse con su alfa pronto.

"Falta poco, mi cachorro" pronunció Yoongi en su mente.

"Muy poco" respondió sonriente.


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