🌸•Capítulo 85•🌸
Antes de que la alarma de su celular comenzara a sonar, Yoongi estiró su brazo y rápidamente lo tomó de la mesita de noche, apagándola.
Volviendo a dejarla con cuidado en su lugar, contempló a su pareja y soltó un suspiro de alivio cuando su omega resopló suavemente entre sus labios y siguió con su profundo sueño.
Admirando su figura, el alfa sonrió inevitablemente al observar la curvatura de su vientre bajo la manta. Alzando una mano, la dejó descansando sobre el abdomen para sentir a sus bebés.
—Dejen descansar a papi un poco más hoy, ¿sí? —pidió a sus inquietos cachorros, y apenas recibió un suave movimiento en respuesta.
Soltando una risita baja, el alfa tiró de las mantas más atrás y se levantó de la cama asegurándose de tapar bien a Jimin.
Podría quedarse un momento más en la cama, simplemente admirando la belleza de su pareja, pero la verdad es que hace un buen rato que lo había estado haciendo.
Decidiendo no ir a trabajar ese día después de haber dejado solo a su cachorro durante la semana, una con días que transcurrieron realmente lentos para la pareja, Yoongi había decidido arreglar todo para faltar al trabajo el día antes de su boda para pasarlo con su omega.
Tal vez otras personas habrían pedido días libres antes, pero siendo el CEO le era un poco difícil hacer eso, más aún cuando ya iba a faltar una semana por su luna de miel.
Decidiendo prepararle el desayuno a su omega, Yoongi salió tan silencioso como pudo y se dirigió a la cocina, siendo acompañado por las infaltables mascotas de su pareja.
Intentando terminar el desayuno, el alfa resopló cuando otra ave intentó robarle algo de la bandeja.
—O, salen ahora mismo —señaló la ventana semi abierta—. O los encerraré en el cuarto de lavandería —amenazó.
Pero en vez de ser tomado en cuenta, el alfa frunció el ceño cuando Shuga bateó sus alas y le respondió con su característico sonido de risa del personaje de los Simpson, Nelson.
Pronto, las restantes tres aves le imitaron.
—Sueñen que les daré algo de fruta o galleta después —gruñó—. Shu, vayan a hacer sus maldades a otro lado y no molesten a Minnie —advirtió ahuyentándolos con un movimiento de mano.
No muy felices, los cuatro loros volaron lejos de la cocina dirigiéndose a la sala de estar.
Estando a solas nuevamente, Yoongi prosiguió con el desayuno solo para maldecir segundos después cuando la TV fue encendida.
—¿Por qué no pueden ser aves normales que prefieren volar tontamente en vez de unas adictas a la TV que aprendieron hasta encenderla? —refunfuñó dirigiéndose a la Sala de estar, intentando tomar el control.
Pero esta vez, fue Chimmy quien bateó sus alas y amenazó a Yoongi.
—¡Arriba manos! ¡Disparo!
—Chimmy, no te pegues las malas costumbres de Shuga —reprochó.
—Son parejas Yoonie, obviamente algo se le va a pegar del otro —pronunció Jimin con tono divertido.
—Cachorro —musitó Yoongi observando a su pareja mirarle con diversión a mitad de las escaleras—. ¿Te despertamos? —preguntó echándole la culpa con la mirada a las cuatro aves.
—Está bien, de todas formas, siempre termino tomando una pequeña siesta durante el día lo quiera o no —se encogió de hombros y comenzó a bajar las escaleras nuevamente—. No es que me moleste, pero ¿qué haces aquí un día de trabajo? —preguntó con curiosidad.
—¿En verdad esperabas que te dejara solo un día antes de la boda? —contestó encontrándolo al final de las escaleras—. A penas pude contenerme de dejarte estos días, pero tenía que arreglar todo para tomarme esa semana de luna de miel contigo —expresó colocando sus manos en su cintura.
Observándolo con amor, el omega se agarró de los hombros de su pareja y se levantó en la punta de sus pies para besarle, siendo inmediatamente correspondido por Yoongi, quien alargó el beso lo más que pudo hasta que cierto movimiento entre ellos los separó con una sonrisa.
—¿Alguien despertó activo? —preguntó Yoongi, trasladando sus manos al gran vientre de su omega.
—Ellos fueron los que me terminaron despertando en realidad —confesó Jimin.
—¿Oh? —musitó Yoongi arqueando una ceja.
Bajando hasta que sus rodillas tocaron el suelo, el alfa subió la camiseta suelta de su omega y besó su vientre.
—Deben comportarse ahí adentro pequeños, todavía les queda algo de estancia y no quiero que molesten a papi —regañó volviendo a besar el vientre.
Jimin sonrió todo enamorado mientras su alfa volvía a subir con él.
—¿Sabes que te amo mucho, mucho? —expresó sonriente, recibiendo un dulce beso amoroso en su frente.
—Yo igual te amo mucho, mucho —pronunció rodeándolo con sus brazos—. Tanto que no puedo esperar a que te conviertas oficialmente en mi esposo.
El pelirrojo soltó una ligera carcajada mientras apoyaba su cabeza en el hombro del mayor.
—Mañana —dijo acercando su nariz al cuello de su alfa—. Mañana en la tarde lo estaremos.
Apretándolo entre sus brazos ligeramente, Yoongi finalmente lo soltó con un último beso casto antes de guiarlo a la mesa del comedor.
—Siéntate, serviré el desayuno aquí ahora que ya estás en pie —expresó.
—¿Puedo ayudar en algo? —preguntó frente a la mesa, sin sentarse.
—No es necesario, pero que tal sí después limpiamos juntos —añadió rápidamente cuando Jimin comenzó a fruncir el ceño.
—Mucho mejor —sonrió tomando asiento.
—Por cierto, cariño —pronunció Yoongi volviendo a la cocina—. ¿Sabes por qué desde ayer me llegan mensajes de quejas de los chicos? —preguntó.
—Oh, uh... ¿Tal vez? —rascó su nuca y luego soltó una risita.
—¿Qué sucedió ayer? —indagó curioso, observándolo desde la cocina.
—Mientras hablaba con Jin y Tae, tal vez se me escapó el tema de mi problema auditivo sin que me diera cuenta —reveló y frunció sus labios—. Ninguno estaba muy feliz cuando se enteraron.
—Bueno, ahora entiendo por qué tenía quejas de todos menos de Jungkook —resopló divertido, comenzando a servir el desayuno.
—¿Por qué de Kookie no? —preguntó Jimin.
—Uh... Yo podría haberle comentado algo al respecto, ya sabes, por esos días que me fui de viaje de negocios —explicó.
—Estamos hablando del mismo Jungkook, ¿cierto? —alzó una ceja.
—Del mismo Jungkook —asintió con una sonrisa.
—¿Y cómo lograste que guardara silencio por tanto tiempo? —expresó con sorpresa—. Ayer cuando se me escapó TaeTae se mostró tan sorprendido como Jinnie, así que no creo que le dijera algo.
—Solo se lo comenté porque siempre que tienes cita con la doctora te deprimes y ese día me iba a ir de viaje, te dejaría solo y necesitaba de alguien que te mantuviera animado mientras no me encontraba —explicó tomando asiento—. Le expliqué la seriedad del asunto, la confianza que le estaba depositando y lo que sucedería si soltaba su boca —le sonrió—. Sorprendentemente, puede ser de gran confianza cuando se requiere.
—Hyung, no seas malo —se carcajeó empezando su desayuno.
—No te hagas cachorro, que piensas igual —acusó y Jimin simplemente rió sin negar nada—. ¿Cómo se lo tomaron los chicos? —preguntó.
El omega suspiró.
—Bueno, me hicieron contarle desde el principio cuándo comencé con mi malestar, y lo que implicaba el deterioro de la audición, así como el diagnóstico de la doctora —respondió—. Aunque omití realmente el por qué podría haber sucedido, no quería que alguno de ellos se sintiera culpable.
—Comprensible —asintió—. Aunque fue idea de Jungkook, todos se sentirían culpables, ya que todos aceptaron y animaron esa pequeña competencia entre ustedes —expresó—. ¿Cómo se lo tomaron los chicos cuando se los dijiste?
—Estuvieron bastante triste, me regañaron por supuesto —sonrió suave—. Pero... En teoría me dieron bastantes ánimos, se sintió... Bien.
Colocando su mano sobre la de su cachorro que se había quedado quieta en la mesa, Yoongi la apretó ligeramente.
—Me alegra que se los hubieras dicho —pronunció—. ¿Cómo va ese nuevo audífono? ¿Necesitamos volver con la doctora? —preguntó con su mirada viajando hacia el oído de su pareja cubierto por el pelo rojizo.
—No, está bien —aseguró alzando su mano izquierda para tocar su oído—. Han sido solo un par de días usándolo, pero sigo escuchando perfectamente con el mínimo, realmente espero, tengo la esperanza de que siga así hasta que nazcan nuestros pequeños —expresó.
—Ten confianza cachorro, así será —le sonrió y alzó sus manos para besar la de su omega.
—Y... ¿Qué planes tienes hoy para nosotros? —preguntó Jimin.
—Básicamente, los mismos que los tuyos —le respondió soltando su mano para seguir con el desayuno—. Solo que tenemos una hora con la doctora Kim luego del almuerzo —informó.
—Sabía que habías adelantado la consulta, pero no qué días lo hiciste —se rió bajo.
—Bueno, ahora lo sabes. Así que comprobaremos los últimos detalles de la boda, almorzaremos, iremos con la doctora y volveremos a descansar para mañana —anunció.
—Te falto nombrar preparar el equipaje para la luna de miel —indicó.
—Eso lo haré yo, no te preocupes —aseguró.
—Realmente no piensas darme ninguna pista respecto a dónde iremos, ¿no? —preguntó.
—Nop —contestó sin mirarlo.
—Alfa malo —gruñó juguetonamente y su alfa solo le guiño un ojo en respuesta.
—Entonces, como siempre, estos pequeños se ven muy bien —sonrió la doctora entregándole a la pareja las toallas de papel una vez terminó con el ultrasonido—. Lo mejor será que comencemos a programar la fecha para internarte en el hospital, ¿ya han decidido si quieren parto natural o cesárea? —preguntó.
—¿Cuál nos recomendaría usted? —preguntó Jimin mientras se sentaba en la camilla con la ayuda de su alfa—. Hemos hablado el tema entre los dos, y por la experiencia de un amigo sabemos que tenerlo natural es un poco doloroso —comentó.
—En realidad, para las mujeres es doloroso, pero para los omegas varones es un poco más que eso —anunció tomando asiento detrás de su escritorio—. Como sabrán, cada cuerpo de omega siendo hombre o mujer viene con los preparativos para tener al cachorro, como la biología de la mujer viene con el camino ya hecho, es un poco más fácil para ella, pero para los hombres... Es todo un proceso del cuerpo —explicó cruzando los brazos, cargándose en el respaldar de la silla.
—¿Será doloroso? —preguntó Yoongi.
—Será un proceso doloroso y lento porque el cuerpo se prepara por sí mismo para recibir la llegada del bebé —contestó sincera—. Hay casos en el que el cuerpo tarda tanto en prepararse que se debe de interrumpir y llegar a la operación debido al riesgo que se presenta para ambos —informó.
Y eso era exactamente lo que le había ocurrido a su amigo SeokJin.
—En tu caso, al ser dos bebés yo les recomendaría la cesárea —anunció pensativa—. Ya es peligroso para un bebé y el padre esperar tanto mientras el cuerpo se prepara, con gemelos es el doble de riesgo que corren los tres. Si soy sincera, si se espera mucho y ya se ha rompido fuentes uno de los bebés podría hasta morir de asfixia —reveló dejando sorprendido a ambos padres.
Jimin tragó y apretó la mano de su alfa sin poder imaginarse aquel dolor.
—Entonces que sea cesárea, por favor —pidió sin dudar el omega y Yoongi asintió con seriedad, no correría riesgo con ninguno de los tres.
—De acuerdo, es lo mejor para los tres —asintió y se enderezó para revisar el computador—. Podría ser para la última semana de noviembre, ¿el último día? ¿Les parece? —preguntó observándolos.
—Está bien —asintió el omega luego de compartir una mirada con su alfa.
Calzaba justo con el tiempo en qué volverían de su luna de miel y ya estarían acomodados en su casa nuevamente.
—¿Alguna otra duda?
—¿Algo que pueda hacer para que mi pareja duerma más cómodo? —preguntó Yoongi por si acaso—. Para sus dolores de espalda o pies también me sirve.
La mujer rió junto a Jimin.
—Lamentablemente, no le puedo recetar nada para ello, pero un masaje siempre ayuda —sonrió—. Y el Yoga es un buen ejercicio por sí quieren intentarlo.
—Lo pensaré —respondió el pelirrojo, pero, aunque la idea llamaba su atención, la verdad es que ya había perdido bastante de su flexibilidad y sí hasta para caminar le cansaba y subir escaleras le dolían los pies, no quería ni imaginarse otra actividad.
—Una consulta —pronunció el alfa ayudando a su omega bajar con cuidado de la camilla.
—Por supuesto, dime —asintió la doctora.
—Jimin sufre problemas de audición y el médico que vimos dijo algo de una operación después de que los bebés nazcan, ¿es posible hacerlo al día siguiente de ello? —preguntó logrando que el menor observara interesadamente a la doctora.
—De hecho, podría hasta hacerlo inmediatamente —contestó pensativa—. Claro que sería después de que los pequeños nacieran, pero se podría aprovechar que ya estarás en la sala de operación y como no sería algo que influya directamente, no habría problemas —explicó.
—Suena bien, pero me dijeron que primero debía de perder totalmente mi audición para que la operación tuviera lugar —comentó Jimin—. Este es mi último par de audífonos y la doctora cree que podría durar hasta que ellos nazcan y yo igual —explicó.
—De ser el caso tendrías que esperar como te dijo el médico —indicó—. Pero sí, Jimin se puede operar al día siguiente o hasta el mismo día de ser el caso y no habría problema alguno, hablaré con tu médico para ponernos al día de ser necesario —aseguró.
—Está bien, eso es todo. Gracias por atendernos antes —sonrió Yoongi.
—No hay problemas —le sonrió levantándose, acompañándolos a la puerta—. Adiós Jimin-ah, cuídate —se despidió.
—Adiós, gracias por todo —le sonrió saliendo junto a su alfa.
—Cariño, adelántate un poco —pidió Yoongi.
Observando interesado a su pareja, esperó que su alfa le diera una explicación al respecto, pero este solo le besó la frente y empujó suavemente haciéndole caminar.
Resoplando divertido, el pelirrojo omega finalmente negó y comenzó a caminar por los pasillos del hospital, deteniéndose cuando creyó que era una distancia considerable.
Podía seguir apreciando a su alfa, pero no lograba escuchar de que hablaba con el médico.
Suspirando, observó a su alrededor y su mirada quedó en los ventanales que cubrían toda la pared, contemplando como una ligera lluvia estaba cayendo.
—Oh no... —murmuró al recordar todos los preparativos de su boda ya listos para mañana.
—Estoy listo cachorro —anunció Yoongi llegando a su lado—. ¿Qué sucede?
—Está lloviendo —señaló preocupado.
Observando a través de la ventana, el alfa inmediatamente sacó su teléfono celular y llamó a la señora que estaba encargada de arreglar y cuidar el lugar de su boda.
Intercambiando un par de palabras, el mayor suspiró y asintió antes de cortar la llamada.
—Ya han cubierto todo y puesto el toldo que nos dijeron para la recepción y todo eso —anunció—. Supuestamente no anunciaron lluvia para mañana u hoy, así que esperan que pronto se termine —explicó.
—Es un alivio, pensé que se había arruinado todo —dijo abrazando a su pareja.
—Hey, te dije que todo saldrá bien mañana, no tienes que preocuparte de nada —expresó besando su cabello.
—Lo sé, pero aun así... No puedo evitarlo, es nuestra boda, quiero que sea perfecto —explicó soltando un suspiro, dejando de abrazarlo.
—Y lo será, vimos cada detalle hoy para que así sea —le recordó con una pequeña sonrisa.
Tomando la mano de su omega, comenzó a caminar nuevamente para salir del hospital.
—Y las entradas...
—Ya todas han sido entregadas hace un tiempo y confirmaron todos —interrumpió—. Los regalos de bodas también se han enviado y nos esperan para ser abiertos el mismo día de la boda como quisiste.
Jimin asintió despacio, el ceño ligeramente fruncido en su rostro mientras pensaba.
—La abuela Shim...
—Ya confirmó que sí iría junto Akanishi y se ha arreglado los lugares para ellos —contestó deteniéndose bajo la entrada del hospital.
Quitándose su chaqueta, la colocó sobre la cabeza de su cachorro y caminaron bajo un paso apresurado hacia su auto estacionado por un costado del hospital.
Una vez su pareja estuvo a salvo en el interior del vehículo, Yoongi se apresuró a rodearlo y subirse detrás del volante.
—¿Te mojaste mucho, Yoonie? —preguntó su omega observándole críticamente, preocupado.
—Solo un poco, es una ligera llovizna realmente —respondió colocándose el cinturón de seguridad, encendiendo el auto.
—Entonces... —prosiguió Jimin, sacándole una sonrisa ladina a su pareja—. ¿Dónde estará sentada la abuela Shim?
—Con nosotros y lejos de Jungkook —respondió.
—¿A tus padres no les molesta que la haya invitado? —recordó.
—Ellos están felices por ti, porque hayas encontrado un pariente de tu familia —expresó—. Sí, es verdad que cuando comenzaste con el tema se asustaron un poco porque pensaron que te ibas a alejar de ellos, pero ya entienden que fue una tontería.
—Uh... ¿Tu traje de bodas? —recordó.
—Guardado en el clóset en perfecto estado.
—¿Mi traje de bodas?
—El señor Byun irá mañana temprano para entregártelo y arreglártelo de ser el caso, ya me llamó para confirmar —respondió.
—¿Un cuidador para nuestras mascotas? —mordisqueó su labio inferior—. Oh no, me olvidé de eso.
—Está bien, mamá y papá ya se ofrecieron de cuidarlos ellos —anunció colocando una mano sobre el muslo de su cachorro—. Mañana terminando la fiesta vendrán por ellos y los llevarán a su casa, les hará bien a ellos algo de ruido y desastre —expresó con una sonrisa—. Y ya deja de preocuparte, amor, no les hará bien a esos pequeños —le recordó aprovechando el semáforo en rojo para acariciar el vientre de su pareja, exclamando con alegría al sentir movimiento.
—Sí, hace rato que se están moviendo, así que deben de estar sintiendo mi ansiedad —soltó una ligera risita.
—Bueno, ya vamos a llegar a casa para tener una tarde de películas y cena a domicilio —anunció volviendo a conducir.
—Pero si mañana-...
—Pero si mañana nada —interrumpió Yoongi—. Todo está arreglado para que nos casemos, ni siquiera la lluvia lo detendrá en caso de que persista así que ahora es momento de relajarse hasta que llegue el gran día —anunció.
—Está bien —asintió con una pequeña sonrisa y observó por la ventana las conocidas calles de su vecindario—. El fotógrafo...
—Cariño —gruñó su alfa.
Jimin soltó una risita.
—Solo te iba a avisar que el fotógrafo llegaría mañana a las tres, justo cuando empezamos con los preparativos —se excusó con una expresión inocente.
—Ya hemos llegado a casa —anunció estacionándose frente a esta—. Me bajaré, abriré la cerca para entrar y guardar el auto en el garaje y el tema de la boda no se volverá a tocar hasta mañana, ¿bien? —le observó alzando una ceja.
Soltando una carcajada, el pelirrojo omega asintió con sus manos acariciando su vientre.
—Lo juro —prometió.
Besándolo castamente, Yoongi se bajó confiando en su palabra y Jimin le contempló con una sonrisa.
Mañana serían un gran día.
__________________________________________
Así es copitos, ya falta poco para la gran boda y el final de esta historia <3
Espero que hayan tenido un buen fin de semana, se les quiere un montón, un besote y un abrazote <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top