🌸•Capítulo 80•🌸


Observando a su pareja de reojo, Yoongi lo encontró en la misma posición en la que se había puesto tras subir al auto y suspiró.

—¿Estás bien, cariño? —preguntó.

Jimin dejó de observar a través de la ventana y bajó su mano en la cual había estado apoyando su rostro.

—Si, solo algo pensativo —respondió observando sus manos.

—Me percaté de ello —asintió estacionando el auto frente al hospital—. Pero estuviste así incluso durante el almuerzo, ¿tiene algo que ver con la señora Shim o por la cita médica? —indagó.

—La señora Shim —respondió—. Solo... Siento que la presioné mucho —murmuró y le observó—. Ella no se veía muy bien cuando nos retiramos del jardín. Sí, es verdad que me sonrió suave, pero... No sé, su sonrisa seguía siendo triste —se encogió de un hombro.

—No la presionaste cachorro, si lo hubieras hecho le habrías exigido inmediatamente que te dijera todo, pero al contrario le diste tiempo —le recordó.

—Entonces... ¿Por qué se veía así? —arrugó su nariz.

—No podría darte la respuesta correctamente, amor, pero por lo que se veía, tal parecía que, en su mente, ella sigue pensando una y otra vez lo que ocurrió para separarse de sus hijas. La señora Shim dijo que el que tú no supieras de su existencia era su castigo por lo que hizo, ella todavía sufre por ello —explicó.

—Pero lo que ocurrió con ellas no quiero que influya en la relación que podría tener con nosotros —expreso—. Ella siempre se vio tan sola Hyung, yo sé lo que es estar así y no quiero que la señora Shim lo esté siendo que podemos estar ahí para ella.

—Pero esa no es decisión de nosotros, es de ella solamente —le recordó.

Sabiendo que su alfa tenía razón, Jimin suspiró y asintió resignado.

—Pero sin importar lo que sea que me diga, yo pienso darle una oportunidad si lo quiere —anunció con decisión—. Lamento cualquier cosa que ocurriera entre ellas en el pasado, pero eso no tiene que verse influenciado en nuestra relación —expresó—. Sé que otras personas no se interesarían por un familiar al cual nunca conocieron, pero ella sigue siendo parte de mi familia, la única conexión que tendría de uno de mis padres y es... Algo que me gustaría tener.

—No dejes que los demás o el pasado influya en lo que tú desees, cariño —sonrió Yoongi—. Si la quieres en tu vida, eso es todo, solo queda esperar que ella desee lo mismo —expresó inclinándose para besarle casta, pero dulcemente—. Ahora, vayamos a nuestra cita con la doctora —le recordó.

No muy feliz, Jimin asintió y se quitó el cinturón de seguridad. Cuando abrió la puerta, su pareja ya estaba a su lado estirando la mano en su dirección para ayudarle a salir.

Observando el edificio frente a ellos, el pelirrojo omega torció sus labios sin poder evitarlo mientras colocaba sus manos sobre su vientre.

—Y si...

—Sigamos, cachorro —rechazó inmediatamente cualquier idea que fuera a decir su omega, provocando que este llenara de aire sus mofletes.

—No me agradas ahorita, Yoonie —refunfuñó.

—Si, si, amor —sonrió colocando su mano en la parte baja de su espalda.

Empujándolo suavemente, encontró solo una leve resistencia antes de comenzar a caminar al interior del hospital.

Luego de informar de su llegada en la recepción con el enfermero de turno, la pareja se dispuso a esperar en la sala asignada.

—Todo estará bien, cachorro —pronunció Yoongi colocando su mano sobre la rodilla de su omega cuando esta comenzó a rebotar.

—Ambos sabemos que no —respondió cortante y soltó un profundo suspiro arrepentido—. Lo siento, estoy siendo desagradable —se disculpó colocando su mano sobre la de su alfa.

—Todo bien —le sonrió entrelazando sus dedos.

Observando a su alrededor mientras esperaban, el pelirrojo omega rió bajito, cubriéndolo con su mano libre, cuando su pareja chasqueó su lengua al encontrar a cierto médico joven que le había pegado su buen susto a ambos.

—Deja de acosarlo con la mirada, cariño —pidió Jimin, divertido.

—Yo no hago eso —bufó y entrecerró sus ojos en dirección al beta hasta que este se retiró por el pasillo apresuradamente.

—Sí, claro —negó divertido.

Pero toda tranquilidad y diversión, dejó su cuerpo cuando anunciaron su nombre.

En silencio, se puso de pie junto a su alfa y luego ambos siguieron a la enfermera, quien amablemente les guio hasta la habitación.

Observando a su alfa tocar la puerta, Jimin apretó sus manos entrelazadas y entró en la habitación tras recibir permiso.

Por muy amable que fuera la sonrisa de la hermosa omega tras el escritorio, seguía sin calmar sus nervios o proporcionarle la comodidad que se esperaba.

Jimin simplemente no quería estar ahí, pero debía.

—Buenos tardes, señor Min y Min —saludó.

—Buenos tardes... —murmuró el pelirrojo tomando asiento junto a su pareja.

—Veo que ese pequeño ha creído desde la última vez que nos vimos —comentó—. Eso es bueno, significa que está creciendo bien —sonrió.

—Descubrimos que son gemelos —reveló Yoongi.

—Es la pareja —añadió Jimin sin poder contenerse, con una pequeña sonrisa surcando en su rostro al sentir la doble patadita de sus Chispitas.

—Omo, ¿en serio? —exclamó—. Felicidades, es muy difícil tener la pareja cuando son gemelos —expresó logrando hacer sentir a ambos padres orgullosos.

—Gracias —musitó el pelirrojo omega acariciando su vientre.

—De acuerdo, entonces siguiendo con la consulta... ¿Cómo has estado? ¿Algún dolor? —preguntó luego de haber logrado que la tensión en su paciente se disipara un poco.

—Bueno, no realmente —respondió Jimin—. De vez en cuando una ligera molestia en mis oídos, pero aparte de eso, no.

—De acuerdo —asintió escribiendo algo—. ¿Los audífonos que estás usando ahora te siguen funcionando bien?

—Uh, algo así —confesó atrapando la mirada no sólo de la doctora, sino que también de su alfa.

—¿En este momento escuchas? —preguntó SoHyun.

—Sí, pero estoy un poco preocupado porque ya están al máximo —explicó.

—De acuerdo —asintió—. ¿Has comenzado ya tener problemas en ese nivel?

—De momento los escucho bien, no voces lejanas, ni descontinuas —respondió y observó a su pareja cuando este apretó suavemente su mano.

—Bien, ¿tienes un tiempo estimado de cuanto llevas en el último nivel? —indagó.

—Llevará ya... ¿Su semana? ¿Tal vez un poco más? —respondió su alfa por él y Jimin asintió.

—Si, es por ese periodo.

—De acuerdo, pasa a la camilla por favor, necesito hacerte unas pruebas y exámenes otra vez —indicó.

Levantándose con cuidado, el omega usó la ayuda de los pequeños peldaños bajo la camilla y de la mano de su alfa para sentarse donde le había sido indicado.

Luego de eso, Yoongi se alejó dándole el espacio a la doctora para que realizara las pruebas necesarias y requeridas.

—¿Qué tal? —preguntó el alfa una vez el médico se alejó de su omega.

—Como ya sabíamos, su audición se ha ido deteriorando —comunicó volviendo a su escritorio—. Es un ritmo un poco más lento a lo que esperaba y había considerado, pero sigue su curso —explicó.

Bajando de la camilla con la ayuda de su pareja, Jimin y su alfa volvieron a sentarse frente a ella.

—¿Qué significa eso exactamente? —preguntó Yoongi.

—No les quiero ilusionar sinceramente —pronunció observando a ambos—. Tengo estimado más o menos que el señor Min podría perder totalmente su audición luego de que nacieran sus cachorros —anunció y Jimin sintió unas tremendas ganas de llorar.

Aunque deseaba escuchar a sus hijos en su primer día con ellos, también le aterraba un poco no poder escucharlos después. Sí, tal vez era algo codicioso, pero...

¿Por qué tenía que perder la audición en un momento tan importante en su vida?

—¿Cree que será posible? —preguntó Yoongi, apretando la mano de su pareja, sintiendo como las emociones comenzaban a desbordarse en su interior.

—No puedo asegurarles que será así, todo dependerá de cómo transcurra la pérdida del señor Min —explicó la doctora—. Por ahora, esos audífonos le siguen funcionando bien, y cuando no lo hagan puedo darle otros, pero estos ya serían los últimos a mi parecer —expresó observando a la pareja.

—¿Los últimos? —preguntó Jimin con una pequeña inhalación profunda.

—Así es, pero como les estaba diciendo, tengo esperado que ocurra luego de que nazcan sus cachorros —anunció—. Cuando deje de escuchar con los de ahora, venga para cambiárselos. Según los meses que tenga de embarazo cuando estos últimos comiencen a fallar, hablaré con el médico que están viendo y acordaré con él los detalles para operarle una vez sus cachorros nazcan —explicó.

—Pero... Hay posibilidad de que mi audición falle antes de que nazcan mis bebés, ¿no? —preguntó Jimin.

Alzando su mirada, la doctora le observó.

—Lo siento, la hay —respondió sincera—. Pero me mantengo positiva en qué así no sea.

Algo decaído, el omega asintió.

—¿Pero podré escuchar una vez me operen? —preguntó inseguro.

—Tengo todas las esperanzas en ello —asintió—. No será inmediatamente, pero si después de un día o dos.

—¿Qué pasa con los nuevos audífonos? —preguntó Yoongi abrazando a su pareja cuando percibió el cambio en sus emociones.

—Cuando deje de escuchar con esos tendrá que venir nuevamente y entonces podré solicitar los nuevos —explicó.

—Está bien, gracias —asintió el alfa—. ¿Eso es todo?

—Sí, nos vemos la próxima vez —se despidió.

Despidiéndose en un tono bajo, Jimin salió de la consulta junto a su pareja, quien lo sostenía firmemente a su costado con un brazo rodeando sus hombros, como si le estuviera recordando que no estaba solo.

Silenciosamente, se dirigió al auto con su alfa, donde apenas contestaba con monosílabos sus preguntas durante el resto del viaje.

Apreciaba realmente los intentos de su alfa por hablar y a la vez darle su espacio. Sabía que debería de estar animado, la doctora pensaba que su audición se perdería después de que naciera sus Chispitas, pero no era algo que podría asegurar y... De todas formas, que dejaría de escuchar era algo seguro.

Aunque lo intentara, no podía tratar de pensar positivo, era como si el desánimo lo cubría como una manta espesa, la cual solo fue capaz de quitársela, una vez llegó a casa y contempló la maleta de Yoongi esperándole en la habitación ya lista.

Entonces, un sollozo ahogado escapó de sus labios y pronto su cuerpo fue rodeado con fuertes brazos.

—Shhh... Amor, estoy aquí —murmuró su alfa con tono cariñoso.

Guiándolo al borde de la cama, se sentó junto a su omega y los echo suavemente hacia atrás hasta que ambos estuvieron recostados y donde le siguió rodeando con sus brazos.

Palabras cariñosas y amorosas brotaban de sus labios de forma continua mientras acariciaba la cabeza de su pareja acurrucada a su costado, llenándole de su aroma hasta que finalmente el sollozo se detuvo y solo quedaron pequeños hipidos discontinuos.

—¿Mejor? —preguntó dejando de tararear una vez el silencio se estableció.

Alzando una mano entre sus cuerpos, Jimin se limpió las lágrimas de su rostro y asintió despacito.

—Lo siento... —murmuró con suavidad.

—Está bien, no es tu culpa —aseguró retirando con ternura los rastros de lágrimas de su omega.

—Si lo es, estoy siendo malo y desagradable cuando en realidad debería de estar disfrutando nuestro tiempo juntos —expresó triste.

—¿No te gusta que te abrace? Porque a mí ciertamente me encanta hacerlo —pronunció volviendo a rodearlo con ambos brazos.

—Sabes a qué es lo que me refiero —suspiro ocultando su cabeza en el cuello de su alfa—. Deberíamos de estar haciendo cualquier otra cosa antes de tu viaje, y aquí te tengo, consolándome.

—Olvida eso cariño, precisamente por esto quería estar aquí contigo, ¿recuerdas?

El menor solo soltó un pequeño ruidito con su garganta, no muy feliz.

Yoongi suspiro alzando su mano para acariciar la nuca de su omega.

—No me disgusta pasar tiempo entre tus brazos, consolándote mientras me necesitas. Odiaría que te hubieras derrumbado estando solo, sin yo presente para poder sostenerte —expresó.

—Fue el ver tu maleta lo que terminó con todo —susurró—. Saber cómo estaba actuando cuando sería el último día que estarías conmigo no me gustó.

—Hey —musitó el alfa, alejándose levemente para capturar el mentón de su omega y así sacarlo de su escondite—. No hables como si me fuera a ir para siempre y no sólo un par de días.

—No sabes si será solo un par de días —le recordó cerrando sus ojos, apoyándose en la caricia de su alfa.

—Haré que solo sean un par de días —declaró logrando que Jimin le observara con el ceño ligeramente fruncido.

—Aunque me agradaría eso, no quiero que te enfermes al concentrarte solo en el trabajo —indicó—. No obligues a llamarte para comprobar que no te estas saltando las comidas y que estás durmiendo.

—Uhm, ¿y si no me las salto todas, pero sí algunas? —propuso conteniendo su sonrisa.

—Yoongi —advirtió su cachorro sin ningún rastro de diversión.

—Está bien —sonrió besando su frente—. Si me pides eso entonces yo también puedo pedirte lo mismo.

El pelirrojo arrugó su nariz.

—Sabes que eso no será necesario, estoy comiendo mucho por nuestros cachorros —le recordó.

Y como si supieran que estaban hablando de ellos, respondieron con animadas pataditas que les sacó una sonrisa a ambos padres.

—Sí, y exactamente por eso no quiero que te contengas con la comida o algún antojo —acercó su nariz restregándolas suavemente—. Ya puse al tanto a Jungkook que estaría a tu servicio en mi reemplazo —informó.

—¿A Jungkook? —alzó una ceja, una sonrisa divertida bailando en sus labios.

—Es el único que tiene más tiempo junto a Taehyung desde que no tienen un horario fijo o un jefe al que escuchar —se excusó.

—Si, pero cuando a ambos le llega su inspiración se olvidan de todo —le recordó.

—Y es por eso que a ninguno le llegará su momento de inspiración si no quieren que le haga la vida imposible —expresó con aquella sonrisa.

Riendo suavemente, Jimin cerró sus ojos por un momento, solo disfrutando del cómodo silencio y los brazos de su alfa rodeándolo, compartiendo su calorcito corporal.

Se sentía tan bien, tan cuidado, protegido y amado por un simple abrazo lleno de sentimiento que hasta podría quedarse dormido.

—¿Qué sucede, cachorro? —preguntó Yoongi cuando su pareja comenzó su removerse.

—Quiero seguir así, pero quiero hace pipí —explicó sacándole una ligera risa a su alfa.

—Vamos, ve al baño amor. Ya podremos seguir abrazados sin hacer nada luego de que termines —indicó enderezándose, ayudándole a sentarse y luego levantarse de la cama.

—¿Hasta qué te tengas que ir? —pidió esperanzado de pasar las próximas horas simplemente acurrucados en el brazo del otro.

—Por supuesto, pediremos incluso la cena —anunció—. Quiero asegurarme de que comas antes de irme.

Asintiendo, Jimin desapareció unos minutos en el baño y cuando volvió, su pareja había encendido la TV y se encontraba recostado en la cama con sus cuatro mascotas a los pies.

—Parece que tendremos invitados —le sonrió.

Correspondiendo su sonrisa, Jimin fue a la cama y se acomodó a su lado, abrazando su brazo y apoyando su cabeza en el hombro de su pareja.

En lo que menos quería pensar Jimin, es en lo que pasaría en las siguientes horas y mucho menos lo que le dijo la doctora, por lo que solo se concentró en ese momento junto a su alfa y nada más.




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Bueno mis copitos, creo que es mi deber ir alertando que ya quedan pocos caps( ̄︶ ̄)↗ 

Se me cuidan un montón, un besote y un abrazo! <3

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