🌸•Capítulo 72•🌸
Sentado en una banca en el segundo piso del centro comercian en Gangnam station que era el más cercano a su casa, Jimin sorbió por la pajita de su malteada mientras observaba a las personas caminar en sus propios mundos, algunas solas y otras acompañadas hablando animadamente.
Y entre ese mar de gente, contempló una colorida cabellera azul agitándose mientras se acercaba con rapidez en su dirección.
—Lo siento Minnie, me atrasé conversando con mi Nana sobre ayudarnos a cuidar de mi conejito estas vacaciones —explicó deteniéndose frente a él—. Además, estaba tan entusiasmado con todo esto del aniversario del jardín de mañana que no paraba de contarme de las actividades en las que participará y los juegos.
—Está bien, solo llegué hace unos minutos —aseguró antes de volver a beber de su malteada—. Será una actividad bastante entretenida para todos, incluyéndome —sonrió.
—Genial, me aseguraré de que Kookie esté presente también para apoyar a mi conejito mañana —sonrió—. ¿Qué vinimos a hacer entonces? —preguntó.
—Principalmente, ver ropa nueva —se levantó de la banca—. La que tengo ya no me queda buena —explicó.
—Pero... No hace mucho habías comprado ropa, ¿no? —recordó quitándole su malteada para beber.
—Se acabo —le sonrió divertido—. Y esa ropa que me compré ya no me queda, por lo menos con Yoonie solo compramos unas pocas prendas por lo mismo.
Botando el envase de malteada en la basura, Taehyung observó a su pelirrojo amigo.
—Bueno, sí, parece que la pequeña Chispita ha crecido más desde la última vez —comentó—. Realmente estás comiendo bien, eh, Minnie-ah —se burló.
Deteniéndose, Jimin observó al otro omega.
—¿Me estás diciendo gordo? —preguntó con ojitos brillantes y su labio inferior tembloroso.
—Oh... No... Yo, solo... —balbuceó—. Me refería a que Chispita está comiendo bien, ¿si?
Observando a su preocupado amigo, Jimin no pudo evitar reír cuando sus balbuceos prosiguieron ante su silencio.
—Me engañaste —acusó indignado.
—Tenía que vengarme —se excusó el pelirrojo, riendo—. ¿Cuántas veces no me hiciste tú lo mismo con Beom-gyu?
—Bueno sí, pero... —frunció sus labios y cruzó los brazos sobre su pecho—. No me gusta, realmente pensé que era verdad, ya que con esto de las hormonas y todo eso.
—Tranquilo —sonrió divertido, volviendo a caminar—. Admito que a veces tengo dudas con lo grande que me veo últimamente, pero mi alfa no me deja dudar de mi apariencia en ningún momento —suspiro enamorado.
—Si, por alguna razón no quiero saber cómo —se burló—. Con lo pervertido que son los dos juntos.
—Oh, cállate —se carcajeó sintiendo el calor en sus mofletes—. Nunca debí de haberte contado de la sorpresa de Yoongi en mi primer cumpleaños que pasamos juntos, pero no sé por qué me molestas si con Jungkook eres más terrible.
—No seas mentiroso —acusó.
—¿Oh? —alzó una ceja, mirándolo—. ¿Te debo de recordar de aquella vez en la casa con tu Nana en el baño de invitados?
—Kookie estaba caliente —argumentó—. No es mi culpa que Nana llegará antes con mi conejito y tuviéramos que llevar nuestra sesión de amor a otro lado, mucho menos que no pudiéramos parar —recordó y agitó una mano frente a su rostro para aliviar el repentino calor—. Él ya estaba en mí cuando la puerta se abrió y tuvimos que correr mientras recogíamos nuestra ropa.
Y como la primera vez, Jimin rió hasta las lágrimas mientras se imaginaba aquella cómica escena.
Claro que imaginarse a su amigo y hermano teniendo sexo no era divertido, pero si lo era el que estuvieran corriendo y escondiéndose por ser calientes.
—Un clásico —dijo entre risas, alzando su mano para retirar las lágrimas de felicidad.
Gruñéndole, el peliazul omega le pegó un pequeño codazo en las costillas antes de entrar en una tienda.
—¿Buscas algo en específico? —preguntó mientras se dirigían a la zona de hombres omegas.
—Unos pocos pantalones y otras camisetas, de ser posible que haya un conjunto un poco elegante, pero sin exagerar —pronunció observando a su alrededor.
—¿Y cómo para qué quieres algo así? —cuestionó confundido.
—Para la inauguración del nuevo centro comercial —le observó—. Por eso quiero algo un poco bonito por así decirlo, bien presentable, pero nada exagerado —explicó.
—Bueno, ya que yo tengo mejor gusto en la ropa te buscaré algo mientras tu estás en algo casual para usar en la casa —indicó.
—Uy, el chico Gucci —le sonrió divertido.
—Por supuesto —aceptó retirando polvo inexistente de su hombro—. No te alejes mucho, bolita de amor —indicó antes de alejarse.
Negando con su cabeza divertido, el pelirrojo omega comenzó a revisar entre las camisetas, eligiendo tres manga larga y dos suéter.
Alzando la mirada y recorriendo la tienda, se detuvo en Taehyung, quien revisaba las prendas con seriedad entusiasta.
Agitando su mano, llamó su atención y luego señalo el lado contrario, donde estaban los pantalones.
Cuando su amigo asintió con la cabeza, se dio vuelta con la ropa escogida entre sus manos y se alejó para revisar los pantalones.
Contemplando un pantalón con elástico que aseguraba comodidad, sintió que los pelos de su nuca se erizaban ante la sensación de ser observado.
Agitando su cabeza suavemente para alejar aquella tonta sensación, siguió observando pantalones mientras vigilaba discretamente a su alrededor. Sabía que era tonto, pero... Había algo extraño que le producía cierto escalofrío que recorría toda su columna.
Y por tonto que pareciera, no pudo evitar pensar en aquellas veces que se sintió observado en su habitación cuando estuvo viviendo en la casa de los señores Min.
Alzando su mirada, llevó un largo mechón rojizo observando a su alrededor de forma discreta, sin poder encontrar nada raro.
Observando los pantalones entre sus manos, frunció el ceño.
¿Qué estaba mal entonces?
—¡Jimin-sshi! —Taehyung dijo colocando la mano sobre su hombro izquierdo.
Soltando un chillido para nada masculino junto con un pequeño brinco, Jimin llevó una mano contra su pecho mientras la otra instintivamente rodeó su abdomen.
—Ay... Lo... Ento... No... Tarte —expresó el otro omega, observándolo preocupado—. ¿Estás... En? —preguntó.
—¿Q-qué? —preguntó con fundido.
—Dije que...
Parpadeando aún confundido, Jimin llevó sus manos hacia sus audífonos y les subió un poco más el volumen, logrando escuchar bien esta vez a su amigo.
—Está bien, solo estaba distraído —se excusó.
"Cariño, ¿ocurre algo?" preguntó su alfa a través de su enlace mental.
"No es nada Yoonie, solo me asusté por una tontería" prometió con su mirada centrada en su amigo, quien le seguía observando con preocupación.
—¿Estás seguro? ¿Debería de llamar a Yoongi? ¿O te llevo a casa? —insistió.
—Estoy bien, solo estaba distraído y me sorprendiste cuando apareciste de la nada tocándole el hombro —prometió, y no estaba mintiendo, ya que así había sido en realidad.
—Uhm... ¿Y eso de tus manos en tus oídos qué? —preguntó sin creerle.
—Le subí el volumen simplemente porque no te escuché bien —respondió—. ¿Ese es el traje que me escogiste? —preguntó desviando su atención.
—Bien, fijamos que te creo —expresó con un suspiro y puso su mejor sonrisa en su rostro—. Sí, ¿te gusta? —preguntó dejando sobre su cuerpo el conjunto elegido—. No es nada glamuroso, pero es lo suficientemente respetable para un evento social no muy... Ya sabes, snob.
Riendo bajito, Jimin asintió y de pronto, sintió alivio cuando dejó de sentirse extrañamente observado.
Mientras Taehyung seguía hablando, observó de forma sutil a su alrededor, pero al igual que la primera vez, no encontró nada extraño.
—¿Entonces? —preguntó su amigo—. ¿Ya has terminado de escoger todo?
Observando los pantalones que seguían en sus manos, negó suave.
—Solo me queda escoger un par de pantalones más y estoy listo —anunció.
—De acuerdo, ¿quieres ir a comer algo terminando aquí? Todavía tengo cosas de las cuales hablar contigo —expresó.
Devolviendo unos pantalones, Jimin sacó otro y observó a su amigo curioso.
—No tengo mucha hambre, después de todo almorcé con Yoonie antes de venir y tomé una malteada —respondió—. Pero podemos sentarnos a hablar en una banca, a menos que quieres privacidad.
—Nah, es importante, pero no tan importante en ese sentido —aseguró.
—Creo que me perdí —frunció sus labios—. ¿De qué quieres hablar entonces? —preguntó terminando de escoger ropa.
—Pues obviamente de algunos pequeños detalles del baby shower —respondió obvio, acompañándolo a la caja.
—Ohh, ¿ocurre algo? ¿Es dinero? —preguntó.
—Ay Jimin-sshi, solo la pregunta duele —dramatizo entregando el traje junto a la otra ropa.
Rodando sus ojos y resoplando una risa, Jimin sacó su billetera junto a la tarjeta de crédito con la cual pagó sus compras.
—Bueno, entonces busquemos una banca para poder hablar —anunció tomando las tres bolsas de su compra.
Apoyando la idea de su pelirrojo amigo, Taehyung caminó en busca de un lugar tranquilo donde sentarse a conversar.
—Minnie, aquí hay... ¿Minnie? —llamó observando a su alrededor cuando no lo encontró a su lado.
Unos tres pasos más atrás, su amigo conversaba con un hombre y a juzgar por su expresión, no se veía tan cómodo al respecto.
Acercándose rápidamente, Taehyung paso al extraño alfa y se paró entre ellos, agarrando de ambos hombros a su amigo.
—Te dije que no te alejaras de mí, ¿quieres que tu alfa me gruña si algo le pasa a su precioso omega y su cachorro? —le reprochó suavemente.
—Lo siento, solo un conocido que se me acercó a saludar cuando me reconoció —explicó y observó sobre el hombro del otro omega—. Tae, ¿recuerdas al señor Gi-kwang? ¿El vecino de la casa de los padres de Yoonie?
Volteando, Taehyung contempló al atractivo alfa.
—Lo siento, no lo recuerdo —contestó sincero.
—Descuida, ha pasado tiempo y si soy sincero tampoco recuerdo bien a los amigos de Minnie, pero debes de ser alguien cercano si mencionaste a Yoongi y fresita.
—¿Fresita? —preguntó confundido, observado su amigo.
—Lo siento, me refiero a su Chispita —se corrigió el alfa.
—Uh... Sí —dijo aún extrañado—. Bueno, un gusto y todo, pero todavía hay cosas que comprar y temas entre omegas que hablar —anunció tomando de la mano a Jimin—. Discúlpenos y nos vemos por ahí —se despidió alejándose junto a su amigo sin darle realmente la oportunidad de decir algo.
Cuando estuvieron a la suficiente distancia, Taehyung observó sobre su hombro en dirección del alfa, pero este ya no se encontraba.
—Ese tipo no me da buena sensación —expresó.
—TaeTae, más lento —pidió Jimin jalando de su mano.
Observando a su mejor amigo quien tenía una mueca en sus labios mientras acariciaba su vientre, se sintió inmediatamente culpable por arrastrarlo.
—Ay, lo siento, a veces olvido que tienes las piernas más cortas que yo —expresó culpable, dirigiéndolo a una banca con paso tortuga.
—Eso no es gracioso —dijo con sus ojos entrecerrados.
—No lo dije como burla ni nada —suspiro—. Toma asiento.
—¿Y por qué este repentino deseo por correr? —preguntó sentándose.
—Tú no te veías cómodo con ese alfa tan cerca y... Simplemente no me dio una buena sensación —explicó sentándose a su lado—. ¿Te ha hecho o dicho algo?
—Uhm, no —respondió observando el suelo.
—Ay Minnie, cuando aprenderás que eres un pésimo mentiroso —suspiro.
—Es que realmente no me ha hecho nada —pronunció acariciando su vientre—. Me he encontrado un par de veces con él y me pidió tocar a mi bebé, la primera vez incluso intentó tocarlo sin mi permiso y ahora como que mi lobo resiente estar con Gi-kwang, hace que me sienta incómodo aun cuando no está haciendo nada más que hablarme.
—Bueno, eso es normal. ¿Qué no recuerdas que durante mi embarazo mi lobo resentía a cada alfa menos al propio? Solo podía soportar tu tacto y el de Jin hyung —le recordó.
—Hasta el momento no me había pasado así que me sorprendió un poco —confesó—. Pero respecto a tu mal presentimiento, estoy un poquito igual... O sea, no me sentiría así si no hubiese comenzado a hacer comparaciones con Hyuna como lo hacía antes Hyekyo —explicó.
—Oh... Ooooh... ¿En serio? —pregunto sorprendido.
Jimin asintió—. Me provocó la misma sensación y se lo dije a Yoongi, me pidió que no me quedará a solas con él y que pronto hablaría con Gi-kwang al respecto y luego...
—¿Y luego qué? —pregunto curioso.
—Y luego... Me entregó un sobre con la información de mis verdaderos padres —respondió observándolo—. Y antes de que preguntes, no, aún no lo abro.
—¿Y por qué no? Es de lo único de lo que me hablabas últimamente —indicó confundido.
—Por la misma razón por la que me demoré en buscar a un detective, por miedo —suspiro.
—¿Y Yoongi aún no lo ve?
—No, me dijo que podíamos abrirlos juntos, yo solo e incluso se ofreció a leérmelo, como me sintiera más cómodo —respondió—. Pero anoche simplemente no pude.
—Bueno, sabes que sin importar lo que diga ese papel y las personas nuevas que pueda incluir o no, tienes a tu familia aquí —le sonrió—. Nosotros somos tu gran familia y pronto tú mismo comenzarás a construir una.
—Gracias —le sonrió tomando su mano.
—Y ahora, hablemos de lo importante... ¿Quieres que las decoraciones sean rosadas o azules? —pregunto con seriedad.
Resoplando una risa, el pelirrojo omega negó con su cabeza y comenzó a opinar alegremente respecto al baby shower de su Chispita.
Tae tenía razón, independientemente de lo que contenía el sobre, él ya tenía una familia que lo quería como era junto a un amoroso alfa.
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