🌸•Capitulo 6•🌸
Caminando con el pequeño Beom-gyu de la mano, Jimin sonrió cuando reconoció a su amigo esperándole en las mesas que estaban afuera del restaurante ya con sus almuerzos servidos.
—Mira, allá está papi Tae —pronunció Jimin logrando que el cachorro observara impaciente a su alrededor.
Cuando reconoció a su padre, no tardo ni un minuto en soltar de la mano al omega y correr hacia el omega de cabello azul. El pelirrojo se lo permitió solamente porque no había personas que se le atravesara en su camino y la distancia no era mucha en realidad.
—Mi conejito bebé —chillo Taehyung levantándose de la mesa y atrapando el pequeño cuerpo de su hijo—. ¿Cómo te fue hoy? ¿Hiciste todas las tareas con el tío Minnie? —preguntó—. Mira que si no lo haces te cambiaran de curso con la otra profesora que tiene cara de bruja —le recordó.
—No papi, hice todo lo que tío Minnie me dijo —prometió y observó a Jimin—. ¿Cierto? —preguntó buscando su apoyo.
—Deja de molestar a Beom-gyu, Taehyung-ah —rió el pelirrojo, tomando asiento frente a ellos—. Sabes que su comportamiento es excelente en clases y siempre hace sus tareas, es un chico bastante social.
Taehyung sonrió sentando a su hijo en una silla a su lado antes de sentarse frente a su amigo.
—Gracias por traerlo hoy y por haber cuidado de mi conejito hace un par de días atrás también, cuando me salió ese trabajo —recordó.
—Sabes que no es problema —respondió—. Pero creí que no te gustaba tomar fotografías a modelos.
—Era un favor para un amigo —respondió y señaló su comida—. Pedí carne de cerdo en agradecimiento y tu infaltable ensalada ahora que estás trabajando en una presentación.
—Gracias —dijo sin ocultar la emoción al probar el primer bocado de carne—. Pensé que vería a Kookie por aquí —comentó.
—Está algo ocupado con la nueva galería, con sus pinturas y mis fotografías —explicó—. Pero vendrá por nosotros después de comer, prometió pasar el resto del día conmigo y nuestro bebé —sonrió observando a su cachorro.
—¿En serio? —preguntó entusiasmado Beom-gyu.
—Sí bebé —rió Taehyung, contagiado de la felicidad de su hijo.
Tomando una servilleta, comenzó a limpiar su rostro luego de que lo ensuciara con la comida.
Y observando aquella acción, Jimin no pudo evitar suspirar.
Era increíble ver como su amigo había crecido tanto también, de un joven asustado de ser padre, a un experto en el tema de los niños.
—¿Qué sucede? —preguntó dándole una extraña mirada al pelirrojo.
—Nada... —respondió volviendo a llenar de comida su boca.
—Vamos Jimin-sshi, parece que con el tiempo has olvidado lo pésimo que eres para mentir —le recordó antes de probar su comida.
Jimin le sacó la lengua una vez no tuvo comida en su boca y tomó su vaso para tomar un sorbo de...
—¿Me pediste cerveza? —preguntó tras probar el primer trago.
Taehyung sonrió con travesura.
—Un poco durante el almuerzo no le hace mal a nadie —comentó—. Vamos Minnie, dime que ocurre —pidió más seriamente—. Solo quedará entre los dos y lo sabes... ¿O quieres que te pida otra cerveza para que sueltes la lengua? ¿Una botella de soju tal vez?
—Tonto —rió tirándole una servilleta que arrugó en forma de pelota.
—Yo solo decía —rió encogiéndose de hombros—. ¿Cierto, hijo?
El pequeño Beom-gyu solo asintió distraídamente con su cabeza mientras se concentraba en su comida.
—Te juro que a veces es igual a Jungkook —comentó con una sonrisa el padre, a lo cual Jimin no pudo evitar asentir totalmente de acuerdo.
—Solo he estado pensando últimamente...—pronunció llamando la atención del peliazul—. Viendo a Jin hyung casarse, faltando poco para su nueva integrante... Y a ti con el pequeño Beom-gyu... —observó su plato—. ¿Crees que sería un buen padre? —preguntó finalmente.
—¿Estás bromeando? —respondió Taehyung con el ceño ligeramente fruncido.
Sin entender la repentina desconfianza de su amigo en sí mismo, él sabía de primera mano que sería un gran padre. ¡Demonios! Todos lo sabían, por algo Jimin trabajaba tan bien con los niños.
Pero contemplando la duda en los ojos mieles de su amigo, tal parecía que él no.
Respirando profundamente, Taehyung estiró su mano por encima de la mesa y la colocó sobre la de Jimin, llamando su atención.
—No sé de dónde ha salido esta repentina desconfianza en ti mismo, pero sé de primera mano que serás un excelente padre —prometió apretando suavemente—. Jiminnie, trabajas con niños y a los chicos, Soobin, Yeonjun, Sana, Hueningkai y mi pequeño Beom-gyu —nombro—, los has tenido en tu pequeña mano desde que los conociste. Y aun cuando alguno de los chicos son prácticamente ya unos adolescentes, ellos siguen estando a tu alrededor.
—Eso es diferente... —torció sus labios.
—No, no los es —negó—. Tienes un encanto y carisma innegable con los pequeños que cualquiera puede ver. Demonios, has estado conmigo en cada paso de la crianza de mi conejito, estuviste ahí en su primer respiro y prácticamente lo has criado junto a mí —le recordó—. Con todas estas pruebas, puedo afirmar y sé que serás un gran padre —anuncio seguro—. Y quien sea que diga lo contrario sería un idiota, tú solo dime y yo le aviso a la banda para que le dé una lección —amenazó.
—Papi dijo dos malas palabras tío Minnie —acusó el pequeño Beom-gyu, logrando que ambos adultos sonrieran y se volvieran a relajar.
—Lo siento hijo, me entusiasmé un poco hablando —se disculpó y acercó el vaso con la pajita para que su cachorro tomara gaseosa.
—Gracias Taehyung —pronunció Jimin con una sonrisa.
—No es nada, solo dije la verdad —negó y volvió a observar a su amigo—. ¿Pero por qué la duda, Minnie? ¿A caso...?
—No, no estoy en cinta —negó y mordió su labio inferior—. Pero quiero estarlo —confeso logrando que el contrario soltara un chillido emocionado.
—¿Se lo dijiste a Yoongi hyung? —pregunto antes de tomar un bocado de su comida.
—Aún no, quiero estar seguro antes de mencionarlo —negó—. Pero... Parece que él tiene los mismos pensamientos que yo —sonrió suavemente, algo emocionado con la idea—. Hay veces que puedo sentir su deseo —tocó con cariño la marca en su cuello.
—Tienes que decirme cuando lo decidan —pidió o exigió realmente.
Riendo, el pelirrojo asintió con su cabeza.
—Minnie —llamó una voz conocida desde su espalda.
—¡Papá! —chillo Beom-gyu al apreciar a Jungkook.
Levantándose de su silla, Jimin giró justo para ser atrapado en unos fuertes brazos.
—No te veía desde el casamiento de Namjoon y SeokJin —pronunció estrechándolo entre sus brazos—. Gracias por cuidar de Beom-gyu el otro día y perdón por no haber ido por él con Taehyung.
—Está bien, entiendo que estás ocupado con la nueva galería, tus pinturas y las fotografías de Taehyung son realmente famosas —aseguró y suspiro en alivio cuando fue puesto en libertad otra vez.
En realidad él apreciaba los abrazos pero, el cuerpo de Jungkook realmente había cambiado con el tiempo, era hasta muy posiblemente más fuerte que su alfa debido a lo adicto que era para hacer ejercicio por lo que había firmeza y músculos en casi todas partes.
Jungkook pocas veces lograba convencer a sus otros hermanos que lo acompañasen mientras se ejercita, realmente.
Volviendo a tomar asiento, Jimin observó al alfa acercarse para saludar su hijo y luego pareja.
—¿Te pido algo? —pregunto Taehyung tras recibir un breve beso.
—No te preocupes, comí algo antes de venir aquí —aseguró quitándose su chaqueta, revelando sus trabajados brazos y los tatuajes que poseía en su brazo derecho, cada uno con un significado especial, donde destacaba la fecha de nacimiento de su hijo.
—Espero que no haya sido solo un estúpido sándwich —advirtió su pareja.
Jimin no pudo evitar reír con el cachorro cuando el estómago del alfa rugió confirmando las palabras de Taehyung.
—Creo que si debería de comer algo más —rió Jungkook.
—Por Dios Jungkook, tú comes hasta por tres personas en un día normal —refunfuño—. Si sigues descuidándote a sí, contrataré a alguien para que te ayude —amenazó retirándose en busca de un camarero.
—¿Y? —preguntó el alfa—. ¿Cómo estás?
—Bien, algo ocupado con las clases y el baile, pero es una perfecta forma de distraerme mientras mi alfa trabaja —sonrió, apreciando con cariño al pequeño Beom-gyu trasladarse hasta el regazo de su padre.
—Sigo sin entender cómo le hace Yoongi-ah para permanecer encerrado en una oficina todo el bendito día —negó rodeando con un brazo el pequeño cuerpo de su hijo—. Yo me volvería loco.
—Eso es porque tú no eres tan inteligente como mi alfa —rió.
—Ja, ja. Qué gracioso, Minnie —resopló.
—Listo, ya te traerán tu comida —informó Taehyung tomando asiento al lado de su alfa otra vez—. ¿Te quedas un rato más? —pregunto observando a Jimin.
—Me gustaría, pero dentro de una hora comenzarán las clases con Momo y BoYoung —respondió—. Y ambas están siendo algo, por no decir demasiado, estrictas en esta presentación.
—Vamos, hace un tiempo que no hablábamos —pronunció el alfa—. Nosotros te pasamos a dejar, vine en el auto.
—Tío Minnie, quédate pofis —pidió también el pequeño cachorro.
Riendo ante el claro chantaje de todos, Jimin finalmente asintió con su cabeza.
Yoongi se bajó de su auto y entró en el conocido edificio, encontrándose con su amigo.
—Debí de suponer que te vería por aquí —bromeó al contemplar a Hoseok esperando el ascensor.
—Hueningkai se fue a quedar con los padres de Momo por lo que vine por mi pareja para tener una agradable noche de adulto —subió y bajo sus cejas.
—Demasiados detalles —rió golpeando juguetonamente su hombro.
—Pff —resopló—. Cómo si tú no hicieras lo mismo cuando se trata de Jiminnie —le recordó subiendo al ascensor junto a su amigo.
—Tal vez —admitió sonriente.
Ambos se bajaron en el tercer piso y fueron directo a la habitación donde estaban sus respectivas parejas.
Los ojos de Yoongi se llenaron de amor al contemplar a su pareja estirar su cuerpo con su hermosa carita toda concentrada.
—Es increíble el sentimiento cuando estás con la persona correcta —murmuro Hoseok observando con cariño a su esposa—. El amor simplemente crece más con cada día en vez de marchitarse, como les pasa a algunos.
—Tú lo has dicho, cuando se está con la persona indicada, el tiempo simplemente pasa volando —respondió y entró en la habitación una vez las clases terminaron.
Sin siquiera decir una palabra que alertara de su presencia, su omega giró en su dirección y le sonrió.
—Yoonie —pronunció con voz algo jadeante por el esfuerzo, su frente brillaba ligeramente en sudor y su cabello estaba amarrado en una coleta para que no le estorbara la vista.
—Hey cachorro, ¿cómo estás? —pregunto rodeando su cintura con sus brazos.
—Hyung, no. Estoy todo sudado —pronunció intentando alejarse del cuerpo del mayor.
Yoongi soltó un pequeño gruñido mientras lo mantenía firme contra su cuerpo.
—Me encantas de cualquier forma, cachorro —le recordó inhalando el intenso aroma del menor.
—Yah, Yoonie —rió su omega perdiendo sus ojitos en el acto—. Hay niños presentes —le recordó alejándose para buscar su botella de agua—. Pensé que trabajabas hasta más tarde.
—Ya te dije que iba a cambiar —pronunció tal vez un poquito culpable aún.
—No lo dije con esa intención —susurró ahuecando con su mano un costado del rostro de su alfa.
Acercándose, besó cortamente los labios del mayor.
—¿Qué tal la clase? —pregunto el alfa.
—Agotadora, las chicas están viendo que personaje tendrán todos y nos hicieron trabajar bien para decidirlo —respondió e hizo un puchero—. Todo mi cuerpito duele.
—Oh, cariño —pronunció siguiéndole el juego—. En casa te daré unos masajes para ayudar.
—¿Y una ducha? —preguntó mordiendo su labio inferior.
—Mm... Si eso es lo que mi cachorro quiere —sonrió de forma salvaje y traviesa que le saco una risita feliz al pelirrojo.
—¡Vengan chicos, les diremos sus posiciones! —pidió la pequeña profesora de ballet.
Tomando la mano de su pareja, Jimin se acercó al pequeño círculo que formaban los niños alrededor de ambas profesoras y de algunos jóvenes también pertenecientes a la danza contemporánea.
Soltando la mano del menor, Yoongi lo abrazó por la espalda y recargó su mentón sobre el hombro de su omega.
—En esta ocasión queremos representar a Peter pan y los niños perdidos —pronunció BoYoung consiguiendo exclamaciones encantadas por parte de los pequeños.
—¿Estará Tinkerbell? —pregunto una de las pequeñas alzando su mano.
—Sí, pero solo una podrá serlo —explicó Momo permitiendo que su pareja imitara la posición de Yoongi al ubicarse detrás de ella para abrazarla.
—De acuerdo, alcen su mano cuando diga sus nombres para que les anuncie su papel —pidió BoYoung a lo que todos asintieron.
Y así, todos escucharon atentos cada nombre y papel que les daba la profesora.
Cuando fue el turno de la pequeña Sana, tanto Yoongi como Jimin esperaban impacientes.
—Serás Tinkerbell, felicitaciones, Sana —sonrió la pequeña mujer.
Chillando de felicidad, Sana corrió hacia Jimin y lo rodeó con sus brazos.
—¡Lo logré! —chillo causando una risita en la pareja ante su evidente felicidad.
—Así es princesa, felicidades —exclamó el alfa.
—Sabía que podrías —pronunció Jimin.
—¿No puedo serlo yo también? —pregunto una pequeña alzando su mano.
—Solo una podía —le recordó Momo.
—Pero ¿y si ella se lastima? —preguntó.
—¿Quién es esa mocosa? —preguntó en un susurro Yoongi, solo para que su pareja escuchara.
—SunHee —respondió el pelirrojo, de igual forma, en un susurro.
—Ya tenemos a una persona asignada en tal caso, SunHee. No debes de preocuparte por nada —respondió BoYoung.
—¿Soy yo?
—No, tu papel es de uno de los niños perdidos —le recordó y brindó una dura mirada para que dejara de interrumpir.
—Yo daré los otros papeles —anuncio Momo para los faltantes de su clase.
—Ojalá seas Peter pan, Oppa —susurró Sana en el oído del pelirrojo—. Así bailaremos juntos.
—Estoy bien con cualquier papel —respondió y los tres esperaron atentos.
Los nombres siguieron apareciendo, y los tres esperaban pacientes y cada vez más emocionados al no ser dado aún el papel principal.
—Jimin —llamó Momo con una sonrisa—. Serás Peter pan —anunció.
—Mm... Tendremos que celebrar esto en casa —susurró el alfa en el oído de su pareja.
Jimin compartió una miradita llena de complicidad con su alfa antes de concentrarse en las felicitaciones de la niña entre sus brazos.
—Papá y papi llegan mañana —pronunció Sana mientras se alejaba de los brazos del omega.
—Debes de estar muy feliz de poder verlos otra vez, ¿no? —sonrió Jimin, y se despidió de sus amigos agitando su mano al igual que su alfa.
—Sip, me dijeron que me tenían un regalo —anuncio con emoción.
—Así que solo eres una pequeña señorita interesada —se burló Yoongi.
—¡Oppa! —exclamó un puchero.
—Ignóralo y ve por tus cosas, el abuelo te está esperando ahí —señaló disimuladamente el pelirrojo en dirección del hombre mayor, logrando que la menor desapareciera rápidamente tras pedirles que no le dijeran nada sobre su papel.
—Hola chicos —saludó Joongki una vez estuvo frente a los dos—. ¿Cómo has estado Minnie? —pregunto observando con cariño al menor.
—Bien, nada de que quejarme —sonrió—. ¿Y cómo ha estado usted? ¿Y tía Hyekyo?
—Bien, los dos estamos bien —aseguró con una sonrisa—. Mañana llegan Namjoon y SeokJin, HyeKyo quiere hacer una pequeña fiesta de recibimiento en la tarde para que vengan —invitó—. No va a ser nada especial, solo una cena.
—¡Minnie! ¿Puedes ayudarme? —pidió Sana mostrando solo su cabeza desde la puerta.
—Claro, pero sería después de practicar ballet con Sana —respondió Jimin.
—Ahí estaremos —aseguró Yoongi antes de que su pareja se alejara para ayudar a la menor.
—Quería mencionarte algo sobre el trabajo —pronunció el hombre mayor aprovechando que solo estaban los dos.
—¿Qué sucede?
—Tengo una reunión en Japón con el nuevo socio que lograste capturar, pero no creo que sea capaz de ir. Necesito que vayas en mi lugar —pidió.
—¿Por cuántos días? —pregunto arrugando su nariz, no le era muy llamativa la idea de alejarse de su omega por tanto tiempo.
Si se separaban por mucho tiempo sus estados de ánimo decaían y sus lobos se sentían un poco inquietos, claro que no era nada comparado a aquellos tres días que estuvieron alejados del otro sin siquiera haber terminado su unión.
Pero seguía siendo algo molesto que la pareja evitaba de ser posible.
—Dos días —afirmó—. Te estarías encontrando con él en el primero.
—Le diré a Jimin, tal vez quiera acompañarme —dijo de forma pensativa—. Mientras no sea durante la presentación de Sana y Minnie.
—¡Estoy lista, abuelo! —anunció Sana corriendo hacia el alfa mayor, seguido por el pelirrojo omega.
Riendo, los cuatro se subieron al ascensor y salieron del edificio. Despidiéndose, cada par se separó para ir a sus respectivos hogares.
—Yoongi, ¿mañana podemos almorzar juntos? —pidió Jimin al recordar su conversación con Taehyung.
Bueno, de hecho... Esa conversación no había querido salir de su cabeza durante todo el día.
—Claro, ¿te paso a buscar yo? —respondió abriéndole la puerta del auto a su pareja.
Sería bueno para Yoongi comentarle sobre el pedido de su padre en ese almuerzo también.
—Por favor —asintió el pelirrojo, intentando ocultar sus sentimientos y pensamientos a su pareja, no quería presionarlo con su repentino deseo.
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Hola mis copitos!! ¿Sé están cuidando? espero que sí <3
Espero que les esté gustando la historia y que tengan un lindo fin de semana, un besote y un abrazote <3
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