🌸•Capítulo 56•🌸
Con su espalda recargada en el auto, Taehyung observó como su pelirrojo amigo hablaba con el dueño del lugar de eventos y entrecerró sus ojos cuando percibió nuevamente el malestar en el rostro de Jimin.
Minnie no le había dicho nada, pero Tae lo conocía muy bien y sabía, que cuando su amigo se tocaba el cuello y arrugaba su nariz o frente de aquella forma, significaba que algo le molestaba.
Lo había notado después de que visitaron el primer lugar cerca de Hanam, y ahora en Yeoju no parecía mejorar y todavía les quedaba un sitio al cual visitar.
Aprovechando que su amigo seguía conversando, sacó su teléfono móvil y marcó el número de Yoongi.
Solo tres tonos después, el alfa ya le había respondido.
—¿Yoongi hyung? —preguntó cuando solo hubo silencio.
—Si, lo siento, estaba firmando algo —respondió el mayor—. ¿Qué ocurre Taehyung-ah?
—Jimin-ah me dijo que te ibas a reunir con nosotros después de almuerzo, me estaba preguntando si ya venías en camino —expresó.
—Sí, solo estoy terminando de arreglar unas cosas y ya voy —respondió—. ¿Le ocurre algo a Minnie? —preguntó.
—Nada malo, solo que creo que no se está sintiendo muy bien, pero no me quiere decir nada y finge todo lo contrario —explicó con un bufido.
—Tal vez está enojado conmigo porque a pesar de ser sábado, no pude ir a ver los otros lugares con él —pensó sintiéndose mal por ello.
—No, no creo que sea ello —negó el omega—. Siento que en verdad no se está sintiendo bien de salud, nada grave, pienso que es más como que Chispitas le está dando un poco de problemas o un dolor de cabeza por cómo le veo bajar el volumen de sus audífonos —explicó con la mirada atenta sobre su amigo.
—¿Y no ha tomado nada? —cuestionó frunciendo el ceño ante las palabras del contrario.
—Sabes cómo es Minnie-ah, Yoongi-sshi —resopló—. Me está poniendo esa carita de que todo esta bien, pero soy su mejor amigo y sé que no es así —refunfuño.
—Ese cachorro —suspiro el alfa sabiendo que su pareja siempre hacia eso—. ¿A qué lugar van ahora? —preguntó saliendo de su oficina.
—Vamos cerca de Wonju, es el último lugar que Minnie quería visitar —informó.
—¿Wonju? —repitió.
—Sí, ¿por qué? —preguntó curioso, observando como Jimin comenzaba a despedirse.
—Jimin nació en Busan, pero después del accidente automovilístico con sus padres, fue trasladado a un orfanato en Wonju —explicó.
—Ohh... ¿Crees que se está sintiendo mal por eso, Hyung? —preguntó preocupado.
—No lo sé, pero tomate un descanso con Minnie cuando lleguen, yo ya voy en camino y nos encontraremos ahí —prometió cortando la llamada.
—¿Era Kookie? —preguntó Jimin al llegar a su lado.
—Nop, Yoongi-sshi asegurándose de que sus dos bebés estuvieran bien —se burló.
El otro omega bufó colocando sus dos manos sobre su vientre.
—Estamos bien —refunfuño.
—No, no es así —negó Taehyung enderezándose y abriendo la puerta de su auto—. Tampoco eres bueno ocultando tu malestar, Jimin-sshi, además de ser un pésimo mentiroso, claro.
—Uhg, no es así, no es mi culpa de que ustedes me conozcan tan bien —gruñó con un tierno mohin, antes de subirse al auto.
Colocándose el cinturón de seguridad, observó a su amigo rodear el auto y subirse detrás del volante.
—No le dijiste a Yoonie que me estaba sintiendo mal, ¿o sí? —preguntó sacando su celular.
—Es mi deber —anunció—. Después iba a estar todo gruñón conmigo y Yoongi malhumorado con uno no es bonito —le recordó con un puchero.
—Mira, ahora está preocupado —suspiró mostrándole los mensajes en su teléfono.
—Bueno, sí no hubieras intentado ocultar que no te sientes bien, no tendría que haberte acusado con tu alfa —argumentó—. ¿Qué haces? —preguntó echándole una rápida miradita.
—Le estoy enviando las fotos que tomamos ahora y asegurándole de que me encuentro bien —respondió con su cabeza baja, sus labios entreabiertos formando un adorable piquito mientras se concentraba en su celular.
—Pero no lo estás, ¿por qué no mejor me dices que es lo te duele para conseguirte algo? —preguntó.
—Porque es solo un simple dolor de cabeza que ustedes están exagerando y Yoonie ni siquiera está aquí —refunfuño bloqueando su celular, volviendo a guardarlo.
—No pero ya viene en camino —le recordó—. ¿Por qué no me dijiste que el último lugar que escogiste está cerca del orfanato en el que viviste? —cuestionó.
—No lo creí tan importante —respondió observando a través de la ventana.
—Fue el lugar donde pasaste toda tu niñez hasta los 19 años. Donde te encontraste por primera vez con los señores Min y Jaebum te abandonó ¿y me dices que no es tan importante? —exclamó deteniéndose cuando el tráfico comenzó.
—No es como si hubiera sufrido terriblemente ahí, a pesar de que no me adoptaron, tuve lindos momentos con las personas que los cuidaron junto a Jaebum antes de que se fuera —suspiro bajando un poco el vidrio del auto, agradeciendo el viento un poco seco en un día parcialmente nublado.
—Uy sí, tu primer amor —recordó Taehyung con burla.
—Nunca olvidarás eso, ¿eh? —preguntó observándole divertido.
—Es como si me pudieras olvidar a Mario Hugo —se rió escandalosamente—. Kookie sigue celoso de eso —comentó divertido.
—Y nosotros realmente deberíamos de mantener nuestras bocas cerradas cuando bebemos, tú en especial, que eres peor que yo —acusó divertido.
—¿Yo? Pero si tú eres igual de hablador que yo —le recordó volviendo a conducir cuando el tráfico avanzó.
—Tal vez, pero a mí no se me escapan aquellos chismes que supuestamente son secretos y cabe destacar, que más que vergonzosos —argumento señalando la salida hacia Wonju.
—Ay por favor —resopló—. Cómo crees que nos enteramos de que Jae fue tu primer amor —le recordó.
—Hay una diferencia entre revelar mi primer amor, a exponer algo tan vergonzoso como lo es un juguete sexual y de paso lanzar al agua a tu mejor amigo con ello —indicó.
—¿Y qué tiene de malo? Todos en algún momento de su vida han de haber ocupado un juguete sexual como un dildo, en especial los omegas sin parejas —se encogió de hombros.
—Si, pero no le ponen nombres tan vergonzosos como Mario, y además le regalan otro a su amigo llamado Hugo —señalo divertido, de mejor humor.
—Eso es porque somos los mejores amigos que pueden existir —sonrió.
—Ya viste esa película otra vez —resopló tomando un profundo respiro cuando su estómago se agitó.
—¿Estás bien? —preguntó Taehyung percibiendo su cambio.
—Solo un poco mareado —respondió torciendo sus labios.
—Tomemos un descanso —anunció girando hacia la izquierda, tomando la salida que llevaba hacia un área de descanso para aquellos viajeros que conducían por largas horas.
—No, estoy bien, no es necesario desviarnos —negó el pelirrojo.
—No nos desviamos, estamos cerca de Wonju —respondió estacionándose—. Y para Yoongi hyung será más fácil venir a encontrarnos aquí mientras tú tomas un respiro —aseguró quitándose el cinturón de seguridad—. ¿Quieres tomar o comer algo?
—Tal vez comer algo liviano quite mis náuseas —pronunció bajándose del auto junto a su amigo.
—Preguntaré también sobre una habitación —decidió el peliazul omega comenzando a caminar hacia la residencia junto a su amigo.
Yoongi tomó la salida a la izquierda e inmediatamente observó el cartel del área de descanso del cual le había hablado Taehyung. Conduciendo un poco más, se encontró con la gran estructura y el auto del omega estacionado entre otros.
Tomando el sitio libre a su lado, el alfa estacionó el auto y se bajó.
Sacando su teléfono móvil, marcó el número de su pareja no queriendo utilizar el enlace mental que compartían si estaba con dolor de cabeza.
—Hola hyung —saludó Taehyung—. Minnie está tomando una pequeña siesta —explicó.
—¿Dónde están ustedes? —preguntó observando a su alrededor.
—Conseguí una habitación por dos horas, rodea la residencia por la izquierda, estoy afuera —explicó.
—Los veo enseguida —pronunció cortando la llamada.
Siguiendo las palabras del omega, Yoongi pronto reconoció la figura de Taehyung.
—¿Cómo está Minnie? —preguntó una vez llegó a su lado.
—Bien, nada de qué preocuparse —aseguró—. Comió algo y la dueña le dio un té de hierba que le ayudó con las náuseas, se quedó dormido hace poco —señalo la habitación detrás de ellos.
—¿Y te dijo algo? —preguntó.
—Le pregunté sobre el orfanato y Wonju, pero no me pareció especialmente afectado por ello, incluso me dijo que tenía bonitos recuerdos del lugar y la zona —explicó—. Tal vez quieran que pasen a visitar el orfanato —se encogió de hombros.
—¿No vendrás con nosotros?
Taehyung negó.
—La experiencia es mejor si ambos están solos revisando los lugares, además, mi conejito llamó diciéndome que me extrañaba —sonrió—. Sé que fue idea de Kookie, pero de igual forma caigo.
—¿Jimin sabe que ya te...? —observó en dirección a la habitación.
—¿Yoonie? —preguntó la dulce voz de su cachorro.
—Sí lo sabe, estaba conmigo cuando recibí la llamada de chantaje —rio—. Ve con él, Yoongi-ah, yo me iré ahora y la habitación todavía le queda algo de tiempo, pueden alquilarla por más si Minnie no se sigue sintiendo bien —comentó golpeando su hombro.
—Gracias, avísanos cuando llegues —pidió dirigiéndose a la habitación en la que descansaba su pareja.
—Sabía que había escuchado tu voz —sonrió el omega recostado desde la cama—. Y los cascabeles fueron una gran señal al despertar.
—¿Cómo te sientes, cariño? —preguntó tomando asiento a su lado.
—Estoy mejor, dormir un poco más el té de la dueña ayudó —prometió—. ¿Qué hora es?
—Son las tres de la tarde, Taehyung dijo que aún podemos quedarnos por un poco más en la habitación.
—Entonces ven aquí un poquito conmigo —pronunció haciéndole un lado a su pareja en la cama.
Dudando solo un segundo, Yoongi se quitó la chaqueta, los lentes y la corbata para mayor comodidad antes de acostarse al lado de su pareja, quien se acomodó de lado y recargo su cabeza en el hombro de su alfa, con uno de sus brazos rodeándolo.
—¿Estás cómodo así? —preguntó el mayor proporcionándole caricias en la nuca.
—Sí —dijo con un suspiro—. Cariño...
—¿Qué sucede cachorro? —preguntó cuando solo se quedó en silencio.
—¿Crees que podamos pasar al orfanato donde crecí? —preguntó—. Me encantaría visitar a las personas que me cuidaron y... Me gustaría preguntar si saben algo respecto a mis verdaderos padres... Sobre algún familiar —explicó.
—Claro que podemos, amor —aceptó su alfa besando su frente—. Pero tendría que ser después de que pasaremos a ver el lugar para nuestra boda.
—Perfecto —sonrió el omega, acurrucándose más cerca de su pareja—. ¿Te gustaron las fotos que te envié de los otros lugares? —preguntó.
—El primero era bonito, pero muy... Elegante y estaba dentro de un edificio, tú querías que fuera al aire libre como el segundo —recordó.
—Sí, pero, así como es el tiempo en octubre no sabemos si el día que nos casemos estará lloviendo o no —le recordó.
—Bueno... —pronunció el mayor sacando su celular.
—¿Qué haces? —preguntó curioso.
—Busco en internet el tiempo en octubre —respondió.
—No creo que te dé resultados exactos, Yoonie —rió bajito.
—Tal vez, pero me los puede dar bastante cerca —respondió—. Mira, dice que llueve más en otras zonas como Busan, Daegu pero no tanto en Seúl —sonrió.
—Dice que si llueve.
—Pero no tanto como en otros lados —desestimó—. Estaremos bien, las estadísticas no mienten y tampoco Google.
—Gran argumento, Yoongi-ah —se burló el menor.
—Lo sé, soy un gran empresario después de todo —sonrió divertido, escuchando las dulces carcajadas de su pareja.
Yoongi observaba la expresión de su omega mientras el encargado les mostraba el extenso lugar privado especialmente cuidado para los eventos como graduaciones, fiestas de empresas y por supuesto, bodas.
El lugar contaba con una casa que con dos pisos, el primero se encontraba una gran cocina para que se prepararan los banquetes junto a una pequeña sala de estar y dos baños, uno para los empleados y los otros dos para los invitados.
En el segundo piso, se encontraban dos extensas habitaciones con baño propio para los novios y por supuesto, dos más pequeñas para invitados y un baño compartido.
No muy lejos de la casa, pero dejando un gran espacio cómodo, había un extenso terreno plano lleno de verde césped vivo rodeado de arbustos altos que daban la apariencia de paredes que protegían la propiedad.
—Aquí usualmente es donde preparamos el camino al altar —indicó la mujer mayor, entregándole una foto a la pareja—. Colocamos una alfombra blanca o roja, al gusto del cliente y preparamos una pequeña tarima aquí en el centro donde estará la pareja y la persona que les casará —explicó—. Por ambos costados colocamos sillas para los invitados —señalo a cada lado de la alfombra—, y en casos de un día soleado colocamos un techo formado por telas, al igual que en la foto.
—¿Esta es la única decoración que tiene? —preguntó Yoongi.
—Generalmente sí, esta es la principal, pero siempre escuchamos a la pareja por sí quiere cambiar el color o desea un conjunto de flores específicas, lo que es decoración nosotros nos encargamos —aseguró—. Y por aquí —dijo comenzando a caminar hacia el lado contrario—. Aquí armamos la mesa de la cena, banquete y por supuesto, la pista de baile —indicó entregándole una foto.
—¿En realidad es así? —preguntó Jimin sorprendido.
—Sí, señor Min —sonrió la mujer—. La pista de baile estará en el centro armada por nosotros mismos y las mesas estarán por alrededor. Generalmente colocamos esas luces colgando como decoración junto a los arreglos florales, pero si usted tiene alguna otra opinión, nosotros escuchamos —aseguró.
—Nosotros nos estaríamos casando en octubre, ya sabe cómo es el clima en ese mes —pronunció el alfa.
—Por supuesto —sonrió la beta—. Para esos casos, tenemos preparada una gran carpa, toldos y lo que ustedes necesiten.
—¿Y para estacionar los autos? —preguntó Jimin.
—Se les concede un lugar dentro de la propiedad para que no ocurra ningún problema —aseguró.
La pareja se observó y la mujer tomó la indirecta.
—Les dejaré un momento para que hablen —anunció alejándose.
—¿Qué te parece? —preguntó Yoongi sabiendo la respuesta.
—Me encanta —suspiro viendo a su alrededor—. Tienen todo lo que había soñado y las decoraciones son bonitas, no creo que tenga que cambiar nada.
—Y lo más importante, cubre todas nuestras bases y saben qué hacer en caso de algo inesperado como la lluvia —comentó Yoongi.
—Sí, pero casi tengo miedo de preguntar cuánto van a cobrar —resopló—. Mira este lugar Hyung, es enorme, y ellos mismos están corriendo con los arreglos y decoración.
—Lo cual es un trabajo menos, ¿no?
—Yoongi...
—Tranquilo —beso su frente—. Seguro podemos pagarlo, pero hablaremos y trataremos de llegar a un precio justo para ambos.
—Bueno, porque no quiero que gastes tanto en la boda cuando también estás buscando una casa para nosotros —suspiro abrazándolo.
—¿Y cómo es que sabes eso, cachorro? —preguntó divertido.
—Te escuché hablando por teléfono el otro día con Jaebum, pidiéndole que busque casas para nosotros —confesó solo un poco avergonzado—. Las casas son caras y no me gusta la idea de que estás pagando más dinero que yo.
—Bueno, papá y mamá dijeron que podían ayudarme a costear nuestra boda para que yo viera la casa —confesó—. Y las casas son costosas dependiendo del tamaño y del lugar —argumentó.
—Entonces yo no quiero una tan grande —anunció rápidamente—. Pequeña y hogareña también es cool.
—Ya veremos nuestras opciones cariño, por ahora concentrémonos en arreglar lo principal de nuestra boda —anunció a lo que Jimin aceptó—. Venga, vamos a hablar con la señora para reservar este lugar y así podamos ir a dar una vuelta al orfanato antes de que sea demasiado tarde.
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