🌸•Capítulo 46•🌸


Sentado en la cama con su espalda recargándose en el cabecero de esta, Yoongi contemplaba con una sonrisa en su rostro a su hermosa pareja sentada a su lado y frente a él, alimentándolo.

Las sábanas estaban arremolinadas de forma desordenada a los pies de la cama, una bandeja con el desayuno estaba sobre el regazo del alfa, y Jimin, con la camiseta de Yoongi y su largo cabello desordenado, reía alegremente entre comida.

La felicidad de esta pareja era simplemente adorable y contagiosa.

—¿Cuándo nos vamos a casar? —preguntó finalmente el pelirrojo omega, observándole ansioso.

Dejando la taza de café vacía sobre la bandeja, Yoongi la retiró de su regazo y la acomodó en la mesita de noche al costado de su cama.

—Ven aquí —pronunció palmeando sus piernas cubiertas con el pantalón de pijama.

Sin esperar un segundo, el menor fue a su lado, sentándose a horcajadas sobre su regazo apoyó sus manos en los desnudos pectorales de su alfa.

—¿Cuándo te quieres casar tú? —preguntó acariciando los desnudos muslos perfectos que descansaban a su costado, moviendo sus manos de arriba abajo por la suave piel.

—¿Yo? —preguntó alzando sus cejas.

—Cachorro, si fuera por mí nos casaríamos hoy mismo, pero al igual que Jin, te mereces algo mejor que eso —explicó.

—Dios, no sé cómo siempre puedes decir las palabras perfectas —se quejó alegre, besando los labios de su pareja antes de esconderse en su cuello, apoyando su cabeza en su hombro.

—Solo funciona contigo —rió bajo, rodeándolo con sus brazos en un suelto abrazo.

—¿Nos podemos casar antes de que nazca nuestro bebé? —habló luego de unos minutos pensándolo—. A pesar de lo que decía Jinnie, él se veía realmente bien en su traje con su vientre.

—¿Estás seguro? —preguntó Yoongi—. No me importaría esperar luego de que nazca nuestro bebé. Y los chicos en realidad tuvieron un año para planear todo antes de descubrir que SeokJin estaba en cinta —le recordó.

—Está bien, creo que ya has esperado el tiempo suficiente —pronunció besando su cuello.

—Puedo esperar un poco más —aseguró.

—Perdón, me expresé mal, ya hemos esperado el tiempo suficiente —corrigió y el alfa sonrió besando su rojiza cabellera—. Además, yo no quiero algo tan grande ni extravagante como SeokJin, solo algo pequeño con mis amigos, mi familia —explicó.

—Me agrada la idea de casarnos pronto, pero no quiero que te presiones tanto con la planeación. Los dos trabajamos y además, también tienes tus clases de danza con Momo —le recordó.

Saliendo de su escondite, Jimin apresó con sus dos manos el rostro de su alfa.

—Las clases de Momo ya no son tan entretenidas como antes, al chico que ocupará mi papel ya le he enseñado todo y Noona en realidad no me deja bailar tanto ahora que estoy en cinta —explicó—. Es más, me tiene más como su ayudante para vigilar a los otros estudiantes —refunfuño frunciendo sus labios—. Es un poco aburrido, pero tampoco puede evitar su instinto como un alfa y cuidarme.

—¿Entonces dejarás de bailar con Momo? —cuestionó alzando una ceja.

—Yo no dije eso —sonrió—. Sí, es un poco aburrido no poder bailar como antes, pero sigo disfrutando el ayudar a otros a mejorar su baile, además, es perfecto para distraerme mientras tú sigues trabajando.

—¿Y cómo cuándo quieres casarte entonces? —preguntó sonriente.

—Antes de los ocho meses —anunció—. O tal vez un poquito después o antes, no importa mientras sea antes de que el bebé esté con nosotros porque entonces no tendremos más tiempo que para él o ella —explicó.

—De acuerdo, pero en el momento que vea que te estás estresando mucho, contrataré a alguien para que planee nuestra boda —anunció—. Aunque...

—No —rió Jimin sabiendo perfectamente lo que iba a decir su alfa—. Yo quiero planear nuestra propia boda, estoy seguro de que Jin y TaeTae estarían más que felices de ayudarme también si se los pido —aseguró.

—Bien, pero repito, si es mucho contrataré a alguien para que lo haga —advirtió.

—Lo suficientemente justo —asintió alegre, uniendo sus labios en un beso que se prolongó—. ¿Cuándo se lo diremos a los demás? —preguntó sobre sus labios, ansioso por compartir la noticia con sus amigos.

—Hum, por qué no empezamos por nuestros padres —propuso.

—Me parece una gran idea —sonrió—. Pero ¿podemos pasar a visitar la tumba de mis verdaderos papás también?

—Cariño, cuando dije nuestros padres también me refería a ellos —pronunció con cariño.

—Gracias —musito volviendo a besarle castamente antes de bajar para apoyar su cabeza en el hombro de su pareja otra vez.

—Cachorro... —pronunció comenzando a pasar sus manos por la espalda del menor—. Madre no te ha vuelto a molestar, ¿o sí? —preguntó con seriedad.

—Cariño... Sabes que ya no es necesario que me preguntes eso —le recordó—. El problema que tuve con tu madre fue doloroso en ese tiempo, pero todos sabemos que ella no estaba bien, ya han pasado cuatro años desde la última vez que me trató como Hyuna.

—Solo pregunto para asegurarme —musito—. Sé que vas a visitarlos de vez en cuando, y aunque el médico de mi madre aseguró que ya estaba bien, a veces temo que tenga una recaída otra vez.

—Hace tiempo que perdoné a todos —dijo con un suspiro—. Tu madre ha recorrido un largo camino junto a tu padre para volver a ser feliz y aceptar la pérdida de su única hija, tu papá también aprendió la lección luego de aquella vez —le recordó—. Sí, en un principio fue extraño volver a tratar con los dos, más con tu madre insistiendo en que volviera a llamarle mamá, pero... Ahora los dos aceptaron que no me siento cómodo llamándolos así y están felices cuando les llamo tía Hyekyo o tío Joongki, y ellos me siguen tratando como si fuera parte de su familia sin importar nada.

Y en realidad... Sí era así.

En un principio Jimin sí se había sentido un poco incómodo visitando a Hyekyo luego de que esta volviera a la casa, pero con el tiempo había logrado ver desde diferentes puntos de vista aquella situación que tanto daño le hizo, había visto de primera mano cómo la omega se esforzaba por seguir adelante.

Y aunque estuvo feliz por ella cuando mejoró considerablemente, no pudo aceptar volver a llamarle mamá. No lo sentía correcto, pero estaba bien. Gracias a su alfa, ya no se sentía solo, no tenía esa necesidad de tener una familia para sentirse querido.

Él ya era amado y no sólo por su pareja, si no es que también por sus amigos.

—Bueno, eres mi pareja, mi omega, mi destinado, padre de mi cachorro y mi prometido, obviamente te tratarán como parte de la familia —bromeó y el pelirrojo rió restregando su nariz en el cuello de su alfa—. Una vez adentro, siempre serás parte de la familia Min, más ahora que estás en espera —dijo con cariño.

—Todos son mi familia —aseguró sintiendo a su lobo removerse estando de acuerdo con él.

—Bueno, y ahora tenemos que ir a darle la noticia a todo el mundo —anuncio bajando sus manos para golpear suavemente sus muslos.

—Quedémonos así un ratito más —pidió acurrucándose más en su alfa.

—¿Estás bien, cachorro? —preguntó Yoongi luego de estacionar el auto.

Abriendo sus ojos, Jimin observó a su alrededor antes de observar a su pareja y asentir lentamente.

—Estoy bien, quita esa arruga de preocupación de tu frente —pronunció con una pequeña sonrisa—. Solo me sentí un poco mareado, tal vez porque el viaje fue largo —se encogió de hombros—. Pensé que no iba a presentar todos los síntomas de embarazo, pero parece que pensé mal —hizo un puchero.

—Si te hace sentir mejor, tal parece que los dos vamos a sufrir con ello según la doctora Kim —le recordó alzando su mano para acariciar aquel abultado puchero con su pulgar.

—Una parte de mí sigue encontrando gracioso que tal vez sufras conmigo estos síntomas mientras que la otra se siente culpable —confeso con una pequeña risita—. Es un poco tonto, ¿no?

—Nah, desde un principio nosotros siempre hemos sido especiales estando juntos, nuestro amor nos une de todas las maneras posibles —respondió.

—Realmente te has vuelto muy cursi, Hyung, pero eres mi chico cursi —rió Jimin.

—Y tú eres mi cachorro —sonrió apretando la abultada mejilla entre sus dedos antes de alejar su mano—. Venga, vamos a visitar a tus padres —indicó quitándose el cinturón de seguridad.

Imitando a su alfa, Jimin se bajó del automóvil y tomó su mano una vez estuvo a su lado.

—¿Quieres comprarle algunas flores? —preguntó Yoongi observando los vendedores afuera de la gran estructura.

Asintiendo, ambos se acercaron y compraron un pequeño ramo de flores con colores vibrantes y vivos antes de internarse en el cementerio.

Cuando llegaron a la sala donde estaban las urnas de sus padres, el pelirrojo omega observó con curiosidad un pequeño ramo de flores frente a la imagen de sus padres.

—Pensé que quitaban las flores una vez se secaban —musito confundido el omega.

—Creo que solo ha estado aquí un par de días como mucho —informó el mayor, tocando el ramo.

—Pero si no hemos venido desde el mes pasado —le recordó frunciendo el ceño.

Observando a su alrededor, Yoongi encontró a un trabajador.

—Vuelvo enseguida —anuncio alejándose.

Dejando de seguir con la vista a su pareja, Jimin observó la imagen de sus padres con cariño mientras dejaba su ramo de flores al lado del otro.

—Hola mamá, papá, volví como lo prometí —pronunció y se apoyó en el cuerpo de su alfa cuando este volvió a su lado.

—Según el encargado, algunas veces los visitantes de otras familias que yacen aquí dejan flores a otros —explicó.

—Son buenas personas —suspiro el omega, contemplando la imagen junto a su alfa.

Pronto, Jimin comenzó a hablar, contándole a sus padres sobre todo los cambios y disculpándose por no haber ido a visitarles antes.

Les contó sobre cómo le iba en su trabajo, sobre su embarazado, su viaje a Japón y finalmente como Yoongi le había propuesto matrimonio.

El alfa no se quedó atrás, y habló con ellos comentándole sobre su vida junto a Jimin, agradeciendo por haberle traído a su vida y por su puesto, presentando sus respetos mientras pedía la mano de su omega, dejando sin palabras al menor.

—No era necesario que hicieras eso —murmuro Jimin mientras se retiraban.

—Claro que era necesario, son tus padres —respondió Yoongi, rodeando con su brazo la cintura de su pareja—. Quiero hacer todo bien, cariño.

—Pues, vas por buen camino —suspiro con una sonrisa, apoyando su cabeza en el hombro de su alfa—. Ahora, es mi turno de hacerlo bien y de pedirle tu mano a tus padres —bromeó.

Yoongi rió besando su cabellera.

—Lo que quieras, cachorro —aceptó revisando su teléfono celular—. Y tal parece que incluso podrás hacerlo con todos presentes.

—¿Ya llegaron los chicos a la casa de tus padres? —preguntó con una gran sonrisa.

—Sí, nos están esperando a nosotros solamente —anunció guardando nuevamente su celular.

—Entonces podré presumir cómo me pediste matrimonio a la vez que pido tu mano, cool.

—Lo que te haga feliz —respondió Yoongi negando con una sonrisa en sus labios.

—Tú me haces feliz —le observó.

—Y tú a mí —contestó el alfa, picoteando sus labios en un dulce beso casto.


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