🌸•Capítulo 43•🌸


Jinnie hyung

Minnie

15: 30

¿Dónde estás ahorita? ¿Podemos vernos?

15: 31

Hola hyung

15: 31

¿Puede ser después? ¿Cómo en una hora más?

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Ahora estamos esperando que la doctora nos atienda

15: 32

Claro, avísame cuando estés desocupado

15: 32

Yo te aviso (•ө•)

15: 33


—Esa es una carita nueva —observó Yoongi.

—Taehyung descargó una app que tenía muchas caritas y yo también la quise —respondió bloqueando su teléfono, guardándolo en el bolsillo de su pantalón.

—¿Qué querrá SeokJin? —preguntó curioso el mayor.

—Tal vez quiera hablar de lo que le molesta finalmente, o pedirnos que cuidemos de Sana, si no recuerdo mal creo que ya esta semana o la otra viene la pequeña —recordó.

—Probablemente sea lo primero, creí haber escuchado de Nam decir que le pediría a nuestros padres que la cuiden —expresó.

Asintiendo algo distraído, Jimin observó a su alrededor y contempló con ternura los dibujitos infantiles decorando las paredes, anunciando ser el área de cuidados de omegas en estado y cachorros recién nacidos.

Sonriendo, colocó su mano sobre su vientre, sintiendo la pequeña y tierna curvatura en este.

La primera vez que Jimin se había percatado de la ligera curvatura, había chillado felizmente junto a su lobo omega y no había podido resistirse a tomarse una foto de perfil con la cámara instantánea.

En cuando estuvo lista, la pegó en su diario y escribió un poco en este, describiendo sus sentimientos de esos momentos al descubrir como su bebé se comenzaba a mostrar.

Sonriendo, Yoongi colocó su mano sobre la de su pareja y le observó con amor.

—Min Jimin —anunció una enfermera, logrando que ambos se levantaran con sincronía—. La docta Kim les espera —informó.

Agradeciendo, ambos fueron hacia la puerta con el nombre de la doctora y golpearon antes de entrar.

—Hola Jimin, Yoongi, me alegra verlos —saludo sonriente Kim Yong-sun.

La pareja saludó y tomaron asiento frente a la mujer que se había vuelto una amiga para ellos y su grupo de amigos.

—Muy bien Jimin, dime cómo te has sentido y si has experimentado algún malestar o un cambio —pidió.

—Bueno, me he sentido bastante bien en realidad —respondió—. He tenido algunos mareos y un poco de náuseas en las tardes, pero eso es todo.

—¿Sientes náuseas todas las tardes? —cuestionó mientras anotaba algo.

—No, solo de vez en cuando y no muy seguido. Puedo estar sentado viendo una película, preparando la cena o revisando trabajo —explicó.

—De acuerdo —asintió—. ¿Y vómito?

—Nop —respondió y sonrió divertido—. De hecho, es Yoongi quién ha vomitado últimamente más que yo. Hace no mucho se enfermó de gastritis así que, asumimos que podría ser por eso —explicó robándole una pequeña mirada traviesa a su alfa.

—De hecho, hay algunos casos en el que es el otro padre quién sufre de los síntomas del embarazo —reveló la doctora.

—¿En serio? —preguntó la pareja en sincronía, con sorpresa.

—Sí —asintió con una pequeña sonrisa—. Es algo bastante común aunque no lo crean, en especial en los padres primerizos. En algunos casos, no es el padre gestante quién sufre todos los síntomas, sino que su pareja, en otras se presentan en los dos y unos pocos los comparten de forma dividida. Por ejemplo, uno tiene vómitos y antojos, mientras que el otro padre tiene náuseas y mareos —explicó.

—¿Y ese podría ser nuestro caso? —preguntó Yoongi.

—Es el tiempo que lo dirá, Jimin acaba de cumplir dos meses y podría presentar los síntomas más adelante. Perfectamente podría ser que te has enfermado de nuevo también —contestó—. En la consulta anterior, mencionaron algo acerca de bailar —recordó—. ¿Cómo vas con eso? —preguntó observando al omega.

—Había muchos saltos y giros en la coreografía que estaba practicando, me mareaba con ello y temí que podría lastimarme al caerme y lo dejé —explicó—. Sigo bailando, pero más suave y menos exigente.

—Si ya no puedes bailar más adelante, hay clases de yoga para padres. Son ejercicios básicos que te ayudan en tu embarazo y son en conjunto a tu pareja —informó.

—Lo tomaremos en cuenta —anuncio Yoongi, sería una buena forma de distraer a su omega cuando ya no pudiera bailar más.

Conocía a Jimin y sabía que su cachorro se sentiría no solo aburrido por ello, sino que triste también.

—Muy bien, entonces... Por favor Jimin, ve a la camilla para poder apreciar a ese pequeño o pequeña —pidió levantándose.

Asintiendo, el pelirrojo omega se levantó y fue hacia la camilla, recostándose en esta y alzando su camiseta para revelar su vientre.

Al observar la pequeña curvatura, Yoongi sonrió lleno de ternura y apenas se contuvo de colocar su mano directamente sobre esta, cubriéndola.

—Puedes esparcir el gel si gustas —invitó la doctora Kim y el alfa aceptó gustoso.

Para cuando todo estuvo listo, ambos padres observaban atentos la pantalla en la cual la doctora les señalaba a su bebé, dándoles detalles respecto a este.

Al terminar, la pareja seguía teniendo ese brillo en sus ojos llenos de amor por haber visto a su bebé y que este estuviera bien.

—Aquí están las fotos de la ecografía —anuncio entregándole las imágenes a la pareja—. Espero verte el próximo mes, Jimin.

—Adiós doctora Kim, gracias por todo —se despidió la pareja, saliendo de la habitación.

Mientras caminaban por los pasillos de la clínica, el alfa mantenía su brazo alrededor de la cintura de su omega, cuidándolo mientras este caminaba distraídamente, observando con cariño la foto de su cachorrito, su bebé.

—Míralo Yoonie, solo es una pequeña cosita —exclamó encantado.

—Sí, amor —sonrió el mayor—. Una pequeña cosita dulce como su padre.

—Hey, no te burles de mí y mi altura —se quejó observándolo, inclinando ligeramente su cabeza hacia atrás para ello.

—Nunca lo haría —rió el alfa—. Pero si es una pequeña cosita.

—Voy a llamarle chispita hasta que podamos escoger un nombre —decidió.

—Nuestra chispita de felicidad —comentó Yoongi.

—Sí —sonrió el omega, colocando su mano sobre su pequeño vientre—. Nuestra chispita de felicidad.

—¿Quieres que te lleva a casa? —preguntó mientras se dirigían al estacionamiento.

—Mejor a la casa de SeokJin, él quería hablar conmigo de todas formas —recordó—. ¿Puedes pasar a buscarme allá cuando termines en el trabajo? No creo que sea una conversación corta.

—Bien, pero asegúrate de comer si te da hambre —dijo abriéndole la puerta del auto una vez llegaron a este.

—Almorzamos antes de venir, Yoonie, no tengo hambre —rió bajito—. Tu asegúrate de no discutir mucho con Akanishi y no dejar que Yudai se te acerque tanto, ya vimos lo que causa cuando siento el aroma de otro omega en ti —le recordó antes de subirse.

—Es un recuerdo que nunca olvidaré, mi posesivo cachorro —sonrió cerrando la puerta con una gran sonrisa.

Sonrojándose, el pelirrojo tomó la liga que rodeaba su muñeca y se amarró el pelo, quitándolo de su rostro.

—Ya no recuerdes eso —se quejó cuando su pareja se subió a su lado—. No nos vamos a ver hasta en la tarde y entonces será en la casa de nuestros amigos —le recordó mordiendo su labio inferior.

—Es imposible no pensar en tan bello momento —comentó, y su sonrisa solo creció—. Pero siempre podemos de tener algo de diversión esta noche —le guiñó un ojo y Jimin solo bufó divertido.

Sentando en unas de las sillas reclinables que Jin tenía en su jardín trasero, Jimin observaba al mayor verter algo de zumo natural en un vaso con hielo y dárselo.

Agradeciendo, el pelirrojo lo recibió gustoso y tomó un largo sorbo que refrescó su garganta.

—¿No has pensado en comprarte una piscina, Hyung? —preguntó Taehyung sentado en la otra silla frente a ellos dos, mirando a su hijo jugar con el regador de césped que el mayor había encendido para él.

—Sana está tratando de convencerme, le dije que era o su gatita o la piscina —respondió—. Escogió el gato, así que con Namjoon estamos buscando una con las características que pidió.

—¿Gris con ojos verdes? —recordó el pelirrojo alzando una ceja.

—Sí —resopló entregándole dos vasos a Taehyung—. Al menos tenemos la piscina de los padres de Namjoon, hemos estado yendo más últimamente, a veces Sana incluso va sola, lo cual obviamente tiene a sus abuelos muy felices ante la compañía.

—¡Conejito! ¡Ven a tomar zumo! —gritó el omega de cabello azul.

Dejando de jugar con el agua, el pequeño niño corrió al lado de su padre y aceptó el vaso con sus dos manitas.

—Gracias papi —pronunció antes de volver al agua a jugar con las mascotas de Jimin, por las cuales había decidido ir a buscar con su alfa antes de ir a la casa de su amigo.

—Le trajiste un cambio de ropa, ¿no? —preguntó SeokJin.

—Nah, le envié un mensaje a Kookie para que nos trajera una cuando viniera por nosotros. Como hace calor hasta tarde, no creo que enferme por ello —comentó.

—Bueno, ¿de qué deseabas hablar con nosotros? —preguntó Jimin, observando al mayor.

—Yo... Tuve una conversación con Sana cuando fuimos a la casa de mi tío —comenzó—. Una... Que me dejó las cosas mucho más claras —expresó.

Ambos omegas menores se observaron antes de mirar nuevamente a SeokJin.

—¿Qué ocurrió? —preguntaron los dos en sincronía que le sacó una pequeña sonrisa a Jin.

—No es que Sana tenga un amigo imaginario, ella se estuvo encontrando con alguien durante los recesos de la escuela y a la salida mientras nos esperaba —reveló finalmente—. Sana estuvo hablando con Lee JaeHwan.

—¿Y ese quién es? —preguntó confundido Jimin.

—Su verdadero papá —respondió no muy feliz—. El imbécil que me dejó y no quiso hacerse cargo de ella —explicó.

Taehyung se ahogó con su zumo y tosió sintiendo el ardor en su garganta y nariz.

—Dios hombre, cómo sueltas una noticia así como si nada mientras tomo juguito —exclamó el peliazul una vez pudo respirar normal.

—¿Papi?

—Estoy bien conejito, sigue jugando —prometió.

—¿Cómo estás tan seguro de eso, Hyung? —preguntó Jimin con seriedad.

—No lo quise creer al principio, me negué a ello, pero la duda siguió ahí más mi presentimiento y finalmente se lo conté a Namjoon —suspiró—. Joonie no esperó ni un segundo, de inmediato llamó a la escuela de Sana y preguntó al respecto, cuando ellos se negaron fue directamente y exigió ver las grabaciones —con enojo, hizo puño una de sus manos—. En los videos se ve perfectamente como un hombre mayor hablaba con Sana en el jardín de los recesos, incluso como se acercaba a ella a la salida y hablaba tranquilamente con mi niña hasta que uno de nosotros llegaba por ella.

—¿No se supone que hay profesores o guardias, personas encargadas de vigilar que ningún extraño se acerque a los niños? —preguntó Taehyung con el ceño fruncido.

—Al parecer no en esta escuela —resopló—. Se excusaron diciendo que el hombre en realidad estaba fuera de la propiedad cuando hablaba con Sana en los recesos y que Sana ya estaba fuera del establecimiento cuando él se acercaba, que debía de quedarse dentro para que ellos pudieran verla —repitió indignado.

—Pero que mierda es esa —exclamó Jimin con el ceño fruncido—. Todos los establecimientos escolares tienen un reglamento donde ninguna persona no autorizada puede llevarse y hablar con los niños, en el jardín que trabajo es así al menos.

—Ellos solo estaban buscando una excusa pobre ante su descuido, con Namjoon ya hemos visto otras escuelas más cercanas y enviamos solicitud. Esta mañana nos ha contestado una, avisándonos que nos aceptaban, solo tenemos que presentar unos papeles y retirar formalmente a Sana del otro establecimiento —dijo tomando un sorbo de su zumo.

—Así que, ¿en realidad es este idiota quién ha estado metiéndole esas absurdas ideas en la cabeza luego de que esa niña se fuera? —preguntó Taehyung igual de indignado que los otros dos.

—Sí. No sé que es lo que trama con esto, pero se va a meter en el infierno si sigue entrometiéndose en la vida de mi hija así, él no tiene ningún derecho —exclamó indignado.

—¿Le dijiste a Sana que no podía hablar más con ese tal JaeHwan? —preguntó Jimin.

—Le expliqué la situación al psicólogo antes de hacer cualquier cosa, y luego de escuchar sus consejos hemos hablado con Sana. Al principio se enojó porque pensó que intentábamos alejarla de su nuevo amigo, pero luego de que hablara con el psicólogo se calmó —explicó.

—Sana es una chica inteligente, debió de darse cuenta de que algo estaba mal —pronunció Taehyung.

—Ella lo sabía —asintió—. Nos explicó como este imbécil se fue acercando a ella hasta que finalmente se aprovechó de lo que estaba haciendo esa mocosa de meterle miedo, revelándole que él era su verdadero papá y que se la iba a llevar cuando la dejáramos de querer ante la llegada de su hermanita.

—Dime que ya lo golpeaste —pidió Taehyung—. Dime que Kookie puede ir a sacarle hasta el espíritu.

—¿Qué clase de persona aparece de la nada y anuncia algo como eso? ¿Quién se cree que es? —exclamó Jimin igual de enojado que los otros dos.

—Namjoon va a ir a la escuela por Sana hoy por unos documentos y para retirarla de ahí, sé que Nam no es un hombre que va directamente a los golpes, pero como deseo que le parta el rostro a ese imbécil —gruñó SeokJin.

—¿Vas a ir con él? —preguntó Tae.

—Nam no quiere, teme que me altere y sabemos que eso no es bueno para la bebé siendo que falta tan poco —refunfuño acariciando su gran vientre.

—Bueno, en eso tiene razón —asintió Jimin—. Pero algo me dice que de todas formas terminarás hablando con ese idiota.

—Pienso lo mismo —asintió—. En especial cuando ya no pueda verla más en la escuela, tal vez la busque de nuevo.

—Vas a tener que sentarte con ella y hablar bien de todo esto —expresó Jimin.

—Lo sé, pero primero quiero alejarla de ese imbécil —refunfuño.

—¿Y qué vas a hacer si Sana quiere seguir viéndolo? Aunque no te guste, siguiendo su padre —indicó Tae.

—Lo averiguaré en ese momento, primero hay otras cosas que debemos de hacer —pronunció luego de pensarlo, no muy feliz con la idea.

—Creo que hablaré en el jardín sobre una clase especial para los niños sobre irse a hablar con extraños —comentó el pelirrojo, cambiando ligeramente de tema.

—Eso estaría bien, nunca están de más esas clases —apoyó Jin.

Taehyung asintió y luego observó a su hijo.

—Beom-gyu, ven aquí conejito —llamó.

Dejando de saltar alrededor del agua, el infante corrió al lado de su padre y le sonrió con sus pequeños dientes de conejito.

—¿Qué papi? —preguntó.

—¿Qué harías si un hombre extraño te habla? —preguntó con seriedad.

—Correr con papi o papá —respondió animado.

—¿Y si ellos no están cerca? —preguntó el omega mayor con una pequeña sonrisa ante el tierno chico.

—Correr con tío Minnie, o Gigi, o Namie, o Jinnie o Hobi —exclamó alegre.

—Así es mi bebé —sonrió Taehyung.

—¿Y si un extraño te regala muchos dulces si vas con él? —preguntó Jimin.

—¡Me voy con él! —rió aplaudiendo.

Taehyung dejó de sonreír—. No Beom-gyu, no puedes ir con él aun si te ofrece dulce.

—Pero son dulces —pronunció observándolo confundido.

—Repite conmigo bebé, no ir con extraño aun si me dan dulces —pidió el padre.

—No ir con estaños aun si me dan dulces —repitió con seriedad.

—¿Y si un extraño te ofrece mucha comida si vas con él? —preguntó esta vez SeokJin.

—¡Voy con él! —sonrió.

Jimin rió sin poder evitarlo.

—Por favor, has esa clase —rogó Taehyung permitiendo que su hijo volviera a jugar.

—Hablaré en la escuela —prometió sonriendo.



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