🌸•Capítulo 42•🌸
—¡Hyung! Aquí, Yoongi-ah —exclamó Taehyung llamando la atención del alfa, agitando su brazo.
Al verlo, Yoongi sonrió y negó con su cabeza, divertido. Desde que había cruzado la puerta de la cafetería que se percató del omega, era imposible no hacerlo con la colorina cabellera azul del menor, quién ya se había quedado con ese tono de cabello de forma definitiva.
Acercándose a su amigo, el alfa tomó asiento frente a él.
—¿Una cafetería? —preguntó alzando una ceja, recibiendo agradecido el café helado que le entregaba el omega.
—Noche de inspiración, esta mañana apenas y pude levantarme —arrugó su nariz—. En realidad, no lo hice, Kookie se levantó y vio de nuestro conejito, llevándolo con Minnie.
Yoongi asintió, como si comprendiera aquello cuando en realidad no.
—Entonces... ¿Pudiste averiguar lo que te pedí? —preguntó ansioso.
Taehyung sonrió tomando un sorbo de su café helado—. ¿Por quién me tomas, Yoongi-sshi? Por supuesto que averigüé lo que querías.
—Tú, mocoso —sonrió—. La arrogancia de Jungkook se te está pegando.
El omega rió divertido mientras dejaba una revista sobre la mesa.
—Aunque sinceramente no sé por qué querías que averiguara al respecto, Hyung. Puedo ser su mejor amigo, pero tú eres su pareja, su alfa, conoces mejor que nadie los gustos de Minnie —comentó.
—Gracias, pero a veces lo que yo quiero es distinto a lo él desea y todo tiene que ser perfecto —explicó—. Será algo que estará usando todos los días, por el resto de su vida después de todo.
Suspirando, Taehyung apoyó su codo encima de la mesa y luego recargó su rostro sobre su mano.
—¿Por qué Kookie no puede ser tan atento como tú, Hyung? —hizo un puchero.
—¿Porque Jungkook es un idiota? —alzó una ceja.
Ambos rieron.
—Entonces, Minnie miró los siguientes anillos —anunció abriendo la revista.
—¿No sospechó nada? —preguntó observando las imágenes de anillos que señalaba el contrario.
—Uh-uh —negó—. Comenzamos a hablar normalmente, y mencioné el anillo de Jin, le pregunté cómo le gustaría uno y nos entusiasmamos hablando del tema, comprando incluso la revista, ya que sabes que los anillos son como una especie de debilidad de Jiminnie.
—Lo sé —sonrió—. ¿Y cómo te describió su anillo perfecto? —preguntó observándolo con atención.
—Algo simple, nada extravagante —contestó—. Como sabes, para los omegas siempre hacen las cosas un poco más femeninas sin importar si son hombres o no, Minnie dijo que le gustaría que el suyo no fuera tan así —explicó y señaló un anillo en específico—. Se quedó mirando este más que los demás.
—Es algo similar a lo que tenía en mente, delicado, pero no femenino... De oro —asintió.
—Asegúrate de que sean similares, Hyung, no iguales exactamente pero sí similares, que se note que sea de compañeros, de parejas —indicó—. Jimin-ah lo mencionó.
—Lo tengo, gracias —asintió.
—¿Cuándo irás a comprarlos? —preguntó curioso.
—Hoy después del trabajo.
Taehyung apretó sus labios no dejando salir un chillido para nada masculino.
—Me alegra ver que ya te estás moviendo en esa dirección, Yoongi hyung —expresó alegre.
—Ya tenemos un cachorro en camino, nos adelantamos un paso —rió bajo—. Ya tenía planeado pedirle matrimonio, eso siempre estuvo en mi lista, pero como le he dicho a otras personas, aún no era el momento adecuado.
—¿Y ahora lo es? —preguntó alegre.
—Es perfecto y no pienso retrasarlo más —anuncio decidido—. Tal vez mi cachorro no me lo diga, pero yo sé que siempre ha querido una boda y el paquete completo de una familia, con una casa, bebés, un jardín amplio y mascotas.
—Bueno, el deseo de Minnie siempre ha sido tener una familia —coincidió—. Ahora que formará la propia, debe de estar flotando en la felicidad.
—Eso espero, no quiero nada más para mi pareja que su felicidad.
Taehyung sonrió—. Eres muy dulce, Hyung.
—Mentira —negó tomando un sorbo de su café helado.
—Sí, lo eres —asintió divertido el omega—. La primera vez que te vi, eras tan frío y distante, pero luego Jimin llegó a tu vida y fue como si abriera una puerta.
Yoongi torció sus labios para ocultar una sonrisa amorosa, pero no pudo, cada vez que pensaba en su dulce Jimin, sonreía sin poder evitarlo.
—Sin que lo supiera, Jimin llegó en el momento que más lo necesitaba —expresó—. Él es mi luz y mi ancla, mi vida entera.
—Sí, definitivamente te has vuelto blando y cursi —rió bajito.
Yoongi le observó fingidamente mal y luego rió con él.
—Gracias por la ayuda Taehyung.
—No fue nada —aseguró—. Si necesitas ayuda para planear cómo declararte, tú solo habla, Yoongi-ah.
—Lo tendré en cuenta. Ya me tengo que ir, ¿quieres que te lleve? —preguntó levantándose.
—Oh no, pero gracias —respondió levantándose también—. Tengo que ir a discutir con Kookie, el muy maldito me dejó como el malo con nuestro conejito diciendo que yo soy el que dijo que no quiere un perrito —refunfuñó.
—Eso ocurrió aquel día en la casa del tío de Jin, ¿no? —recordó arqueando una ceja.
—Sí —asintió—. Desde aquel día Beom-gyu ha estado pidiendo su perrito por culpa de Jungkook, y ahora este idiota finge ignorancia al respecto y me está haciendo quedar mal con mi bebé —gruñó saliendo de la tienda junto al mayor.
—Según recuerdo, tú tenías un perro ¿no? —preguntó.
—Sí, pero está muy viejo —hizo un puchero—. Ya no es tan juguetón como antes, es como un gato, solo se levanta a comer y se acuesta a dormir, no esta para soportar la energía de Beom-gyu. Nana lo está cuidando ahora porque en el departamento tampoco aceptan mascotas —explicó.
Yoongi asintió comprendiendo.
—Hablando de Jin, ¿ha hablado contigo después de ese día? —recordó.
—Si lo ha hecho, pero todavía no de lo que le preocupa. Aunque parece que sí se lo contó a su pareja porque el otro día fui al restaurante y Namjoon tenía una seriedad en su rostro que me asustó, pero él tampoco me dijo algo —explicó.
—Bueno, entonces solo nos queda esperar hasta que ellos estén listos —suspiró—. Adiós, nos vemos después —se despidió—. Suerte con tu pelea con Jungkook.
Viendo como el alfa se alejaba, Taehyung se fue en la dirección contraria. Sacando su teléfono celular, llamó a su pareja.
—Hey bebé, ¿ya te encontraste con el ogro? —preguntó Jungkook.
—Sí, es un ogro domado muy tierno y considerado a diferencia de otros —anunció.
—Ay no, ¿qué es lo que hizo ahora Yoongi-ah? —exclamó con cansancio.
—No lo digo por eso, Kookie, pero él no es quién me está haciendo quedar mal con mi bebé —le recordó.
—Oh, sí, eso —pronunció torciendo sus labios—. Lo siento amor, pero nuestro conejito sabe manipularme bien con sus ojitos y su puchero, no puedo decirle que no al igual que su padre.
—Sí, claro —resopló divertido—. La cosa es que voy contigo para que resolvamos este temita, y si tienes que quedar como el malo al explicarle por qué no podemos tener un perro, así será ¿me escuchaste? —amenazó.
—¿Y no podemos simplemente comprarle el perro? —preguntó.
—Lo sería —coincidió—. Si no viviéramos en un edificio que tiene prohibido las mascotas —le recordó—. Además, apenas podemos ambos con nuestro conejito, ¿quieres otra responsabilidad? Porque un perrito es como otro bebé —advirtió.
—Está bien, tienes razón —expresó el alfa con un suspiro—. Pero por favor no me dejes como el malo con nuestro conejito, solo digamos que los dos no podemos —pidió.
—Hecho.
Sonriendo satisfecho, Taehyung cortó la llamada sin más y siguió con su camino, deteniéndose cuando no muy lejos de él, observó a su padre hablando amigablemente con una mujer que parecía ser más joven que él.
Entrecerrando sus ojos, observó como el brazo de su padre rodeaba su cintura antes de meterse en el hotel con ella.
Tomando su teléfono nuevamente, llamó esta vez a su madre.
—Hola querido —saludó.
—Hola madre. Oye, la otra vez que hablamos me mencionaste que necesitabas pruebas de que mi padre te estaba engañando para terminar con todo, ¿no? —preguntó ansioso.
—... Sí.
—Bueno, lo acabo de ver entrar a un hotel con una chica más joven que yo. ¿Quieres que lo siga? —preguntó.
—No, envíame la dirección y yo lo haré —pidió—. Si te metes en esto tu asqueroso padre no te dejara tranquilo, déjamelo a mí.
—De acuerdo, te enviaré la dirección entonces.
—Gracias hijo.
Cortando la llamada, Taehyung le envió un mensaje a su madre con la dirección y le tomó una foto al hotel para enviarla en conjunto.
Observó por última vez el lugar y siguió con su camino.
Yoongi aprovechó que el semáforo estaba en rojo y sacó su teléfono celular, contestando la llamada del menor de sus hermanos.
—Ya estoy por llegar, Jungkook —prometió colocando el alta voz.
—¿Cuánto es ese estoy por llegar exactamente? —preguntó—. Me tienes esperando hace diez minutos —se quejó.
—Lo siento, hombre, tuve una reunión que se prolongó —se excusó volviendo a conducir cuando el semáforo cambió.
—Si hubiera sabido que tenías planeado plantarme, no habría aceptado acompañarte —bromeó.
El mayor sonrió—. Yo no te pregunté nada, tú solito me llamaste y te auto invitaste —le recordó.
—Lo cual no hubiese pasado sí dejaras de demostrarle a mi pareja lo cursi que puedes ser —indicó—. Él realmente me ama por lo que soy, pero a veces me siento estúpido por no ser tan atento con él como tú lo eres con Minnie —refunfuñó.
—Cada uno tiene una relación diferente, una forma distinta de expresar su amor. A mí me gusta regalarle flores a mi omega, mimarlo cuando me deja y todo eso, pero tú también debes de tener algo bueno con Tae, ¿no? —argumentó.
—Eh... ¿Regalarle pinturas sirve?
—¿Solo eso?
—¿Comprarle la comida?
—Jungkook.
—¡Es que yo no soy como tú, Hyung! —se quejó.
—Y no creo que Taehyung quiera que seas igual a mí, pero hombre, regalarle de vez en cuando flores o prepararle la cena no te matará —indicó negando con su cabeza.
—Oh... Bueno, ya que estoy aquí tal vez le compre algo —anunció—. ¿Dónde estás ahora?
—Estacionando el auto —respondió—. Te cortaré ahora, te veo enseguida.
Tomando su celular, cortó la llamada y se quitó el cinturón de seguridad, bajándose del auto.
"¿Yoonie?" preguntó su dulce pareja a través de su enlace mental.
"¿Qué sucede, amor?" preguntó mientras se dirigía hacia el centro comercial.
"¿Todavía estás trabajando o ya vienes a casa?"
"Estoy ocupado aún, cachorro. Una reunión se prolongó y me atrasó en lo demás" se excusó cruzando las puertas que se abrieron solas para él.
"Oh, entonces no te molesto más. Avísame cuando ya te vengas para comenzar a preparar la cena" pidió.
"Lo prometo" anunció observando a su alrededor en busca de su hermano.
Cuando lo encontró, fue hacia él.
—Muy bien, ¿a dónde vamos? —preguntó Jungkook.
—Una joyería —anunció comenzando a caminar.
—¿Le vas a regalar más anillos a Minnie? —preguntó alzando una ceja, siguiéndolo—. Pensé que era un regalo especial.
—Porque son unos anillos especiales —respondió subiendo las escaleras eléctricas—. Uno con los cuales pienso pedirle matrimonio —anunció.
—¿Qué dijiste? —preguntó colocando la mano sobre su hombro.
Yoongi le observó con una sonrisa.
—Le voy a pedir matrimonio a Jimin —repitió comenzando a caminar al llegar al final de las escaleras.
—Oh joder, ¿cuándo? —exigió saber, persiguiéndolo.
—Todavía no hay una fecha exacta, pero pronto —contestó—. Primero quería ver el tema de los anillos antes que nada.
—Joder, me tendrás en la incertidumbre hasta entonces —se quejó entrando en la tienda junto a su hermano.
—Es lo mejor, como eres echarías todo a perder —se burló e ignoró cualquier respuesta del otro alfa mientras se concentraba a su alrededor.
Ambos comenzaron a mirar por los largos aparadores de vidrio, los cuales exhibían diferentes tipos de joyas, desde aros, anillos y collares, todos de distintas formas, colores y material.
—¿Puedo ayudarles? —preguntó una sonriente mujer mayor con el característico uniforme que estaban usando los demás empleados de la tienda.
—Busco anillos de compromiso —anunció Yoongi.
—Por supuesto, por favor síganme —pidió trasladándose al otro extremo de la tienda y hacia el fondo—. ¿Buscan algo en específico? —preguntó.
—Algo que no sea muy femenino —pidió Yoongi—. Mi omega es un hombre —explicó.
—Por supuesto —asintió rodeando la vitrina para colocarse detrás de ella.
—Iré a ver unos collares —anuncio Jungkook, llamando la atención de su hermano mayor.
—Ve —asintió Yoongi.
—¿Le gusta algo de esto? —preguntó la mujer omega, abriendo una caja de terciopelo del porte de un libro, revelando los anillos.
—Son algo... Demasiado simples —contestó luego de observarlos.
—No se preocupe —pronunció cerrando la caja con delicadeza—. ¿Le gustaría entonces ver anillos con piedras?
—Por favor —asintió.
Dándose vuelta, la mujer sacó otra caja del mismo porte y la abrió revelando los brillantes anillos del interior.
—El número de piedras también tiene un significado —anunció la empleada, fijándose en los anillos que observaba el alfa—. Una, significa amor verdadero y puro hasta el final. Tres, el pasado, presente y futuro juntos.
—¿Puedo tomarlo? —preguntó señalando un anillo de oro.
—Claro —asintió sacándolo, entregándoselo al cliente.
Yoongi observó el diseño, era de oro y del ancho perfecto, una línea de oro blanco atravesaba el frente del anillo como una s de costado muy estirada, y sobre esta residía tres piedras de un hermoso color que sabía que le encantaría a su pareja.
—¿Los dos son así? —preguntó devolviéndoselo—. ¿No puede tener el otro un color diferente en las piedras?
—Podemos hacerles algunos arreglos según sus gustos, pero tendrá un costo extra —contestó.
—Entonces me gustaría cambiarle el color de las piedras, solo a este —pidió—. ¿Y puede tener un grabado?
—Por supuesto —asintió tomando una pequeña libreta donde anotó todo lo que Yoongi pidió, asegurándose también de dar las medidas.
—¿Para cuándo estarían listo? —preguntó solo un poco ansioso.
—Por lo general, se demora de una semana a dos si hay otros pedidos antes que usted —explicó.
—De acuerdo, por favor, llámame en cuánto esté listo —pidió entregándole una tarjeta con su nombre y número.
Despidiéndose, Yoongi buscó con la mirada a su hermano y se dirigió a este cuando lo encontró.
—Gracias —sonrió Jungkook recibiendo la bolsa con su compra.
—¿Algo te gustó? —preguntó arqueando una ceja.
Jungkook le observó y asintió con una sonrisa aún más grande mientras salían de la tienda.
—¿Y tú? ¿Encontraste lo que buscabas?
Yoongi sonrió y asintió.
"Cachorro, ya voy a casa" informó a través de su enlace mental.
"Comenzaré a preparar la cena entonces" respondió "Y tengo hambre, Hyung"
"Ya voy" prometió con una risa que Jimin escuchó en su mente, sacándole una instantánea sonrisa.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top