🌸•Capítulo 36•🌸
En la cocina del popular restaurante, el ruido de verduras picándose, carne siendo freída, utensilios estrellándose y los mismos empleados hablando era algo común como el rico aroma que lo inundaba.
Y entre todo ese tumulto agitado de personas, Namjoon cocinaba preparando una orden de su plato especial cuando uno de los camareros ingresó y se acercó a él al distinguirlo en su habitual sitio.
—Chef Min, el señor Min Yoongi está aquí —informó tal y como había pedido el alfa.
—De acuerdo, háganle esperarme en mi oficina, estaré con él en unos minutos —ordenó sin mirarle.
—Sí, Chef —asintió retirándose nuevamente.
Apresurándose a terminar de cocinar, Namjoon se alejó y se lavó las manos una vez terminó. Inmediatamente otro camarero colocó los platos ya listos en una bandeja y se retiró de la cocina para ir con los clientes.
—Estaré en mi oficina —anunció en general, recibiendo una respuesta.
Saliendo, el castaño chocolate caminó por el pasillo y abrió la puerta de su oficina encontrando a su hermano mayor esperándole sentado en los sofás acomodados en un costado de la habitación. su celular estaba entre sus manos.
—Gracias por venir, Hyung —expresó Namjoon cerrando la puerta—. Sé que debes de estar ocupado manejando toda la empresa por lo que en verdad lo aprecio.
—No te preocupes, ya tenía una hora libre, solo me desvié un poco —aseguró volviendo a guardar su teléfono—. ¿Cómo has estado? ¿Las cosas por aquí están bien? —preguntó.
No creía que hubiera un problema con el restaurante, pero le causaba curiosidad saber por qué le había pedido ver entonces el contrario.
—El restaurante está bien como siempre —aseguró tomando asiento frente a él—. Hay personas que siguen preguntando por el Chef Jin pero nada de otro mundo.
—¿Y tú? —preguntó observándole con atención.
—Bueno, eso es otro tema y... Por lo que te llamé realmente —contestó torciendo sus labios en una mueca—. ¿Te has enterado de la situación de Sana?
—Minnie me comentó algo, sí —asintió con una expresión que no revelaba nada—. Pero no entró en detalles.
—Bueno, ella tiene un amigo imaginario —anunció.
—Eso no es necesariamente malo, ¿no? Más de un niño alguna vez lo ha tenido —comentó.
—Sí, pero... —pasó sus manos por su cabello—. El psicólogo dijo que los niños pueden tener diferentes amigos imaginarios dependiendo de su imaginación o necesidad, para algunos puede ser otro niño, un peluche, una manta, un animal, un súperhéroe, etc. —explicó—. Pero el amigo de Sana es otro hombre, otro padre. Crees... ¿Crees que yo no he sido un buen padre y por ello su amigo imaginario es uno? —expresó su preocupación.
—Eso es una tontería, Namjoon —exclamó Yoongi frunciendo el ceño.
—No, no lo es —negó el alfa contrario—. Jinnie dijo que Sana nunca tuvo un amigo imaginario antes de conocerme. Él no me está culpando ni nada —se adelantó—. Pero... Ella obtuvo uno luego de que yo entrara en sus vidas y comencé a preguntarme si tal vez... Yo he sido un buen padre para ella, uno que mi pequeña esperaba —expresó.
—Esto sonará rudo, pero ya sabes como soy y cómo expreso mi opinión —anunció Yoongi.
Namjoon asintió, sabiendo lo honesto y directo que era su hermano mayor. Precisamente por ello le había llamado para hablar con él.
Necesitaba la verdad, no palabras de consolación.
—Lo que me estás diciendo es una completa estupidez —anunció.
—Yoongi... Tiene sentido —insistió—. Es por ello que incluso este supuesto señor K le dice esas cosas feas que le hacen dudar.
—No. —rechazo con firmeza—. Cada uno de nosotros hemos estado ahí desde el momento que entraste a la vida de esa pequeña, todos hemos apreciado cuánta felicidad le has traído con tu llegada permanente, cada sonrisa que le has sacado y cada llanto que has calmado. Esa pequeña te ama tanto o igual que el padre.
—Pero... —dudó.
—Lo que sucede con este amigo imaginario, a mí parecer no son más que las dudas de Sana reflejándose —dijo sincero—. Luego de que Minnie me comentara al respecto investigué, y algunos médicos expertos dicen que esto también es una forma de madurar para los pequeños, ayudándoles a resolver sus problemas —expresó.
—Pero creo que esto es un tanto diferente —pronunció Namjoon.
—Y precisamente por eso es que el psicólogo que están viendo le ayudará a resolver este problema, ¿no? —indicó con un tono mucho más suave y amigable.
El alfa menor suspiró y asintió.
—Lo siento, solo... Estoy preocupado —intentó sonreír sin éxito.
—Tal vez no eres su padre de sangre, Namjoon, pero eso no quiere decir nada. Tú te volviste el papá de esa pequeña en el mismo instante en que ingresaste a su vida y te quedaste en ella, con ellos dos, ahora tres —expresó—. Ustedes son una gran familia muy unida y sé, que pronto resolverán esto.
Tragando saliva en un intento para alejar el nudo que se había formado en su garganta tras las palabras de su hermano mayor, Namjoon asintió.
—Gracias —pronunció aclarándose la garganta.
—No es nada —sonrió Yoongi—. Lo más probable es que a cualquiera que le hubieras preguntado, a nuestros padres o amigos, te habrían dicho lo mismo —se encogió de hombros.
—Tal vez, pero necesitaba una opinión sincera por muy dura o difícil que fuera y sabía, que tú me la dirías —expresó.
—Está bien, no hay problema. Si necesitan ayuda con Sana estaremos aquí para ustedes —anunció.
—Gracias —sonrió entre dientes—. Me enteré de que Minnie está esperando, felicidades —exclamó.
—Gracias —pronunció el mayor con una gran sonrisa—. Jimin estaba muy ansioso con todo esto y comenzaba a preocuparse al no quedar en cinta, por lo que estoy feliz de que finalmente quedara embarazado.
—Sinceramente, pensé que iban a tener hijos antes con todo esto de que Jiminnie siempre deseó una familia —expresó el contrario.
—No era el momento adecuado —negó empujando sus lentes más arriba—. Mi cachorro tenía otras metas y sueños, aunque siempre tuvo en su corazón el tener una familia propia, era muy joven —explicó.
—¿Y por qué no comenzar con ella luego de que se graduara de la universidad? —preguntó curioso Namjoon—. Sé que el caso de Jungkook y Taehyung fue debido a un descuido, pero a pesar de que ambos eran jóvenes les ha ido bastante bien cuidando y criando del pequeño Beom-gyu.
—Yo quería darle a Jimin esa libertad que no pudo disfrutar y que se perdió al haber estado viviendo en un orfanato —confesó—. Creo que tuve suficiente con haberle quitado la opción de salir con otras parejas, arrebatarle esa experiencia del amor, y podría mentir diciendo que lamento eso, pero no lo hago —sonrió.
Namjoon rió sin poder evitarlo.
—No quería negarle una libertad que le pertenece haciéndole llevar a nuestro hijo para encerrarlo o limitarlo a estar en casa. Tener un bebé es otra responsabilidad y Jimin las ha tenido durante toda su vida, yo deseaba que fuera tan libre como él quisiera estando yo a su lado, viéndolo crecer y madurar —se expresó con cariño.
—Y ya lo ha hecho —sonrió el alfa menor.
—Y ya lo ha hecho —asintió—. Convirtiéndose en una hermosa persona tanto por dentro como por fuera. Y ahora es momento seguir avanzando en nuestra relación.
—Teniendo a su cachorro.
—No sólo eso —sonrió Yoongi—. No se lo pedí antes porque estaba estudiando, y luego porque comenzó a trabajar y ejercer su profesión, pero ahora que vamos a tener un cachorro, creo que ya es momento de que ponga un anillo en esa hermosa mano con pequeños dedos.
—Ya era hora —rió Namjoon alegremente.
—Lo sé —rió acompañándolo con alegría.
—¿Y cuándo se lo pedirás? —preguntó ansioso.
—Todavía no, pero pronto —aseguró—. Quiero preparar algo especial para él.
—Siempre has sido un completo romántico cuando se trata de Minnie-ah —se burló el menor.
—Pff, como si tú no lo fueras con SeokJin —resopló.
—Cierto —aceptó sonriente.
—Tal vez con un anillo en su mano me quitaré la molesta espina en mi costado que apareció recientemente —comentó con un suspiro algo fastidiado—. Como lamentablemente no todos tienen el conocimiento de lo que significa la marca de un alfa en el cuello de un omega, cree estúpidamente que tiene una posibilidad con mi cachorro.
—Triste, pero cierto —coincidió Namjoon—. ¿Por espina en el costado te refieres al tal Akanishi?
—Sí, pero no hablemos de ese arrogante hombre o todo mi buen ánimo se irá al infierno —resopló.
—¿Chef Min? Tenemos tres órdenes de sus platillos —pronunció un trabajador golpeando la puerta.
—Se oye algo urgido —pronunció Yoongi levantándose.
—Lo siento hyung —dijo imitándolo.
—Está bien, de todas formas debo de recoger a mi pareja para ir con la doctora Kim —quitó importancia dirigiéndose a la puerta junto al menor.
—Deseo que todo le salga bien, y espero noticias —anunció Namjoon antes de retirarse junto al joven cocinero.
Saliendo del restaurante, Yoongi se subió a su auto y condujo hasta el edificio donde Momo impartía sus clases de baile.
"Cachorro, ya estoy afuera" informó a través de su enlace mental.
"Ya salgo cariño, solo me termino de vestir" respondió.
Bajando el vidrio del auto, Yoongi se dedicó a esperar a su pareja.
Afortunadamente, no muchos minutos después Jimin salió del edificio yendo directamente a su lado, subiéndose al auto.
—Hola Yoonie —saludo inclinándose para besar a su pareja.
Su omega olía exquisitamente y estaba fresco gracias a la ducha que había tomado al terminar sus clases.
—¿Momo te dio muchos problemas hoy? —preguntó volviendo a encender el auto.
—Hum... No tan así —respondió pasando su mano por su cabello algo húmedo, intentando desenredarlo.
—¿Cómo es eso?
—Bueno, ella se percató inmediatamente de cómo mi aroma había cambiado y me felicitó. Pero me había invitado a participar en un proyecto importante cómo el bailarín principal y con esto cómo que ambos estamos dudando de si debería o no participar —explicó.
—¿Y tú quieres participar? —preguntó echándole una rápida miradita.
—¿Sinceramente? —mordió su labio inferior y luego asintió—. Sí, pero la coreografía es algo intensa y compleja.
—Bueno, siempre se lo podemos consultar a la doctora Kim —pronunció el alfa—. No perdemos nada con ello.
—¿Me dejarías bailar? —preguntó curioso su omega.
—Mientras tú o nuestro pequeño no estén en peligro, no veo por qué debería de negarte algo que obviamente es parte de ti, de tu esencia y pasión —respondió con honestidad.
Con una sonrisa, Jimin se inclinó y besó la mejilla de su alfa sorpresivamente.
—Eres el mejor alfa del mundo entero —exclamó.
—Lo sé —respondió con una sonrisa que le sacó una sonora y alegre carcajada al pelirrojo—. ¿Cómo han estado tus clases en el jardín?
—Bien —respondió una vez calmó su risa—. Theia es un niño dulce, aunque algo terco, puedo decir que su padre le ha mimado lo más que ha podido.
—Ah, ¿un niño problema?
—No es tan así —arrugó su nariz—. Yo diría más bien que no tiene límites, esta cómo acostumbrado de obtener lo que quiere y eso hace que le dificulte un poco relacionarse con los demás, pero una vez se le explica con calma, el pequeño entiende y comprende cuando hace algo incorrecto —explicó.
Para el alfa estuvo en la punta de su lengua decir que de tal padre tal hijo, pero se abstuvo. El pequeño no tenía la culpa de que no le sentara del todo bien Akanishi.
—Seguramente es la falta de una figura materna. Tal vez Akanishi trata de recompensar ese vacío proporcionándole todo lo que el cachorro desea —pensó.
—Pero eso no le hará ningún bien al pequeño cuando crezca —frunció sus labios.
—Tarde o temprano él también lo entenderá —dijo estacionando el auto.
—... Si sabes que mi deber como su profesor es comunicarle de este problema al padre, ¿no? —le recordó colocando su mano en su muslo, llamando su atención.
—Aunque no me gusta la idea de ustedes dos solos, sí, lo sé y comprendo —asintió.
—Pero...
—Pero es mi tonto lobo quien gruñe con la idea de que otro alfa interesado se acerque a su omega —reconoció.
—Y es el mismo caso de mi lobo cuando otro omega interesado se acerca a mi alfa por lo que yo diría que estamos equilibrados —sonrió alzando su mano para atrapar el costado del rostro ajeno.
Reflejando la dulce sonrisa de su omega, Yoongi se inclinó y unió sus labios en un tierno beso lento.
—Vamos con la doctora —pronunció sobre aquellos rellenos belfos.
Sin más palabras, compartieron un pequeño beso antes de finalmente separarse y bajarse del auto.
Dirigiéndose a la clínica, ambos esperaron hasta que Jimin fue llamado.
—Buenas tardes —saludó la doctora detrás de su escritorio.
—Buenas tardes —respondió la pareja en sincronía.
—Me enviaron los resultados de tus análisis de sangre Jimin-ah, me alegro de que finalmente hayas podido quedar en cinta —comentó con una sonrisa amigable.
—Gracias, yo realmente ya estaba pensando que tendría que acceder a hacerme aquellos exámenes que usted me recomendó —dijo con una pequeña sonrisa aliviada.
—Pero lo bueno es que todo está bien, ¿no? Yo les comenté que a veces dejar los anticonceptivos provocaba ciertos cambios en algunos, cuéntame de eso —pidió.
—Bueno... Creo que nada cambió particularmente —Jimin dijo observando su alfa.
—Lo único notorio yo diría que eran sus cambios de animo —anunció Yoongi—. Jimin podía estar de lo más bien un momento, luego recordaba el tema de los cachorros y como aún no estaba en cinta y su humor decaía —expresó.
—¿Eso es verdad?
—Sí —asintió el omega—. Pero luego de hablarlo con mi pareja y amigos como que estuve mejor.
—Eso es cierto —aceptó su pareja.
—Muy bien, me alegra escuchar aquello —asintió y se levantó—. Por favor Jimin, acompáñame a la camilla —indicó—. Quiero ver si este pequeño está bien.
—Claro —respondió levantándose junto a su alfa, siguiéndole al otro extremo de la habitación.
—Recuéstate en la camilla y levanta tu camiseta hasta que descubras tu abdomen —indicó moviendo una máquina por el costado.
Siguiendo las indicaciones, el pelirrojo obedeció y alzó su mano tomando la de su pareja que se había ubicado cerca de su cabeza.
—Echaré algo de gel en tu abdomen para poder deslizar bien esta maquinita —señalo el aparato entre sus manos—. Esto estará un poco frío y viscoso, pero nos ayudará y con ello podremos ver una imagen aquí —señaló una pantalla—. ¿De acuerdo?
La pareja movió la cabeza de forma afirmativa y observaron en silencio como la doctora hacía exactamente lo que había descrito.
—Muy bien —dijo luego de unos largos minutos en silencio donde solo miraba la pantalla con su mano sobre el abdomen del omega—. El embrión se ve bien y está en el lugar correcto —anunció logrando que los padres primerizos soltaran el aliento que habían retenido de manera inconsciente.
—¿Se ve bien? —preguntó ansioso Jimin, intentando ver lo mismo que la doctora, pero apenas podía distinguir o entender algo en la pantalla.
—Sí —asintió—. Esta cosita de aquí es el inicio de su cachorro —anunció indicando cierta parte de la pantalla—. Ahora no se nota mucho, pero a medida que pasen los días, este pequeño o pequeña se irá desarrollando.
Dejando de pasar la maquinita por el abdomen del omega, la doctora le entregó toallas de papel antes de alejarse.
Tomándolas, Yoongi comenzó a limpiar el abdomen de su omega mientras la mujer seguía hablando, explicándoles el proceso del embarazo.
—Estableceremos un control donde una vez al mes me tendrás que venir a ver —indicó finalmente—. Ahora tendrán que sacar una hora para el próximo mes, y cuando vengan, volverán a hacer lo mismo. Es importante que se presenten a cada una de las consultas sin falta, responsablemente —pidió.
—Claro —contestó Jimin casi rebotando de felicidad.
—Estaremos sin falta —aseguró Yoongi.
—Muy bien caballeros, eso es todo. ¿Tienen alguna duda? —preguntó entregándole al pelirrojo un papel con la orden para sacar una hora.
—Sí. Jimin práctica baile contemporáneo y me gustaría saber hasta cuándo podrá seguir haciéndolo —preguntó Yoongi.
—Por el contrario de lo que muchos creen, bailar es la práctica perfecta durante la gestación. Fortalece la musculatura, evita lesiones típicas de espalda durante el embarazo, previene la diabetes gestacional y ayuda a dormir mejor entre otros beneficios —expresó.
—¿En serio? —preguntó sorprendido el omega pelirrojo.
—Si, pero se debe tomar precauciones —indicó.
—¿Cómo cuáles? —preguntó la pareja.
—Eliminar movimientos bruscos, cualquier tipo de salto o rebote y giros violentos de cadera y espalda. Cuidar la postura y evitar las incómodas, beber agua, no permitir que la temperatura corporal suba en exceso y detenerse si notas algún dolor o mareo —explicó—. Exigente, pero es lo que se debe de hacer.
—Entonces, ¿así como estoy ahora podría bailar en una presentación que incluye algunos saltos y giros? —preguntó el pelirrojo con sus labios torcidos.
—Yo diría que mientras no sean muchos saltos y evites cualquier postura donde tu vientre se vea comprometido, podrías estar en esa presentación. Siempre y cuando prometas detenerte en el momento en que no te sientas bien, no debes de esforzarte y tienes que beber mucha agua —indicó con seriedad.
—¿En qué postura su vientre se vería comprometido? —preguntó Yoongi.
—Un ejemplo, un contacto directo con el suelo o un golpe con otro cuerpo, doblarse en un ángulo extraño —explicó.
—Por supuesto —asintió Jimin pensativo.
—También te aconsejo que las personas con las que bailas, si hay un alfa, que no toque tu vientre. Estarás algo sensible con que otra persona que no sea tu alfa toque una zona tan delicada donde está tu cachorro, será el instinto de tu lobo —explicó.
—¿Será siempre así? —preguntó el menor recordando como había tocado el vientre de Jin—. Mi amigo estuvo en cinta y permitió que yo tocara su vientre —recordó.
—No, solo será los primeros meses —aseguró—. Y generalmente esto se aplica en los alfas y los desconocidos.
—De acuerdo, muchas gracias —sonrió Yoongi rodeando la cintura de su omega con un brazo.
—Recuerden sacar una hora, les espero el próximo mes —se despidió agitando su mano.
—¿Estás bien con las indicaciones de la doctora? —preguntó el alfa mientras caminaban por los pasillos.
—Hablaré con Momo al respecto, y si no se puede entonces simplemente no —anunció con seguridad—. No haré nada que ponga en peligro a nuestro pequeño.
—Como gustes, cachorro —sonrió Yoongi.
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