🌸•Capítulo 22•🌸


Jimin estaba teniendo un sueño bastante... Agradable.

En este, las traviesas manos de su pareja estaban acariciando su cuerpo, jugando con sus pezones y una boca besaba con insistencia su piel mientras bajaba, mordiendo suavemente a su paso para dejar un rastro que anunciaba que había estado ahí.

Pronto, una exquisita humedad estaba rodeando su polla mientras que unas grandes manos apretaban y soltaban sus nalgas, jugando con ellas como si fuera algo que no podía evitar, que necesitaba hacer.

Sin poder contener el sonido por más tiempo, gimió bajando sus manos, atrapando entre sus manos el cabello rubio arena de su alfa y gritó cuando unos dedos invadieron su interior, entrando y saliendo, jugando alrededor para luego volver a penetrarle.

Dios, Jimin realmente no quería despertar nunca de tan erótico y placentero sueño, pero tal parecía que las cosas no eran como siempre uno deseaba.

"Vamos cachorro, despierta" pronunció su alfa, interrumpiendo en su mente y traspasando la bruma de su placentero sueño.

Se quejó con un gimoteó, deseando seguir durmiendo y así permanecer en su placentero sueño, pero... Él tenía que ir a trabajar al igual que su alfa, por lo que se obligó a sí mismo a volver a la realidad y contuvo el aliento en su pecho tras ello.

Yoongi supo exactamente el momento en que su amante despertó, y no pudo evitar sonreír mientras sacaba de su boca la dura erección de su pareja.

—Yoonie —gimió Jimin al comprender que no había estado soñando, para nada.

Su realidad había sido exactamente su maravilloso sueño.

Alzando su mano hacia la mesita de noche, tanteó a ciegas, sin poder quitar sus ojos de su pareja hasta que encontró sus audífonos, los cuales se colocó temblorosamente, ansioso por escuchar la voz de su alfa.

Mientras subía a través del cuerpo de su omega separado a unos escasos centímetros de tan dulce piel, Yoongi dejaba un rastro de pre-semen que liberaba furiosamente su pene a su paso. Cuando su rostro estuvo frente al de su pareja, enjaulo su cabeza apoyándose en sus antebrazos a cada costado.

Sin esperar, comenzó a devorar su boca, lamiendo y succionando la lengua de Jimin, produciendo unos húmedos sonidos eróticos y calientes. El alfa penas le permitía recuperar el aliento mientras su apasionante y dominante beso proseguía casi queriendo fundirse con él.

Cuando comenzó a mover sus caderas, restregando su pene en su cadera, el pelirrojo gimió siendo ahogado por la adictiva boca de su pareja mientras alzaba sus brazos y enterraba sus cortas uñas en su espalda, queriendo empujarlo más cerca y eliminar aquellos pocos centímetros existentes entre sus cuerpos.

El deseo prontamente se incendió con fuerza en el interior del omega. Queriendo y necesitando más, abrió sus piernas e invitó silenciosamente a su alfa a acercarse más.

Y Yoongi lo hizo, comenzando a torturarlo mientras restregaba su dolorosa erección en la ansiosa entrada brillante de su pareja ya preparada para él.

El pelirrojo gimoteó arqueando su cuerpo desnudo, restregando sus duros pezones en el pecho de su pareja.

Mordiendo suavemente el relleno labio inferior, el mayor le dio un descanso a la boca de su pareja y se inclinó hacia atrás, sentándose en sus talones entre las piernas de su omega.

Con su respiración agitada al igual que su pareja, Yoongi colocó sus manos en la cintura de su omega, contemplando con fascinación los chupetones que había dejado en la piel mientras esperaba que su cachorro despertara.

Había un delicioso camino desde la sutil curva de su cintura hacia uno de los pezones, rodeándolos para subir a aquellas clavículas y seguido el apetitoso cuello.

Subiendo sus manos, atrapó entre sus dedos aquellos pequeños pezones rojo oscuro y luego los masajeó con su pulgar de arriba hacia abajo, observando casi hipnotizado como las pequeñas protuberancias se movían bajo su dedo.

—Yoongi~... Por favor~... —rogó el menor, arqueando su espalda y cerrando sus ojos.

—Tan hermoso... —murmuró contemplando los labios hinchados de su cachorro y sus mejillas coloreadas con rubor.

—Alfa... Te quiero dentro —pidió en un gemido, apretando sus muslos alrededor del cuerpo del mayor.

Asintiendo, Yoongi tomó una de las almohadas y la colocó bajo la cintura de su omega. Bajando sus manos hacia los muslos de su cachorro, los acarició antes de tirarlos más a su cuerpo.

Relamiendo sus labios, Jimin observó ansiosamente como su alfa se levantaba en sus rodillas y abría más sus piernas hasta que estuvo a la altura perfecta para su entrada.

Cuando sintió la punta atravesar lentamente su agujero, entreabrió sus labios e inclinó su cabeza hacia atrás mientras un placentero gemido se añadía al gruñido de su pareja.

Con lentitud, el mayor contempló con atención su pene penetrando el delicioso interior sedoso de su pareja hasta que estuvo profundamente enterrado.

Respirando profundamente, capturó el intenso aroma de ambos combinados con la lujuria, aquello le quitó un ronco gruñido satisfecho y deseoso.

—Yoonie~... Muévete —pidió su cachorro, observando con intensidad aquellos verdes ojos que parecían volverse más oscuros ante la pasión en ellos.

Para consternación del omega, su pareja negó y cerró sus ojos queriendo disfrutar del cálido interior rodeando su pene.

—Por-... Ah~... —gimió interrumpiéndose a sí mismo cuando Yoongi rodeó con su mano su palpitante erección y comenzó a bombear de arriba a abajo mientras que la otra acariciaba sus muslos, apretando y soltando su músculo.

—Eres una hermosa obra de arte —expresó contemplando a su omega arqueando su espalda mientras gemidos y gruñidos rompían a través de su boca sin permiso, sin contención.

Inclinándose hacia adelante, Yoongi atrapó la boca de su cachorro y le besó con pasión. Lentamente, comenzó a mover sus caderas sin poder contenerse más, dando inicio a un suave balanceo.

Soltando las sabanas de entre sus puños, Jimin rodeó con sus brazos a su pareja y enterró sus uñas en su piel mientras intentaba mover sus caderas.

—Más rápido, Yoongi... —rogó en un gemido, inclinando su cabeza hacia atrás, dándole más acceso a la boca de pareja que se mantuvo besando y succionando su piel, dejando rastros de su amor.

Y a pesar de su pedido, el alfa mantuvo sus movimientos placenteros y a la vez dolorosamente lentos, saliendo un poco y entrando con cuidado, golpeando sin falta aquel punto dulce en su interior que estaba volviendo loco a Jimin.

El sonido de sus pieles chocando se convirtió en una erótica melodía junto a las exclamaciones y gruñidos que escapaban de sus bocas, sus respiraciones aceleradas entrelazándose y uniéndose.

—Dios... Tan cerca —jadeó el pelirrojo besando el hombro de su alfa.

Bajando una de sus manos, el omega apretó una nalga de su alfa intentando empujarlo más adentro y luego metió la otra entre sus cuerpos donde comenzó a masturbarse, en busca de su anhelado clímax.

Las siguientes penetraciones de Yoongi se volvieron solo un poco más rápido donde apenas salía del exquisito interior de su pareja.

Sintiendo un familiar cosquilleo construirse en su vientre bajo, Jimin apretó los músculos internos de su ano arrancándole una profunda exclamación a su alfa.

—Sí... Cachorro —gruñó Yoongi colocando sus brazos bajo el cuerpo de su pareja, y utilizando su fuerza, lo alzó repentinamente logrando enterrarse profundamente en su interior.

El omega gritó mientras disparaba su semen entre sus cuerpos y sentía su interior ser llenado desde lo más profundo. Y cuando los dientes de su alfa encajaron en su cuello, sintió como débilmente su polla liberaba un poco más de su semilla ante el placer que le provoco dicho acto.

—Dios... —gimió Yoongi ante su intenso orgasmo, sintiendo como finalmente su nudo comenzaba al terminar de llenar con su semilla el interior de su omega

—Waow —pronunció Jimin en una exhalación, intentando recuperar su aliento mientras rodeaba con sus brazos el cuello de su pareja y se dejaba recargar su cuerpo en él—. Esto fue intenso —expresó.

Lentamente, su cuerpo fue depositado contra el colchón nuevamente.

—Lo fue —sonrió su alfa, observándole con amor—. Buenos días, cachorro.

—Buenos días, amor —respondió besando castamente sus labios.

Girando su rostro, Yoongi contempló la hora—. Tenemos algo de tiempo para una ducha rápida y un desayuno simple —expresó.

—Suena como un buen plan —sonrió Jimin—. Y mientras esperamos a que tu nudo baje, es tiempo de besos perezosos y mimos —anunció juntando sus labios dulcemente mientras sus dedos acariciaban la nuca del mayor.

Sonriendo entre beso, Yoongi participó más que feliz en cumplir el deseo de su omega.

Min Yoongi observó fijamente al hombre frente a él, pero este le mantuvo la mirada sin dejarse intimidar.

Una esquina de sus labios se alzó en una sonrisa ladina y finalmente dejó de lado su papel como hombre idiota y estricto.

—¿Ya terminamos con este juego de tú siendo todo rudo, hombre de negocios y por encima de mí? —preguntó Jaebum alzando una ceja.

Yoongi asintió—. Tal vez no tengas tanta experiencia como los que se presentaron con anterioridad, pero eres visiblemente mejor —anunció dejando el currículum sobre su escritorio—. Respondiste bien y de forma práctica a todas mis preguntas, supiste perfectamente lo que tendrías que hacer en una situación hipotética inesperada.

—Gracias —asintió—. ¿Puedo saber por qué soy mejor que los otros candidatos? —preguntó curioso—. Esto no es porque le estés haciendo un favor a tu pareja, ¿o si?

—No —negó el alfa rubio arena—. Uno de ellos era un hombre demasiado mayor, prácticamente lo contrataría para que al año siguiente se esté jubilado y aunque en otra ocasión lo habría contratado, no es lo que necesito en este momento. La otra era una joven mujer recién graduada que me empezó a coquetear a mitad de la entrevista, al igual que el siguiente hombre y después estaba esta mujer que inmediatamente comenzó a hacerme demandas como si tuviera el puesto solo por presentarse a la entrevista —explicó.

—Uy, realmente soy tu mejor opción de momento —sonrió divertido.

—Lo sé, pero aunque seas amigo y prácticamente otro hermano para mi pareja no significa que te dejaré todo fácil, si te contrato es para que trabajes —indicó chocando la punta de sus dedos contra el mesón de su escritorio—. Obviamente que habrá momentos en que podemos hablar y tratarnos como amigos pero, si hay gente presente...

—Será un trato formal —completo el otro alfa asintiendo—. Eso es comprensible y no le veo el problema.

—También esto es más un consejo, pero hay algunas personas que son un poco quisquillosos respecto a la ropa.

Jaebum alzó su mano y rascó su nuca un tanto incómodo por su descuidada sudadera junto al buzo y sus zapatillas.

—Ahora, no creas que así es como me presento en las entrevistas, pero me pidieron hacer un turno extra en el restaurante y si pasaba al departamento por un cambio de ropa no llegaría a tiempo —explicó.

—Está bien, solo tenlo a cuanta a futuro —sonrió Yoongi—. Entonces, estarás a prueba por dos semanas bajo el mando de mi secretaria Chae-young. Pasando el período de prueba, podrás revisar el contrato para ver si estar todo correcto y firmarlo. También, estos días trabajados serán remunerados —explicó.

—Perfecto, ¿cuándo comienzo? —preguntó.

—Mañana mismo —respondió—. Chae-young se encargará de explicarte todo y te indicará a qué hora deberás de estar aquí.

Jaebum asintió.

Apretando un botón del teléfono fijo en su escritorio, Yoongi se conectó con su secretaria y le pidió que le explicara a Jaebum su nuevo trabajo.

—De acuerdo, gracias por darme esta oportunidad —pronunció levantándose.

—No hay problema, y aprovéchala —aconsejó tomando su mano y despidiéndose.

Quedando nuevamente solo en su oficina, Yoongi tomó asiento y desabrochó otro botón de su camisa.

Abriendo el cajón a su derecha, observó los documentos que buscaba y arriban de estos, sus lentes.

Inmediatamente la imagen de su cachorro observándole con desaprobación paso por su mente.

Torciendo sus labios, los tomó y se los colocó antes de sacar los documentos.

El teléfono fijo sonó y el alfa contestó la llamada de su secretaria apretando un botón.

—Joven Min, su padre quiere hablar con usted en su oficina —informó.

—Dile que sigo ocupado con las entrevistas —respondió.

—De acuerdo.

—Ah, Chae-young. ¿Puedes traerme agua por favor? —pidió.

—Por supuesto, enseguida joven Min —respondió y la comunicación se cortó.

Minutos después, Yoongi tenía entre sus manos una botella de agua gasificada ya vacía.

Frunciendo el ceño al seguir estando algo sediento, sin contar con el molesto calor, revisó la fecha en el calendario sobre su escritorio e inmediatamente maldijo por lo bajo.

Su celo podría aparecer en cualquier momento.

Ahora, eso explicaba el extraño comportamiento de su lobo tan territorial con su pareja todo el fin de semana y el deseo con el cual había despertado de hacerle el amor a su cachorro, de envolverlo con su aroma completamente.

Sin perder tiempo, el alfa abrió el último cajón de su escritorio y tomó el frasco con supresores que Jimin había insistido en dejar como emergencia luego de aquella vez se le había olvidado el día de su celo por tener la cabeza metida en el trabajo.

En aquella ocasión, el alfa se había tenido que encerrar en su oficina para no molestar a los otros trabajadores con su aroma y esperar a que su omega se presentara para llevarle a casa, ya que cualquier otra persona que intentara acercarse, le gruñía molesto, su lobo amenazándoles.

Tomándose la pastilla, se levantó de su silla apenas recordando tomar su maletín antes de salir de su oficina.

—¿Ocurre algo, joven Min? —preguntó la omega levantándose de su silla con un poco de esfuerzo.

—Cancela cualquier reunión, me retiraré temprano por motivos de salud y te avisaré si mañana puedo venir —informó.

—¿Salud? —repitió y luego su boca formó una perfecta o al comprender cuando percibió su fuerte aroma—. Por supuesto, cancelaré sus citas y le enviaré los archivos a su correo si es muy importante que lo vea.

—Gracias —pronunció dirigiéndose al ascensor y subiéndose a este.

Bajándose en el estacionamiento subterráneo, Yoongi inmediatamente se subió a su auto dejando descuidadamente su maletín en el asiento de copiloto.

Encendiendo el auto, frunció el ceño cuando lentamente, comenzó a percibir como su aroma se iba intensificando.

Revisando la hora, Min apretó con fuerza el volante al observar que aún faltaba dos horas para que su cachorro terminara sus clases.

Esperaba que el supresor hiciera efecto antes de que su celo le atacara, no quería molestar a su pareja en medio del trabajo.

Acelerando un poco, en diez minutos estuvo en su departamento, esforzándose por mantener el control o alertaría a su pareja de que algo le sucedía.

Por ahora, solo podía esperar a que Jimin terminara sus clases antes de informarle sobre su celo. No quería interrumpir en su trabajo después de todo.

—Una siesta —murmuró por lo bajo, entrando a su departamento.

Dormir le ayudaría a no pensar en nada mientras esperaba.

Decidido, apenas recordó verificar que las mascotas de su omega tuvieran alimento antes de subir a su habitación y recostarse en la cama completamente desnudo mientras esperaba que el supresor hiciera efecto.

Si tenía suerte, cuando despertara el efecto del supresor ya se habría acabado y su pareja estaría a su lado para ayudarle.



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Levante manito quien también esté obsesionado con Butter ヾ(≧▽≦*)o

kjghkjsdhkds La visual del video todavía me tiene babeando con todos esos hermosos bebus <3

Y bajo la influencia de ese temazo, trabajaré con mini maratones en ambas historias que están activas <3

Linda noche mis copitos, les deseo un buen fin de semana y se les quiere un montón, besotes <3

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