🌸•Capítulo 2•🌸
Observando a su pareja dormir sobre su estómago con las sabanas descansando alrededor de la estrecha cintura, una sonrisa suave surcó en los labios del alfa mientras se sentaba a su lado en la cama.
Inclinándose hacia adelante, depositó suaves besos de forma delicada desde el desnudo hombro derecho, lentamente haciéndose camino hasta el cuello.
"Vamos Minnie, despierta cachorro" llamó Yoongi a través de su enlace mental, contemplando la desnuda espalda de su pareja.
Jimin gimió bajito y arrugó su pequeña nariz, además de eso, no demostró ningún otro signo de estar despertándose o de querer hacerlo.
Sonriendo, el alfa arrastró las yemas de sus dedos por el centro de la, ligeramente, más pequeña espalda, pasando sobre las vértebras de la columna hasta llegar a la nuca y desviándose hacia su marca renovada.
Un pequeño gemidito salió de aquellos rellenos belfos ante el tierno tacto en su delicada marca.
"Tu desayuno bebé, no te querrás perder la comida más importante del día" incitó.
El cuerpo del omega se sacudió ligeramente y soltó un suspiro a gusto al sentir las caricias de su pareja.
Finalmente, Jimin alzó una de sus manos y restregó su ojo izquierdo.
—¿Yoonie? —balbuceo antes de soltar un pequeño gruñido o bostezo, tal vez una combinación de ambos realmente.
Dejando de observar el tentador cuerpo de su pareja, Yoongi se concentró en el dulce rostro del menor.
Con un costado de su rostro aún oculto sobre la almohada, provocaba que sus rellenos mofletes se vieran más abultados, y los rechonchos belfos entre abiertos formaran un pequeño piquito adorable.
Uno de los ojos se abrió finalmente, revelando aquel color miel que tanto le gustaban al alfa.
Jimin sonrió perezosamente y estiró su mano hacia atrás, inmediatamente el rubio arena la tomó entrelazando sus dedos.
—Buenos días~... —canturreo perezosamente su pareja, sacándole una sonrisa al mayor.
"Vamos cachorro, te traje el desayuno a la cama" dijo soltando la mano.
Jimin asintió y enterró completamente su rostro en la almohada. Justo cuando Yoongi pensaba que el pelirrojo iba a seguir durmiendo, el omega restregó su cabeza en la suave superficie acolchada y luego se dio vuelta sobre su espalda.
Tomando los audífonos sobre la mesita de noche, Yoongi contempló a su pareja sentarse en el colchón antes de entregárselos.
Colocándoselos, Jimin tomó la parte superior del pijama de su para ponérsela y torció sus labios en una mueca ante la molesta en su trasera, un gesto que su alfa alcanzó a apreciar.
—Te dije que debí de haberte preparado más antes de hacerte el amor —reprochó ayudándole a colocarse bien el pijama—. Sabía que no era suficiente lubricante natural —se quejó.
—Yo lo quería así, Hyung —le recordó—. Me traías loco en el auto con tu aroma excitado, yo no podía esperar —sonrió suave, un ligero rubor cubría sus mejillas ante sus palabras.
—Igual fui rudo —refunfuño sacándole una risa a su pareja.
Dejando la bandeja con el desayuno sobre el regazo del menor, Yoongi se levantó de la cama y fue al baño.
Jimin lo siguió con sus ojos, contemplando la ropa formal que estaba usando su alfa, y no casual.
Arrugó su nariz teniendo un presentimiento de lo que significaba aquello y definitivamente, no le iba a gustar.
—¿Tienes que ir a la oficina? —preguntó cuando volvió a su lado, dejándole una pastilla para el dolor en sus manos junto al anticonceptivo.
—Lo siento, sé que prometí que no iría pero... La reunión de mañana es importante —se excusó.
Tragando ambas pastillas, Jimin dejó el vaso de zumo sobre la bandeja y suspiro observando al contrario.
—Pero hoy es domingo —anuncio como si necesitara recordárselo.
—Lo sé, pero no iré más que un par de horas, solo quiero comprobar algo —aseguró tomando la mano de su pareja.
—Le prometimos a Sana que pasaríamos todo el día con ella hoy, ya que se va a quedar toda la semana con sus abuelos —le recordó—. Me prometiste que hoy iríamos a ver los árboles de cerezos —Yoongi arrugó su frente al haberlo olvidado aquello también.
Perdiendo su apetito, Jimin retiró su mano y quitó la bandeja de su regazo sin haber probado ningún bocado realmente. Bajó sus piernas y se levantó de la cama solo para ser arrastrado ahora al regazo de su pareja.
—Jimin... —pronunció con voz culpable.
—Está bien, Yoongi —pronunció con simpleza, su tono algo cansado—. Ve a trabajar.
Yoongi sintió un amargor en su garganta cuando percibió la decepción en su omega.
Demonios, realmente odiaba ese sentimiento.
—¿Sabes? —pronunció Jimin, acariciando las manos que rodeaban su abdomen—. Realmente encuentro increíble que intentes demostrarles a los demás que serás promovido como el nuevo CEO debido a tu capacidad y no por ser el hijo del dueño, en verdad, me gusta esa parte de ti —suspiró deteniendo sus caricias—. Pero odio el hecho de que eso te está convirtiendo en un hombre que rompe sus promesas.
—Eso no es cierto —negó, inseguro.
—Esta es la tercera vez que me cancelas el viaje, siempre vamos a penas las flores comienzan a brotar —le recordó con cierto amargor en su voz—. Le prometiste a Sana que iríamos por ella juntos hoy, otra promesa que vas a romper.
Retirando las manos que lo rodeaban, el pelirrojo omega se levantó y se dio vuelta contemplando la dolida mirada de su alfa. Y aunque le lastimaba apreciar eso, era mejor hablar que tener guardado aquel pensamiento dentro de él.
Si no se lo expresaba, nada cambiaría. Ambos habían aprendido aquello.
Inclinándose, besó castamente la frente del mayor.
—No estoy enojado, algo dolido tal vez —concedió—. Pero sé que todo mejorará una vez que asciendas... —quiso agregar el creo, pero lo guardo para él sabiendo que solo lastimaría más al contrario—. Gracias por el desayuno —pronunció antes de alejarse.
Tomando algo de ropa del clóset, Jimin se metió al baño cerrando la puerta, indirectamente diciéndole a Yoongi que no era invitado a entrar, de todas formas el alfa ya estaba bañado y vestido.
Cuando Jimin salió del baño ya listo, encontró que su alfa ya no estaba en el departamento al parecer.
Suspirando, el pelirrojo sacudió su cabeza y se negó a deprimirse antes de ir a ver a Sana, si esa pequeña chismosa notaba su estado de ánimo, aunque sea un poco decaído, lo acosaría con preguntas.
Y Jimin ya le había dicho a su pareja como se sentía al respecto, ahora sólo faltaba ver qué era lo que iba a hacer su alfa a continuación.
Si seguir igual, cosa que no creía, o arreglar el problema.
Le había tomado un tiempo a Jimin llegar a ese punto, antes solo se quedaba callado hasta explotar y luego se alejaba con la excusa de necesitar un momento para no enfrentar el problema.
Por suerte, su alfa era un hombre paciente que había comenzado a entender de a poco cuándo algo le molestaba y lo encerraba en una habitación hasta que finalmente hablaban al respecto.
Con el tiempo, Yoongi quitó ese estúpido hábito suyo de huir y ya no fue necesario encerrarlo para que Jimin expresara cuando algo le molestaba.
Tomando su billetera y la llave del departamento, el pelirrojo bajó y saludo a sus queridas mascota. Ahora Shuga tenía una hermosa familia de cuatro.
—Vuelvo en la tarde, Shuga, Chim, Tata, Koya —se despidió, dejándole el suficiente alimento y agua antes de salir.
Antiguamente los habría llevado con él, pero era realmente difícil tener el control sobre cuatro aves que les gustaba volar y el aire libre.
Una vez incluso Jimin pensó que los estaba privando de su libertad al tenerlos viviendo en un departamento e intentó dejar que se fueran libres, pero todos habían volado de vuelta a él siendo guiados por Shuga.
Y mentiría si dijera que aquello no le alegró o calentó su corazón.
—Cuidadito Wazowski, cuidadito —chillo Tata y seguido le siguió Koya.
—Ya no les dejaré ver más películas infantiles —rió el omega cerrando la puerta.
Saliendo del edificio, Jimin caminó a la parada y detuvo a un taxi. Dándole la dirección de la casa de Jin, el omega se relajó en el asiento observando en silencio el paisaje cambiar a través de la ventana.
Cuando llegaron, el pelirrojo pagó lo debido y se bajó dirigiéndose a la pintoresca y hogareña casa.
Jimin sonrió cuando escuchó el caos del interior siendo que aún estaba detrás de la puerta.
Golpeándola, solo pasaron unos segundos antes de que Sana la abriera con una sonrisa.
—Papi, papá, Jimin oppa está aquí —gritó antes de hacerse un lado para dejarle entrar—. ¿Y Yoongi oppa? —preguntó al no verlo.
—Lo encontraremos después —prometió y realmente esperaba aquello.
—Oh, Jimin —sonrió SeokJin acercándose y dándole un incómodo abrazo debido a su gran abdomen—. Que bueno que ya estés aquí, ¿y Yoongi? —preguntó.
—Nos encontraremos después, le tocó algo de trabajo a última hora —explicó.
—Hyung se está esforzando demasiado —replicó Namjoon entrando en la pequeña sala con dos maletas—. Ten un ojo sobre él, Jiminnie, no se vaya a enfermar de tanto trabajo.
—Ya le puse un stop —aseguró y observo a Sana—. ¿Ya estás lista? —preguntó.
—Solo me falta cepillar mis dientes —sonrió y fue directo al baño.
—No te preocupes por el equipaje, nosotros lo llevaremos donde mis padres —aviso el alfa.
—Está bien —asintió y llevó uno de los largos mechones rojizos detrás de su oreja.
—¿Ya desayunaste? —preguntó Jin, tomando asiento en un sofá soltó un suspiro de alivio por sus pies.
—Sí, Yoongi me lo preparó antes de irse —respondió con una sonrisa.
Aunque realmente al final no había probado nada, pero como aún estaba sin apetito no le veía el problema.
Observando el pasillo, SeokJin llamó con su mano al pelirrojo pidiendo que se acercara.
Extrañado, Jimin obedeció manteniendo el silencio.
—Te quiero pedir un favor —pronunció en voz baja, vigilando con Namjoon el pasillo por donde Sana había desaparecido.
—¿Qué sucede? —preguntó curioso.
—Estamos un poco preocupados por Sana y su reacción sobre su nueva hermana —respondió—. Cuando le dimos la noticia se mostró emocionada, pero con el pasar de los meses no ha dicho nada más al respecto realmente —explicó.
—Está bien, yo averiguaré al respecto —asintió comprendiendo.
—Gracias —pronunció Namjoon realmente agradecido.
—Ya estoy lista —gritó Sana llegando al lado de Jimin, tomando su mano.
—Bueno, entonces en la tarde la pasaré a dejar donde sus abuelos —dijo el pelirrojo—. ¿No te piensas despedir de tus padres? —preguntó al verla permanecer a su lado—. No los verás en una semana —le recordó.
Asintiendo con su cabeza, Sana fue hacia sus padres y abrazó a cada uno después de besar sus mejillas.
—Aigoo mi princesa, tienes que comportarte bien y hacer tus tareas —pidió Jin cuando la menor se alejó.
—Si papi —asintió y volvió a correr al lado de Jimin.
—Adiós chicos, que tengan una linda luna de miel —se despidió sacudiendo su mano mientras salía de la casa junto a la menor—. ¿Y? ¿Qué quieres hacer primero? —preguntó mientras caminaban sin rumbo por la vereda.
—¿Podemos ir a patinar y andar en bicicleta? —pidió—. Por mi hermanita papá y papi ya no quieren hacer esas cosas y tampoco quieren que lo haga sola o con mis amigas —explico rodando dramáticamente sus ojos.
¿De dónde había aprendido la pequeña eso? Jimin no lo sabía, bueno... Tal vez de Jin, ya que el omega lo usaba mucho últimamente.
Y eso le recordó...
—¿Sana? ¿Cómo te sientes respecto al nuevo integrante de tu familia? —preguntó.
La niña se encogió de hombros—. Normal —respondió escasamente y Jimin hizo una mueca en su interior ante su tono indiferente.
—¿Quieres hablar de ello?
—No realmente —contestó observando el suelo.
Dirigiéndose al parque que estaba cerca, Jimin tomó asiento en la primera banca que vio junto a la menor.
—Hablar de ello puede ayudar, princesa —pronunció con suavidad, observando a las personas paseando a sus mascotas.
Sana se tomó su tiempo, alternando su mirada de Jimin y luego a los animales, en su mayoría perros, que correteaban y jugaban con sus dueños.
—En un principio me emocionaba la idea —aceptó—. Pero cuando se los conté a mis amigas, SeunHee me dijo que era horrible, que mis padres iban a dejar de quererme y prestarme atención, todos iban a querer más a mi hermana y se olvidarían de mí —confesó tan decaída que provocó dolor al corazón del omega.
Su pequeña Sana no era así, siempre había sido una niña animada y confiada.
—Lamento que tu amiga diga esa a cosas, princesa, pero debes de saber que eso no es verdad ¿cierto? —pronunció y Sana se encogió de hombros otra vez, evitando su mirada.
Tomando a la menor, Jimin la sentó de lado en su regazo y la abrazó con cariño, liberando suavemente su aroma en forma de consuelo.
—Papá Namjoon siempre está preocupado sobre el bebé y ya no juega conmigo, papi Jin tampoco puede pasar tanto tiempo conmigo porque cuidar de mi hermanita en su pancita lo cansa... Ellos ya están dejándome de lado —murmuró enterrando su rostro en el pecho de Jimin—. Pronto los demás harán lo mismo, SunHee lo dijo.
—Lamento decirte esto cariño, pero tu amiga SunHee es una tonta —pronunció Jimin sin poder evitarlo, sacándole una risita baja a Sana—. Tal vez sea verdad que las cosas no serán igual que antes, pero en tu corazón debes de saber que tus padres te aman mucho, ¿cierto?
—Ayer se olvidaron de darme mi beso de buenas noches —susurró.
A pesar de tener diez años, Sana seguía siendo una niña pequeña que ahora temía de su posición en su familia debido a su nuevo integrante.
—Vamos cariño, discúlpalos por ello. Sabes que nunca lo olvidarían pero ayer fue un día agitado para todos con su boda —le explicó.
—¿Y si lo hacen otra vez?
—Entonces me lo dices y yo les regañaré —respondió—. Pero tu hermanita no vendrá a ocupar tu lugar, tú ya tienes un lugar muy valioso en el corazón y en la vida de todos. Es más, deberías de estar contenta porque serás su hermana mayor, su Unnie.
—¿Eso es bueno? —preguntó saliendo de su escondite.
—Claro que sí, ser la hermana mayor trae muchas ventajas —sonrió—. Además, como la señorita que eres estoy seguro de que harás un excelente trabajo ayudando a tus padres a cuidarla y criarla, enseñándole cosas nuevas y siendo su heroína como la mujer maravilla, por ejemplo.
—¿Por qué sería su mujer maravilla? —pregunto visiblemente interesada.
—Porque todos los pequeños, ven a su hermano mayor como si fuera su héroe —contestó honesto.
Y del tiempo que hablaban sobre la nueva integrante, Sana por fin mostró una gran sonrisa ante el pensamiento de ser un héroe.
—Sana, ¿esa amiga tuya siempre hace ese tipo de cosas? —preguntó.
—¿Qué cosas? —preguntó confundida.
—Por ejemplo, que siempre encuentre algún detalle de algo que hagas o digas... O incluso trate de imitarte —explicó.
Frunciendo el ceño, Sana asintió con su cabeza luego de un momento.
—Sí, hace poco le dije que me había inscrito otra vez para mis clases de ballet y ahora ella también se inscribió en la misma. Al principio estaba feliz porque tenía a mi amiga de la escuela conmigo, pero cada vez que la profesora Park me felicitaba, ella decía que debía de hacerlo mejor.
—¿Y por qué te sigues juntando con ella, princesa? —preguntó—. Eres una chica inteligente, ya debes de saber que ella te tiene envidia.
—Pero... Si no lo hago... Ella me dijo que se quedaría sola —explicó preocupada.
—Tu razón es muy dulce, cariño —le sonrió suave—. Pero si tu amistad con ella te lastima, lo mejor es dejarla, ella encontrará más amigas en su camino —prometió.
—¿En serio?
—Es tu decisión, pero no me gustaría verte dudando por algo de lo que te dijo ella —asintió.
—Uff, entonces le diré que ya no es mi amiga —dijo visiblemente más aliviada.
—Y cariño, si tienes más problemas al respecto, ya sea con ella u otros, no dudes en decirles o preguntarles a tus padres, ellos ayudarán —aconsejó—. Y si no puedes hablarlo con ellos, siempre tienes al tío Taehyung y Jimin ¿bueno?
—Sip —sonrió—. ¿Ahora, podemos ir a andar sobre patines y bicicleta?
—¿Y sabes hacer alguna de esas cosas? —preguntó feliz de ver que había vuelto a ser su animada chismosa.
—Sip, yo te puedo enseñar si no sabes, Oppa —sonrió con orgullo.
—Uhm... Entonces podrías ayudarme un poco con los patines —asintió—. Puedo subirme en ellos, pero no soy un experto —rió.
Irónicamente, podía usar perfectamente los patines sobre hielo, pero los que tenían rueditas, eran un problema para él.
—Yo te cuido, Oppa —aseguró y ambos se levantaron—. Gracias tío Minnie —pronunció abrazándolo cortamente antes de tomar su mano y salir del parque junto al omega.
Ahora Jimin tendría que tener una conversación con sus amigos cuando estos volvieran de su luna de miel.
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Bueno mis copitos! De ahora en adelante se comenzará a subir más seguido (lo máximo que se pueda con mi inter, ya saben)
Espero que les haya gustado y se estén cuidando mis copitos <3
Ahora, vi muchos comentarios preguntando las edades de los chicos en esta temporada, solo deben de sumarle 5 a la edad de la primera, Jimin tenía 19 y Yoongi 25, si quieren la de los demás, avísenme para decírselas en el prox cap
PD: Así me imagino a Sana de 10 añitos
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