🌸•Capítulo 14•🌸


—Listo, ahora eres una hermosa hadita —exclamó la joven beta.

Sana le sonrió a través del espejo a la mujer que le ayudó con su maquillaje y luego suspiró cuando esta se alejó para ayudar a alguien más.

Observando a su alrededor, mordisqueó suavemente su labio inferior mientras buscaba con la mirada una cara conocida entre todo el caos que había detrás del escenario.

Cuando Jimin apareció, inmediatamente su cuerpo se relajó en alivio.

—Oppa, ¿por qué tardaste tanto? —le recriminó con un puchero—. Pensé que ya no iba a venir.

—Lo siento princesa, el tráfico está horrible —se excusó dejando sus cosas al lado de las de Sana.

—Por fin Jimin-sshi —exclamó Momo acercándose al pelirrojo—. No tenemos mucho tiempo, cámbiate de ropa y luego dejas que te arreglen un poco —ordenó entregándole el traje de Peter pan e inmediatamente alejándose para seguir con los preparativos.

—Vaya, todo está muy movido aquí atrás ¿no? —pronunció Jimin y la menor asintió efusivamente—. ¿Sabes dónde me puedo cambiar?

—Sígueme oppa —dijo bajándose de su silla.

Esquivando a algunas personas, Sana guio al omega hasta unos cambiadores y se quedó afuera esperando mientras el mayor se cambiaba de ropa.

—¿Estás nerviosa? —preguntó el pelirrojo.

—Un poco, tengo miedo de equivocarme o caerme —confesó arrugando su pequeña nariz—. ¿Tío Minnie también está nervioso? —preguntó.

—Estoy entre nervioso y ansioso —aceptó.

—¿Y por qué no tienes miedo? —preguntó confundida.

—Claro que lo tengo —respondió y salió con su traje de Peter pan—. Pero hay algo más importante que ello.

—¿Qué cosa?

—Ven —pronunció guiando a la menor al borde del escenario y cerca del gran telón rojo burdeo.

Abriendo mínimamente el telón, Jimin observó y sonrió antes de voltear hacia Sana.

—Mira esto —invitó.

Acercándose, la infante contempló a varias personas que no conocía sentadas en sus lugares. Casi doblaba el número de individuos presentes en sus anteriores presentaciones.

—Concéntrate en las personas que están al frente, entre la primera y segunda fila —indicó con suavidad Jimin, dejando sus manos en los delgados hombros de la infanta.

Respirando profundamente, Sana siguió la indicación y su corazón se aceleró cuando contempló a toda su familia entre aquellas filas.

Desde sus padres, abuelos, tíos y amigos, absolutamente todos estaban ahí.

—Ellos son lo que importa —pronunció el pelirrojo—. Salga bien o mal, aquellas personas saben que diste tu mayor esfuerzo —aseguró juntando nuevamente el telón—. Y no te preocupes, tengo confianza en que todo saldrá bien —prometió cerrándole un ojo.

Colocando su mano sobre su pecho, Sana sonrió con entusiasmo.

—Si, tienes razón Oppa, gracias —exclamó abrazándolo cortamente.

—Jimin-ah, será mejor que ya estés maquillado —advirtió la profesora Park cuando paso por al lado de ellos y siguió de largo.

Soltando una risita, el pelirrojo omega volvió a su lugar y tomó asiento, esperando tranquilamente a que la joven le ayudara con un suave maquillaje.

"Cachorro, ¿cómo está todo por allá atrás?" la voz de su alfa preguntó en su mente.

"Hay mucho movimiento, pero todo bien" respondió. "Pronto saldremos al escenario"

"Entonces esperaré ansioso, suerte amor" alentó Yoongi sacándole una dulce sonrisa al omega.

Cuando tuvo listo, Jimin agradeció y luego tomó su teléfono revisando lo caótico que estaba también el grupo del chat que tenía con sus amigos y familia.

Riendo suave, se aseguró de quitarle todo el sonido y lo volvió a guardar.

—Muy bien chicos, reúnanse un momento —pronunció Momo llamando la atención de todos.

Rápidamente un medio círculo se formó alrededor de las dos profesoras.

—De acuerdo, ha sido un mes duro e intenso para todos, pero quiero decir que agradezco tanto la ayuda como la disposición de ustedes por ensayar y practicar —expresó la profesora Park—. Muchas gracias, chicos, y les deseo la mejor de la suerte en el escenario.

—Sin importar el papel que se les dio, cada uno se esforzó al máximo y eso es lo que cuenta —exclamó Momo—. No quiero que duden, tengan confianza en sí mismos y lo más importante, disfruten del momento —sonrió.

Con esas palabras dichas, todos colocaron sus manos en el centro y las alzaron con un grito lleno de confianza.

—Bien, que salga el primer grupo —sonrieron ambas profesoras, logrando que todos de dispersaran.

Del otro lado del telón, Yoongi al igual que los otros espectadores esperaban pacientemente a que la presentación comenzara.

—¿Tardará mucho más? —preguntó Namjoon que estaba sentado a su derecha.

A pesar de que no era la primera presentación a la que asistía, el alfa se veía más nervioso que la propia bailarina.

—Todo saldrá bien —sonrió Yoongi y pronto, las luces se apagaron.

El silencio se instaló en aquella gran sala tras ello, pronto, luces del mismo escenario iluminaron el extenso telón.

—Esto me pone ansioso —murmuro SeokJin acariciando su abultado abdomen.

Enseguida, las luces se apagaron y la música de violín comenzó a sonar.

Pronto, el telón se levantó y las luces volvieron revelando una escenografía hermosa de una habitación antigua.

—¿Qué van a presentar? —preguntó Jungkook que estaba sentado a su izquierda.

—Peter pan —respondió Yoongi antes de hacer callar a su hermano.

Wendy apareció con un libro entre sus manos, moviéndose con delicados pasos de baile como si relatara un cuento mientras sus dos hermanos lo representaban luchando con espadas de madera.

Cuando la madre apareció y les hizo acostarse a cada uno en sus camas, campanita surgió con un lindo vestido y alas verde.

Yoongi sonrió al percibir a los padres de la pequeña chillar en silencio mientras Sana bailaba a través de la habitación, buscando la sombra de su amigo, Peter pan.

De pronto, en la ventana, Peter pan apareció también, buscando a su traviesa sombra e inmediatamente comenzó a perseguirla al encontrarla.

Los movimientos de baile de Jimin eran delicados pero seguros, con saltos increíbles, mostrando belleza mientras representaba su papel de forma juguetona y alegre.

La presentación transcurrió, y luego estaban en el país de nunca jamás. Todos riendo y bailando de forma sincronizada junto a los niños perdidos.

Cuando la música cambió a una más tensa, una dramática, los piratas hicieron acto de presencia siendo dirigidos por el temible capitán Garfio.

Una pelea se desató entre Peter pan y Garfio.

El corazón de Yoongi se aceleró cuando contempló a su pareja subir a una roca y hacer un salto hacia atrás sin ningún problema.

Pronto, Peter pan venció a Garfio y este se retiró con sus hombres. La música volvió a ser suave y alegre.

Para finalizar, Peter pan y campanita llevaron a Wendy y sus hermanos de vuelta a casa, donde todos prometieron volver a verse antes de que ambos, desaparecieran por la ventana para regresar al país de nunca jamás.

El telón bajó y todos se levantaron para aplaudir emocionados por la presentación.

—Joder, ¿desde cuándo Jimin-ah puede hacer saltos así? —exclamó Jungkook sorprendido por los movimientos del omega.

—Deberías de tomar clases con Momo si quieres saber —rió la pareja de este, orgulloso de su omega.

Pronto, el telón fue levantado nuevamente revelando a todos los bailarines, quienes, tomados de la mano, se inclinaron frente a su público recibiendo con alegría los aplausos bien merecidos.

Dándose vuelta, Hoseok contempló a sus amigos detrás de él.

—Esto hay que ir a celebrarlo —exclamó.

—Vamos, salgamos a buscarlos —pronunció Yoongi, observando a Jungkook para que comenzara a caminar y así salir de ahí.

—¿Yoongi, a dónde vas? —pregunto el padre de este cuando lograron salir de aquella sala.

—En la entrada había una persona vendiendo flores, quiero comprarle un ramo a Jimin —respondió alejándose.

Al escuchar aquello, SeokJin observo a su esposo—. Ve a comprarle uno a Sana también —pidió.

Mientras ambos alfas desaparecían, los restantes se quedaron esperando en el lobby a que Jimin y Sana aparecieran.

Y cuando estos aparecieron ya cambiados, fueron abordados por cada uno de los presentes, llenándolos de abrazos y felicitaciones por la presentación.

—Nunca había visto a un Peter pan pelirrojo, pero fue fantástico —se burló y adulo Jaebum mientras rodeaba con sus brazos a su pareja.

—Fue increíble —asintió Jinyoung.

—Gracias, realmente no había esperado que todos vinieran —sonrió el omega, contemplando desde los padres de su alfa, sus tíos, sus hermanos, amigos, y los hijos de estos.

Todas las personas presentes en su vida estaban ahí.

—Por supuesto que íbamos a venir todos —pronunció Yoongi apareciendo detrás de Taehyung—. ¿Cómo se supone que nos perderíamos la presentación de ustedes dos?

Sonriendo, se acercó a su pareja y le entregó el hermoso arreglo de flores, besándolo castamente.

—Estuviste increíble —expresó y se alejó un poco para observar a Sana, quien contemplaba con emoción sus propias flores—. Y tu igual, princesa.

—Gracias, y gracias por las flores papá —sonrió la menor, abrazando a Namjoon con fuerza.

—Bueno niños, es hora de que vayamos a casa para que sus padres salgan a celebrar —indicó Hyekyo llamando la atención de cada menor de edad.

—¿Y no podemos ir con ellos? —pregunto Yeonjun observando a su padre.

—En otra oportunidad —respondió Hyuk, revolviendo el cabello de su hijo mayor.

—No se preocupen, les tenemos una sorpresa en casa —prometió Nara.

—¿Seguro que no es problema de que cuiden también de nuestro NingNing? —pregunto Hoseok, sonriéndole a su esposa cuando finalmente llegó a su lado.

—No hay problema —aseguró Joongki.

—Muchas gracias, mañana a primera hora lo pasaremos a buscar —prometió Momo, abrazando a su hijo cuando este se acercó para felicitarla.

—¡Sí! Pijamada —exclamó Beom-gyu entusiasmado a los demás.

Pronto, los cuatro mayores se llevaron a los cinco niños, dejando solo al grupo de amigos.

—¿A dónde iremos? —pregunto SeokJin con una sonrisa.

—Como estamos cerca de Yeoksam con Namjoon hicimos anticipadamente una reservación en Kyochon Chiken —respondió Jungkook—. Hoy es noche de Soju y pollo frito —exclamó con una sonrisa.

—Pollo frito y gaseosa para Jin —le recordó el esposo de este.

—Por supuesto —asintió Taehyung—. ¿Todos tienen la dirección? —preguntó y todos asintieron—. Entonces nos vemos allá.

Con eso dicho, todos se dirigieron a la salida y luego a sus respectivos vehículos.

Con cuidado, Jimin dejó su ramo de flores en los asientos traseros con su mochila antes de sentarse al frente junto a su pareja.

—Sí estás cansado podemos volver al departamento —comentó el alfa mientras comenzaba a manejar siguiendo a los demás.

—En otro momento te hubiese dicho que sí, pero hace tiempo que no salimos todos juntos —respondió dejando su mano sobre la del mayor.

Observándolo de reojo, Yoongi sonrió travieso.

—A mí no me engañas cachorro, solo quieres aprovechar de tomar —acusó sacándole una carcajada sorprendida al omega.

—No voy a tomar tanto porque mañana saldremos temprano y no quiero tener dolor de cabeza —sonrió divertido—. Pero la verdad es que también debo de aprovechar ahora que puedo —le recordó.

—Aigoo, mi cachorro suena como un adicto que no puede aguantar nueve meses sin beber —exclamó con fingida preocupación.

—¡Hyung! —rió el menor.

Entre pequeñas bromas, los diez minutos que condujo Yoongi hasta el restaurante debido al tráfico fueron como un parpadeo para esta pareja.

—¿No te pondrás una chaqueta? —preguntó el alfa contemplando la delgada camiseta que usaba su pareja mientras se quitaba el cinturón de seguridad.

—Aún hace calor —respondió bajándose.

No muy seguro, el mayor bajó su chaqueta por si acaso al volver al auto corría algo de viento, lo cual sería en verdad agradecido con el clima caluroso que había últimamente.

Tomando la mano de su pareja, ambos ingresaron al restaurante donde se encontraron con Namjoon y SeokJin, quien hablaba por teléfono.

—¿Los demás aún no llegan? —preguntó Jimin mientras eran dirigidos a su mesa en un cuarto privado para diez personas o más.

—Taehyung ya está cerca —informó SeokJin cortando la llamada—. Hoseok y Jaebum quisieron tomar un atajo, pero les atrapó el tráfico que se formó por un accidente, dijeron que no iban a tardar más de cinco minutos.

—Por querer llegar de los primeros —se burló Yoongi tomando asiento al lado de su pareja.

—¿Qué es lo que van a pedir? —preguntó la joven camarera.

—Ocho porciones de pollo, siete botellas de Soju, nueve cervezas y una botella de zumo —ordenó Namjoon.

"Siento que no saldremos de aquí si no tomamos algo" comentó el pelirrojo omega a su alfa a través de su enlace mental.

Yoongi asintió dándole la razón, sus amigos se volvían algo intensos con alcohol en su sistema.

—¿Algún sabor en específico? —preguntó la chica.

—¿Piña? —pidió Jin—. Me dieron ganas de comer piña —expresó.

—Kookie, es aquí —aviso Taehyung al encontrar a sus amigos.

Mientras la pareja tomaba asiento, la joven camarera de se retiró en silencio.

Pronto comenzaron a llegar los otros y mientras la comida y los tragos eran servidos y consumidos, el ambiente en aquella habitación se comenzó a animar.

Gritos, risas escandalosas, bromas y los infaltables juegos con castigos se hicieron presente tras la primera ronda de soju.

—Hobi ya se puso en modo de ahorro de energías —señalo Jungkook, causando las risas de todos mientras contemplaban al tranquilo y silencioso beta abrazando a su pareja mientras contemplaba a la nada de forma pensativa.

—Yah, dejen a mi hombre —ordenó entre risas Momo.

—Muy bien, ya están los tragos —comentó animado SeokJin, que había combinado Soju y cerveza en cinco vasos.

—Creo que nosotros ya bebimos suficiente —pronunció Yoongi quien apenas había aceptado tres vasos de cerveza al inicio, lo que serían ya unas tres horas atrás.

Luego de ello había acompañado a SeokJin con zumo, presenciando como el omega instaba a los demás a beber y organizar los juegos con las penalizaciones.

—Pero si apenas has bebido, Yoongi-sshi —indicó con voz algo arrastrada Jaebum.

—Alguien tiene que conducir —respondió contemplando a su pareja que hablaba y reía animadamente con Taehyung y Jinyoung.

—Yoongi tiene razón amor, no prepares más tragos —pronunció Namjoon pasando sus manos por su rostro.

—Hey, aún no llegamos a la parte divertida —se quejó SeokJin.

—¿Cuál es esa? —preguntó Jungkook comiendo algo de pollo frito.

—Cuando Taehyung parece un niño pequeño que no se puede quedar quieto, tú comienzas a quitarte la ropa junto a Jaebum para ver quien tiene mejor cuerpo, Jimin comienza a cantar como una vaca pariendo las canciones infantiles, Hoseok cae dormido, Momo comienza a hablar con ella misma, Yoongi ríe como un tonto y Namjoon se pone calenturiento y me toc-...

—Y esa es suficiente información —interrumpió Namjoon tapando su boca.

—Hey, yo no canto así —se quejó Jimin con un puchero—. ¿Cierto, hyung?

—Claro, amor —respondió el alfa, ganándose una sonrisa de ojos casi somnolienta.

Gateando, el pelirrojo llegó al lado de su pareja y se sentó en su regazo, apoyando su espalda en el pecho de Yoongi.

Tomando una cerveza, la llevó a sus labios y apenas alcanzó a darle un sorbo antes de que se la quitaran.

—Yoonie —se quejó con un tierno mohín.

—¿Por qué eres un borrachito tan tierno? —preguntó divertido el mayor, contemplando a su pareja haciendo aegyo de forma inconsciente.

—No lo soy —refunfuño con un puchero, inclinando su cabeza hacia atrás para contemplar a su alfa.

—Ya vamos a casa, hay que ir a dormir —susurró besando su sien.

—Peeero casa es aburrida —se quejó—. Y no quiero dormir, no tengo sueño —negó con un bostezo.

—Vamos cachorro, ¿acaso ya no quieres conocer Japón? —le recordó, intentando convencerlo por la buena.

Un Jimin borracho enojado era malditamente tierno, pero tendía a hacer estupideces si le quitaba el ojo de encima, en especial cuando estaba con Taehyung y Jinyoung.

Ese chico era la mayoría del tiempo la seriedad en vida, pero tomaba algo y se volvía en un desastre que Jaebum parecía más que encantado de cuidar.

—¿Japón? —repitió Jimin—. Es ese lugar donde viven el animes, ¿no? —preguntó con inocencia, parpadeando lentamente con ojos grandes.

—Si bebé —respondió divertido el alfa, sin corregirle.

El menor observó a su pareja y luego a sus amigos que hablaban animados, totalmente ajenos a ellos.

—Vamos a casa —asintió saliendo del regazo de su pareja y levantándose.

El omega rió cuando el suelo bajo sus pies se sacudió y pronto Yoongi rodeó la delgada cintura de su pareja antes de que se cayera.

—Namjoon, ya no tomen más —advirtió.

—Esto fue lo último —prometió el alfa y la pareja de este le guiño un ojo a Yoongi, prometiendo silenciosamente ver por sus amigos.

—Nosotros pagamos, no te preocupes —dijo Jin antes de volver a la conversación.

Acercando más el cuerpo de su pareja, Yoongi salió de la habitación escuchando como Jaebum y Jungkook discutían por quien tenía más músculos.

—Hyung, mis pies no quieren caminar —informó Jimin riendo bobamente.

—Ya te quiero ver en unas horas más, cachorro —comentó divertido el alfa—. Ya no te estarás riendo para nada —dijo mejor tomando entre sus brazos al omega.

—¡Yoonie! Ahora estoy volando —exclamó sorprendido, observando el cielo al salir del restaurante.

—Si bebé —respondió simplemente Yoongi, con una sonrisa en su rostro mientras se dirigía al auto con un parlanchín cachorro.


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