🌸•Capítulo 10•🌸


Jimin contempló el calendario y verificó la fecha antes de observar la prueba de embarazo en su mano otra vez.

Supuestamente, dos semanas era el tiempo estimado en todo omega para saber si estaba en cinta, pero hasta el momento... Las dos pruebas que se había hecho el pelirrojo durante la semana habían salido negativas.

Con un suspiro, tiró la prueba negativa en el basurero junto a la cajita y salió del baño.

Sentándose en la cama, tomó su celular y llamó a su pareja, quien debía de estar esperando una respuesta.

—Salió negativo otra vez, Hyung —pronunció con tono decaído mientras observaba sus pies.

Ten paciencia cachorro, sé que estás ansioso, pero el bebé no aparecerá instantáneamente en tu vientre porque así lo quieres —comentó con ternura.

—Lo sé, pero... —suspira—. Ahora que ya lo decidimos solo quiero tenerlo entre mis brazos —expresó, dejándose caer hacia atrás observó el techo de su habitación.

Contempló con cariño cuando Chim voló alrededor de la habitación antes de detenerse al lado de su pareja y las otras dos aves de plumaje colorido.

Hasta sus mascotas ya tuvieron sus propios hijos, formando su familia.

Dicen que la paciencia es una virtud, amor.

—Pues yo no tengo, no ahora —refunfuño sacándole una pequeña risa a su alfa.

Cariño, tenemos mucho tiempo por delante y la energía para seguir intentándolo —comentó—. Que tenga 30 años no significa que mi apetito por ti haya disminuido, ¿o sí? —pregunto juguetón, sacándole una pequeña sonrisita al pelirrojo.

—Increíblemente, no —respondió travieso, atrapando su labio inferior entre sus dientes.

Eish, ¿cómo que increíblemente? —refunfuño y Jimin rió.

—Gracias Yoonie —exclamó más animado que antes.

No es nada cachorro, te amo —expresó suavemente.

—Yo también te amo.

Y no quiero que pienses cosas estúpidas como que podrías tener un problema —advirtió logrando que el omega arrugara su nariz—. Apenas han pasado dos semanas desde que lo decidimos.

—Uhm... Yo podría haberlo pensado, pero solo un milisegundo —prometió—. En el cual... Tal vez pude haber conseguido una cita con la doctora Kim —confesó.

Jimin-ah —pronunció Yoongi y suspiró.

—Puedo cancelarla si quieres —dijo dudoso, tal vez había exagerado un poquito y si estaba muy ansioso al respecto como decía su alfa.

No cachorro, tal vez ella te ayude a entender en esa terca cabecita tuya que un bebé no viene de un día para otro y que eso no significa que algo esté mal en ti como has estado pensando durante la semana —expresó con suavidad, habiendo sentido la preocupación de su pareja gracias a su fuerte lazo—. Dime que día y a qué hora para poder acompañarte —pidió y Jimin se relajó.

—Es hoy, pedí cita a la última hora para ir después de la práctica con Momo —respondió.

Sería justo para mi salida entonces. Bien, espérame en la sala de ensayos e iré por ti para que vayamos juntos —pidió.

—Claro, te veo en la tarde entonces —pronunció despidiéndose.

—Si cachorro, ten cuidado y almuerza —le ordenó sabiendo que su pareja se saltaba las comidas algunas veces.

—Tu igual Yoonie —le recordó—. No te dejes consumir en el trabajo o le tendré que pedir a tu secretaria que sea mi espía otra vez —advirtió sacándole una carcajada al mayor.

Esta era una de las razones por la cual almorzaban juntos, para verificar que el otro comía.

Adiós cachorro, te veo después —se despidió finalmente el alfa, cortando la llamada.

Más animado que antes, Jimin se volvió a sentar en la cama y revisó su nuevo mensaje de SeokJin.

Aceptando la invitación del mayor al centro comercial, el pelirrojo se levantó de la cama y bajó a la cocina para calentar las sobras de la comida que había preparado su alfa el día anterior.

Con el tiempo justo, dejo comida para sus mascotas y salió de su departamento con su mochila listo para después ir a su ensayo con Momo.

Jimin buscó con su mirada en el estacionamiento del centro comercial, encontrado finalmente a SeokJin sentado en una banca, esperándolo.

—Hyung —pronunció llamando su atención mientras se acercaba.

—Agh, menos mal llegaste pronto Jimin-ah, porque ese mocoso de Taehyung siempre me hace esperar —exclamó levantándose de la banca—. Lo peor es cuando me hace lo mismo aquellos días calurosos —resoplo.

—Lo bueno es que el clima está más cálido estos días, a pesar de que las noches sigan algo heladas —comentó el pelirrojo, dirigiéndose al interior de la gran estructura—. Dicen que este año va a ser más calurosos que otros, pero el clima aquí siempre es un poco más exagerado.

—Si, también escuche algo así y estoy a esto —mostró su dedo índice y pulgar apenas separados—, de que Namjoon me convenza de comprar una piscina para Sana, así no tendría que ir constantemente con Hyekyo para abusar de la suya.

—Eso sonó mal —rió Jimin.

—Eish, sabes de lo que hablo —se quejó riendo también.

—¿Y qué venimos a comprar, Jinnie? —preguntó siguiendo al mayor.

—Necesito otros pantalones, los que tengo ahora ya no me cierran —explicó buscando una tienda de maternidad para omegas hombres—. Así que aproveché que Sana sigue en la escuela y Namjoon en el trabajo para salir contigo.

—Estoy seguro de que a mi hermano no le habría importado acompañarte —pronunció encontrando la tienda que buscaba el mayor—. Por ahí, hyung.

—Lo sé, pero con esto de que estoy embarazado y a un mes de dar a luz, Moonie se ha vuelto un poco, demasiado sobreprotector. Es dulce, pero también algo irritante —explicó entrando en la tienda, yendo directamente hacia los pantalones—. Y aunque me gusta estar con él, no es como si fuera igual a una salida entre amigos que con mi pareja —indicó—. Incluso invité a Taehyung con nosotros, pero con esto de su pronta exposición junto a la de Jungkook, ambos están ocupados.

—Sí, hoy vino por Beom-gyu al jardín y se retiró inmediatamente —comentó negando con su cabeza cuando el mayor le mostró unos pantalones—. Al menos no les queda mucho de preparación.

—Al igual que a ustedes con la presentación de Peter pan —indicó—. Me gustan estos tres, ¿qué piensas? —preguntó mostrándoselos.

—Mejores a los que me habías mostrado primero —respondió encogiéndose de hombros.

—Uhm, me los llevo —decidió tomándolos y dirigiéndose a la caja—. ¿No piensas comprar nada? —preguntó mientras hacían una pequeña fila para pagar.

—No realmente, solo vine a acompañarte —respondió honesto.

—Entonces déjame invitarte a comer algo —pronunció pagando sus compras, ambos omegas salieron de la tienda.

—Comí algo antes de venir —respondió—. Pero te aceptaría un helado.

—Entonces vamos por uno, en este piso está la tienda que me gusta —pronunció retomando el camino junto al menor nuevamente.

Luego de que ambos obtuvieran su helado, tomaron asiento en una de las mesas disponibles que la tienda tenía frente a ella.

—¿Y bien? —preguntó repentinamente el mayor.

—¿Y bien qué? —repitió confundido.

—Un pajarito azul me contó algo interesante —respondió y posó sus ojos en el cuello del pelirrojo, donde estaba orgullosamente su renovada marca.

—Taehyung —refunfuñó el menor—. Tenía pensado decirte yo.

—Está bien —rió SeokJin—. De cierta forma me estaba haciendo una idea de que algo ocurria con ustedes —comentó.

—¿Por qué? —preguntó curioso.

—Esta es la tercera vez que nos encontramos esta semana y que veo tu linda marca brillar al ser renovada —comentó logrando que el menor se sonrojara suavemente—. Obviamente estaban disfrutando como pareja o trabajando en algo más.

—Ugh, ustedes pueden ser muy observadores cuando quieren —pronunció sacándole otra risa al mayor—. Pero es verdad, lo hablamos como pareja y finalmente con Yoongi hemos decidido intentarlo —expresó con una pequeña sonrisa alegre.

—Así como van no me sorprendería que a final del mes termines embarazado —comentó moviendo sus cejas.

—¡Hyung! —exclamó avergonzado antes de estallar en carcajadas—. Tal vez —pronunció no queriendo admitir que supuestamente, ya debía de estarlo...

Pero no lo estaba.

—Jin, ¿en cuánto tiempo descubriste que estabas en cinta? —pregunto para verificar su información.

—Uhm —colocó un dedo sobre su mentón de forma pensativa—. Dos semanas aproximadamente —respondió luego de unos segundos—. Mi aroma cambió ligeramente y Namjoon lo notó, cuando fuimos al médico lo confirmó por nosotros —explicó—. ¿Por qué?

—Curiosidad —respondió esquivando la mirada del contrario.

—Jimin... Sabes que me puedes contar cualquier cosa, ¿no?

—No es algo importante realmente —respondió observando a las personas caminar—. Solo me puse a pensar si haber estado con anticonceptivos durante tanto tiempo podría afectarme en algo.

SeokJin observó al menor y luego terminó de comer su helado.

—Si es algo que te molesta, siempre puedes ir a visitar a un médico para que te quite las dudas —pronunció dándole la misma importancia al tema que el contrario, no queriendo molestarlo si se inmiscuía demasiado.

—En realidad, saqué una hora con la doctora Kim Yong-sug —reveló.

—Oh, la doctora que me recomendaste junto a Taehyung para que siguiera mi embarazo —reconoció—. Realmente quieres terminar en cinta a fin de mes, ¿no? —bromeó quitando esa pequeña tensión que se había sumado alrededor de Jimin.

—Bueno, siempre tendremos nuestro celo si no resulta este mes, ya que coincidimos en el siguiente —comentó ligeramente sonrojado mientras reía—. Tal vez no serán la misma fecha, pero... Ya sabes.

—Entiendo, te compraré unas pastillas para los dolores musculares entonces —rió.

—SeokJin-ah —exclamó con un puchero.

—Está bien, cambiemos de tema —propuso divertido.

—¿Cómo van las cosas con Sana? —recordó el pelirrojo.

—Intentamos integrarla más en el embarazo, pero aun así no creo que esté funcionando, por el contrario, parece más cerrada que antes —comentó con un suspiro—. Así que ahora hacemos lo contrario, le hablamos menos respecto a su hermana y más sobre ella.

—¿Funciona?

—Ayer logramos que nos comentara algo de SunHee —reveló—. No fue mucho, solo que ya no era su amiga, pero no nos quiso decir por qué.

—Con el tiempo se lo dirá, ténganle más paciencia y no la presionen con el tema de su hermana —propuso.

—Lo sé, gracias —suspiro tomando su helado—. Namjoon me comentó anoche que tal vez podría ir a buscarla a la escuela para que así pudiera hablar con su profesor, así averiguaba como le estaba yendo y si ha ocurrido algún problema con SunHee —comentó.

—Creo que Sana sería feliz con ello, de hecho —pensó—. Le estarían demostrando que se preocupan por ella todavía, a pesar de que no lo piense así.

—Ahg, realmente estoy odiando a esa mocosa que metió dudas e inseguridad en la cabeza de mi princesa —refunfuño.

—Siempre conoceremos a alguien así, Hyung —suspiró—. La señora Shim, mi compañera de trabajo, parece odiarme y no sé por qué.

—Pero según Taehyung, esa ahjumma odia a todo el mundo —recordó.

—Cuando estuve ese tiempo aprueba como aprendiz, estuve bajo su cuidado y al menos me correspondía el saludo, pero una vez que me contrataron comenzó a odiarme —indicó.

—Bueno, en la vida no siempre podrás caerle bien a todo el mundo, Jiminnie —indicó con suavidad—. Como ese grupo de chicas que te molestaba cuando bailabas con Hoseokie.

Jimin alzó una ceja—. Si sabes que a Momo le molesta que alguien más que ella llame por ese apodo en su pareja, ¿por qué lo usas, Hyung?

—Porque es divertido irritarla —rió suave—. Y hablando de ella, ¿tus ensayos no comienzan media hora antes que los de Sana? —recordó.

—Y eso significa —revisó la hora en su celular—. Tengo media hora para llegar a tiempo —exclamó tomando la servilleta para limpiar sus labios.

—Vamos, vine en el auto, te paso a dejar —pronunció Jin, levantándose junto al menor.

—¿Quieres que conduzca yo? —pregunto mientras se dirigían al estacionamiento.

—Por qué no —respondió con un encogimiento de hombros, entregándole las llaves una vez llegaron a su auto.

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