🌸•Capítulo 1•🌸
Jimin observaba de forma callada a SeokJin caminar de un lado a otro en la habitación, murmurando por lo bajo cosas inentendibles a los oídos del pelirrojo.
Inclinándose hacia adelante, Jimin apoyó sus codos sobre sus rodillas y sostuvo su rostro entre sus manos.
Para entretenerse, contó los pasos del mayor cuando iba hacia la izquierda y luego cuando volvía hacia la derecha.
—¡Es que no puedo! —explotó finalmente.
—¿Me dirás qué sucede, Hyung? —intentó nuevamente, esperanzado de averiguar cuál era el problema esta vez.
Suspirando, Jin tomó una silla y la corrió para sentarse en ella.
—¡Mírame! —chillo señalando su cuerpo—. Estoy horrible.
—Estás hermoso —corrigió con tranquilidad.
—Mi camisa ya no cierra —lloriqueo sin derramar lágrimas, realmente estaba haciendo un gran esfuerzo por no soltarlas al ver como abanicaba su mano frente a su rostro.
Observando la camisa del mayor, el pelirrojo noto que, de hecho, Jin tenía razón. Su camisa no cerraba bien debido a su gran vientre de siete meses.
Conociendo ahora cuál era el problema, se levantó de la cama e inmediatamente el omega contrario le observó expectante.
—No te preocupes Jinnie, puedo arreglar esto —prometió.
—P-pero no es solo eso —se lamentó, atrayendo la atención del menor—. ¿Qué pasa si me dice que no?
—Hyung... Fue Namjoon quien te pidió matrimonio —le recordó.
—Pero mira como estoy ahora —se volvió a quejar—. Ya no estoy delgado como antes, soy una ballena —refunfuño—. Tú en cambio sigues igual de esbelto y bonito, ¡incluso has trabajado tu cuerpo para tener algo de músculos!
Acercándose, Jimin colocó ambas manos en los hombros de su amigo y apretó con ternura.
—No estás gordito, Jinni-ah, solo estás cuidando de tu bebé aquí adentro —bajo una de sus manos al vientre del mayor—. Y es de mala educación comparar a las personas, tú sigues igual de bello e incluso más ahora que estás en cinta —recalcó—. Sabes que mi hermano está perdidamente enamorado de ti, cualquiera lo puede ver y tú lo puedes sentir —indicó observando el cuello del contrario, justo donde estaba su marca.
Respirando profundamente, Jin asintió con su cabeza.
—Sí, tienes razón —repitió un poco más tranquilo—. Lo siento, estos cambios de humor —se excusó a lo que el pelirrojo sonrió.
—Está bien, no hay problema —calmo—. Ahora relájate, estás más nervioso que cuando me gradué de la universidad y yo era quien se iba a graduar —recordó con cariño, sacándole una pequeña risita al mayor.
—Gracias Minnie —suspiro definitivamente más relajado.
—De nada, ahora, iré a conseguir una camisa más grande, debajo de la chaqueta no se va a notar de todas formas —pronunció alejándose—. Ya vuelvo —prometió saliendo de la habitación.
—¿Ya volvió a la normalidad? —preguntó Taehyung en cuanto cruzó la puerta.
—Sabes que con sus cambios de humor solo debes de ser paciente —indicó divertido.
El omega peliazul resopló.
—Solo lo dices porque tú tienes una paciencia infinita, lo cual es una gran ventaja considerando tu trabajo con los niños —pronunció—. En serio, cuando Jin hyung se pone así, entro en pánico y no sé qué hacer... No sé cómo fue que Kookie me soportó —sonríe.
—Hablando de niños, ¿dónde está el pequeño Beom-gyu? —preguntó al no verlo alrededor de su papi como siempre.
—Está jugando con el hijo de Hoseok hyung, como solo se llevan por dos años.
—Oh, entonces yo voy a buscar otra camisa, tú vigila que Jin hyung termine de arreglarse —pidió alejándose, sabiendo que su amigo seguiría las instrucciones.
"Cachorro, ¿ocurrió algo con Jin?"
La voz de su pareja en su cabeza saco instintivamente una sonrisa a Jimin.
Haber descubierto que su amor había llegado a tal extremo como para establecer esa comunicación mental poco conocida hasta por los doctores había sido sorprendente.
Y aunque a ambos les había costado un poco acostumbrarse a ella, mayoritariamente por los dolores de cabeza que habían sufrido y seguían sufriendo si abusaban de ella, era una de las ventajas de ser parejas destinadas que ninguno cambiaría por nada en el mundo.
Tampoco lo habían mencionado entre sus amigos, ese era su pequeño secreto.
"Lo usual, el bebé y los cambios de humor" respondió mientras seguía su camino.
Cruzando una pequeña sala destinada para dos elevadores, Jimin se detuvo en la primera puerta que daba al pasillo y tocó con sus nudillos.
—¿Qué sucede, bebé? —preguntó su alfa mientras abría la puerta, ni siquiera le había dado bien una mirada y aun así sabía que quién estaba del otro lado, era su omega.
—¿Es Jinnie? ¿Se arrepintió? —interrumpió el otro alfa, empujando a Yoongi para colocarse en la puerta.
—No exageres, Hyung —resopló rodando sus ojos—. Solo necesito la otra camisa —explicó.
—Otra camisa, bien —repitió y se alejó rápidamente en su búsqueda.
Volviendo a aparecer en la puerta, Yoongi atrajo a su pareja al interior y la cerró para colocar suavemente al menor contra la plana superficie.
Acercando su rostro, besó a su omega de manera tranquila, ignorando totalmente el caos que armaba el alfa al buscar la nombrada camisa.
—Sácame de este infierno —murmuró sobre los rellenos labios del omega.
Jimin soltó una risita divertida y negó suavemente mientras alzaba sus brazos para rodear el cuello de su alfa.
—No es tan malo, solamente tenemos que soportarlo una hora más y entonces ellos ya estarán casados —pronunció.
—Ya pero, sigo sin entender por qué nosotros también debemos estar separados... Se supone que solo es una tonta superstición para los novios —refunfuño.
—¡La encontré! —gritó Namjoon, recordando su presencia a la pareja.
Inclinando su cabeza hacia la derecha, el pelirrojo observó sobre el hombro de su pareja a su hermano.
—¿Puedes llenarla de tu aroma? Eso ayudaría a Jinnie —pidió.
—Por supuesto —pronunció, pero Jimin ya había vuelto a observar el rostro de su alfa.
Contemplando los bonitos ojos verde pálido con distintos matices café y gris, aquel par que transmitían tanto amor solo para él.
—¿Ya te dije que me encantan tus ojos, Yoonie? —preguntó.
—¿Mm? ¿Qué es esto? ¿Mi cachorro está intentando seducirme? —preguntó juguetón.
Esto era otra cosa que amaba Jimin, a pesar de los años que habían transcurrido, su pareja seguía llamándole cachorro incluso cuando ya era todo un adulto, y al pelirrojo le encantaba.
—No lo sé, ¿funciona? —sonrió coqueto.
—Lamento interrumpir, pero es mi boda por lo que lo haré de todas formas. Jiminnie, ¿puedes llevarle a mi omega la camisa? —le recordó el otro alfa.
Yoongi gruñó al saber que tenía que dejar ir a su travieso cachorro coqueto. Suspirando, lo besó castamente y se alejó, permitiendo que Namjoon le entregara la camisa.
Lanzándole una sonrisa malvadamente encantadora, Jimin se retiró de la habitación con un suave balanceo de caderas adicional que le hizo gruñir interiormente.
Su omega se veía demasiado bien con ese traje como para que además quisiera tentarlo de aquella forma también.
"Esto no terminará así" advirtió.
"Eso es lo que espero" respondió su pareja, lanzándole un beso antes de desaparecer totalmente.
"Cosita traviesa" gruñó y sonrió al escuchar la risa de su omega en su mente.
El pasar de los años solo había hecho a su dulce pareja más apuesta y hermosa, sin contar de su lado travieso y juguetón.
—¿Con esto estará bien, cierto? —preguntó Namjoon.
Cerrando la puerta Yoongi volteó a observar a su hermano.
—Lo estará, ahora termina de arreglarte —le recordó.
—Ugh, lo siento Hyung... Solo que estoy nervioso... Aún no me puedo creer que finalmente me estoy casando con mi Jinnie —exclamó dándose media vuelta para observarse en el espejo.
—Pues créelo, nos ganaste tanto a Jungkook como a mí en esto —señaló—. Cada pareja va a su ritmo, sabe cuándo se tienen que avanzar, quedarse o retroceder.
—Solo un poco más y será mío de todas las formas posibles —comentó con emoción, terminando de colocarse el traje.
—Daebak —exclamó Yoongi al contemplar el traje de su hermano—. Te ves bien —halago.
—Gracias —sonrió mostrando sus hoyuelos—. ¿Es Minnie? —preguntó luego de que la puerta fuera golpeada nuevamente.
—No, no lo es —respondió Yoongi antes de abrir la puerta—. ¿Padre?
El hombre sonrió y observó el interior de la habitación.
—Quería ver a mi hijo antes de ir a buscar a Jin —respondió.
—Oh... Ya es hora —pronunció nervioso.
Joongki rió y asintió con su cabeza.
—Todo irá bien, hijo —prometió—. Cada invitado está en su lugar asignado, solo faltan los novios.
—¿Algún consejo? —preguntó el menor.
—Respira lentamente y todo estará bien —prometió el alfa mayor antes de retirarse.
—Bueno, es hora de irnos entonces —pronunció Yoongi tomando su chaqueta para colocársela.
—No estoy nervioso, no estoy nervioso, no estoy nervioso —comenzó a repetir el alfa menor—. ¡Mierda! Hyung, si estoy nervioso —casi chillo.
—No. —pronunció agarrando los hombros de su hermano—. No estás nervioso —repitió estrellando no tan suavemente su frente con la ajena—. Repite conmigo, no estoy nervioso.
—No estoy nervioso, no estoy nervioso —repitió y tomó una gran bocanada de aire—. Gracias —pronunció cuando finalmente se calmó.
—De nada, tienes suerte de que yo esté aquí o Jungkook ya se estaría burlando de ti —señalo divertido.
—Ese mocoso nunca crece, hasta su hijo es más maduro que él y Beom-gyu tiene cinco años.
Ambos rieron y se separaron, saliendo de la habitación, juntos subieron al ascensor y bajaron al segundo piso del edificio donde se realizaría la ceremonia.
Cuando entraron en el gran salón hermosamente decorado, ya cada invitado estaba en su lugar con los principales amigos sentado en los primeros asientos.
Llegando a la pequeña tarima frente a todos, Yoongi sonrió al contemplar a su madre cuidar de Beom-gyu con Jungkook a su lado.
Era bueno tenerla de vuelta nuevamente, a pesar de que seguía yendo ocasionalmente por un control en la clínica.
Al menos en los últimos dos años no había mostrado ninguna recaída y se había disculpado con Jimin.
Parándose al lado de su hermano, solo que dos pasos atrás, cruzó las manos tras su espalda y observó a su pareja posicionarse en el lado contrario, frente a él.
Compartiendo una sonrisa, ambos giraron su cabeza y observaron a la entrada cuando la música de piano comenzó marcando la entrada de Jin en brazo de Joongki.
La pequeña Sana iba delante de ellos con un hermoso vestido lila, lanzado pétalos de rosas a medida que avanzaba.
Cuando finalmente ambos estuvieron frente a Namjoon, su padre compartió unas pequeñas palabras antes de tomar la mano de Sana y guiarla a sus respectivos asientos.
Entonces, la ceremonia comenzó.
Pero mientras el hombre encargado comenzaba a decir un pequeño discurso, Yoongi dejó de escuchar mientras admiraba a su hermosa pareja, sin poder creer que cinco años habían transcurrido ya desde que se conocieron.
Cinco años estando juntos, acompañando a Jimin durante toda su juventud y madurez.
Y aunque había sido tal vez un poco difícil seguir a su pareja en sus deseos de experimentar su juventud, al menos su omega no había sido un adicto a las fiestas, aunque sí habían descubierto que tenía cierta debilidad por el alcohol, así como Yoongi lo tenía preferiblemente por el vino.
Internamente, sonrió ante la primera vez que Jimin se emborrachó completamente y el desastre que había hecho con Taehyung, al menos había estado con él para cuidarle y al día siguiente mimarle.
Ahora, Jimin ya era todo un hombre adulto con un trabajo que amaba.
Con el beso sellando el amor de ambos, Jimin aplaudió al igual que los restantes invitados cuando finalmente, SeokJin y Namjoon estuvieron casados oficialmente, finalmente sacando a Yoongi de sus pensamientos.
Observando a la pareja recibir sus felicitaciones por parte de los conocidos, Jimin suspiró.
La ceremonia había sido tan hermosa.
—¿Cómo te imaginas nuestra boda? —preguntó Yoongi, rodeándolo con sus brazos desde atrás.
El pelirrojo alzó sus cejas de manera sorpresiva y luego sonrió dulcemente, esa era una pregunta que se podía imaginar muy bien.
—Me gustaría algo más pequeño —confesó—. En un lugar al aire libre y solo con nuestros amigos más cercanos, que sea... Personal.
—Hum... Si, también me lo puedo imaginar —asintió y besó la rellena mejilla del menor.
—Chicos, la fiesta es cruzando el pasillo, en el salón de al frente —aviso Taehyung, enseguida obteniendo que los invitados se comenzarán a mover junto a los recién casados.
Personas con traje blanco y chaqueta negra se paseaban por el gran salón repartiendo pequeños aperitivos junto con copas de champán hasta zumos por los niños pequeños.
—Ah-ah —negó el alfa, quitándole la copa a su pareja—. ¿A dónde crees que vas con eso?
—Pero Yoongi —dijo con un puchero—. Solo es champán.
—¿Te debo de recordar cómo te pones de travieso y hablador con el alcohol? —preguntó arqueando una ceja—. ¿Y lo que haces cuando bebes de más?
Uy, cierto.
Jimin arrugó su nariz ante el recuerdo, aunque le gustaba beber, siempre tenía cuidado de hacerlo de forma cuidadosa y solo cuando su alfa estaba cerca para cuidarlo, de todas formas tampoco es como bebiera siempre.
—Pruébalo y dime cuanto alcohol tiene —pidió.
Bebiendo un trago, Yoongi sonrió ante la mirada expectante de su cachorro.
—Solo tres copas como máximo —dijo finalmente, entregándosela.
Sonriendo, Jimin aceptó y tomó también un aperitivo que compartió con su pareja.
—Chicos, acérquese que quiero lanzar el ramo —pidió SeokJin.
—¿No vas a ir? —preguntó Yoongi a su pareja.
—No lo sé —respondió observando al grupo de personas reunirse detrás de su amigo.
Quitándole la copa, el alfa lo empujó suavemente.
—Anda, consigue el ramo bebé.
Riendo, Jimin siguió al grupito y se colocó al lado de Taehyung.
—Levanten sus manos y cierren los ojos chicos, aquí voy —anuncio Jin, logrando que todos obedecieran sus órdenes.
Jimin cerró sus ojos y esperó escuchando los chillidos a medida que Jin jugaba con ellos.
De pronto, algo cayó su pecho y enseguida entre sus manos. Los chillidos se hicieron presente y el pelirrojo abrió sus ojos.
—Creo que esa es una señal —rió Taehyung, observando como su amigo acercaba las flores a su rostro y sonreía para luego mirar a su alfa y compartir una mirada.
—¿Tú crees? —sonrió el pelirrojo.
Un pequeño cuerpo se estrechó sobre él y rodeó su cintura.
—Tío Minnie —sonrió Sana—. ¿En tu boda puedo lanzar yo también los pétalos? —pidió.
—Claro pequeña —respondió con una pequeña risa.
—Ya no soy pequeña —le recordó con un puchero que provocaba que sus lindas facciones se volvieran más infantil.
Pero no le iba a decir aquello cuando la pequeña estaba pasando por la etapa de parecer adulta y hasta usar maquillaje.
—Verdad que ahora eres una linda señorita —respondió de forma inteligente y Sana asintió efusivamente con su cabeza.
—¿Le dijo papi que mañana voy a estar con ustedes todo el día antes de irme con los abuelos? —preguntó.
—Sí, con Yoongi hemos quedado en que te iríamos a buscar —comento.
—Gracias —chillo y luego lo soltó para correr hacia su hermoso y embarazado padre.
Observando a su alrededor, Jimin fue atrapado por el resto de los niños, quienes serían Beom-gyu, YeonJun, Soobin y Hueningkai, el pequeño de Hoseok.
"Amor... Necesito un poquito de ayuda aquí" pronunció a su alfa, tratando de contestar las múltiples preguntas de los niños que tanto habían crecido.
Observando a su alrededor, Yoongi sonrió al contemplar a su omega rodeado de los infantes.
Realmente, su pareja tenía un dulce carisma con ellos que los atraía como las abejas a la miel... Realmente sería un gran padre.
—No es Jiminnie si no está rodeado por los niños —comentó su madre de forma divertida.
—Discúlpame, iré a salvar a mi pareja —pronunció antes de retirarse divertido.
—¿Entonces aún no se va a casar, cierto? —preguntó Soobin.
—No lo sabemos —respondió Yoongi por su pareja—. Pero serán los primeros en enterarse cuando suceda —prometió.
Riendo conforme, los pequeños se alejaron.
—¿Bailas conmigo, cachorro? —pregunto cuando la música comenzó.
—Encantado —asintió y dejó su ramo de flores en una mesa antes de seguir a su pareja.
Permitiendo que los recién casados tomaran el primer baile, ambos se internaron en la pista luego de ello.
Con las manos del alfa sobre la delgada cintura y los brazos del omega rodeando el cuello de su pareja, Jimin suspiro apoyando su cabeza sobre su hombro, ocultándose parcialmente en el cuello.
—Te amo Jimin.
—Yo también te amo, Yoongi —respondió mientras sus cuerpos seguían balanceándose al ritmo de la lenta melodía.
Todo era tan... Perfecto.
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Y aquí una pequeña sorpresita que les tenía preparada y se retraso por problemas de internet como ya sabrán.
Está es la segunda temporada de Dulce Deleite y se comenzará a subir regularmente (lo máximo que se pueda con mi inter de teléfono) a finales de enero <3
Espero que amen está historia igualmente y que sea de su agrado <3 (*^-^*)
Un besote y un abrazote, nos vemos mis copitos!
PD: Estoy trabajando en otra historia aparte de esta <3
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