PROLOGO
AURORA TAN SOLO TENÍA 16 AÑOS cuando comenzó su pesadilla. La pelirroja sabía que aquel no sería un buen día desde que notó que su traje azul estaba sucio así que tendría que conformarse con utilizar uno blanco con gris que tenía.
Al llegar a la biblioteca del Senado saludó a la secretaría con una sonrisa y caminó hasta una estantería a buscar un libro de historia y leer un poco. Habían algunos clones en la entrada de la Biblioteca y otros patrullando los pasillos.
Luego de tener un libro que parecía interesante en manos, Aurora tomó asiento en una mesa y comenzó a leer un poco en lo que esperaba a su maestra Xo Mera. Xo era la maestra de Aurora desde hace tres años. Es una Twi'lek de piel azulada con ojos dorados como el mismo sol que alumbra a Coruscant. Aurora tenía un gran aprecio hacia ella y estaba encantada de acompañarle en cada aventura que tenían juntas por la galaxia.
A su corta edad, Aurora ya era muy avanzada en su entrenamiento Jedi y gracias a ello había asistido a muchas batallas con grandes líderes como Obi Wan, el maestro Windu y el gran Anakin Skywalker pero aquel era su día libre como Jedi y su maestra le había prometido que irían a pasear por el jardín del Senado un rato.
Aurora estaba feliz leyendo su libro cuando sintió el ambiente tenso de repente, como si todo el aire de la galaxia se hubiese esfumado en un segundo. Ella miró por arriba de su libro y notó a los clones viendo un holograma, lo cual fue muy curioso para la joven Jedi.
─Ejecuten la Orden 66.
Y, en menos de lo que canta un gallo, Aurora se encontraba en el suelo evitando disparos de los clones que estaban presentes.
Tomó su sable de luz y lo encendió dejando salir una luz rosada tras ella y comenzó a evitar los disparos de todos los clones que habían en aquella habitación. Con su mano y ayuda de la fuerza derrumbó tres clones al suelo y lanzó su sable de luz a los otros dos que estaba cerca de ella matándolos en el momento. Tras eso lo tomo en el aire y salió corriendo de la Biblioteca solo para ver más caos.
─Aurora, ¿dónde estás?─escuchó desde su comunicador a su maestra.
Aurora se alegró de escuchar la voz de Xo Mera y comenzó a correr mientras le hablaba.
─Maestra, ando saliendo de la biblioteca pero, ¿qué está pasando? ¿Está todo bien? Los clones ... ellos ... me atacaron.
─Estamos buscando las mismas respuestas.─respondió ella.─Nos vemos en el techo del Senado querida y que la fuerza te ...
La comunicación se cortó y Aurora se detuvo.─¿Maestra? ¿XO? ¿estás?
─Tu Jedi.─dijo un clon tras ella.─Aurora lo alejó con la fuerza y se fue corriendo. Muchas cosas estaban pasando en ese momento y no tenía respuesta alguna.
Logró salir con vida de la Biblioteca, pero solo se podía llegar a la azotea del Senado pasando por la entrada del complejo. A menos que ...
Aurora no lo pensó dos veces y corrió en dirección a los salas de entrenamiento de los Jedi pequeños. Ella sabía de un atajo para llegar a donde quería. De repente varios clones se toparon con ella. Aurora encendió su sable de luz y comenzó a dar batalla con clones a quienes conocía desde hace años.
─Aurora.─Alguien gritó su nombre tras ella. La pelirroja volteó y sonrió al ver al maestro Obi Wan hasta que recibió un disparo en su espalda.
Aurora lanzó su sable de luz hacia los clones que quedaban y lo atrapó en el aire mientras caía al suelo del dolor.
─Obi Wan, señor.─Aurora ni sabía qué decir.─¿Qué está pasando?
─Lamento no poder responderte con exactitud─comenzó a decir el maestro Obi Wan ayudando a pasarse.─ pero Xo Mera me contactó. Te está esperando en el techo. Ahí nos tiene unas naves para irnos cuanto antes.
Aurora miró al maestro Obi Wan con nerviosismo hasta que unos disparos llegaron a ellos. Aurora comenzó a esquivarlos con su sable mientras daban pasos en ciego hacia atrás.
De repente una figura apareció. Era Xo Mera.
─Maestra.─dijo Aurora feliz.
─Vámonos de acá.─dijo ella alejando con su mano a los clones y tomando la mano de Aurora.
Los tres corrieron hacia el techo en busca de sus naves espaciales. De camino se enteró de la misión del maestro Kenobi en Mustafar y que debía de llegar cuanto antes. Por parte de Xo Mera, ella no sabía a donde ir con Aurora pero de que escaparan, lo harían.
Pero, justo subiendo las escaleras para llegar a su destino, varios clones los agarraron en el acto. Xo Mera comenzó a atacarlos para darle ventaja a Obi Wan y a Aurora.
Allá en el techo, Aurora corrió a la nave a prepararla para partir. No puso una locación exacta ya que Xo Mera se encargaría de aquello. Cuando salió del lugar notó que el maestro Kenobi se había marchado ya. Aurora corrió donde estaba su maestra luchando con varios clones y ella misma comenzó a ayudarle con los disparos. Aurora cerró con la fuerza la puerta de entrada al escuchar que venían más clones tras ellas hasta que escuchó un disparo que la sacó de trance tras ella. Aurora lanzó su sable al último clon que quedaba con ellas allá arriba y lo atrapó en el aire.
─XO.─Aurora corrió donde su maestra al verla en el suelo.
─Vete Aurora, ahora.
─No, maestra no.─Aurora había comenzado a llorar al verla en el suelo. Escuchó como azotaban la puerta con fuerza pero eso no le importó.─Vamos, no la dejaré acá. Por favor ...
─Es una orden Aurora.─dijo Xo Mera. ─Ha sido un placer ser tu mae...
Aurora no la dejó terminar cuando la tomó en brazos y la subió a la nave. Cerró el lugar y comenzó a poner una locación aleatoria lejos de este lugar. Varios disparos llegaron a la nave pero Aurora ya había despegado.
Aurora activó el hyperspeed antes de volver a ver a su maestra, la cual estaba recostada con una mano en su herida en el pecho, cerca de su corazón.
Aurora dejó la nave en piloto automático y fue a atender a su maestra.
─Lograremos salir de esta. Se lo prometo.
─Aurora ...
─Solo déjame buscar el botiquín ...
─Aurora...─Xo puso su mano contra la de Aurora y la acercó a ella.─Eres la mejor jedi que he conocido en mi vida. Se que lograrás salir de esta sola.─Aurora comenzó a llorar al ver como la voz se le iba yendo a su maestra.
─Y usted es la mejor maestra.─dijo ella llorando. Xo puso su mano en la cara de Aurora y la acarició.
─Te quise como a una hija cariño. No lo olvides nunca.
Y, así como un parpadeo, Xo había dejado de respirar. Aurora sintió como el corazón se le paró.
─Maestra ... maestra no, por favor.─comenzó a decir Aurora con lágrimas en los ojos.─Le necesito. Por favor, quédese conmigo. Por favor.
Y así, en medio de la galaxia oscura y tenebrosa, Aurora se quedó sola por primera vez llorando con su maestra entre sus brazos, sin saber qué hacer o a donde ir.
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