capítulo seis; los midiclorianos

( Porque un futuro sin ti es un mundo sin color )

CAPÍTULO SEIS

( los midiclorianos. )

Aurora sacó sus dos sable de luz antes de batallar con una bestia de hielo. Según Cal este era el camino más corto pero al menos el camino largo no contaba con este tipo de criaturas de diez pies llena de pelos y colmillos.

─¿Por qué me tocan los más difíciles?─preguntó la pelirroja en lo que le cortaba un brazo a la criatura.

Cal por el otro lado estaba atacando a unos troopers.─Por qué a diferencia de mi, no perdiste tu conexión con la fuerza.

Aurora rodó los ojos dando un último golpe.─Eso no tiene que ver.─dijo soplando un cabello de su frente y buscando a su amigo.

Cuando se reunió frente a Cal este ya había acabado con los troopers.─Hace frío, ¿no?

Aurora se encogió de hombros.─Dile a la bola de pelos que te abrace entonces.

Cal miró en dirección a su amiga; la cual estaba caminando hacia una rampa, y se sorprendió de su comentario.

─Beep beep boop. (Deja de ver sus glúteos.)─dijo BD haciendo que Cal se espantase.

─No estaba viendo sus ... espera, ¿qué?─dijo el pelirrojo sorprendido.─BD, eso sería lo último que haría. Le tengo respeto.─BD le dio una pequeña descarga al pelirrojo.─BD-1, te lo advierto.

─Beep beep beep. (¿Qué harás tú?)─dijo el droide a la defensiva. Cal iba a responder pero fue interrumpido.

─¡HEY!─dijo la pelirroja desde donde estaba.─Dejen de pelear y vengan que estamos cerca de la nave.

BD y Cal se miraron antes de seguir a la pelirroja a donde estaba.

─Cere.─dijo la pelirroja desde su comunicador.─El imperio ha llegado más lejos de lo que creímos.

─Justo estaba por hablarles. Un caminante nos está atacando, vengan de prisa.─dijo la morena desde el comunicador.

Ambos llegaron a la base imperial donde estaba la Mantis y observaron un caminante disparandoles.

Aurora miró al pelirrojo antes de encender sus dos sable de luz y tener uno en cada mano. Ella fue la primera en irse corriendo donde el caminante y atacar de frente.

─Boop beep boop. (¿Acaso quiere morir ella?)─preguntó BD desde la espalda del pelirrojo.

─Te sorprenderías.─dijo el pelirrojo encendiendo su sable de luz y atacando al caminante junto a la pelirroja.

Aurora, por medio de la fuerza, lanzó par de cajas del medio en dirección al caminante debilitando poco a poco mientras Cal atacaba desde abajo con su sable.

Luego de unos minutos, el caminante cayó. Ambos pelirrojos entraron a La Mantis.

─Eso fue un AT-ST.─Dijo la pelirroja a la nada sin esperar una reacción.

─¿Y tu como sabes eso?─le pregunto Greez.

Aurora lo miró con ambas cejas alzadas.─¿Como no sabes eso?

Greez la miró confundido hasta que vio a Cal.─Buen trabajo allá afuera. Tienes unos buenos movimientos.

Aurora abrió los ojos sorprendida por el comentario de Greez.─¿Y yo qué? ¿Que me devore un toro?

─Lo hiciste perfecto, niña.─le dijo el capitán pasando una mano por el cabello de ella con cariño. Aurora lo miró con ojos entrecerrados hasta que Greez le dedicó una sonrisa. Aurora sonrió por igual y fue a su asiento tras él.─Solo diganme que esta misión no fue para nada.

─Encontramos la tumba de un Sabio Zeffo. En definitiva usaban la Fuerza.

─Eilram fue la tumba que encontramos.─dijo Aurora tratando de conseguir una señal.

Cere miro impresionada a ambos jedis.─Una civilización portadora de la Fuerza que desapareció por completo. No me sorprende que Córdova estuviese interesado. ¿Algo más?

─Córdova dijo que los Zeffo hicieron un viaje a Kashyyyk y mencionó algo de conocer a un jefe wookie llamado ¿Tarzán?─preguntó la pelirroja.

─Tarful.─corrigió Cal.─¿Tal vez podamos ir y hablar con él?─sugirió Cal.

Greez miró a Aurora con pesar.─¿Kashyyyk? Las cosas allí están mal. El imperio está acabando con los pobres wookies.

─Entonces debemos prepararnos para una pelea.─dijo Cal sonriendo en dirección a Greez antes de salir de la cabina.

Cere fue tras él.

Greez miró a la pelirroja.─¿Apoyas esta idea?

─¿Tú no? Digo, piensalo. Esos wookies, ... podemos ayudarles, aunque sea un poco.─comentó la pelirroja.─Ellos ayudaron a los jedis cuando los necesitamos. Creo que es hora de devolverles el favor. Además, tenemos al mejor capitán de la zona, ¿no? Estoy segura de que saldremos ilesos.─dijo ella con una sonrisa.

Greez se puso nervioso.─Ay princesita, mejor ve donde el pelirrojo y decidan un destino.

Aurora soltó una pequeña risa antes de salir de la cabina en dirección a Cal.

─Entonces, caballero jedi, ¿a dónde nos vamos?─preguntó ella.

─Tú dime. Cere dice que podemos ir a Bogano a hacer una parada por provisiones.─le comentó el pelirrojo observando el holomapa.

Aurora miró a Cal con una sonrisa en su rostro.─Vamos a Bogano entonces. Podemos hacer una rápida parada por allá.

Cal puso las coordenadas en el mapa y la Mantis salió directo para allá.

─Aurora.─le llamó Cal pero ella salió de prisa a la cabina.

Ella sabía que Cal quería saber el por qué su ida sin excusa o explicaciones dos semanas antes de la Purga pero, ella no se sentía en ánimos de hablarlo ahora, aunque sabía que le debía una explicación a su amigo de varios años.

En el camino a Bogano se la pasó escuchando música y leyendo desde su datapad evitando contacto con los demás.

Cuando llegaron a Bogano, Cal salió de la nave junto a BD-1. Aurora quiso ir tras él, pero habían dudas en su interior.

─Ve con él.─le dijo Greez. Aurora le miró confundida.─Hazme caso princesa.

Ella miró al capitán antes de salir de la nave en busca de su amigo. Aurora lo encontró cruzando hacia el otro lado de Bogano, justo donde estaba el primer campo de meditación.

─Cal, espera.─le gritó ella alcanzando al pelirrojo.

─¿Qué? ¿Me ignoraras otra vez como hiciste hace siete años atrás?─le preguntó él rodando sus ojos molesto.

La pelirroja se posó frente a su amigo y suspiró.─No, Cal. Yo... ─ella miró el cielo de Bogano con nostalgia.─Yo nunca te dejé, Cal o al menos no porque quisiera.

─¿Entonces por qué?─preguntó él exasperado.

─¿No crees que vamos muy rápido?─preguntó ella de repente.─Apenas nos reencontramos y ...

─Y yo he esperado estas respuestas por siete años, Aurora. ─le interrumpió él.─Tu y yo hicimos una promesa y la rompiste, dos veces. Te esperé mucho tiempo sin recibir nada a cambio, ¿crees que me merecía tal cosa? ¿Acaso te trate mal?

Aurora abrió los ojos al ver como se le aguaban los ojos.─No Cal, claro que no.─dijo ella posando sus manos en la mejilla de él limpiando sus lágrimas.─Sabes muy bien que la primera vez fue por orden del Consejo Jedi.

─¿Y la segunda?─preguntó él quitando las manos de la pelirroja de su cara.

Aurora le miró con tristeza.─Lo siento Cal.─comenzó a decir con voz temblorosa Aurora.─No puedo decirte. Al menos no ahora.

Cal asintió apretando la mandíbula. Estaba molesto.─Bien, si alguna vez piensas que te equivocaste, y quisieras hablar de lo que pasó, estaré justo donde me dejaste la última vez. Solo, en una nave espacial.

Aurora observó como su amigo se alejó de ella por las tierras de Bogano. Sintió impotencia correr por su cuerpo y terminó golpeando una piedra que había frente a ella.

Ni se dio cuenta cuando comenzó a llorar pero ella jamás había peleado con Cal, o al menos no de esa forma. Ellos eran los mejores como para distraerse en peleas pero sus vidas eran distintas, y en algo tenía razón el pelirrojo, Aurora si había desaparecido sin darles explicaciones y eso le había dolido sobremanera.

Aurora se limpio sus lágrimas y camino a la nave nuevamente. Allá se topó con Cere en la entrada.

─Te tengo algo.─le dijo ella.

La pelirroja siguió a la morena hasta el cuarto de ella.─Creo que serán más prácticas que un guardarropa jedi.

Cere le tendió un nuevo outfit a ella. Era unos enterizo blanco; con un material interesante ya que era grueso, con una chaqueta negra, sin mangas y tres bolsillos en el frente, además de eso también había un agarrador color negro en la cintura donde cabía su sable y un blaster perfectamente.

─Gracias, Cere.─dijo ella con una sonrisa.─Me lo pondré inmediatamente.─dijo la pelirroja.

Unos minutos después, Aurora estaba viéndose en un espejo que había en el baño.

Amaba el enterizo ya que tenía dos bolsillos a cada lado de sus piernas, no daba calor a pesar de la tela ser gruesa y ser mangas largas y era muy flexible aunque tenía miedo de lo fácil que se podría ensuciar.

Por otro lado adoraba la chaqueta. Era muy cómoda a pesar de lo justo que le quedaba y le hacía resaltar su figura. Y estaba maravillada con aquel cinturón que se amarraba a su cintura y bajaba por su muslo de ambos lados. Era perfecto para llevar un blaster y sus sables. Se sentía un Trooper moderno; uno que llevaba esas armaduras pesadas y para nada flexibles.

─Cere, lo adoro.─dijo Aurora llegando donde ella.─Es perfecto.─la sonrisa de ella no daba a más.─Me recuerda un poco a mi armadura Mandaloriana.

Cere abrió los ojos ligeramente.─¿El que?

Greez miró a la pelirroja también.

─Oh, mi armadura. La dejé en Tatooine.─dijo ella sin preocupaciones.─ Ella al ver la cara de sus acompañantes, añadió.─Soy de Mandalore y, bueno Xo me hizo el favor de conseguir una antes de morir pero tras lo de la Cuarta Hermana no la llegué a tomar. Pero esto es mejor que cualquier traje jedi.

Cere se quedó sin palabras ante lo explicado por la pelirroja.─Bueno, eso es nuevo.

Aurora se encogió de hombros y tocó su sable de luz.─Si me disculpan, estaré en la parte de atrás.

Ella se fue a la parte de atrás y se apoyó en la mesa. Tomó ambos sable de luz y los posicionó en la mesa de trabajo y tomó el sable de Xo entre sus manos.

Amaba la diferencia de su sable con el de Xo. Mientras el de Xo tenía un mango blanco entero, el de aurora tiraba más a las tonalidades marrones y negras. El color del cristal de ambas era único, lo cual hacía el vínculo entre ambas más grandes.

Pero era tiempo de avanzar, y Aurora lo sabía.

─Gracias por todo, Xo.─susurró ella al sable con una sonrisa.

Una hora más tarde, Aurora había perfeccionado su sable de luz. Encendió el de ella primero al ver una luz rosada clara reflejar su cara, diferenciándolo del rosado oscuro de su sable anterior.

Tomó una bocanada de aire antes de encender el otro sable, el que le pertenecía a Xo, dejando salir otra luz rosada clara a través de ella.

Aurora sonrió casi dejando salir lágrimas de sus ojos. Xo siempre le hablo de lo difícil que era pulir un cristal Kyber, y, sin embargo, ella lo había logrado.

Aurora apagó el sable y sintió el mango de sus sables. Era el mismo de su maestra, en colores blancos con cuero en las esquinas haciendo de su agarre más suave y ligero.

─Ese es un lindo color.─dijo alguien tras ella.

Cal estaba con BD-1 en su espalda mirando a la pelirroja, la cual había cambiado el look completamente en la hora que se fue.

─Te complementa.─dijo él.

─No soy la única con un sable nuevo.─dijo ella observando el sable de su amigo en manos.

Cal ladeo la cabeza.─Digamos que no.

─¿Sigue siendo naranja?─le preguntó ella. Él asintió.─Sin embargo, el de Jaro era azul.

Cal miró a Aurora con una sonrisa ladina.─Era es una palabra clave.

Aurora miró a su amigo.─Cal, lo siento tanto.─dijo ella tomando la mano del pelirrojo y mirándole a los ojos.─Creeme que hubiese preferido quedarme a tu lado pero, el Consejo creía que era lo mejor estar separados mientras la guerra terminaba. Pero se equivocaron de jedi.

Cal la miró confundida.─¿De qué hablas?

─¿Te acuerdas de nuestros exámenes para saber cuánto es nuestro índice en midiclorianos?─Cal asintió.─¿Y recuerdas que te dije que tenía un total de 8,000?─Él asintió otra vez.─Bueno, mentí. Xo me hizo mentir, pero fue en vano. Ellos me encontraron y, todo fue un infierno los últimos dos meses antes de la Purga.

─No te estoy entendiendo. ¿Qué pasó? ¿Quién te encontró?─se preguntó Cal mirando a la pelirroja con preocupación.

─Yo tengo 17,000 midiclorianos, Cal.─dijo Aurora con voz temerosa.─Y tuve que esconderme de él por un tiempo, por órdenes del maestro Yoda, y por eso tuve que irme de tu lado, de Coruscant...

Aurora había comenzado a llorar y a temblar tan solo de recordar algunas cosas de su pasado.─Yo no quería dejarte. De ser por mi te llevaba a mi lado pero ...Yo solo era una niña Cal y ellos, ... ¿como pudieron?─se preguntaba ella. Cal pensó que hablaba del Consejo Jedi pero la historia era totalmente diferente.

Cal atrajo a la pelirroja a sus brazos y la abrazó con fuerza. Aurora comenzó a llorar en el pecho de su viejo amigo y terminó abrazándolo con miedo a perderle otra vez. Ambos podían sentir el latir de sus corazones sincronizandose. El calor de Cal le hacía bien a Aurora y los brazos de él eran el único lugar en la galaxia en donde se podía sentir segura.

─Tranquila Solete. ─Cal se alejó levemente para ver los ojos de la pelirroja y acarició su cara quitando las lágrimas de su rostro.─Mientras estés conmigo, nada te pasará. Te lo prometo.

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