capítulo cinco: la tumba de los zeffo
( No es ninguna sorpresa, te delaté, porque nosotros, los traidores, nunca ganamos. )
CAPÍTULO CINCO
( la tumba de los zeffo. )
TRAS ESA CHARLA CON AURORA, Cal siguió a la pelirroja por el camino hacia la Tumba de los Zeffo. De lejos se podía ver el lugar a donde debían de ir, y lo lejos que quedaba que donde estaban; así como lo difícil del camino.
BD-1 se sujetó firmemente a la espalda de la pelirroja esta vez por varias razones; entre ellas que no había estado cerca de ella en este viaje y quería saber más de su pasado con Cal. Ese si era un droide chismosito para tener un gran secreto en su almacenamiento.
Ambos llegaron al final de una cueva y, saliendo de esta se toparon con un cañón en su dirección. Cal fue más rápido y alejó a la pelirroja de un fatal destino.
Cal se desplazó con la fuerza hacia el Trooper mientras Aurora batallaba con los scazzs que habían cerca de ellos. Una vez acabado, caminaron hacia lo que parecía ser otro escondite imperial. Ambos iluminaron el lugar con sus sables de luz.
─¿Es eso una transmisión?─preguntó Aurora.
Cal asintió mientras presionaba el botón de reproducción.
La voz de un Trooper sonó en el lugar.─Hemos tomado Zeffo siguiendo la voluntad del emperador y distribuido a sus habitantes.─aurora rodó los ojos al saber que se trataba su distribución.─Por desgracia este planeta no nos ha dado suficientes recursos para seguir con el proyecto Barreno. Los vientos han inutilizado toda nuestra tecnología y la fauna ha acabado cada vez más con nuestros soldados ...
Aurora observó como Cal caminaba por el lugar en busca de una salida. Ella le siguió.
─Creo que nos estamos acercando.─dijo ella iluminando con su sable.
─Tengo ese sentimiento también pero ...─Cal no terminó la idea.─Vamos a movernos.
Y siguieron su camino. Tras cruzar unos cilindros de metal si así se le puede decir, Cere los contactó.
─Cal, Aurora ...─comenzó a decir.─El imperio los ha ubicado. Dense prisa.
Ambos se miraron antes de seguir con su camino. Tras atravesar un pasadizo de hielo largo, ambos se dieron cuenta de que estaban en la entrada de lo que podría ser la tumba.
─Bueno, creo que encontramos algo.─dijo Aurora mientras corría por las paredes del lugar.
─Y al menos sabemos que ellos no saben qué Cordova estuvo acá.─dijo Cal tras ella.
─Bueno, eso es algo.─dijo Cere.
Los chicos siguieron avanzando hasta que llegaron a un lugar que parecía ser más un pasadizo en forma de laberinto y se toparon con varios scazz.
─Ah, ¿Cordova no pudo buscar un lugar sin criaturas así?─dijo la pelirroja clavando su sable en el cuerpo de un scazz.
─Beep beep de. (El también los odiaba).─dijo BD desde la espalda de la pelirroja.
Luego de dar un par de vueltas Aurora se cansó.─BD, ¿podrías desplegar el mapa porfa?─BD desplegó el mapa y Aurora analizó la ruta.─Debemos de ir por esa puerta.─dijo ella señalando derecho.
Llegaron al final de la cueva y salieron a lo que pareciera ser una entrada, aunque el lugar estaba en ruinas, y ella se encontraba la tormenta de la Cordova siempre hablaba.
─Tal vez fue esa tormenta que inutiliza las comunicaciones y equipos del imperio.─dijo Cal mirando a la pelirroja.
Ella asintió. Luego ella observó bien la tormenta y cerró los ojos tendiendo su mano en esa dirección.─Soy yo o ¿eso nos está llamando?
Cal miró a la pelirroja curiosa aunque repitió su acto y sintió lo mismo.─Yo también lo siento.─dijo él.
─Sigan esa sensación.─dijo Cere desde el transmisor.
Aurora y Cal siguieron su camino hasta la tormenta, no sin antes aniquilar algunas criaturas que estaban en el lugar que querían acabar con sus vidas. Al llegar a la entrada de la tormenta Aurora se colocó sus lentes al ver lo fuerte que estaba.
─Necesitaré uno de esos.─dijo Cal. Aurora sonrió divertida.─¿Como pasaremos?
─Somos jedis.─dijo Aurora antes de mirar a la tormenta y detenerla con la fuerza.
Ambos cruzaron y llegaron a una entrada dorada con una pelota dorada gigante en el centro. Cal fue a una esquina y presionó con sus pasos lo que pareciera activarla cerrando el lugar y haciendo que esta descendiera.
─Creo que esta era la Tumba de Eilram.─dijo Aurora.
─¿Cómo es que sabes tanto?─le preguntó Cal a la pelirroja.
─Bueno, los últimos dos años me la pase mucho en la biblioteca del Senado.─dijo ella observando el lugar.
Cal puso sus manos en su cadera y miró al suelo.─Entre otras cosas.─dijo él.
Aurora le miró.─Igual que usted.
El lugar se detuvo y ambos sonrieron.─Cere, hemos llegado a la tumba.─dijo Cal.
─¿Hay señales del imperio?─preguntó ella.
─No señora.─dijo Aurora entrando al lugar.
Al subir unas escaleras, Aurora notó que habían skungus en el lugar y soltó una maldición.
─Cuidado con los skungus.─dijo ella.─Pueden ser letales. Creo que puedo alejarlos.
Aurora utilizó la fuerza y los alejó explotandolos en el proceso.─Crucemos antes de que crezcan otra vez. Yo lideraré el camino.─dijo ella.─Así me deshago de ellos.
Cal no protestó y siguió a la pelirroja por el lugar la cual acababa con los skungus con solo levantar la mano. Cal pensó en cuando podría hacer eso otra vez.
Al bajar por un deslizado de hielo llegaron a un salón circular con varios scazz en el.
─¿Cómo llegaron hasta acá?─preguntó frustrada Aurora mientras atacaba a uno con su sable rosado.
─Bueno, concuerdo. No lo veo lógicamente posible.─'dijo Cal atacando a otro.
─Lo que te vengo diciendo.─dijo ella clavando su sable en el último.
Cal y Aurora avanzaron por la tumba con cuidado. Había muchos scazz y skungus en el lugar lo cual era un dolor de cabeza para ambos. Pero, cuando llegaron a un terreno liso, suspiraron.
Todo parecía tranquilo. Aurora observó a Cal para decirle algo cuando algo se activó tras ella.
─¡AURORA CUIDADO!─gritó Cal pero era tarde. Una bola de energía golpeó a Aurora en el pecho y ella cayó al suelo inconsciente.
─¡Beep beep bop! (¡AURORA!)─Gritó BD-1 corriendo donde la pelirroja que estaba en el suelo.
Cal por otro lado se encargó de atacar a aquella maquinaria que atacó a su amiga con fuerza. El estaba enojado con esa maquinaria por lo que acaba de hacer y era evidente en sus movimientos. Fue un poco duro pero acabó con ella y corrió donde su amiga.
Aurora estaba en el suelo aun inconsciente con su sable a un lado de ella. Cal recostó el cuerpo de su amiga en sus piernas y comenzó a tocarle la cara.
─Aurora, por favor despierta. No seas necia que no te queda.─Cal sentía como la respiración se le aceleraba por la desesperación y de repente como iba perdiendo el aliento hasta que observó al droide.
─BD, dame un estimulante.─Cal clavó el esimuntalente en el muslo de la pelirroja esperando una reacción por parte de ella pero ella seguía sin responder.─Aurora, por el amor a la fuerza, despierta.─dijo el pelirrojo frustrado─No puedo perderte también.─dijo susurrando eso contra el cuello de ella.
De repente, los ojos de Aurora se abrieron.─Cal, dime que acabaste con el guardián.─dijo ella con dificultad mientras observaba a su amigo.
Cal abrazo con fuerza a Aurora mientras ocultaba su cara en el cuello de ella, justo como lo hacía ella hace tiempo atrás.
─Me tenías preocupado.─BD hizo un pitido de enojo.─Nos tenías preocupados.─corrigió.
─Tranquilo, ni Vader podría conmigo.─dijo ella segura de sí misma.
Cal rio divertido.─Siempre ame tu confianza.
─Si supieras.─dijo ella mientras se levantaba de las piernas del pelirrojo.─Sigamos caballero jedi. Tenemos un viaje aún por terminar.
Ambos avanzaron hasta que llegaron a un pasillo. Aurora caminó algo coja aún del dolor admirando el arte del lugar hasta que escuchó un estruendo cerca de ella. Era Cal.
─¡CAL!─gritó ella en su dirección. Aurora llegó con su amigo el cual estaba en el suelo y se colocó a un lado de él tocándole la frente.─¿Qué te pasó cariño? ¿Cal? No seas necio otra vez.─dijo ella preocupada por su amigo.─Despierta. No podemos estar en esto cada segundo.
A los segundos, Cal despertó levantándose de repente y observo frente a él. Aurora se asustó al ver la reacción de su amigo.
─¿Estás bien?─preguntó ella asustada.
─Lo que se interpone forma el camino.─dijo Cal ido y luego observó al frente. Levantó su mano y alejó la estructura que se interponía entre ellos y el camino.
Aurora se levantó de repente y se emocionó al ver a su amigo.─CAL, ¿Tu? Oh por la fuerza, ¿Como?
─Recordé uno de mis entrenamientos con Jaro Tapal y ... Estoy recuperando mi conexión con la fuerza.─le dijo él con una sonrisa a la pelirroja.
Aurora sonrió.─Estoy feliz por ti Cal.─dijo ella acariciando la mejilla de su amigo. Cal sintió como se derretía con ese tacto.─Vamos, tenemos una tumba que descubrir.
Ambos avanzaron por los pasillos hasta que llegaron a una tumba. BD-1 saltó de la espalda de Aurora y proyectó una imagen frente a ellos. Era Eno Cordova.
─Amigo mio, mira los detalles de esta corteza.─dijo Córdova a BD.─Los surcos característicos. Solo puede ser un árbol wroshyr de Kashyyyk. Es hora de llamar a un viejo amigo.─Aurora miró a Cal y noto que él también la estaba mirando a ella.─Si los Zeffo tenían contacto con Kashyyyk, puede ser que el jefe Tarfful pueda saber de ellos.
Cal colocó sus manos en su cadera y miró a BD-1.─Eres una caja de sorpresa.
─Cal, tenemos un problema.─dijo Aurora sacando su sable y atacando al guardián de la tumba. Cal fue tras ella y le ayudó.
Aurora terminó en el suelo luego de un golpe que le dirigió el guardián y sacudió su cabeza.─Odio este lugar.─se dijo a sí misma.
Cal le tendió la mano y le ayudó a levantarse.─Entonces, ¿Kashyyyk?
─Suena interesante si me preguntas.─dijo ella.─El maestro Yoda solía ir seguido a ese lugar.
─Bien, regresemos a la Mantis.─dijo el pelirrojo. Aurora asintió. Iba a caminar pero sintió la mano de Cal en su hombro.─Y tú y yo tenemos que hablar una vez lleguemos a la nave.
Aurora observó como Cal caminó frente a ella a paso decidido mientras ella se moría por dentro. Este sería un largo día para ella.
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