4. viaje al pasado; el principio de una aventura
( Yo te quise a pesar de mi miedo profundo de que el mundo nos separase. )
VIAJE AL PASADO
( el principio de una aventura. )
AURORA JISAN Y CAL KESTIS eran conocidos entre varios maestros jedis por ser muy habilidosos para su corta edad. A la edad de catorce años se les asignó su Maestro Jedi que los acompañaría en su entrenamiento; Xo Mera y Jaro Tapal, dos maestros muy respetados por el Consejo Jedi, protectores de la Fuerza y la República.
A los seis meses de estar con sus maestros, se podía ver el gran vínculo que habían desarrollado con ellos. Jaro Tapal se le veía feliz al lado del joven padawan Kestis mientras que Xo estaba alegre con la padawan Jisan. Eran sin duda un equipo imparable. Pero, no todo era risas con los maestros; o eso hacían creer ellos.
Aurora sacó su cabeza observando el perímetro una vez más antes de ocultarse. Cal estaba a un lado de ella analizando su datapad.
─Si sabes que nos meteremos en grandes problemas, ¿no?─le dijo Cal a la pelirroja.
Aurora miró al pelirrojo.─Valdrá la pena, Cal. Jaro debe de saber que le queremos y que no debe de estar solo en un día como hoy.
Cal suspiró al ver que no podría cambiar el pensamiento de su amiga.─Bien, pero si nos castigan, seré insoportable.
─Tu nunca podrías ser insoportable.─le dijo Aurora a su amigo agarrando su mejilla con fuerza.
─No hagas eso.─le dijo Cal alejándose.
Aurora río.─Lo siento príncipe.
Cal volvió a su posición y observó el datapad.─Jaro se acerca.
Y, justo cuando lo dijo el pelirrojo, Jaro Tapal entró al comedor de la nave en donde estaban los padawans junto a sus maestros.
Jaro tomó asiento en una mesa cerca de los niños con su comida y comenzó a comer en tranquilidad.
─Bien, todo va de acuerdo al ....─Aurora se detuvo al ver a su maestra.─¿Qué hace Xo acá?
Ambos padawans se miraron a los ojos confundidos al ver como Xo tomaba asiento junto a Jaro. Aurora chocó su palma contra su cabeza mientras Cal se golpeaba con el datapad.
─Esto es malo, esto es muy malo.─le dijo Aurora.
─Dimelo a mi. Jaro es mi maestro.─dijo Kestis nervioso.
─Podemos evitarlo.─dijo Aurora, pero era tarde cuando entró R2-C4, el droide rosado con blanco de Aurora entró por la puerta junto a R2-D2 y un bizcocho en sus manos cantándole feliz cumpleaños a Jaro Tapal.
Jaro abrió los ojos al ver tal acto mientras Xo se había quedado con la cuchara a medio servir en el aire anonadada por lo que estaba viendo. Ambos agradecieron que solo estaban ellos en el comedor.
Cal y Aurora se observaron antes de comenzar a gatear hacia la puerta de salida mientras escuchaban la conversación que tenían los droides con los maestros jedis.
─¿Quién les dijo que era mi cumpleaños?─preguntó Tapal a los droides. Los R2 comenzaron a defenderse de que fueron los padawans.
─Yo les dije a ambos que Jaro no celebraba su cumpleaños.─dijo ahora Xo con brazos cruzados.─¿Dónde estarán esos dos?
Cal observó a Aurora y gatearon más de prisa cuando dos piernas se interpusieron en su camino. Era Xo Mera. Tras Aurora estaba Jaro Tapal mirando a los padawans.
─En mi defensa.─comenzó a decir la pelirroja.─nos dejaron sin supervisión.
Jaro Tapal y Xo Mera observaron a los padawans con seriedad mientras ellos estaban sentados en una de las mesas del comedor.
─¿Pueden explicar?─dijo Xo mirando a su padawan.
Aurora jugó con sus manos mientras trataba de pensar en algo pero Cal habló primero.
─Queríamos hacerle una sorpresa al maestro Jaro.─Aurora asintió.─Sabemos que no celebras tu cumpleaños pero queríamos hacerte un detalle por lo bueno que has sido con nosotros.
─En todo caso era mi culpa. Yo le insistí a Cal que lo hiciéramos aun sabiendo que a usted no le gustaba eso. Así que cualquier amonestación me la pueden dar pero Cal no tiene la culpa.─dijo Aurora está vez tratando de llevarse la culpa de todo para que nada malo le pasara a Cal.
─Pero también es la mía por aceptar y estaba feliz con el plan pero creo que no pensamos como estaría usted maestro.─dijo Cal.─Así que los dos nos merecemos el castigo.
Ambos bajaron la cabeza apenados. Jaro miró a Xo sorprendido mientras que la azulada se había quedado sin habla. Jaro se arrodilló frente a los jóvenes y les levantó la cabeza.
─Niños, no los castigaré por esto. Y no tienen que traer un pastel y hacer que los droides me canten feliz cumpleaños.─dijo Jaro. Cal agachó su cabeza otra vez apenado con la situación.─Aunque no negaré que fue un lindo detalle.
Ambos levantaron sus cabezas curiosos. Jaro se sentó entre ambos y colocó sus manos en la espalda de cada uno.
─¿Saben lo que más me gusta de ustedes dos? ─comenzó a decir el maestro.─Que sin importar lo horrible que pueda ser esta batalla, siempre tratan de hacer feliz a los demás.─Ambos miraron al maestro con ojos culposos.─Ustedes dos han demostrado ser una luz en medio de toda esta oscuridad.
Los padawans abrazaron a Jaro Tapal con fuerza haciendo que este se sorprendiera por el acto pero les regresó el gesto como pudo.
─Bien, vamos a comer ese bizcocho que trajeron los droides antes de que el maestro Kenobi nos mande a buscar.
. . .
SEIS MESES DESPUÉS, AURORA ESTABA peleando junto a su maestra Xo en un entrenamiento jedi que tenían. Era mágico ver como los colores de los sables; tanto el rosado como el amarillo se mezclaba al chocar. La pelirroja atacó por la espalda a su maestra pero ella bloqueó con facilidad ese golpe.
─Aurora, estás floja.─dijo su maestra cosa que molestó a la pelirroja y atacó otra vez aunque la azulada lo evitó a la perfección.
Aurora chocó su sable con el de su maestra y siguieron dando batalla por unos cinco minutos más hasta que Xo habló.
─Detente.─La pelirroja cayó al suelo de golpe cansada y cerró su sable.─¿Qué tienes? Estás distraída.
Aurora tomó su botella de agua y bebió la mitad de esta antes de responder. ─Nada en específico.─dijo ella.
Xo observó a su padawan.─No le has dicho a Cal, ¿cierto?─Aurora abrió los ojos ligeramente pero siguió bebiendo de su agua.─Supongo que sabes que los jedis no debemos de ...
─De tener ataduras a los demás porque el amor lleva al miedo y el miedo al lado oscuro.─repitió Aurora de memoria.─Lo sé, Xo.─dijo ella cansada.─Pero Cal es solo mi amigo, no entiendo porque usted siempre dice eso cuando habló acerca de él.
Xo se cruzó de brazos.─Aja, y si no es eso, ¿entonces qué es?
Aurora rodó los ojos.─Tal vez no le he dicho que nos vamos.─dijo ella murmurando.
─¿Y estas molesta con el hecho, contigo ... ? Haz que tenga sentido.─le dijo Xo.
─Es solo que ...─Aurora dudo en si seguir.─Cal y yo cumplimos once años desde que somos amigos justo el día después de irnos. Y siempre la hemos pasado juntos esos días.
Xo abrió los ojos impresionada con el hecho. Nunca pensó que el joven Kestis y su padawan tuvieran un vínculo tan grande pero sabía que tal cosa estaba mal.
─Creo que lo mejor es que ya dejen de pasar tanto tiempo juntos.─dijo Xo antes de salir por la puerta.
Aurora abrió los ojos y fue corriendo donde su maestra encontrándose en el pasillo con el Tropper CT-2534, mejor conocido como Steve.
─No Xo.─dijo ella molesta.─Cal... él me hace feliz. Es mi único amigo y yo ... No es justo.─dijo ella tras su maestra. Xo volteó a verla. Steve las dejó a ambas solas.
Aurora siguió con sus preguntas.─¿Por qué mi felicidad podría ser la causa de mi perdición? No tiene sentido.─comenzó a decir la pelirroja moviéndose sin sentido por el lugar.─El lado oscuro, el lado de la luz ... nada de eso tiene sentido. El cariño que le tengo a Cal es el mismo que puedo tener por usted y yo...
Aurora terminó en el suelo con sus manos en su cara llorando por el hecho de tener que dejar a su mejor amigo. Xo tomó asiento a un lado de ella mirando a la pared frente a ambas.
─Aurora, aun eres joven para entender el porque te estoy diciendo esto pero, debes dejar de ver al joven Kestis.─la pelirroja miró a Xo con los ojos rojos de llorar.─Es por el bien de ambos. Y no lo digo solo yo, también el Consejo Jedi.─Xo miro a la pelirroja.─Empaca tus cosas y despídete de él. Nos iremos esta noche.
La padawan observó como su maestra se levantaba del suelo y caminaba lejos de ella. Aurora se levantó y pateo la pared con fuerza antes de recostarse contra ella.
Cal estaba en su habitación leyendo algo cuando la pelirroja entró de repente, con una mochila en su espalda.
─¿Y esa mochila?─luego se dijo en la cara de su amiga y se acercó preocupado.─¿Qué pasó Aurora? ¿Todo bien?
─Me voy.─dijo ella triste. Cal la miró confusa.─Me voy por cinco meses y, realmente no sé si nos veremos luego de eso.
Cal no pudo evitar la confusión en su mirada.─¿Por qué dices eso?
─Xo dijo que ... el Consejo cree que lo mejor es que no estemos juntos por un buen tiempo.─dijo ella con la voz trabada tratando de no llorar frente a su amigo.─Entonces me iré junto a Xo.
─¿Qué? Eso no puede ser posible.─dijo el dolido.─¿Por qué nos están separando?─Aurora negó porque no sabía la respuesta tampoco.─Aurora, dime que es mentira... que es un sueño.─Aurora dejó caer un par de lágrimas.─Porfa, dime que no te vas. Y menos cuando casi cumplimos once años de conocernos.
─Lo siento Cal.─dijo la pelirroja llorando a mares.─No quiero dejarte. Eres mi único amigo después de todo.
Steve entró a la habitación seguido de Xo y Jaro. Todos podían sentir el ambiente de tristeza que se había generado en el lugar pero ambos maestros habían logrado mantener la cordura.
─Aurora, es hora.─dijo Xo.
Cal miró a su amiga a los ojos y sintió como unas lágrimas bajaban por ellos. Aurora estaba por irse hasta que sintió los brazos del pelirrojo rodear su cuerpo. Aurora abrazó a Cal con fuerza también y ambos lloraron en el cuello del otro sin querer alejarse de ese momento.
─Te quiero Cal.─dijo ella en un susurro.
─Y yo a ti solete.─dijo él también.
Aurora sintió como alguien; Steve, le alejaba de Cal. Ella se dejó alejar de su amigo aunque no quitó su ojos de los verdes de Cal. Ambos seguían llorando por la despedida hasta que la pelirroja salió de la habitación rumbo a su nave y tuvo que cortar contacto con ella. Cal iba a seguirle pero Jaro le detuvo.
─Lo siento Cal. Es lo mejor.─se limitó a decir mientras le sostenía del hombro.
Ambos padawans estuvieron devastados por la separación.
Aurora observó una última vez la nave en donde estuvo por seis largo meses hasta que desapareció por el hyperspeed, pero, ese fue solo el principio de una gran aventura.
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