twenty ──── charm of a demon





─────────── CHAPTER TWENTY,

CHARM OF A DEMON  ───────────



Un aire frío pasó por los brazos de Sahily, llamando su atención.

El cielo empezaba a oscurecerse, las nubes cargadas de agua y por lo que vio, sería una tormenta.

Un fuerte viento hizo que varios estudiantes gritaran, tomándolas por sorpresa y otros por los papeles que salieron volando. Sahily arregló su cabello, chasqueando su lengua con disgusto.

──── Si el aire sigue así, yo saldré volando ──── Lexie se quejó, guardando el maquillaje que se desplazó por toda la mesa.

──── ¿Es una tormenta? ──── Ava cuestionó, arrugando su nariz.

Raisa asintió, agarrando su bolso ──── Lo es. Según el pronóstico era un día soleado, por eso no creo en esas personas.

Un segundo viento azotó con fuerza todas las mesas, botando las sillas y para molestia de Sahily, su chaqueta salió expulsada con rapidez.

──── ¿Es en serio? ──── masculló la áurea, levantándose con molestia.

──── Vayamos adentro ──── sugirió Nirelle, viendo como el cielo solo se oscurecía y eso le ocasionó una mala sensación ──── Buscaremos la chaqueta más tarde.

Ava fue la primera en asentir, tomando la bandeja que estaba intacta de comida. Sahily tuvo que imitarlas, desagradándole la forma en que el clima cambio radicalmente.

Observó cómo varios estudiantes corrieron a la entrada cuando las puertas se cerraron violentamente. Ninguno pudo abrirlas y el pánico estaba apareciendo.

Raisa agarró la mano de Lexie, sus ojos llenándose de temor por lo sucedido. Un tercer viento golpeó a todos, tirando la poca comida que tenían e incluso agitó los árboles, haciendo que varias ramas cayeran.

──── Vamos, no es seguro estar aquí ──── Ava habló, tomando el brazo de Lexie.

Sahily fue detrás de ellas, notando como las nubes se juntaban como si fueran a crear un tornado. Todo estaba fuera de control y solo los demonios podían hacer tal espectáculo.

──── ¡No abre! ──── gritaba una de las estudiantes que empujaba las puertas ──── ¡Están estancadas!

──── ¡Quítense, yo lo haré! ──── gritó Nirelle, empujándolas para acercarse.

Las puertas se estremecieron con cada empujón de la áurea pero no cedieron. A través de las ventanas, vieron a Ithiel junto a Zadkiel, confusos por la situación.

──── ¡Las puertas no abren! ──── Ava les informó, señalando como Nirelle ejercía todo su esfuerzo ──── ¡Buscaremos otra entrada!

──── No, no podremos ──── susurró Sahily, enfocada en cómo las sombras se movían por las paredes ──── Seguro las otras puertas están bloqueadas ──── justificó a las chicas.

La mirada de Ava también vio las sombras y asintió a la áurea. Por dentro, los áureos hicieron señales para que se apartaran de las puertas.

Un fuerte sonido hizo que Sahily reaccionara, como si todo su alrededor estuviera pasando en cámara lenta. Vio como las raíces de un árbol salían de la tierra, yendo rápidamente al lugar dónde Raisa estaba paralizada por el miedo.

Oyó los gritos del resto de estudiantes y sintió como el viento trató de empujarla, pero pudo mantenerse en su lugar. Con un rápido movimiento, agarró el brazo de Raisa, empujándola lejos del árbol que iba a ella.

La áurea se quedó quieta, sintiendo el roce de las ramas pasar por su rostro hasta estrellarse en la ventana. Al mismo tiempo, se oyó un estruendo, las puertas fueron abiertas por el imponente cuerpo de Zadkiel.

Un hombre que supuso que sería un profesor se acercó, preguntándoles si estaban bien. Lexie agarró a una paralizada Raisa, intentando tranquilizarla.

──── ¿Estás bien? ──── Zadkiel preguntó a Sahily, observándola por si tenía alguna herida ──── ¿Te golpeó?

──── Debería de preguntarte lo mismo, acabas de atravesar esas puertas como si fueran de agua ──── bromeó la áurea, tomando un respiro.

Él solo sonrió, entrelazando sus dedos para sentir que estaba bien y le dio un apretón, sintiéndose mejor. Por un momento, se había asustado que la dañaran. Ambos se acercaron al grupo improvisado, calmando a las dos humanas.

──── ¿Qué fue todo eso? ──── Lexie gritó, completamente fuera de sí ──── Esa cosa se arrancó de la nada y parece que habrá un tornado.

──── Solo es el cambio climático ──── excusó Ithiel, sonriéndoles cálidamente ──── Seguro ese árbol estaba lo suficientemente viejo que no aguanto las ráfagas.

──── Gracias por ayudarme ──── Raisa habló, observando a la rubia ──── Me quedé... petrificada del miedo.

Ava se acercó, acariciando su espalda ──── Está bien, es normal en estas situaciones sentirse así.

──── ¿Segura que te sientes bien? ──── Lexie cuestionó a su amiga ──── Deberíamos de ir a la enfermería.

──── Sería lo mejor ──── Ava apoyó, agarrando el brazo de Raisa para levantarla ──── Necesito una aspirina.

──── No será necesario, me siento bien ──── se excusó, negando.

──── Iremos, quieras o no ──── demandó Lexie, frunciendo sus cejas con disgusto ──── No te miras bien.

Ava llevó a las humanas al interior, dejando al resto de los áureos. Sahily cruzó de brazos, esperando quedar a solas para poder hablar de lo sucedido.

No pudo creer que los demonios se hubieran expuesto a tanto, si no fueran por ellos, probablemente Raisa estuviera golpeada o podría morir por alguna contusión.

──── Tenemos que avisarle a Ezer ──── dijo Nirelle, sacándola de sus pensamientos ──── Esto fue demasiado. Los demonios están comenzando a sacar sus juegos y nosotros no podemos ser parte de eso.

Ithiel asintió a su lado ──── Yo hablaré con Ezer. No me sorprendería si está cerca, ha estado encontrándose con otros áureos por si alguna vez necesitamos ayuda.

Esa información sorprendió a Sahily. No sabía que su hermano mayor estaba reuniéndose con otros seres, eso podría darles ventajas si alguna vez necesitaban de más áureos o si los demonios se descontrolaban.

──── ¿Y qué haremos? ──── preguntó Nirelle, ansiosa de saber su siguiente paso ──── ¿Buscaremos a los demonios?

──── No creo que sigan cerca ──── Zadkiel intervino, encogiéndose de hombros ──── Además, un demonio menor no tiene el suficiente poder para controlar el clima de este modo, son inofensivos.

──── No serán inofensivos cuando encuentren a Raisa totalmente desprotegida y se la lleven ──── masculló la áurea, apretando sus dientes con molestia.

──── No es momento para buscar peleas con esos seres ──── Sahily intervino, observando la diversión en la mirada de Zadkiel que podría ser una mala señal ──── Por eso tenemos el plan, ¿no? Cuidar a Raisa en todo momento, sin distracciones ──── les recordó con firmeza ──── Hagan su parte y todo estará bien.

──── Lo hacemos, no te preocupes por eso ──── asintió su hermano, dando un paso adelante ──── Hablaremos en la noche con Ezer. Tal vez deberíamos de mejorar el plan.

Sahily rodó sus ojos, un poco irritada ──── Bien, volveré a clases. Después de todo, tengo que fingir que soy humana ──── murmuró.

La áurea agarró su bolso, dirigiéndose a las puertas que estaban siendo evaluadas por los profesores. Una calidez apareció en su mano y solo tuvo que bajar su mirada por unos segundos para saber de quién se trataba.

Zadkiel estaba a su lado, dándole esa media sonrisa que solo a ella le ofrecía y con sus manos entrelazadas. Sahily no se negó ante ese gesto, solo miró al frente, aparentando que todo estaba normal.

──── Esto apenas acaba de iniciar ──── ella dijo después de unos segundos en silencio.

Zadkiel entendió a qué se refería. La misión estaba demasiado tranquila para lo poderosa que era la criatura y ahora debían de ser más cuidadosos.

──── Lo bueno es que Raisa nos tiene ──── murmuró. Pasó su lengua por el arete en su labio, pensativo ──── ¿Crees que se dé cuenta que todo su alrededor está cambiando? El clima, las sombras.

Sahily inclinó su rostro, buscando la mejor estrategia para que nadie pudiera descubrirlo.

──── Si llega a suceder, solo reiremos y le diremos que tiene una gran imaginación ──── respondió, recordando cómo los humanos podían llegar a ser muy persuasivos ──── También se podría decirle que debe ser por los acontecimientos recientes, su mente puede estar jugando en su contra.

──── Siempre piensas todo, ¿no? ──── él musitó.

Sahily se encogió de hombros. Parte de su trabajo era que nadie descubriera lo que eran y hacer que el resto se sintiera cómodo a su alrededor, si debía de desviar la verdad, lo haría.

Ambos giraron en una esquina, llegando a un pasillo totalmente vacío, era probable que los estudiantes se hubieran refugiado después de la gran tormenta.

El suave empujón de Zadkiel hizo que la áurea frunciera sus cejas, confundida. Él la detuvo, tomándola por su codo.

Aunque Sahily fuera más alta que el resto de las chicas, Zadkiel lo era más por lo cual tuvo que alzar su rostro para enfrentarlo.

──── ¿Qué sucede? ──── ella cuestionó, viéndolo directo a sus ojos oscuros ──── ¿Qué te preocupa?

Él rio, asegurándose que nadie estuviera cerca ──── Siempre estás preocupándome por mí. Solo quiero saber cómo estás después de lo sucedido, ese árbol pasó muy cerca.

──── Estoy bien ──── asintió, sonriéndole. Sus labios volvieron a su estado rígido después de unos segundos ──── Estoy acostumbrada a estas situaciones.

──── Lo sé, solo que... puedo ayudarte si me lo pides ──── musitó el áureo, inclinando su cabeza ──── Sabes que no tienes que hacer todo sola, ¿verdad?

Ella lo observó, queriendo averiguar qué era lo que trataba de decir con esas palabras. Una caricia en su cabello la tomó por sorpresa, haciendo que su corazón latiera de una manera poco usual, una dónde demostraba que estaba nerviosa, pero al mismo tiempo, emocionada por ese gesto.

Zadkiel quitó una hoja del cabello rubio, tirándola al suelo con suavidad mientras memorizaba la expresión del rostro de Sahily, una que definitivamente le gustaba.

──── Tengo que ir a clases ──── ella se excusó, retrocediendo un paso ──── Deberías de hacer lo mismo. Estudiar es muy bueno.

Él no escondió la risa que brotó de su garganta haciendo que Sahily frunciera sus labios. Ella se dio vuelta, dispuesta a ir a clases aun cuándo sabía que le tocaba en el mismo salón.

Simplemente no podía perder tiempo ni su enfoque en la misión, mucho menos con un demonio. Tuvo que sacudir su cabeza ante cualquier pensamiento erróneo y se recordó a sí misma que nada pasaría.

No pasó antes ni en ese momento.

Ella pasó la mano por su cabello, el mismo lado dónde Zadkiel y suspiró, arreglándolo por ella misma. Oyó las pisadas del áureo detrás suyo y agradeció por su espacio.

No podía pensar claramente teniéndolo tan cerca, desarmaba todo lo que construyó para que nadie entrara y no podía permitir que lo hiciera.

Sahily agarró una de las mesas en medio, necesitando el aire que se filtro por las ventanas. Abrió su cuaderno, al mismo tiempo que Zadkiel se sentaba a su lado, imitando su acción en silencio.

A los minutos, Lexie entró junto a Raisa, tomando la mesa delante de ellos. Sahily se inclinó, apoyando sus codos en la superficie para verlas mejor.

──── ¿Están bien?

Lexie abrazo a Raisa, asintiendo ──── Fue el pánico del momento, pero todo está bien. Ava también ayudó a calmarnos, es díficil no caer con sus encantos ──── informó con una media sonrisa ──── Ella es mi preferida entre todos ustedes, espero que no se molesten por eso.

Sahily sonrió ──── Ya me acostumbré a eso.

A su lado, el áureo también se inclinó, apoyando su cabeza en el hombro de Sahily. Un gesto tan tranquilo que ella tuvo que aguantar la respiración.

──── Tienen ramitas en el cabello ──── les avisó, señalándolo ──── ¿Quieren que les ayude a quitárselas?

Las mejillas pálidas de Raisa adquirieron color rápidamente y se giró, tocando su cabello con rapidez. Sahily estrelló su codo en el abdomen de Zadkiel, haciendo que gimiera de dolor.

──── Cálmate ──── susurró con los dientes apretados, advirtiéndole con una sola mirada.

Él solo le dio una sonrisa torcida que prometía hacer lo contrario, como siempre se lo pedían. Zadkiel depositó un suave beso en los nudillos de Sahily, oyendo el suspiro que brotó de los labios de Lexie.

Todas parecían encantadas con los gestos del áureo, menos la persona que quería que lo hiciera.

Sahily se acomodó en su asiento, cruzando sus piernas ──── ¿Qué estás haciendo? ──── demandó en voz baja, sin saber de dónde venían esas caricias inesperadas.

──── Nada, solo contribuyendo a mi parte ──── respondió con sencillez ──── ¿Por qué? ──── interrogó, posando sus ojos oscuros en ella ──── ¿Quieres que me detenga?

Sahily lo observó por unos segundos y giró su rostro, viendo al hombre entrar en el salón de clases. Ella se dispuso a escribir todo, sabiendo que los exámenes y pruebas estarían cerca.

De reojo, miró los garabatos que Zadkiel estaba haciendo en la orilla del cuaderno, completamente aburrido.

──── Eso no ayudará para los exámenes ──── ella musitó, apoyando sus brazos en la mesa.

Zadkiel se incorporó con diversión brillando en su mirada y una suave sonrisa ──── No espero estar aquí para la temporada de exámenes, mi querida Sahily ──── dijo, jugando con el aro en sus labios.

──── ¿Por qué?

Ambos se sorprendieron al oír una tercera vez. Giraron para encontrarse con las dos chicas, llenas de curiosidad por lo que estaban diciendo. Sahily se giró, también viendo al áureo y retándolo a que dijera algo más.

Él no perdió su sonrisa, haciendo que las chicas suspirarán, una reacción totalmente involuntaria por el aura que emanaba Zadkiel. Él se inclinó a Sahily, dejando sus rostros a unos centímetros de diferencia.

──── No puedo decirlo o arruinaré la sorpresa ──── murmuró con tranquilidad.

──── Ya no será una sorpresa si acabas de decirme que me darás algo antes de los exámenes por lo que supongo que será un viaje, ¿no? ──── replicó, alzando una de sus cejas delgadas, tratando de parecer intimidante.

Zadkiel no se dejó ganar por ese gesto, en cambio, se inclinó más haciendo que Sahily se congelara en su asiento.

──── Sé que te gustara mucho ──── le susurró, bajando la mirada a los labios tensos de la áurea ──── Puedo apostarlo.

Ella rodó los ojos, apartándose al mismo tiempo que las dos chicas se giraron, sin querer ser atrapadas. Podía sentir la respiración de Zadkiel en su hombro y después se acomodó, cruzándose de brazos.

Los pensamientos de Sahily estaban pasando tan rápido que podía sentir como un dolor de cabeza aparecía. Su corazón también latía con fuerza, queriendo salir de su pecho y eso no era bueno.

No sabía que estaba sucediendo con Zadkiel o el hecho de que su cuerpo y su corazón parecían encantarles esos juegos mientras su mente solo estaba confundida, demasiado para no retroceder.

Tuvo que recordarse a sí misma quién era Zadkiel y cómo vivían en Áureos, no tenía tiempo para esos sentimientos confusos. Debía de refrescar su memoria y decirse a sí misma que todo era parte de su papel en ese mundo y el áureo a su lado solo era su amigo.

Si llegaba a necesitar más recordatorios, solo debía de observar el color de sus alas.

──── Salgamos ──── dijo el áureo a su lado, creando un puchero con sus labios ──── Tú y yo después de clases.

──── No ──── respondió automáticamente.

──── Vamos, Sahily ──── rogó, ladeando su rostro con una mirada suave que nadie podría negar ──── Fue demasiado por un día, merecemos estar tranquilos, ¿no?

──── No sucedió nada que podría afectarnos mentalmente ──── replicó, encogiéndose de hombros.

──── ¿Segura que quieres que ocupe mi carta secreta? ──── él interrogó, sonriendo. Sahily posó su mirada en el áureo por unos segundos y apretó sus labios ──── Bien, oí que las dos chicas enfrente de nosotros irán a comer helado ──── le informó, fingiendo desinterés ──── Y supongo que todavía tienes que cuidar a nuestra criatura que no ha mostrado sus dones.

Sahily lo miró, impresionada que supiera que iban a hacer sin necesidad de moverse de su lugar.

──── ¿Cómo lo sabes?

──── Estoy cuidando de la criatura ──── respondió, intentando ocultar su alegría de que la áurea supiera que si podía aportar a la misión ──── Sigo instrucciones de Ezer y tuyas. Querían que la cuidara así que lo hago, sin negarme.

Sahily entrecerró sus ojos claros, tratando de encontrar cuál era la razón verdadera. Si algo sabía de Zadkiel era que no hacía las cosas sin que tuviera algo que ganar y por eso, sentía que todo su alrededor estaba cambiando.

──── Bien, iremos por el helado ──── aceptó, enfocándose nuevamente en sus anotaciones ──── Pero no vuelvas a mencionarlo.

Él sonrió, satisfecho de haberlo logrado ──── Todo por ti.



Sahily no se sorprendió de encontrarse con Ezer en la salida, acompañado del resto de áureos.

Él estaba apoyado en la camioneta, viendo al resto de estudiantes con la tranquilidad que lo caracterizaba.

──── ¿Sucede algo? ──── Zadkiel preguntó, posicionando detrás de la áurea.

──── Tienen que cuidar a Raisa por el resto de la tarde ──── informó. Ezer se levantó, cruzando sus brazos ──── He estado reuniendo con varios áureos por los casos de demonios y ahora quiero saber si podremos llevar a Raisa a Áureos sin necesidad que haya mostrado sus alas.

──── ¿Quieres finalizar la misión tan rápido? ──── Sahily interrogó, curiosa de las decisiones de su hermano.

Ezer asintió solo una vez ──── Hay demasiados avistamientos de demonios. Si siguen apareciendo, no podremos pelear contra ellos. Llevaré al resto conmigo, solo para poder hablar con más áureos.

──── Está bien. De cualquier forma, era mi turno ──── aceptó Zadkiel.

──── Confío en que Raisa estará bien cuando haya vuelto ──── dijo, observando fijamente a su hermana ──── Sin ningún accidente.

Ella mantuvo su rostro sin ninguna emoción, aunque su mente estaba llena de interrogantes. Ezer la trataba cómo si había cometido algún error cuándo era ella quién lo había salvado y la forma en que Raisa había pasado tener su propio nombre en vez de "criatura" significaba que había hecho alguna clase de relación con Ezer y, por ende, se preocuparía más.

Ezer fue el primero en moverse, Nirelle lo siguió con pasos lentos por detrás mientras Ithiel se acercó a su hermana. Agarró su mano, apretándola para que se enfocara en él.

──── Ezer se siente un poco cohibido con lo sucedido ──── explicó Ithiel, encogiéndose de hombros ──── Sabes cómo es él. Lo cuidaré en todo momento, no creo que tardemos mucho, pero sé prudente.

──── Siempre lo soy ──── le confirmó en voz baja.

──── El oscuro te ayudará, es bueno peleando así que puedo confiar en que estarás bien, un poco ──── musitó con una sensación extraña en su pecho ──── No puedo creer que acabo de decir eso.

Ella sonrió inconscientemente ──── Ya no puedes retractarte ──── le susurró.

──── ¡Ithiel, vamos! ──── Nirelle llamó, aligerando su paso.

El áureo posó su mano en la mejilla de su hermana, despidiéndose en silencio. Él se movió, dejando que Sahily agarrara el brazo de Ava, deteniéndola.

──── Quédate junto a Ithiel todo el tiempo ──── le pidió ──── Si estás en riesgo, debes de llamarme e iré por ti, ¿sí?

Una sonrisa apareció en el rostro de la áurea, calmando a su amiga. Sin importarle que no fuera muy común, Ava se lanzó a los brazos de Sahily.

──── No tienes que preocuparte ──── le prometió, hablándole en su oído ──── Estaré bien. Solo nos reuniremos con nuestra especie y regresaremos.

──── Espero que sea rápido. Me sentiré sola sin ti ──── musitó, haciéndola reír.

Ava rio, asintiendo. Arregló su cabello oscuro, murmurando un adiós a Zadkiel y trotó para reunirse con el grupo que la estaba esperando.

Sahily se quedó parada, cruzando sus brazos. No podía creer que la hubieran dejado para irse a reunir con otros áureos, pero viendo sus opciones, tal vez era lo mejor, considerando que tenía mejor relación con Raisa que el resto.

Zadkiel solo quedó en silencio, observando el perfil de la áurea. Siempre había sido su favorito, con su nariz y labios voluminosos.

──── Sahily ──── la llamó tranquilamente. Ella lo observó, ladeando su rostro ──── ¿Estás lista para irnos?

Ella apretó sus labios, sabiendo los pensamientos del áureo ──── No lo disfrutes demasiado.

Sahily apretó las cuerdas de su bolso, caminando para encontrar a Raisa. Era su niñera por ese día y no tenían que perderla de vista ni por un segundo.




hay que amar a Zadkiel por no darse por vencido y si no lo hacen, pues me lo dejan a mi  🧡

votos y comentarios para que mi felicidad crezca, por favor!



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