thirty seven ──── returning to Áureos
─────────── CHAPTER THIRTY SEVEN,
RETURNING TO AUREOS ───────────
Sahily mantuvo su expresión neutra mientras extendió su mano a dirección a Ithiel, esperando que dejará más dinero. Un par de billetes no sería suficiente si quería pagar el almuerzo para tres.
Ithiel bufo, volviendo a sacar su billetera ──── Es todo lo que tengo ──── dijo, poniendo más dinero sobre su mano.
──── Bien ──── asintió la áurea, guardándolo en su bolso de mano.
──── Sé que Raisa quiere ir a beber, relajarse, pero no la pierdan de vista ──── Ezer exigió, cruzándose de brazos ──── Aún sigue sin aprender...
──── Lo sabemos ──── Nirelle lo detuvo, arreglando su largo cabello oscuro ──── Será solo una comida. Deja de preocuparte tanto.
Sahily solo sonrió por la expresión estupefacta de Ezer. Ninguno de los áureos dejó que terminara de hablar ya que siempre trataba sobre proteger a Raisa.
La áurea agarró su chaqueta, acercándose a Zadkiel en la cocina. Vio que el resto estuviera concentrado en hablar entre sí antes de pasar su brazo por la cintura de él, llamando su atención.
──── Volveré en unas horas ──── le dijo en voz baja, sonriéndole.
──── Estaré atento al celular. Parece que cosas malas suceden cuando estás sola ──── Zadkiel musitó, observándola.
Ella arrugó su nariz, divertida ante su preocupación ──── Parece que soy el amuleto de la mala suerte ──── susurró.
La expresión de Zadkiel se relajó, pasando sus dedos por la mejilla sonrojada de la áurea.
──── No la mía, solo... cuídate, por favor ──── pidió.
──── Voy a estar bien, no iré sola ──── le recordó. Sahily agarró la mano del áureo, dejando un beso suave en sus nudillos ──── Llámame si tú me necesitas
Desde la muerte de Lexie, Raisa entró en un extraño comportamiento que ninguno de los áureos había podido entender. Había estado bien, a comparación de la familia de Lexie, era como si la chica nunca hubiera tenido alguna relación.
Sahily explicó que probablemente estaba en un estado de shock, no había procesado lo que pasó, pero cuándo lo hiciera, sería más doloroso.
Raisa había entrenado bastante esos días para poder acostumbrarse al peso de las alas y el vuelo, el esfuerzo era muy parecido a hacer un maratón para los humanos y por eso no le había dado tiempo a la humana de aceptar sus sentimientos de pérdida.
En esa tarde, Raisa quiso tomar un tiempo del entrenamiento e invitó a las dos áureas a comer en su restaurante favorito, el mismo que iba con Lexie.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por la llegada de sus invitadas. Sahily dejó su chaqueta en la silla mientras Nirelle solo se sentó, tirando su cabello oscuro hacia atrás.
Se oyeron varios suspiros detrás de ellas. La mayoría de las personas estaban observándolos, siendo la principal atracción en ese lugar.
──── ¿Por qué decidiste venir a comer aquí? ──── Nirelle preguntó, cruzando sus piernas por debajo de la mesa.
Raisa sonrió, acomodándose en su asiento ──── Es mi restaurante preferido. Llevaba tiempo sin venir y solo... quiero una última comida antes de irme.
──── Me parece bien ──── Sahily apoyó, tirando su cabello rubio hacia atrás ──── ¿Qué recomiendas? No sé muchos de comidas.
──── Puedes elegir un plato al azar, todo es demasiado delicioso ──── dijo la chica, más tranquila ──── No vas a arrepentirte.
──── Quiero probar el pollo ──── Nirelle musitó, viendo las opciones en la carta ──── ¿Y tú qué comerás?
──── Lo mismo ──── respondió la áurea sencillamente ──── Es inevitable no verlo con esta gran imagen ──── musitó
Raisa se encargó de ordenar la comida, sabiendo que sí dejaba a las dos áureas sería un gran desastre. Nirelle apoyó sus codos en la mesa, inclinándose hacia adelante.
──── ¿Estás lista para dejar está vida? ──── ella cuestionó a la chica con curiosidad ──── No tienes a nadie que te detenga.
Sahily rodó sus ojos ante la pregunta de la áurea. Ser un poco más empática no haría daño a Nirelle, pero tampoco le importaba serlo.
Las mejillas de Raisa se sonrojaron, observándola ──── Adelantaré las clases para terminar la carrera y le diré a mi familia que me mudaré. Siempre quise viajar, estoy segura que no me detendrán.
──── Es mejor. No tendremos que afrontar a la policía por un secuestro ──── bromeó la áurea con una sonrisa.
──── Sí, no será necesario ──── susurró con incomodidad. La chica le sonrió y miró a Sahily, esperando que calmara todo ──── ¿Y el pastel? ¿Les gusto? ──── cuestionó.
La áurea asintió ──── Sí, solo queda un trozo y estoy segura que Zadkiel lo agarrara, aunque no sea de él ──── murmuró.
──── Siempre hace lo mismo ──── Nirelle se quejó, rodando los ojos ──── O todo lo guarda para Sahily. Lo bueno es que ya volveremos a Áureos, mis padres seguramente me harán un gran banquete, aunque estoy a dieta.
La réplica de Raisa fue interrumpida por un gran sonido similar a dos carros chocando entre sí. Varias personas se levantaron, intentando ver que se trataba y otras simplemente quedaron en sus puestos.
──── Tengo hambre, ¿creen que dilate más? ──── Sahily cuestionó, sin ponerle mucha atención a lo sucedido.
Nirelle asintió, jugando con una de las servilletas ──── Quiero probar el pollo, no he comido mucho desde que estoy aquí.
Raisa miró con sorpresa a las dos áureas que la acompañaban, su desinterés y cómo sacaban conversación cuándo sucedió un choque, no tan lejos de donde se encontraban.
──── ¿De qué hablan? Tenemos que ir a ayudar ──── les recordó la chica.
Sahily subió su mirada, ladeando su rostro con aburrimiento ──── Otros se encargarán. Es mejor que disfrutemos del último día, ¿no?
Raisa negó, levantándose de su asiento. Ninguna la detuvo, dejándola que saliera del restaurante con prisa.
──── ¿Van a morir? ──── Nirelle preguntó, mirando la puerta.
──── No, todos vivirán, pero hay una mujer que está en un mal estado ──── informó la áurea de cabello rubio ──── Supongo que le enseñaré a Raisa como sanar un cuerpo antes que el alma se pierda.
Sahily salió del restaurante junto a Nirelle, colocándose nuevamente su chaqueta. Tal cómo supuso, se trataba de dos autos, uno de ellos se volteó y quedó cerca de un puente así que las personas estaban tratando de voltearlo antes que cayera por completo.
No encontró a Raisa por ningún lado hasta que el destello de una pulsera llamó su atención. Caminó unos metros más, oyendo como Raisa gritaba que ahí estaba una mujer, la que salió expulsada del carro.
Era joven, probablemente estaba comenzando en sus treinta, pero todo su cuerpo estaba cubierto de sangre. Por lo que pudo ver, su respiración era lenta y en pocos minutos iba a ser muy difícil que lo hiciera por sí sola.
Las dos áureas se mantuvieron paradas, observando como Raisa entraba en pánico, recordándoles la misma situación que sucedió con Lexie.
──── Si quieres ayudarla, debes de sanarla antes que Sahily vaya por su alma ──── Nirelle dijo con un tono bromista.
La áurea a su lado sonrió ──── Tengo una colección de almas. Ella me parece muy bonita.
Las cejas de la chica se fruncieron, confundidas por la actitud de esas dos áureas. No ayudaban a la mujer que estaba muriendo, era lo contrario, estaban bromeando y eso la hizo sentir tan expuesta, sin poder hacer uso de los dones que estaban escondidos.
──── ¡No sé qué hacer! ──── gritó, observando el rostro pálido de la mujer ──── Por favor, tienen que ayudarla. Ella morirá.
Las dos áureas negaron, sin hacer ningún movimiento. Raisa debía de aprender y la mejor manera era hacer que sus instintos salieran por sí solo.
──── Tienes que sentirlo. Los áureos pueden hacerlo, es un instinto natural ──── Sahily explicó, manteniendo su voz neutra ──── Activa tus dones. Ya hiciste los oscuros, ahora encuentra la luz.
──── ¡No puedo! ──── chilló Raisa, dejando que las lágrimas fluyeran por sus mejillas.
Sahily se acercó a la mujer, colocando su mano encima del pecho para sentirla. Pudo sentir como su alma estaba lastimada, preparada para irse, pero no estaba lista, aún tenía una segunda oportunidad.
──── Oye la voz, te dirá si es tiempo de llevar su alma al cielo o sanarla para que viva la vida que se le concedió ──── informó la áurea, ladeando su rostro con paciencia──── Concéntrate. La oirás si dejas que entre a ti.
Raisa siguió insistiendo en que no podía, ver a esa mujer en la calle y tener a dos áureas sin querer ayudarla, era su punto de quiebre. Cerró los ojos, rogando internamente que sus dones se activen, no quería hacer un mal sino un bien.
Al volver a abrir los ojos, la chica notó cómo su alrededor estaba moviéndose lentamente. Las aves que estaban volando apenas aleteaban e incluso las dos áureas estaban congeladas en su lugar, solo observándola.
──── ¿Qué hago? ──── murmuró, esperando una respuesta.
Un escalofrío recorrió su espalda, tensándola por unos segundos hasta escuchar una suave voz llegar a su oído, tan delicada que no había comparación para describirla más que pura.
──── No es tiempo ──── le susurró esa voz.
Ella no pudo moverse, congelada por esa suavidad que desprendió, pero tan adictiva que sólo deseó escuchar más, pero todo volvió a la normalidad.
Sahily solo la observó, ladeando su rostro ──── ¿Ya tienes tu respuesta?
──── La tengo ──── murmuró, asintiendo.
La chica subió las mangas de su camisa, posicionando sus manos encima de la herida. No estaba segura si funcionaría, pero sintió como su cuerpo empezaba a volverse más frío.
Algo estaba desprendiéndose de su cuerpo, aunque no estaba segura de que era. Enfocó su mirada en la herida, observando cómo poco a poco iba cerrándose hasta que la mujer abrió sus ojos, completamente asustada.
Sahily agarró el brazo de Raisa, ayudando a levantarse mientras varios paramédicos se acercaron. Una sonrisa se extendió en los labios de la áurea, sintiéndose orgullosa de que lo hubiera logrado.
──── No puedo creer que lo hice ──── dijo la chica, mirándolas ──── Aunque... no se siente bien ──── negó, frunciendo sus cejas.
──── Se va a desmayar ──── avisó Sahily, sacando el celular de su bolso.
No pasó ni un segundo cuándo Raisa cayó en los brazos de Nirelle, completamente inconsciente.
La áurea marcó el número de Zadkiel, esperando que respondiera.
──── ¿Qué mala suerte te tocó? ──── él preguntó, divertido ante la situación.
──── Ven por nosotras en el hotel. Raisa acaba de aprobar su primera prueba ──── explicó, mirando a la chica inconsciente ──── Trae la camioneta.
Sahily arregló la sábana que cubría el cuerpo inconsciente de Raisa. La chica no había despertado a pesar de que pasaron dos horas, solo seguía durmiendo, restaurando las energías que perdió al sanar por completo a la mujer.
Ezer enloqueció cuando las encontró, revisando que aún estuviera viva. Sahily explicó lo sucedido, finalmente Raisa pudo encontrarse con su parte angelical y así podría dominar la oscuridad en ella.
Al sanar por primera vez, se dejó una parte de sí mismo por lo que no fue una sorpresa para Sahily que Raisa siguiera durmiendo. Necesitaba recuperar su energía y seguir practicando para que pudiera seguir portando sanación a los que necesitaban.
Nirelle cambió las toallas en la frente de la chica, poniendo otras que estuvieran húmedas para que se sintiera mejor.
──── ¿Cuánto más esperaremos? ──── ella cuestionó, sentándose en la orilla de la cama.
──── Lo necesario ──── respondió Sahily, sentada desde la silla con un libro entre sus manos ──── Fue su primera vez. Algunos áureos han estado al borde de la muerte por ese don al no saber cuándo detenerse.
──── Una vez oí que el líder Izan hablaba sobre una de las áureas de la primera defensa. No supo cuándo detenerse y quedó bastante mal ──── Nirelle contó, sintiendo más confianza al respecto ──── No sé qué sucedió con el alma.
Sahily asintió, recordándolo ──── La áurea trató de traer un alma cuándo no debió. Es una regla importante en Áureos, demasiadas consecuencias y lamentablemente ella las rompió.
──── ¿Qué sucedió?
──── Una parte del alma de la áurea quedó en el alma humana ──── informó, introduciéndose en ese recuerdo que trató de olvidar ──── Hacer que ambas almas se separaran fue difícil. No fue algo muy bonito de ver.
──── Entonces, ¿Raisa estaba en peligro? ──── preguntó, frunciendo sus cejas con preocupación ──── ¿La expusiste sabiendo que su alma podría fracturarse?
Sahily rodó los ojos, pasando la hoja ──── No puse en peligro a Raisa. Hubiera intervenido, ya he hecho esto antes.
──── ¿Alguna vez has perdido un alma? ──── interrogó la áurea, teniendo cuidado con sus palabras.
──── No lo sé ──── negó en voz baja, sin poder enfocarse en el libro ──── Prefiero no pensar si lo he hecho o no. Sería... demasiado agobiante descubrirlo.
Nirelle asintió, entendiéndola ──── Poder guiar las almas es un don impresionante ──── murmuró, sonriéndole ──── No todos podrían resistir.
──── Tiene sus desventajas como todo ──── musitó Sahily, alzando su mirada ──── La parte difícil es cuándo te toca guiar a un ser que conoces o a una humana que extrañamente pudo entrar a tu corazón.
──── Lamento que estés pasando la situación con Ava y Lexie ──── dijo Nirelle con honestidad ──── Sé que lo estás intentando todo.
Sahily sonrió, asintiendo ──── Gracias. Eres la única, aparte de Zadkiel que lo mira de esa forma.
La puerta fue abierta, interrumpiendo a las dos áureas. Ezer entró junto a Zadkiel, colocando sus manos detrás de su espalda.
──── ¿Cómo sigue Raisa? ──── preguntó, dejando pasar al áureo oscuro ──── ¿Algún cambio?
Nirelle bufó, cruzando sus piernas ──── Ella sigue igual que la última hora. Te avisaré si hay algún cambio.
Él asintió, saliendo de la habitación mientras murmuraba que solo estaba preocupado. Zadkiel solo rodó sus ojos, comenzando a cansarse de todos esos áureos.
Su paciencia había mejorado notablemente, pero con lo ocurrido, se había ido empeorando.
──── La cena está lista ──── avisó a las dos áureas ──── Vamos.
Nirelle salió de primera, dejándolos en la habitación. Sahily cerró las cortinas, prefiriendo que Raisa se levantará en un ambiente cómodo. Ella miró al áureo, acercándose.
──── ¿Estás bien? ──── cuestionó, alzando una de sus cejas.
Él asintió una vez, inclinándose para depositar un suave beso en sus labios ──── Solo quería un poco de amor ──── susurró.
Sahily rio, empujándolo suavemente. Ambos llegaron de último a la mesa, sentándose juntos. El silencio abarcó el espacio, con tantas discusiones, había hecho que el trío se fuera separando poco a poco.
──── Si Raisa sigue mostrando más dones, no podremos controlarla ──── Nirelle habló, queriendo eliminar esa tensión ──── La parte oscura es la más fuerte por el momento. Alguien debería de entrenarla.
──── Áureos se encargará de hacerlo ──── comentó Ezer, agarrando un pan de la canasta ──── Si todo sale bien, podremos irnos mañana. Raisa puede resistir el viaje hasta Áureos, no es tan rápida como el resto, pero llegará.
Los áureos se observaron entre sí, aceptando que era hora de regresar a casa. Iban a dejar atrás el mundo humano después de tantos días y peleas contra demonios.
Finalmente regresarán a la vida que les fue concedida.
Esa noche, Sahily entró a la habitación de Zadkiel en silencio, acostándose a su lado. Él solo la observó, dejando que la áurea acariciara sus mejillas hasta bajar a sus labios donde pasó su pulgar por encima del aro.
──── Me asusta cuándo estás en silencio ──── él confesó en voz baja ──── Creo que estás pensando en cómo matarme
Una sonrisa suave apareció en los labios de Sahily, negando. Solo deseaba aprovechar ese tiempo para memorizar el rostro del áureo y lo bien que se sintió tenerlo tan cerca cada día.
──── Solo disfruto del tiempo que nos queda ──── susurró.
Zadkiel asintió, acercándose. Posó su cabeza en el pecho de Sahily, oyendo los latidos tranquilos de la áurea mientras cerró sus ojos, disfrutando de las caricias.
Pronto iban a separarse y aunque detestaba la idea de tener que esperar que el sol se escondiera para verla, tendría paciencia.
No iba a perderla, no cuándo ya descubrió cómo sería su vida con Sahily.
Raisa aceptó de inmediato la propuesta de Ezer sobre la partida a Áureos. Ya no le quedaba nadie en el mundo, todas las personas que una vez amó, estaban muertas así que cortó toda relación con la familia que la crio.
Esa tarde, Sahily junto a Nirelle la ayudaron a vestirse, colocándole un simple vestido blanco. Agarraron todo su cabello en una coleta para dejar a la vista su hermoso rostro y los ojos oscuros que tenía.
El grupo entró al bosque, resguardados por los árboles para que ningún humano se diera cuenta. Sahily respiró, recordando la primera vez.
La sombra de un ave llamó su atención. Ziz voló por encima de los áureos hasta posarse en el hombro de Zadkiel, inclinando su cabeza en demostración de respeto.
──── ¿La encontraste? ──── ella cuestionó, esperanzada de que hubiera cumplido su misión.
El canto de Ziz se expandió por todo el bosque al mismo tiempo que la figura delgada de Ava apareció. Bajó su mirada, limpiando las lágrimas que se habían derramado por sus mejillas.
Sahily dio un paso adelante, dejando que Ava la envolviera en un abrazo. A pesar de todo, no la perdería, incluso en sus errores.
──── Lo lamento ──── Ava murmuró, cerrando sus ojos ──── Quería estar con Goel un momento más. Me enamoré de un humano sabiendo que no podríamos estar juntos.
──── Está bien ──── susurró Sahily, acariciando su cabello oscuro ──── Ya estás con nosotros.
──── Me da gusto que hayas recapacitado ──── habló Ezer, manteniendo su voz dura.
Zadkiel rodó los ojos, empujándolo al pasar por su lado ──── Mejor deja de hablar ──── le dijo.
Su rostro cambio a una sonrisa dirigida a Ava, apoyándola. No la conocía tanto, pero los momentos que pasaron juntos hizo que le demostrara que todas sus decisiones, malas o buenas, fueron sin querer dañar a alguien más.
Ava le devolvió la sonrisa, dando un paso atrás. Miró a Raisa, siendo resguardada por el resto de áureos.
──── Lamento tu pérdida ──── ella musitó a Raisa ──── Espero que encuentres consuelo en Áureos.
──── Gracias ──── susurró la criatura.
──── Bien, ya podemos irnos ──── Ezer avisó, viendo como su grupo finalmente estaba completo ──── Vayamos a la velocidad de Raisa, áureos.
Cada uno dejó que sus alas salieran, mostrándoles por primera vez a Raisa como eran. Más grandes que las suyas e increíblemente más brillantes, casi como el sol, pero no molestaba, solo calidez.
Sahily observó a Ziz y señaló el cielo, dándole una indicación ──── Guíanos ──── pidió.
Ithiel y Nirelle fueron los primeros en salir volando, encabezando el nuevo viaje a Áureos. Ezer fue el siguiente, ayudando a Raisa que lo hiciera tal como lo practicaron.
──── ¿Lista? ──── Sahily preguntó a su amiga.
Ava asintió, entrelazando sus dedos junto a los dos áureos en un modo de necesitar el valor para ir a su ciudad y no regresar a lo que amaba.
──── Lo estoy ──── susurró.
Los tres áureos volaron al mismo tiempo, sintiendo el aire golpeando sus rostros. Las nubes fueron volviéndose más claras con cada distancia que iban subiendo hasta que Áureos se mostró ante ellos.
Las aguas cristalinas caían como una corriente directo al mundo de los humanos y el sol los iluminaba, dándoles un halo que erizó los vellos del brazo de Raisa.
Un suspiro de asombro brotó de sus labios, observando a los áureos que caminaban por toda esa hermosa ciudad. Las viviendas eran del mismo tamaño, pero cada una brillaba por sí sola al igual que el gran edificio.
Varios gritos llegaron a sus oídos, notando como varios estaban entrenando. Las espadas creaban un gran sonido al chocar entre sí, incluso algunos los tiraba varios centímetros.
──── Por aquí ──── indicó Ezer.
Raisa giró al mismo tiempo que los otros áureos se posicionaron detrás de ella, resguardándola. Bajaron enfrente del gran edificio donde una mujer junto a dos hombres la esperaban.
El hombre que dio un paso adelante tenía ciertos rasgos parecidos a los gemelos así que supuso que se trataba del líder.
──── Bienvenida a Áureos ──── él habló con firmeza ──── Espero que tu venida haya sido placentera. Ezer, gracias por traerla ──── dijo, dando una sutil inclinación ──── Entra, por favor, nos gustaría saber acerca de ti.
Raisa titubeo, mirando al resto ──── ¿Ustedes también vendrán?
──── Solo yo ──── Ezer respondió ──── El resto tiene que ir con su familia.
──── Nos veremos después ──── Nirelle le aseguró, sonriéndole.
Sahily se giró a Ava, mirándola con preocupación ──── ¿Estarás bien?
La áurea asintió, intentando darle una sonrisa que salió como una mueca.
──── Estaré bien. Mis padres deben estar esperándome ──── musitó, arreglando su cabello ──── Nos vemos después.
Ava fue la primera en irse, seguida de Nirelle que solo inclinó su cabeza en señal de respeto. Sahily se giró a su hermano, manteniendo su rostro sereno.
──── Iré después a casa ──── le avisó ──── Iré a Monte Fosco.
La áurea no esperó ninguna respuesta cuándo siguió a Zadkiel, volando a la gran colina que estaba tranquila. La pequeña figura de Odette fue la primera en salir, abrazando a su hermano con una gran sonrisa en su rostro.
──── ¡Volviste! ──── celebró, agitando sus alas con emoción ──── ¿Cómo estaba el mundo? ¿Peleaste contra los malos?
Zadkiel trató de esconder la emoción en su rostro, aunque la sonrisa lo delataba. La madre de Odette también apareció, viéndose mejor a cómo la dejaron antes de bajar al mundo de los humanos.
──── Si, pelee contra los malos ──── respondió el áureo, cruzando sus brazos ──── Aunque Sahily fue quién peleó más.
Como si la pequeña áurea recordó quien estaba junto a su hermano, corrió a los brazos de Sahily, haciendo que la alzara con una sonrisa.
──── ¿Les fue bien? ──── preguntó Marie que se acercó con una sonrisa en su rostro ──── Deben estar cansados. Entren antes que el resto de los niños se den cuenta que ya bajaron.
Sahily asintió, persiguiendo a la humana que ya se miraba mejor, incluso su rostro tenía más color y podía sostenerse a sí misma.
El interior de la casa tenía un ambiente diferente. Las ventanas estaban abiertas, incluso el hueco del techo desapareció haciendo sonreír a la áurea.
──── Parece que alguien hizo el trabajo sucio que Zadkiel no pudo ──── bromeó, golpeando suavemente al mencionado ──── ¿Qué te parece?
Él se cruzó de brazos, bufando ──── Yo hubiera hecho un buen trabajo.
──── ¿Sí? Lo dudo ──── musitó aún con la sonrisa en su rostro ──── Se hubiera caído a los días.
──── Sahily, ¿te quedarás a cenar? ──── preguntó la humana, quitándose la chaqueta ──── Deben estar hambrientos.
──── Oh, no puedo. Tengo que ir con mis padres, pero gracias ──── informó la áurea, negando ──── Solo quería pasar a saludar y entregar a su hijo personalmente.
──── Sabíamos que Zadkiel volvería, es el más fuerte de todo Áureos ──── contó Odette, sentándose en el sofá ──── ¿Tus padres se preocuparan si no vas a casa?
──── Si, probablemente. Tengo que irme ──── se despidió, acariciando el cabello de la pequeña áurea ──── Me alegra verlas bien.
──── Igualmente. Come bastante y vuelve ──── pidió Marie──── Nos hiciste falta estos días.
Sahily asintió, dirigiéndose a la puerta. La mano de Zadkiel agarró su brazo, deteniéndola antes que saliera por completo.
──── ¿Volverás? ──── cuestionó en voz baja.
Ella giró, entrelazando sus dedos ──── Lo haré. Mis padres harán preguntas y después me dejarán libre ──── prometió, sonriéndole ──── No me extrañes mucho.
Un suave beso fue depositado en sus labios, sorprendiéndola hasta que la confianza volvió en ella. Su corazón latió rápidamente, recordándole que era Zadkiel, el único áureo que necesitaba.
──── No te alejes. No después de lo que sucedió en el mundo ──── él pidió en voz baja ──── Ahora me perteneces.
Sahily sonrió, pasando su pulgar por los labios rojizos del áureo ──── Tú me perteneces a mí. No me iré a ninguna parte, solo debo alimentar a los lobos para que me dejen disfrutar de mi tiempo a solas. ¿Puedes esperarme?
──── Lo he hecho por años, soportaré unas horas más ──── musitó, inclinando su rostro ──── Ven si te sientes agobiadas. No es necesario que siempre andes con tus hermanos, lo sabes ¿no?
Ella rio, asintiendo ──── Aún sigo enojada. No volveremos a ser lo mismo ──── confesó, recordando todas las discusiones ──── Disfruta el tiempo con tu madre y Odette. Duerme un poco.
Zadkiel rodó los ojos. Había olvidado lo mucho que Sahily lo cuidaba, especialmente descansar, pero lo haría, todo para pasar más tiempo junto a ella.
votos y comentarios son más que bienvenidos ♥
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top