sixteen ──── demons vs angels
─────────── CHAPTER SIXTEEN,
DEMONS VS ANGELS ───────────
Sahily levantó su espada cuando la mujer dejó salir un chillido de molestia, lista para enfrentarle. El golpe de ambas espadas creó un gran viento que derribó varios árboles.
La áurea se movió ágilmente, deteniendo cada estocada que iba dirigida a ella. La mujer era rápida, pero Sahily mantuvo su calma por lo que fue fácil deducir su manera de pelear.
Movió la espada en un rápido movimiento e hirió la mano de la mujer, haciendo que la botara. De un solo golpe, mandó el cuerpo del demonio a un árbol, destruyéndolo.
──── Supongo que se terminó ──── murmuró la áurea.
Se acercó, observando a la mujer tratando de levantarse. Le propinó una patada a su rostro, dejando que cayera de espalda.
Sahily la tomó de su cuello, alzándola desde el suelo. No fue una sorpresa que lo hiciera, su adrenalina estaba elevada y hace mucho que no peleaba con los demonios.
──── ¿A qué has venido? ──── la áurea cuestionó, apretando el cuello.
Las manos de la mujer intentaron que los dedos dejaran de presionarse, pero no pudo. El aire, poco a poco, iba dejándola y por la mirada de aquella áurea, supo que no sería sencillo.
──── Queremos a la criatura ──── dijo roncamente, agitando su cuerpo ──── ¡Es lo único que queremos!
──── ¿Criatura? ──── replicó, ladeando su rostro con curiosidad.
──── ¡Dejaremos a los áureos tranquilos y vivos si solo nos la entregan! ──── gritó con desesperación.
Sahily no pudo evitar una gran sonrisa en su rostro, divertida ante la vaga promesa.
──── Como si eso fuera verdad ──── musitó con disgusto.
La áurea enterró su espada en el estómago de la mujer, oyendo su grito. En unos segundos, el demonio se convirtió en cenizas, siendo llevada por el aire que emitió los árboles.
Nunca creería en palabras de un demonio, muchos menos si prometía salvarlos cuando su naturaleza era acabarlos.
La áurea miró a su alrededor, estando en alerta. Estando a solas, podrían verla como indefensa y era lo último que quería. El brillo de la espada del demonio captó su atención, era diferente a lo que el resto ocupaba, casi pareciendo a las que Áureos creó.
Se inclinó, tomándola para inspeccionarla cuando soltó un gruñido, soltando rápido. Su mano se encontraba enrojecida y quemada, haciendo que se sintiera molestia por dejarse llevar por su curiosidad.
Un segundo después, sintió como una mano agarró su brazo, haciendo que girara sobre las puntillas de sus pies. Observó la espalda de Zadkiel cuando esté atrapó a un demonio de su cuello.
El áureo enterró su espada en el cuerpo del demonio, acabándolo en un segundo. Él se giró, dándole una sonrisa.
──── Lamento no haberte avisado ──── dijo, guardando la espada ──── Solo me pareció ver a una damisela en peligro.
Ella rodó los ojos, golpeándolo suavemente en su brazo ──── Ya lo tenía ──── musitó, sacudiendo su mano en un intento de eliminar el dolor.
──── ¿Qué ocurrió? ──── Zadkiel preguntó, atrapando su muñeca ──── ¿Te quemaste?
──── Solo fue una tontería ──── comentó en voz baja ──── Intente agarrar la espada de ese demonio y me quemo. No sé, fue extraño.
El áureo frunció sus cejas, acercándose. Tomó la espada sin problemas, la recorrió hasta encontrarse con una extraña marca en el filo.
Zadkiel había visto en varias ocasiones esa marca en puntos dónde los demonios les gustaba estar. No fue una sorpresa que esa mujer la tuviera, probablemente para que no se la hubieran robado.
Por esa pequeña marca, ningún áureo la podía tocar o se quemaría al instante. Esa espada específicamente podría matarlos dolorosamente.
Si Sahily no hubiera sido una experta y manejado a la perfección, era probable que hubiera muerto de la manera más lenta.
Él apretó sus labios, pensando en esa posibilidad y solo le ocasionó molestia. No tenía que dejar a solas a Sahily, mucho menos si los demonios poseían ese tipo de armas.
Todos corrían un gran peligro.
Zadkiel sacó una venda de sus bolsillos, pidiéndole silenciosamente la mano a Sahily. Ella se lo dio, dejando que la envolviera con suavidad mientras observaba a su alrededor.
──── Sanara dentro de poco ──── él explicó, teniendo cuidado de no rozarlo ──── Seguirá doliendo.
──── Lo sé, pero no es tiempo de enfocarme en eso ──── murmuró, apretando sus labios ──── Vendrán más.
Él asintió ──── Nos está rodeando. Vamos a tener que pelear hasta que el resto venga.
──── No temas, voy a protegerte ──── ella sonrió, ladeando su rostro para observarlo mejor ──── Soy muy buena en mi trabajo.
Zadkiel soltó una fuerte carcajada, mejorando la actitud de Sahily y eliminando la presión que estaba sobre sus hombros.
──── Confío en que lo harás ──── aceptó, sonriéndole ──── Solo evita tocar esas espadas, ¿sí?
──── Lo haré ──── asintió ──── ¿Listo para esto?
Él se encogió de hombros, fingiendo desinterés ──── Estoy listo para enfrentar a cualquier criatura, incluso a ti.
Sahily no pudo ocultar su bufido. Lo enfrentó, alzando su mirada con sus ojos entrecerrados.
──── Tu gran confianza me asusta en ocasiones. ¿Necesitas que te enseñe de lo que soy capaz?
Zadkiel apretó sus labios, pensando en todas las posibilidades sobre en que su trasero terminaría pateado por esa áurea que emanaba tranquilidad pero que daba miedo, incluso más que sus dos hermanos.
──── ¿Y si lo demuestras con ellos? ──── propuso, señalando la hilera de árboles que se estaban tornando oscuros.
Sahily se giró, manteniendo su espada firme por si alguno quería atacarlos. Sintió el pecho del áureo chocar contra su brazo, mirando el mismo punto que ella.
──── Oh, lo haré si ellos no son lo suficiente inteligente para saber que no deberían de acercarse ──── le dijo en voz baja. Le dio una corta mirada al áureo ──── Así aprenderás de la mejor.
──── Ya lo hago ──── musitó en su oído ──── Después de esto, tendrás que recompensármelo con una gran comida.
──── ¿Solo puedes pensar en comida? ──── ella bromeó, arqueando sus cejas ──── ¿Incluso en este momento?
Él se encogió de hombros ──── ¿Por qué no lo haría? Todos ellos saldrán de dos maneras, muertos o correrán como cobardes.
──── Me gusta cómo suena eso ──── le confesó. Observó a los demonios, aparentando tranquilidad y aburrimiento ──── Si son caballeros y damas, tendremos una pelea justa ──── ella habló.
Los demonios se materializaron a varios metros de distancia. Sahily rápidamente contó que eran alrededor de unos veintes, tal vez más que se escondieron en la oscuridad.
──── Contigo no seremos tan... justos ──── dijo uno de los hombres, cruzando sus brazos ──── Con Zadkiel, no pelearemos. Su padre estaría muy decepcionado si le llevamos su cabeza.
──── ¿Mi padre? ──── repitió el áureo. Él rio, una carcajada llena de sarcasmo ──── Él está decepcionado desde el momento que nací ──── dijo, perdiendo toda diversión ──── No va a poder herirme.
──── Si tú lo dices ──── murmuró el hombre, moviendo su cabeza a los demonios ──── Ya que quieren morir, atáquenlos. De cualquier forma, nos veremos en el infierno.
Ninguno de los dos áureos se retractó de sus palabras, en cambio, fueron los primeros en atacar. Sahily corrió, olvidando el ardor de su mano o la molestia de sus piernas, solo pensaba en salir viva.
Su espada chocó contra el filo de las otras, creando grandes sonidos, similares a los rayos cuando se estrellaban. Utilizó todos sus años de entrenamiento para acabar con todos esos demonios y teniendo cuidado de que nadie la hiera o a Zadkiel.
Sahily los miró con dureza, transmitiéndoles que podía seguir durante horas. Se movió entre los árboles, ayudándose de las rocas y dejando que los demonios se mataran.
Ella golpeó a un hombre en su mandíbula al mismo tiempo que blandió su espada, enterrándola en el abdomen del segundo. La áurea podía sentir todos sus sentidos encendidos y cómo la manejaban.
Se movió, pateando el rostro de la mujer que quiso herirla. Vio la resplandeciente espada con la cual tuvo problemas así que agarró la muñeca del demonio, utilizándola como un medio para enterrarla en el hombre que se lanzó por el aire.
Sahily siguió peleando, comenzando a sentir el sudor resbalar por su frente y aunque no lo quiso transmitir, estaba preocupándose. Los demonios seguían bajando y en algún punto, ambos se cansarían.
Como si ese pensamiento solo le dio más fuerza, gruñó, enterrando su espalda otra vez. Corrió dónde Zadkiel estaba siendo acorralado.
Utilizo las alas de Ziz como las suyas y levito, cayendo en medio como si fuera un escudo. Los demonios dieron un paso atrás, observando la mirada grisácea que solo les daba una advertencia, una que todos las tuvieron antes de ser enviados al infierno.
Sin perder tiempo, Sahily se convirtió en un borrón dorado ante los ojos de los demonios. Utilizaba sus piernas para dejarlos adoloridos y enterraba su espada, apenas unos segundos antes de introducirla de nuevo.
──── ¡Deténganse! ──── bramó una voz ronca.
Como si fuera una orden inquebrantable, los demonios retrocedieron. Sahily no perdió su posición, esquivando una flecha que iba a su corazón.
Ella sonrió, quebrándola con su pie ──── Parece que la puntería sigue fallando.
Zadkiel se acercó por detrás, entrelazando sus dedos con los de la áurea. Sahily lo miró, su rostro estaba lleno de sudor y tierra, pero aun así no perdió el brillo de orgullo en su mirada.
Fue su primera vez mirando a la áurea en batalla y reconoció porque era una de las mejores.
──── ¿Tuviste miedo? ──── el áureo se burló directo al mismo hombre que le había concedido una oportunidad.
──── Por ser hijo de mi amigo les di una demostración de lo que somos capaces por esa criatura ──── habló el demonio, manteniendo su postura rígida ──── No se metan en una búsqueda que es de nosotros. Esa criatura es un demonio por lo que también la queremos.
──── ¿Queriendo lo que no les pertenece? ──── indagó el áureo, arqueando sus cejas.
──── Como todos los demonios ──── murmuró, dándole una mirada rápida a Sahily.
Los hombres y mujeres desaparecieron entre las sombras. La áurea dejó que se fueran, sabiendo que era lo más conveniente al estar a solas y más que obtuvo las respuestas que quiso desde un principio.
Sahily se acercó a Zadkiel, dando unos suaves toques en su brazo.
──── ¿Estás bien? ──── preguntó.
El áureo solo asintió, sin perder la expresión dura de su rostro. Sus ojos se miraban más oscuros de lo normal y eso hizo que Sahily supiera que estaba mintiendo.
Ziz soltó un chillido, volando alrededor de los dos áureos hasta meterse más al fondo del bosque. Probablemente en busca de un lugar para limpiar la sangre que manchó sus pelajes.
Sahily no lo detuvo, queriendo un momento a solas con Zadkiel. Antes de poder hablar, sintió como su hermano iba acercándose por lo que tomó una considerable distancia del áureo.
Ezer fue el primero en acercarse, asegurándose de que su hermana estuviera bien. Ithiel hizo lo mismo, tomando entre sus manos, el rostro de la áurea.
──── ¿Estás bien? ──── cuestionó.
──── Lo estoy ──── asintió, acariciando sus manos ──── Zadkiel y yo sentimos un demonio en la universidad. Pensé que era uno, pero había varios, tal vez veinte ──── explicó, encogiéndose de hombros ──── Ellos lo saben, de la misión y es probable que cuántos áureos venimos.
──── Si, lo supieron antes que nosotros ──── Zadkiel aportó sin ninguna emoción. Tomó asiento en una de las rocas, tronando su cuello ──── No me sorprendería si saben quién es la criatura.
──── ¿Crees que lo sepan? ──── Ithiel interrogó, frunciendo sus cejas ──── ¿Y ustedes lo negaron?
──── Lo hicimos ──── habló Sahily, cruzando los brazos ──── No nos creen, obviamente. Demasiados áureos con buenos rangos solo para estar en una simple misión, no lo creo ──── negó.
──── No son tontos, aunque lo parezcan ──── murmuró el áureo oscuro.
──── Eso no es bueno ──── sentenció Ezer, caminando de un lado a otro con preocupación ──── Traerán a sus mejores demonios y no somos lo suficiente. Tal vez si hubiera traído más...
──── Ezer, cálmate ──── Ithiel lo detuvo, posando su mano en el hombro de su hermano ──── Todo estará bien. Somos fuertes, tenemos buenos rangos, podremos con ellos.
──── Pensaremos una mejor estrategia ──── Sahily dijo, apoyando a su gemelo ──── Este no es el mejor lugar para cambiar el plan así que... ¿podemos irnos a casa, por favor?
Ithiel asintió, acercándose a su hermana ──── La próxima vez, llámanos con tiempo. Nuestra competencia nos anima, pero no quiero que te expongas a tanto peligro.
Sahily sonrió, notando la preocupación en sus ojos grises.
──── Pero mis puntos subieron ──── canturreó, tratando de aligerar el ambiente.
──── Oye, ¿estás bien? ──── Ezer preguntó al silencioso áureo.
Sahily lo observó al mismo tiempo que Ithiel, enfocados en la expresión seria que adquirió Zadkiel.
──── Si, lo estoy ──── asintió, poniéndose de pie ──── Me llevaré la espada. Ninguno de ustedes puede tocarla o podría quemarse.
──── He visto esa espada en pocos demonios ──── informó Ezer, apretando sus labios con molestia ──── Definitivamente tendremos que fortalecer ese plan si han enviado a los oscuros con esa arma.
──── ¿Por qué? ¿Qué tan mala es? ──── inquirió Ithiel, cruzando sus brazos.
──── Mueres de la peor manera ──── Zadkiel dijo de inmediato, pasando su lengua por el aro en su labio ──── Quemando cada órgano hasta que tu corazón se detenga.
Sahily dejó salir un suspiro, eliminando esa tensión que adquirió después de la pelea con los demonios. Apoyó su cabeza en el respaldar del sofá, cerrando sus ojos.
No podía creer que llevaban pocos días en ese mundo y ya estaban teniendo a los demonios a su acecho. Era demasiado rápido que estuvieran vigilando a la criatura y por alguna razón, pensó que toda esa situación era extraña.
No quería preocupar a su hermano, pero debían de tener más cuidado, eso incluía que estuviera cerca de la universidad para poder proteger a todas las humanas hasta que encuentren a la que buscaban.
La áurea sintió una presencia a su lado, supo de inmediato de quién se trataba cuando un par de dedos peinaron su cabello.
──── No esperaba que todo sucedería tan rápido ──── Ava habló en voz baja con preocupación ──── Creí sentir la energía, pero no estaba segura, incluso que podría tratarse de Raisa.
──── ¿Tú también lo sentiste? ──── preguntó otra voz.
Sahily abrió sus ojos, encontrándose con la mirada azulada de Nirelle. La áurea se sentó en el sofá, cruzando sus piernas con desinterés.
──── Lo hice ──── asintió Ava, imitando la posición de la áurea ──── Estaba con Raisa, la pequeña e inocente amiga de Lexie.
──── ¿Te tocó vigilar? ──── preguntó la rubia, observando a su amiga.
──── De hecho, nos encontramos en el baño ──── explicó, encogiéndose de hombros ──── Puede ser la correcta.
──── ¿Y si quieren engañarnos? ──── Nirelle cuestionó, alzando sus cejas ──── No sería la primera vez que lo intenten. Adoran molestar a los áureos, ¿no?
──── Es probable, pero hay demasiadas coincidencias para olvidarlo ──── Sahily musitó, apretando sus labios ──── Tal vez nos dieron la ayuda que necesitábamos.
──── ¿Esa humana? ──── masculló Nirelle, sin poder creer en esa posibilidad ──── Es tan... diferente.
──── Raisa no parece ser el ser que buscamos porque sus dones todavía no están presentes ──── supuso Sahily, pensando en todos los detalles de esa humana ──── No se han activado, pero cuando lo haga... será catastrofico si no está el correcto para ayudarle.
Nirelle asintió, acordando con sus palabras ──── Un áureo sufre con los dones, no puedo imaginar cómo será un ser que también tiene sangre de demonio en sus venas.
──── Pero estaremos bien, ¿no? ──── Ava preguntó, mirando a su amiga con preocupación.
Sahily le dio una suave sonrisa que no llegó a sus ojos ──── Lo estaremos.
──── ¿Y tú estás bien? ──── Nirelle preguntó.
La áurea retuvo su sorpresa y asintió, entendiendo que tendría que familiarizarse con la idea de que Nirelle era parte de su equipo.
──── Lo estoy. Solo me queme con la espada de un demonio ──── informó, mostrando su mano vendada ────Todavía arde.
──── Ese es un perfecto ejemplo de no lanzarse a los demonios por sí sola ──── Ithiel interrumpió, pasando su brazo por los hombros de su hermana.
──── No estaba sola y fue un momento de curiosidad ──── contradijo, golpeando su costado con diversión ──── Para la próxima, no agarren ninguna espada que no les pertenezca.
Sahily soltó una suave risa, observando la molestia en los rostros de sus hermanos. A pesar de que peleaban constantemente, seguían preocupándose por ella.
──── Tienes que contarme lo que sucedió, otra vez ──── pidió Ezer, sentándose delante de ella ──── Zadkiel no coopera mucho así que eres la elegida.
──── ¿Por el principio? ──── indagó la áurea, apretando sus labios ──── ¿Sabían que hay un juego de zombies contra plantas?
era tiempo que los oscuros comenzaran a andar por ahí o no sería una buena historia pero cuenten que tal les va gustando o que cambiarían
gracias por leer ♥
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