eight ──── creature without information





───────── CHAPTER EIGHT,

CREATURE WITHOUT INFORMATION ─────────



Desde la distancia, la casa Caelum se vio como el mayor pecado para Sahily, teniendo en cuenta que una vez que entrará a su lugar, no podría dar vuelta atrás a su decisión.

Bajó al lado de Zadkiel, arreglando su cabello rubio por detrás de su espalda. Fuera de la puerta, la esposa del líder Izan los esperaba con una mirada fuerte y que no ocultaba su disgustó, probablemente por el nuevo áureo que estaba entre ese grupo.

──── ¡Han creado un desastre en Áureos con su competencia de vuelos! ──── habló, señalando el cielo ──── ¿Perdieron sus juicios?

──── Lo lamentamos ──── Ezer dijo, dando un paso adelante. Oculto sus manos detrás de su espalda, manteniéndose tranquilo ──── Tenemos una cita con el líder Izan. Mi equipo está listo para recibir las instrucciones sobre la misión en el mundo humano.

La áurea lo miró, arqueando sus cejas al ver su inusual grupo. Por un momento, pensó que iría con los mejores de Áureos, pero se equivocó.

──── ¿Por qué sigues parado? Debes de entrar, ahora mismo ──── comentó, señalando el interior de su casa.

Como un niño regañado, Ezer entró rápidamente seguido de los áureos. Sahily se quedó de última, cuidando la espalda de Zadkiel por si los guardias hacían un mal movimiento.

Eran ángeles, pero eso no les impedía cometer errores.

Sala de mensajería fue el lugar dónde el líder Izan atendió a los áureos, siendo seguido por el gran augur que no dejaba de temblar o mantenerse vista abajo, incapaz de poder aguantar el poder y magnetismo que los tres grandes áureos desprendían a comparación de los menores.

Para él, siempre fue un privilegio verlos en batalla. Un gran orgullo cuando aquellos tres pequeños eran entrenados para convertirse en los que traerían a la criatura.

Dio una mirada a Sahily, dando un rápido asentimiento que fue recibido con una suave sonrisa. La áurea siempre supo que era un poco intimidante para el resto, sobre todo cuando hacía uso del don de su voz.

Las pocas sillas capturaron la atención de la áurea. Por primera vez, pudo notar la preocupación y el desorden que dejó una misión con solo mirar su entorno.

──── Siéntate, tendré que comportarme ──── le susurró Zadkiel con sus ojos brillando con diversión.

Sahily golpeó su brazo en un reproche silencioso. Aún seguía pensando en su pelea con sus hermanos y eso solo lo ponía de mejor humor como cualquier demonio ante la explosión de enojo e irritación.

La áurea agarró el asiento, arreglando su sucio vestido para verse más presentable ante aquellos dos áureos que poseían un gran poder.

──── Nirelle, toma mi asiento ──── Ithiel ofreció, apartando la silla para que la áurea pudiera sentarse.

Un sonrojo apenas visible apareció en las mejillas blanquecinas de Nirelle, sintiéndose incómoda por ese gesto tan deliberadora y por la mirada grisácea de la hermana de Ithiel.

Aun así, se sentó, necesitando relajar sus músculos ante la exhaustiva carrera que tuvieron por separar a Sahily de Ezer. Cruzó sus piernas, manteniendo la tranquilidad y oyendo las suaves respiraciones de Ithiel, quién se colocó detrás suyo.

──── No he tenido más revelaciones sobre la criatura ──── el augur habló, moviéndose silenciosamente por todo el lugar ──── He recopilado información básica. Espero que pueda servirles de ayuda.

──── ¿Ha podido tener una visión sobre su rostro? ──── Ezer cuestionó, cruzándose de brazos.

El augur negó, poniendo una pila de carpetas sobre la mesa. Con un movimiento de cabeza, dejó que los áureos lo tomaran. Zadkiel le extendió el suyo a Sahily antes que se levantara, un gesto que Ithiel notó con rapidez y frunció sus cejas, disgustándole esa familiaridad.

──── Las visiones son pocas, incluso tienen una densa oscuridad que es difícil de traspasar ──── explicó, bajando la mirada a sus manos ──── Esa criatura tiene algo que la hace invisible e indestructible a mis visiones.

──── Lo resolveremos ──── prometió el líder Izan, apretándole su hombro en un gesto de tranquilidad ──── La información es fundamental para su búsqueda. Espero que puedan estudiarla.

Sahily abrió su carpeta, encontrándose con anotaciones a mano que supo que pertenecían al augur. El nombre de aquella criatura era Raisa, un nombre bastante peculiar para un humano.

La sorpresa apareció en su mirada al leer su edad. Veinte y tres años había vivido en ese mundo y por alguna razón, se volvió un peligro demasiado grande que ellos tendrían que bajar a ese pueblo llamado Kartalago antes que los demonios pudieran capturarla.

──── Es una... chica ──── musitó Ava, leyendo la información con interés.

──── Su apariencia no debe ser diferente a los humanos o a nosotros ──── habló el líder, sentándose en su silla ──── Incluso su personalidad, pero eso no disminuye el riesgo que corre al estar expuesta.

──── La información es demasiada vaga. Prácticamente caminaremos a ciegas ──── Ithiel se quejó, cerrando la carpeta ──── ¿Seguro que está misión está lista para ser ejecutada?

──── Sé que no es parecida a las otras, pero se debe de realizar. No podemos perder contra los demonios y que tomen el poder que podría dañarnos ──── habló el líder mirándolo fijamente ──── Tomarán todo el tiempo necesario pero esa criatura debe estar aquí, en Áureos.

──── ¿De cuánto tiempo se está hablando? ──── preguntó Nirelle, ladeando su cabeza con curiosidad.

──── El que se requiera ──── comentó el augur ──── Tendrán que adaptarse a los humanos. Convertirse en uno si es necesario para que puedan realizar la misión con éxito.

Esa última frase le disgustó a Sahily, sabiendo que el contacto con los humanos era lo último que necesitaba.

──── ¿Tendremos a disposición todo tipo de recursos? ──── Ava cuestionó, apoyando sus brazos en la mesa ──── No creo que sea sensato bajar y subir del cielo.

──── Los áureos que están en el mundo les ayudarán. Hablé con ellos para que le dispusieran una casa con un auto para que puedan movilizarse ──── explicó el líder Izan ──── Lo bueno de este equipo es que pasarán fácilmente como adolescentes.

──── De hecho, no serviría mucho ser "adolescentes" ──── Zadkiel intervino por primera vez, llamando la atención de los áureos ──── La chica tiene veintitrés años. A esa edad, los humanos trabajan o estudian así que se necesitará de mentores y probablemente algunos puedan estudiar.

El líder lo observó en silencio hasta que sonrió, inclinándose hacia adelante.

──── Tienes toda la razón. Tu equipo si funciona, joven Ezer, buena elección.

──── Los detalles lo hablaremos una vez que estemos establecidos en el mundo ──── Ezer dijo, cruzándose de brazos ──── Hay que descubrir todo sobre el pueblo para poder separarnos estratégicamente.

──── Así es. Ahora, debes de saber que tú tienes el papel más importante aquí ──── comentó el líder ──── Si alguno de estos áureos llega a perderse del camino, tienes toda la autoridad para regresarlo a Áureos o las consecuencias serán muy graves.

──── Entendido ──── asintió, dando solo un movimiento de cabeza.

──── Depositó toda mi confianza en ustedes, pero el mundo es diferente a Áureos. La tentación aparece en cada esquina y si no hay castigos, cualquiera manchara su camino ──── dijo, recorriendo las miradas serias de los áureos ──── Solo traigan a esa criatura para que volvamos a vivir en paz.

──── Nunca hemos fallado, tío ──── masculló Ithiel, viendo a su hermana con una sonrisa ──── La reputación de nuestras misiones también está en juego.

──── Se mantendrá en buen estado, eso puedo apoyarlo ──── concluyó Sahily, recostándose en la silla.

──── Ustedes y su competencia ──── río el áureo, riendo suavemente ──── ¿Alguna recomendación más?

──── Si. Deberán de aprender a ocultar sus alas, la primera vez será un poco doloroso, pero es necesario ──── indicó el augur ──── Los niños humanos son capaces de verlas incluso cuando están camufladas así que tengan cuidado.

──── Solo si siguen teniendo su santidad ──── murmuró Sahily, sabiendo que algunos desde muy pequeños eran marcados por el mal.

──── Las armas serán cambiadas para mayor facilidad. No se preocupen, no se dañará y en caso de otros áureos, se les otorgara, pero tendrán que devolverlas hasta que sus misiones terminen ──── informó el augur, escondiendo sus brazos detrás de su espalda ──── Sé que tienen aprecios por sus espadas y escudos.

──── Aceptaremos con tal que no se perjudiquen ──── asintió Ezer, sonriendo con tranquilidad a sus hermanos ──── También quisiéramos algunas extras, solo por las dudas.

──── Se les dará todo lo necesario para que esta misión se ejecute correctamente ──── dijo el líder, asintiendo ──── Pueden retirarse. Pueden bajar al mundo humano en la madrugada, así evitaran a los humanos curiosos.

──── ¿Eso es todo? ──── Nirelle cuestionó, sorprendida de la simpleza.

──── Lo es. Tienen información, equipos y sus armas serán listas en unas horas ──── explicó el áureo ──── Las reuniones no son tan interesantes, solo las misiones. Pronto vas a poder entenderlos.

──── Esperó que todo salga bien. Confío en ti, Ezer y en tu equipo ──── habló el augur, extendiendo su mano para estrecharla con el áureo ──── Te contactaremos con otros áureos, guardianes de humanos para que te guíen si llegas a necesitar ayuda.

Todos los áureos salieron de la sala de mensajería. Sahily entregó sus armas, sintiendo la molestia de entregarlos ya que era algo preciado para ella.

──── Entonces, ¿ellos me darán una espada? ──── cuestionó Zadkiel, acercándose a la única áurea que parecía estar bien con su presencia.

──── ¿Qué veo aquí? ¿Algo de miedo? ──── bromeó en voz baja, asegurándose de que no la oyeran ──── El Salón Sacrum no va a quemarte.

Él la observó, alzando una de sus cejas ──── Soy un demonio. Se supone que esas armas repelen todo lo malo, ¿no? ──── le recordó, apretando sus labios.

Sahily rio suavemente, viendo de reojos como el resto se dirigía a la puerta, dejándolos a solas.

──── Lo bueno es que tú no eres para nada malo ──── murmuró, sonriendo ──── Serás la excepción.

Zadkiel no pudo ocultar la sonrisa que apareció en sus labios ante esas palabras. Solo Sahily podía ver algo más de su condición y siempre le gustaba recordárselo. De alguna forma, lo hacía sentir que la definición de "demonio" no era algo malo.

Él se aclaró la garganta, tratando de verse intimidante, aunque la áurea no hizo ningún cambió en su rostro.

──── Me siento ofendido como demonio que no veas lo malo que soy ──── dijo, bajando su voz para que fuera lo más grave posible.

──── El intento de oscuridad no funciona en mí ──── ella negó, moviendo su dedo en negación ──── Ya soy inmune, incluso me parece algo tan natural.

──── Eso significa que tendré que mostrarte mi lado que he tratado de esconder todo este tipo ──── musitó, ladeando su cabeza.

Sahily solo rio levemente ante lo pensativo que se miraba Zadkiel. Nunca pudo asustarla, incluso mostrando lo prominente y oscuro que podía ser. Para ella, solo era un ser incomprendido que poco a poco se iba ganando su confianza.

──── ¡Sahily!

La áurea miró por su hombro a su hermano, que a lo lejos la veía con evidente molestia en sus ojos grisáceos. Ella le dio una mirada que pedía que se calmará, al instante, relajó su semblante.

──── Tengo que irme ──── contó, pasando su cabello desordenado por detrás de su oreja ──── Trata de no asustar al resto de los áureos ──── susurró lo último.

La sonrisa de Zadkiel fue fugaz cuándo oyó su nombre. Ezer lo esperaba en la esquina opuesta junto a Nirelle y Ava, las otras dos áureos que también recibirán armas.

──── No prometo nada ──── murmuró a la áurea antes de irse.

Sahily no pudo moverse de su puesto, viendo el camino ligero y diferente de Zadkiel. De inmediato negó, sin creer que realmente bajó del Monte Fosco y no se trataba de su imaginación.

Ella se obligó a caminar dónde Ithiel lo esperaba. Juntó sus dedos con los de su hermano, sintiendo la corriente eléctrica que mejoró su humor.

──── Ithiel ──── lo llamó, pensando sobre su anterior conversación ──── ¿Crees que Zadkiel podrá atravesar la puerta del Salón Sacrum sin quemarse? ──── cuestionó, apretando sus dientes ante la última palabra.

Su hermano le dio una mirada divertida, asintiendo ──── Eso solo es un mito entre los áureos para molestar a los menores.

Sahily abrió su boca, sorprendida de que nunca se hubiera dado cuenta de ese detalle. Todo ese tiempo pensó que el Salón Sacrum estaba protegido y tampoco lo cuestionó.

──── ¿Por qué nunca me lo dijiste? ──── interrogó, frunciendo sus cejas.

Él rio, encogiéndose de hombros ──── Supongo que me gustaba verte la expresión de terror ──── dijo con diversión.

Sahily golpeó su brazo, ejerciendo un poco más de la fuerza necesaria que lo hizo quejarse.

──── Vas a pagarlo ──── le prometió.



Esa noche, fue una de las más largas para Sahily. La inquietud sobre bajar al mundo para buscar a esa criatura que pasó viva tantos años sin ser detectada e inesperadamente, un día lo era, le causa una sensación de molestar.

No estaba segura de que si su decisión fue correcta pero ya no podía negarse a su promesa. Ezer la necesitaba y definitivamente no dejaría a Ithiel solo, no podían estar separados por tanto tiempo.

Por otro lado, no podía dejar de pensar en cómo Zadkiel aceptó la propuesta de su hermano mayor. Nunca le gustó la idea de ser parte de Áureos y ahora iba a una misión Su mente era un desastre y la falta de sueño no ayudó a su causa.

Sin poder dejar que sus pensamientos la abrumaran, se levantó para ir directo a la habitación de Ithiel. Se acostó a su lado, agarrando de la cobija y empezó a tocar la frente de su hermano, esperando que se despertará.

Ithiel se quejó, rodando por la cama ──── ¿Qué sucede? ──── preguntó adormilado.

Él abrió sus ojos, mirando el ceño fruncido de su hermana y como parecía sumergida en sus pensamientos.

──── ¿Crees que podremos sobrevivir en el mundo sin querer pecar de alguna manera? ──── cuestionó con rapidez, poniendo sus manos bajó la fría almohada.

Ahora fue el turno de Ithiel de fruncir sus cejas, despertándose por la curiosidad.

──── ¿De qué forma vas a pecar? ──── preguntó, alzando una ceja.

──── Asesinato ──── respondió con simpleza.

Los ojos grisáceos de Ithiel se ampliaron ante su respuesta y la seriedad con la que lo dijo. Él bufó, dándole unas palmadas en su brazo, tratando de quitarle esa idea.

──── Estarás bien ──── la tranquilizó, sonriendo ──── Solo estás pensando de más como lo haces con cada misión que tenemos. Ni siquiera hemos bajado y ya estás torturándote.

──── No lo hago. Solo estoy creando diferentes escenarios en mi mente ──── masculló, tratando de excusar ──── De cualquier forma, sabes que somos muy vulnerables en el mundo de los humanos, incluso para nuestros cuerpos.

──── Y por eso tendremos todo el cuidado que se nos otorgue. Sabemos lo necesario para poder sobrevivir.

Ella frunció sus labios, negando ──── No lo creo. Ni siquiera tomé la clase de humanidad en el instituto cuando llegué a la conclusión de que sus manos son destructoras.

──── Realmente me preguntó cómo llegaste a ser guía de almas ──── susurró, agitando su cabeza.

Sahily se acomodó en la cama, lanzando la cobija a sus pies fríos.

──── Tengo un don para que las almas me escuchen y son diferentes. Ellos... de alguna forma, son puras y me agradan ──── explicó suavemente.

──── Sahily ──── él la llamó, sintiendo ese golpe de felicidad que solo pudo venir de ella ──── Cuando bajemos, solo ten eso en mente. Los humanos nos necesitan para ser libres.

──── Será difícil tenerlo en mente ──── le murmuró.

──── No te preocupes, cariño. Tus hermanos estarán ahí para cuidarte, incluso ese mini demonio que irá.

──── Zadkiel ──── dijo, creando una suave sonrisa sobre su rostro.

──── Si, él ──── repuso, rodando los ojos ──── No te dejaremos sola. Vamos a buscar a esas criaturas y volveremos a casa, como cada misión.

Sahily asintió, mirando a su hermano. Ellos siempre estarán ahí tal como ella lo estuvo en sus momentos más difíciles.

Era lo que siempre hacía, protegerlos para que nadie pudiera herirlos y aunque sus pensamientos eran confusos, sabía que Ithiel y Ezer no dejarían que nadie la hiera en el mundo humano.

La familia se protegía en todo momento.

La áurea vio como los ojos de Ithiel fueron cerrándose poco a poco. Estaba tan acostumbrada a estar a su lado que no podía imaginarse decir que no quería bajar, solo tendría que aceptarlo.

──── ¿Estoy haciendo preguntas muy tontas? ──── ella preguntó, entrelazando sus manos.

Ithiel bostezo, sin abrir sus ojos ──── Las peores por el momento ──── masculló adormilado.




dejen sus teorías sobre Sahily, si llegará a mantenerse pura o no, los leo 



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