Una sonrisa se forma de tan solo un simple recuerdo de aquella persona a la que ama, aun en un estado deplorable, solo, mal herido, golpeado, en un lugar desconocido y siendo torturado diariamente Izuku Midoriya sonreía ante aquel recuerdo que fue el segundo mas importante en su vida de cuando aquel sol que siempre sonreía y que por donde fuera ningún malestar lo asia caer. Otra sonrisa mas ante el recuerdo de la primera ves que se vieron y que en casi todo el día estuvo en el espejo por aquel apodo que le puso "CONEJITO" aun no savia de donde o porque le decía "CONEJITO", con vos entrecortada solo podía decir.

—Mirio no tardes— en el momento después que se abre su puerta mostrando una cara familiar con una sonrisa retorcida.

—O Izuku ya estas despierto, tanto querías ver a papa.

Si esta era su vida en este momento, podía ver como muchas veces en que su padre se acercaba a aquella mesa y se disputaba a escoger el siguiente instrumento para su diversión personal— bueno ya probamos que se siente que te violen todo un día sin parar también con los perros también fueron buenos los cuchillos, el soplete, la en grapadora industrial, el saca corchos, el asido de batería, el serrucho, sabes me e preguntado que es que se sienta que te arranquen lo pezones— Isuku miraba a Hisashi Midoriya su padre con desprecio e incredulidad, no podía creer de como podía ser tan ingenuo, el era un estudiante de la academia UA y savia como eran los villanos lo avía vivido y se lo avian explicado, de como es que ellos eran impulsados por odio, ambición, envidia, y por otras cosas mas retorcidas y jamas se le paso por su mente que el volvería tan solo para sentirse superior y satisfecho.

Isuku vio como es que su padre ensendia otraves el soplete pero esta ves su padre no estaba que mando su cuerpo no ahora estaba calentando unas pinsas que están ahora al rojo vivo.

— si, que te arranquen los pezones con unas pinzas duele pero de seguro duele mas cuando estos están calientes — sin darle tiempo a Izuku que se preparara para el dolor que venia, su padre de un rápido movimiento agarro su pezón izquierdo con las pinzas apretándola y riéndose ante el grito desgarrador que Isuku soltaba mientras este jalaba las pinzas lentamente mientras las apretaba y veía como es que la carne Iva siendo arrancada. Para Isuku el dolor en verdad era agobiante y sentir el olor de la carne quemada otra ves lo hizo vomitar.

—a mira lo que as echo niño tonto son unos zapatos finos, o no ni creas que te vas a desmayar— rápidamente el padre de Izuku cogió una jeringa con un medicamento y se lo inyecto en el cuello — si si despierta pedazo de marica ni creas que vas a salir de esta— volvió a calentar las pinzas y repitió el mismo proceso con el otro pezón dejando a Izuku en agonía pura —si duele mucho no, bien es todo por ahora después vuelvo tengo que cambiarme los zapatos para seguir disfrutando el tiempo entre padre e Hijo antes que vengan a recogerte.

Izuku aun estando colgando con esos grilletes que no dejaban que utilizara su peculiaridad, ni por lo menos sentarse para descansar un poco, viendo como es que su padre se iba tenia el pequeño privilegio de serrar sus ojos y descansar sin que se asombrara quedo dormido fácil mente debido al dolor y el agotamiento físico y mental, soñando con aquel chico que brillaba sin pro ponérselo y es bueno con todos y que para el era como el Sol —Mirio— dijo por ultimo el de pecas.