Cap. 8: Colegas

En Grecia, el calor del Mediterráneo arrasaba con sus habitantes envueltos en sudor. Las ventanas de las casas se encontraban abiertas y el viento permitía refrescar el recinto. La mayoría de la gente poseía una piel tostada debido al abrasivo Sol que estaba en el cenit de todos los días. Pero no todos los habitantes vestían cómodamente. Había unos cuantos y esos pertenecían a la Mafia.

Ataviados con trajes costosos negros se escondían del Sol bajo el yugo de una oficina veinte pisos más arriba de la planta baja. Uno de ellos, Saga, se encontraba del otro lado del escritorio y sus subordinados en el otro extremo. Fumaba una pipa dando grandes bocanadas ocasionando que la oficina fuese oscureciéndose. Se abrió la puerta y entró un hombre igual al que se encontraba sentado fumando. Los individuos se levantaron y el líder habló:

-Te esperábamos... Kanon...

-Siento la tardanza, caballeros...

-Déjeme presentarlos... -se levantó del sillón y avanzó a Kanon –Mi hermano, Kanon. Es el encargado de la supervisión de los asuntos de Cabo Sunión... Kanon, -volteó a los dos hombres –ellos son mis guardaespaldas, Aioria y Shura... mi otro enviado se encuentra en Japón...

-¿Death Mask? Sí estoy enterado de ello...--respondió Kanon con una actitud un tanto altanera. Se sentó en uno de los sillones al frente del escritorio y cruzó la pierna. Aioria y Shura quedaron sorprendidos por la treta que les había ocultado su jefe. Saga volvió del otro lado y siguió fumando. Fue entonces que Shura se levantó poniendo sus manos en el escritorio de súbito:

-No lo entiendo, señor. Se supone que Milo mataría a Shion y ahora nos dice que no cumplió. ¿Qué significa esto?

-Calma, español. Las órdenes no se discuten y en este caso, Milo será culpado por la muerte del "italiano". En pocas palabras, es una pequeña oportunidad sin tener que mancharnos las manos. Mu matará a los hombres de la rusa por venganza de su padre y así nos desharemos de un enemigo más. ¿Tienes alguna objeción de esto?

-No, señor...--contestó Shura bajando la cabeza y colocando sus manos en ambos bolsillos del pantalón. Saga volteó a ver a Aioria y preguntó:

-¿Algo en lo que estés inconforme, Aioria?

-No, señor. Me agrada el plan que formuló. No tengo que recordar que sus deseos son órdenes para mí...

--Bien, pueden retirarse...

Los dos hombres salieron de la habitación y a la mitad del pasillo Aioria tomó del hombro a Shura y éste volteó a verlo atónito. Se percató que su mirada se había tornado de preocupación.

-¿Crees que esté bien lo que hizo con Milo, Shura? –preguntó Aioria sin dejar de mirar el suelo. Shura volvió su cuerpo.

-No, no creo que Milo haya aceptado eso, Aioria...

-Yo tampoco lo creo. Saga usa muchos juegos sucios para lograr lo que quiere sin el más mínimo resentimiento de sacrificar vidas. Lo más seguro es que haga con nosotros lo mismo. Sólo quiere salvarse de una muerte segura usándonos...

-¿Qué planeas hacer, Aioria? –Cuestionó Shura expectante –No podemos cambiarnos de bando ahora. Sabes lo que nos pasaría...

-Lo sé, pero por ahora lo que nos toca es seguirle el juego de lealtad para no levantar sospechas y comunicarnos con Death lo más pronto posible para alertarlo...

-Encárgate de eso, mientras que yo le informaré a tu hermano...

-Bien.

***

-Mi señora...

-¿Qué ocurrió, Santiago?

-Saga trató de matar a la Líder de Rusia, todo está bien por allá, pero Shion está muerto.

-¿¡Qué!?

Una taza cayó desperdigándose el contenido líquido sobre el piso de madera pulida. El rostro de Midoriko denotaba la incredulidad de la inesperada noticia de su espía. Santiago alzó la vista hacia su jefa aún con una rodilla en la madera y descubrió que, de la impresión, Midoriko se había levantando de súbito tirando el té que se encontraba en la mesa baja. La jefa se llevó una mano a la cara y la descubrió lentamente llevándosela a la barbilla sin poder creerlo que le había dicho hace un momento.

-No lo creo. ¿Shion muerto? Pero, ¿Cómo pasó, Santiago?

-Mi contacto me reveló que Saga tiene un gemelo de nombre Kanon que le disparó en la sien. Murió inmediatamente...

-Así que fue una emboscada... --levantó los trozos de la taza y los colocó en el suelo –Qué bajo ha caído Saga... matar a su propio socio no es honorable... pero tener un hermano gemelo es una gran ventaja... --se sentó arrodillándose en el cojín y acomodándose el kimono azul –Bueno, eso le pasa por no querer aliarse a mí.

-Mi señora, Mu huyó de Japón y los dos europeos se encuentran aquí, en Kyoto, ¿Qué hacemos?–una voz entró en la conversación. Santiago viró sus ojos al dueño de la voz y se percató que Tamashii y Shaka habían entrado en la habitación. Midoriko se llevó la mano a la sien para sobársela lentamente.

-Mu es el nuevo Capo di Tutti Capi (1) de "La Cosa Nostra" (2), pero intuyo que Saga lo utilice debido a la inexperiencia que tiene... Umh... Santiago, quiero que los ayudes a escapar. No podemos arriesgar a Shaka y a Tamashii, ya vieron sus rostros. Ahora pregunto, ¿Ellos te conocen?

-No, mi señora, pero mi contacto es de la Mafia de Grecia. Posiblemente le comente, así que les diré que soy amigo de mi contacto...

-Bien. Hazlo entonces. –finalizó Midoriko. Santiago se levantó y la jefa añadió –y no me decepciones, Santiago o ten por seguro que con esta katana –se llevó la mano a la espada que sostenía el Obi –o mis kanzashi cobrarán tu vida...

-No se preocupe, mi señora. Sabe que siempre le traigo éxito...

Avanzó a la puerta corrediza y la cerró levemente. Tamashii se acercó a su líder y sacó un trapo de su kimono negro secando los residuos del té esparcido por el suelo. Shaka tomó una nueva taza de té y vertió el líquido para depositarlo en la mesa. Midoriko agarró la vajilla con las dos manos y se le quedó mirando al contenido. Una pequeña varilla flotaba en el té y sonrió.-Una pajita en el té (3)... creo que vamos a triunfar en esta ocasión... –se dirigió a Shaka diciéndole –Tienes buena suerte, mi querido monje.

-Gracias, mi señora. Buda me ha bendecido con sus conocimientos.

El sonido de un celular inundó la habitación. Midoriko se llevó la mano al kimono y saco su teléfono. Descolgó y contestó dejando la taza en la mesa:

-¿Moshi, Moshi?

-Midoriko, necesito de refuerzos. Katya vendrá a Japón para pactar conmigo.

-¿Ves? Te dije que era seguro que se nos aliaría, ¿Para qué día quieres los refuerzos?

-Desde hoy. Un nuevo líder ha subido al puesto de Italia. Shion ha muerto...

-Sí, ya me enteré de ello. Mu estuvo aquí, pero viajó a Italia para cuidarle las espaldas a Saga. Bueno, iré ahora mismo para allá...

-Te espero, Midoriko...

-Como tú digas, Saori Sama...

Colgó. Tomó la taza y la bebió de un sorbo dejándola en la mesa. Se levantó del cojín y caminando a la salida les dijo a sus subordinados:

-Tenemos trabajo. Alístense. La jefa ha dicho que nos quiere ver en su mansión... -Volteó a Tamashii –llama a Santiago. Dile que venga. Necesito arreglar un asunto pendiente con él...

-Hai, Ojousama...

-Ah, y lleven sus armas. No sabemos qué tan feo se ponga por ahí...

-Hai, Ojousama... --respondieron al unísono los dos.

Siguieron a su líder hasta las demás habitaciones y ahí se separaron. Midoriko entró en su cuarto decorado por posters de sus anime favoritos: Inu Yasha, Ranma1/2, Ouran Kou Kou High School, Detroit Metal City (4), entre otros. Se dirigió al closet y sacó un kimono blanco con el Obi amarillo. Los dejó colgados en el perchero y se quitó las ropas junto con su katana para entrar al baño, no sin antes quitarse los kanzashi soltando su cabello en el proceso. En la espalda de Midoriko se apreciaba una cicatriz que cruzaba desde el omóplato derecho hasta la cintura. Era producto de un entrenamiento que accidentalmente Tamashii había causado. Pero Midoriko no se molestó, se encontraba distraída en cuanto ocurrió.

Se sentó en el banquito de madera y con una tina de madera se echó agua caliente. Después se enjabonó todo el cuerpo y con una fibra plástica se frotó la espalda. Después procedió a enjuagarse y se introdujo en el ofuro (5) dejando caer el agua restante para sentarse en él. Su cabello negro flotaba en el agua cristalina y comenzó a adormecerse. Sus párpados se cerraban disfrutando la comodidad que el baño le causaba...

En unos minutos, salió del Ofuro y tomó una bata colocándosela en el cuerpo. Salió del baño y tomó su ropa interior para después ponerse un Kosode encima el kimono ajustando el Obi y calzándose sus Tabi y peinándose el largo cabello con una peineta. Después se acomodó el cabello en un peinado tradicional agarrado con sus prolijas que anteriormente se había quitado. Se acomodó la katana en el Obi y salió al gran salón.

Ahí se encontró con sus dos subordinados esperándola. Shaka había cambiado su túnica por otra de color negro y la tela envolvente azul cielo armado con su rosario de 108 cuentas y su Naginata en la otra mano. Tamashii, por su parte, ataviada con un kimono rojo y el Obi verde, pero que cubría su traje de ninja. En el cinturón se encontraba su wakizashi en pose de Aikuchi (6). Midoriko se dirigió a la entrada del recinto encontrando un auto negro polarizado enfrente. Un sujeto con tatuajes en todo el cuerpo le abrió la puerta trasera y le anunció:

-Santiago Sama ya está adentro.

-Bien. Mantente atento. Puedo requerir de su presencia en la mansión Kido.

-Hai, Ojousama...

-Shaka, conduce por favor... --le indicó su líder colocándose las geta, ahora negras con decoraciones de Sakura en los costados. Shaka asintió con la cabeza y se dirigió al lado derecho donde estaba el volante (7). Tamashii rodeó el auto y abrió la puerta para ser copiloto. Midoriko se introdujo en la parte trasera del auto sacando la katana del Obi y cerró la puerta encontrando la figura de Santiago en el interior.

-¿Para qué me necesita, mi señora? –preguntó Santiago extrañado cuando el auto ya había dado marcha.

-Para escoltarme. Es todo. –acomodó la katana entre sus piernas.

-¿Y la misión, mi señora? –cuestionó Santiago levemente nervioso.

-Eso puede esperar por una hora o dos. Estos son asuntos internacionales.

***

La mansión Kido. El lugar más vigilado en todo Japón antes que el Emperador. Un recinto donde el centro de mando y distribución de armas, drogas y trata de personas se realizaban por su líder: la señorita Saori Kido, una adolescente de trece años de edad. La decoración de los jardines tan extensos se comparaba con la belleza de su prematura dueña. Y ésta se acompañaba con sus cuatro relacionistas de la mafia.

En una de las habitaciones, Shiryu, "El dragón de Rozan" observaba una vieja fotografía donde él salía ataviado con un conjunto verde decorado con un dragón oriental que se perdía en el reverso de la casaca junto con una chica de cabello trenzado negro y con un traje chino fiusha abrazándolo. Detrás de ellos una cascada cubría el paisaje y ambos sonreían. Las miradas de ambos se percibía limpias de todo mal que se producía en este mundo y del cual, Shiryu era parte de él.

-Shun Rei, te prometo que regresaré a tu lado...

-¿De quién hablas?

Shiryu guardó la fotografía lo más rápido que pudo en uno de los cojines de la cama al oír la voz, pero ya era demasiado tarde pues Ikki se había percatado del objeto. Caminó hasta el "Dragón" y le arrebató el trozo de papel que se asomaba. Lo miró y lo aventó a la cara del otro sorprendido por la acción.

-Así que esa es Shun Rei, ¿No?

-Déjame en paz, Ikki. Este asunto no es de tu incumbencia... --levantó la fotografía, molesto de los comentarios tan hirientes de Ikki.

-¡Oh! –Se burló el "Fénix" –No me hagas reír por algo tan trivial. ¡Ah, por cierto! La jefa quiere vernos en su despacho. Vendrán los hombres de Rusia.

-Lo sé.

Ikki cerró la puerta una vez que hubo salido y se dirigió a su habitación. Shiryu sacó del closet un traje negro con camisa blanca y su corbata negra. La colocó en la cama y se dispuso a quitarse la ropa comenzando por la casaca china. Descubrió su espalda dejando ver su tatuaje de Dragón oriental con una de las garras ubicada en el lado trasero del corazón. Se la había hecho en China hacía ya tiempo antes de entrar a la Mafia. Lo había entrenado su viejo maestro retirado de la organización de los Yakuza y que se había quedado al cuidado de su novia...

...Shun Rei y él habían sido comprometidos desde la niñez, pero los padres de la chica habían muerto en un accidente automovilístico rumbo a Beijing, dejándola sola. También como ella, se había quedado huérfano sin saber que sus padres habían sido masacrados por la Mafia en Japón. El viejo maestro los acogió, pues sufrían una terrible depresión y pidió su renuncia de la organización para volver a su natal China. Shiryu no tendría más que cuatro años y Shun Rei tres, por lo que el maestro se ocupó de ellos. Shiryu, ya con doce años, trabajaba en los campos de cultivo cosechando y sembrando sandías, así como su entrenamiento en artes marciales. Su vida, hasta ese momento había sido muy pacífica...

...Era muy cierto que ellos dos se miraban como si fueran hermanos, pero el maestro les repetía hasta el cansancio su compromiso. Y las cosas cambiaron en ese momento. Los dos empezaron a enamorarse del uno al otro y se cuidaba entre ellos. Shun Rei, a pesar de que soportaba una enfermedad desconocida, cuidó las heridas de Shiryu, cuando éste se lesionaba y velaba por él todas las noches. No le importaba tanto enfermar, sólo el que su amado estuviera bien para protegerla. Y Shiryu se preocupaba por ella también diciéndole que no se esforzara tanto porque si eso pasaba, no llegarían a casarse...

... La verdad le fue revelada una noche mientras Shun Rei se hallaba dormida después de un ataque. Ante tal revelación, Shiryu empacó sus cosas y le dijo a su maestro que cuidara de ella mientras el cobraba venganza y conseguía un tratamiento para Shun Rei. Se fue a la madrugada, no sin antes depositar un beso en la mejilla de su prometida. Emigró a su tierra natal para buscar un tratamiento para la enfermedad de la chica y la venganza de sus padres difuntos. Se unió a la organización de Oriente y mandó grandes sumas de dinero para la manutención de su prometida, pero sin visitarla. De vez en cuando, recibía las cartas de su maestro diciéndole que todos estaban bien. Sólo así pudo soportar la ausencia de su amada china...

Los recuerdos le vinieron a la mente mientras se ajustaba la corbata de seda. El recinto era occidental, por lo que se calzó los costosos zapatos negros mientras se acomodaba el saco. Abrió la puerta y se dirigió al despacho de su líder. Tocó la puerta tres veces y giró el picaporte entrando. Encontró a su jefa fumando un cigarro y a sus compañeros de armas sentados frente a ella.

-Con su permiso, Saori San... -cerró la puerta tras él y se sentó enfrente.

-Bien, en unos momentos llegará la líder de Rusia, Katya Nicolaievna Tokarev... quiero que sean amables con ella y sus chicos. Cualquier cosa que necesite, estén a su disposición, ¿Entendieron?

-Hai, Saori San... -respondieron al unísono. La líder se llevó a la boca el cigarro e inhaló el humo para después soltarlo.

-También vendrá Midoriko para apoyarnos. Como ya la conocen, no hay de qué preocuparse. Ella nos cubrirá las espaldas...

Un toquido en la puerta hizo que todos voltearan. El mayordomo, Tatsumi, abrió la puerta y entró inclinándose.

-Saori San, la señorita Midoriko está aquí. –le informó Tatsumi. Saori hizo un ademán con la mano y el mayordomo se retiró. Los demás se pusieron de pie y se colocaron detrás de su líder. La puerta volvió a abrirse y Midoriko pasó a la oficina de su protectora sentándose enfrente de Saori.

-Aquí me tienes, Saori... lista y cargada como me lo pediste...

Los Yakuza se pusieron detrás de su jefa. Midoriko sacó su Bong y Saori le ofreció un encendedor de plata. Midoriko lo tomó y encendió el contenido.

-Arigato... ¿Y bien? ¿Dónde está Katya?

-Aún no llega, pero descuida, llegarán pronto... y dime, ¿Qué es lo ha ocurrido últimamente?

-A ver, el mercado de sustancias ilícitas va muy bien, -enumeró contando con los dedos –Hemos herido a uno de los intrusos, nos hemos enterado de que Saga tiene un gemelo malvado... ¡Ah! Y la más importante... ya salió el final de Inu Yasha y ya lo tengo...

Todos rieron ante el comentario de la chica. A pesar de conocerla desde que entraron, aún no podían creer que siendo más grande que todos, seguía viendo anime. Saori, al igual que Midoriko, se llevó su cigarro a la boca y exhalaron el humo al mismo tiempo haciéndolo chocar y creando una bola deforme.

-¿Y tu prometido, Saori? –preguntó Midoriko.

-Está en una junta de negocios en Estado Unidos...

-¿Sigue tan idiota como siempre ese Seiya?

-Sí, no se ha percatado del otro negocio...

-¿Y tú qué has hecho últimamente, Saori? –cambió de postura cruzando la pierna. Saori suspiró al cambiar de tema.

-Ya lo sabes, pactando con Katya, arreglando el mercado de China, India y demás países, supervisando la prostitución, organizando la Fundación Graude para niños desamparados, evadiendo impuestos...

-¿Evadiendo impuestos? Ja, no me hagas reír... --ironizó Midoriko –eso hasta yo lo hago con mi producción delictuosa...

-Pues ya ves que sí, así es esto. Es lo que nos ganamos para la paz mundial... --acotó Saori burlona. Pero la sonrisa se borró de su rostro al oír que Tatsumi volvió a tocar la puerta y entró.

-Señorita Saori, ha llegado la Líder de Rusia... --Anunció Tatsumi. Saori apagó su cigarro en el cenicero de plata y le dijo:

-Gracias, Tatsumi, déjalos pasar...

-En seguida, Señorita...

Tatsumi dejó pasar a los "rusos" y en cuanto ellos entraron, cerró la puerta. Midoriko se levantó del asiento vaciando el contenido de su bong en el cenicero que tenía delante y le ofreció a Katya su lugar. Ésta sonrió y se sentó tomando de su bolsillo la cajetilla de cigarros que traía consigo. Debido al buen clima que Japón deleitaba, Katya se descubrió la chaqueta victoriana dejando ver el vestido negro, acinturado por su clásico corsé y resaltando al mismo tiempo sus senos. Midoriko dio un chiflido al ver que Katya depositaba la chaqueta en el asiento.

-Vaya, -opinó la chica. –Ese escote está muy pronunciado, señorita Tokarev...

-Siempre uso este tipo de ropa... disculpen, el clima es muy favorable aquí, mucho más que el Rusia...

-Después que hable con Saori Sama, necesito aclarar un par de cosas con usted... -siseó Midoriko arrodillándose en el suelo y sus subordinados hicieron lo mismo. Katya se llevó un cigarro a la boca y Saori se lo prendió:

-Bueno, como te puedes dar cuenta, -la rusa tocó su pómulo. –Saga me rozó con una bala mi mejilla... por lo demás, todos salimos ilesos del enfrentamiento.

-Debo decirte algo antes de pactar... -Saori se llevó el cigarro casi terminado a la boca e Inhaló el contenido para después soltarlo. –Saga tiene un gemelo llamado Kanon, él fue el que asesinó a Shion...

-¿Cómo? ¿No fuiste tú, Milo? –preguntó Katya volteando a ver a Milo. Éste negó con la cabeza gacha. –Después arreglaremos eso, ¿Entendiste, Milo? –Su líder se volvió a Saori nuevamente. - ¿Y bien? ¿Cómo fue que pasó?

-Pues verás, así como lo oyes, -contestó Saori apagando su cigarro en el cenicero de plata. –Kanon mató al Líder de Italia dejando el puesto a su hijo Mu. Supongo que Saga tratará de usarlo, como a todos los relacionistas suyos... y creo que corres peligro, Katya. Mu vengará la muerte de su padre y tú contarás con nuestro apoyo...

-Bueno, muchas gracias por tu cooperación y, ¿Cuál es el pacto a tratar? –Katya se llevó el cigarro a los labios.

-Muy sencillo, te daremos el cincuenta por ciento de las ganancias que se generen de Oriente, pero a cambio, quiero que nos des el treinta. No es mala oferta, ¿O sí?

-No, no es mala en lo absoluto. Está bien, ¿Dónde hay que firmar? –sacó de su corsé una pluma fuente y Saori le extendió dos documentos. La rusa los tomó y se los dio a Shun diciéndole: ¿Dice lo que pactamos en las dos partes, Shun?

-Sí, no hay ningún error en ello...

-Bien. –Shun se los entregó a su líder y ésta los firmó creando una firma garigoleada. Después los depositó en el escritorio, cosa que Saori también firmó.

-Bueno, ahora necesito que firmes tú, Midoriko, en compañía de uno de tus sublevados. –Midoriko se levantó y le dijo a Tamashii:

-Quiero que también firmes, Tamashii. Confío en ti y sé que no me traicionarás.

-Hai, Ojousama...

Las dos se acercaron al escritorio y firmaron con caracteres nipones, para después depositarlo en el lado de la líder rusa.

-Aquí podrá darse cuenta de que somos testigos de lo pactado, -le dijo Midoriko volviéndose a sentar en rodillas junto con su mano derecha. -¿Está conforme, señorita Tokarev?

-Sí, estoy satisfecha. –contestó la chica rusa doblando el documento y dándoselo a Camus, quien lo guardó en el saco.

-Ahora te voy a pedir que permanezcas en Japón junto a Midoriko. –Indicó Saori guardando el documento en uno de los cajones. –Ella te protegerá a donde tú estés, que será en su residencia...

-Bien. Gracias por todo.

En cuanto Katya se levantó, sus subordinados abrieron la puerta y Midoriko le indicó con la mano la salida. Katya salió de la habitación y Midoriko le habló a Saori:

-Permíteme usar a uno de tus relacionistas, Saori.

-Sí, pero ¿Para qué lo quieres, Midoriko? –preguntó extrañada.

-Para una misión de desenvoltura. Trataré de que los dos intrusos se ganen nuestra lealtad... Shiryu, ven, por favor...

-Hai, Midoriko Sama. –respondió el "Dragón" y la siguió para después cerrar la puerta tras él.

Afuera de la habitación, Midoriko se adelantó hasta posicionarse con la líder de Rusia. Bajaron las escaleras y Tatsumi les abrió las puertas para que salieran al garage. Una vez que ubicaron sus vehículos, Midoriko le abrió la puerta trasera y Katya entró en el auto. Tamashii ocupó el lugar del volante y Midoriko, antes de subirse empezó a dar órdenes:

-Shaka, maneja en el otro auto con las escoltas de la señorita Tokarev. Shiryu, síguelos. Y tú Santiago, irás conmigo.

-Hai, Ojousama. –respondieron los tres y se dirigieron a sus lugares. Shaka tomó el volante y Shiryu entró a su auto, mientras que Santiago se sentó junto a Tamashii. El primer auto en arrancar fue el de Shaka, seguido por Tamashii y Shiryu al final. Katya se acomodó en el asiento y Midoriko le comentó:

-Sé muy bien que Santiago te ayudó con lo de Saga y también sé que es tu espía...

-¿En serio? –Katya se quedó sin habla al igual que Santiago, quien comenzaba a sudar copiosamente, pero al ver a la Yakuza sonreír, se tensó más.

-Pero no importa ahora eso. Después de lo ocurrido, me alegra que le haya protegido de todo eso. –se dirigió a Santiago. –has hecho un buen trabajo...

-Gracias, mi señora. –el rostro de Santiago se relajó al saber que su líder no estaba enojado con ella.

-Ahora entiendo cómo puedes saber tanto sin moverte de lugar. –Katya sonrió y añadió. –Santiago me comentó que mantuviera el secreto porque si enterabas, lo tacharías como traidor.

-Sí, pero eso no es vital. Hay que proteger al cliente en toda circunstancia, somos colegas ¿o no?

***

Aclaraciones:

(1) Capo di Tutti Capi: literalmente como "Jefe de todos los jefes". Es el líder de toda la mafia italiana. Cabe recordar que Mu será llamado "Don" como líder de toda la organización.

(2) La Cosa Nostra: "Nuestro Asunto" en italiano. Es la mafia italiana llamada así por sus propios integrantes. Es obvio que Midoriko sabe de ello, pero aún le llama así porque conoce la historia de ellos.

(3)Una pajita en el té: es un símbolo de buena suerte en la cultura nipona.

(4) Detroit Metal City: es un anime genial, donde parodian los grupos de metal así como a su fanaticada (Me incluyo en ellos). Se trata de un joven que quiere ser cantante J-pop, pero por azares del destino entra a un grupo de Death Metal y comienzan sus aventuras, pues aparte tiene que vivir todos los problemas que le causa su doble vida. Si tienen oportunidad de verla, háganlo, no se van a arrepentir.

(5) Ofuro: es la tina de los occidentales, sólo que ésta es rectangular y cabe todo el cuerpo. También toda la familia puede entrar la ofuro, ¡Pues sí caben! Para bañarse, como lo hace Midoriko, primero se enjabonan y se enjuagan, y después se entra en el ofuro para relajarse con agua caliente limpia. Es como una forma de apapacharse después de un día de intensa labor (y los japoneses saben lo que es estrés de a de veras).

(6) Aikuchi: existen tres posiciones que la espada tiene: Tanto, que está desenvainada o en guardia; Hamadashi con la guardia pequeña, o sea apenas asomándose el filo y Aikuchi, sin guardia o con el filo abajo envainada.

(7) "Al lado derecho donde estaba el volante": Así como en Europa, el volante se encuentra en el lado derecho del auto. Aquí en América, tenemos el volante en el lado izquierdo.

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