Cap. 4: Antes de la Tormenta
Esa tarde, Mu había ido a las fosas termales para refrescarse y tomar un baño. En cuanto a los otros dos, se habían quedado en la habitación. Uno de ellos leía un libro en italiano mientras que el otro miraba por la ventana la caída de los pétalos de Cerezo que hacían una lluvia mágica. Suspiró pensando en cómo Aphrodite y él habían llegado a ese estado, siendo colegas en otro tiempo...
Flash Back
La tarde. Fría. El tiempo. Malo para él. Llovía a cántaros, según una antigua expresión. La misión. Introducir una bomba al presidente de Francia en su residencia. Su compañero. Aphrodite. El amigable y simpático Aphrodite. Su mirada, en ese momento, se tornaba seria y calculadora. Era su obsesión y su vida, pero no lo confesaba para no despertar el desprecio en él. Fijó su vista a la última ventana y descubrió que habían apagado la luz. Bien. Todo era perfecto. No había notado nada, no habían dejado una sola huella. Ni siquiera el auto europeo detenido a dos calles de la Casona.
Se desemperezó alzando los brazos en el proceso. Estaba aburrido. Quería ver acción, mucha. No contenía su emoción y eso no le importaba. Si el plan se llevaba a cabo, habrían triunfado sobre la protección del ministro. Vería cómo toda su residencia volaba en pedazos y, él dichoso, soltaría una carcajada. ¡Por fín! La hora estaba próxima...
-Es la hora, Aphrodite...
-Sí, ¿Quieres tener la amabilidad de encender el detonador, Death Mask? –le extendió un pequeño botón, que Death tomó, no sin antes sentir el frío de su mano. Se le erizó la piel por un instante, pero se calmó. Sonrió sádico y respondió con amabilidad.
-Será un placer, mi buen Aphrodite...
Aphrodite encendió el auto y se dirigieron enfrente de la casa. Apretó el botón y la casa estalló rompiendo los cristales a causa del fuego que se extendía rápidamente. Aún el auto en marcha, los dos soltaron una fuerte carcajada, observando al presidente aventarse por el balcón envuelto en llamas. Avanzaron hasta la avenida principal y tomaron la carretera para llegar a su hotel. Así nadie sospecharía.
En cuanto arribaron a su habitación, Aphrodite pidió dos copas de vino y así, brindaron sin levantar sospechas. Estaba muy nervioso. A pesar de que lo habían hecho bien. Estaba muy nervioso debido al roce que recibió de Death Mask. No sabía por qué su corazón latía muy fuerte. Bueno, sí lo sabía, pero no lo concebía. Le daba pánico el que lo rechazara. Por eso no se lo creería. No creería que lo amaba para no hacerse falsas ilusiones. Aunque eso representara el hacer añicos su corazón. "Diría mis amígdalas, ja, ja" pensaba en silencio. Pero la mirada de Death lo hizo salir de sus sueños despiertos.
-¿Sucede algo, Aphrodite? –le preguntó buscando en sus ojos la respuesta más deseada: Te amo.
-No, nada, -desvió la vista observando un jarrón chino que adornaba la mesa con rosas blancas. Death Mask caminó hacia él y lo persuadió a que lo mirara a los ojos. Éste se sonrojó en cuanto vio las pupilas azules oscuras. Death sonrió y depositó sus labios en la frente para decir con voz seductora:
-Eres tan hermoso cuando te sonrojas, Aphrodite...
-Death...
-¿No te habrás arrepentido por lo de hace rato?
-Claro que no... deseaba morir ese bastardo... -su mirada cambió convirtiéndose en enojo. Death amaba ese cambio repentino de ánimo... y amaba más al dueño de ese sentimiento oprimente. Siempre lo amó desde que lo vio por primera vez...
End Flash Back
--¿Qué estás leyendo? –preguntó áspero y fastidiado de no lograr contenerse de besar apasionadamente a Dite. Se calmó y se volteó.
-Romeo y Julieta...
-¡Qué cursi! ¿Todavía sigues creyendo en los cuentos de hadas? –le espetó molesto al ver la acción inmutable de Dite.
-No tanto como tú, idiota...
-¿Por qué ese insulto de pronto, eh?
--o es insulto, es la VERDAD, Death Mask.
-¿QUÉ DIJISTE, NENA? –le reprochó levantándose y mirándolo con furia.
-Pues lo que escuchaste, TARADO –contestó Dite cerrando el libro de golpe.
-¿Sabías que no te soporto así, imbécil? –hizo un movimiento brusco, pero se enredó con el Hakama y cayó sobre Aphrodite. Ambos se quedaron atónitos mirándose fijamente.
-Ay, me descuido un momento y ya están peleando de nuevo... -un Mu relajado se encontraba recargado en la puerta corrediza con los brazos cruzados observando la escena –en serio, parecen esposos... si tanto se aman, no deberían pelear, sino hacer el amor.
-¡Cállate, Mu! Tú no sabes nada... -se incorporó del fino cuerpo del otro. Mu río con ganas y su vista siguió a la figura carmesí del italiano.
-Oh, -se burló Mu –claro que no sé que pase con ustedes dos... pero me doy una idea de ello...
-Me doy un baño... -acotó golpeando con el hombro a Mu y, éste atónito ingresó a la habitación. Aphrodite tomó el libro y buscó la página donde se había quedado. Fue entonces que Mu se dijo en voz alta para sacar una de sus clásicas sonrisas:
-Vaya, qué carácter tiene ese italiano... ni siquiera Buda ha podido calmar su ira.
***
Recibió el mensaje cuando estaba con su Superior. Afortunadamente, nadie había notado nada de lo iba a pasar. Todavía con el celular en mano, fijamente mirando a la pantalla y con una toalla en los hombros, lo encontró Camus. Había tocado la puerta cuantiosas veces, pero no había señales de su presencia. Es por eso que había entrado. Y lo vio ahí, en la penumbra de la oscuridad pegado al celular a medio vestir. Aparentaba meditar. Eso era raro en él. Nunca antes lo había visto tan inmóvil. Estaba como en trance, pensando. La mente de Camus reaccionó tan rápido que, cuando se dio cuenta, ya estaba lo llamando:
-¡Milo! ¿Qué te pasa? ¡¡Milo!!
El aludido volteó rápidamente saliendo del trance y guardó el celular en el bolsillo del pantalón. Llevó la toalla a su cabeza y la frotó para secar un poco el cabello. Siguió en silencio. No tenía palabras para explicar la escena anterior. En realidad, no quería decirlas. El plan se descubriría y eso sería el fin para él. Tenía en su mente distintas estrategias, pero con Camus sería un problema usarlas. El único mortal sobre la Tierra que podía ver a través de él. Se sentía tan transparente ante su presencia. Optó por usar un elemento que Camus conocía bien y no se delataría:
-Nada...
-¿Cómo que nada, Milo? – preguntó Camus alzando la ceja escéptico. Milo sonrió para sus adentros. Sólo había que hacerse el difícil y escondería todo el plan.
-Es que... no creo que te interese saber lo que pensaba... -respondió Milo preocupado. Camus cambió su semblante de escepticismo a compasión.
-Dime, todo lo referente a ti me interesa, ¿Sabes?
-Pero...
-Sin peros, Milo...
-Está bien... -suspiró. Había caído. –Pensaba en mi familia... sé que no es tan importante, pero eso me deprime mucho...
-Lo entiendo. –Camus abrazó a Milo y éste sonrió. Se separaron y Milo fingió estar triste bajando la cabeza. Después sonrió y le alentó:
-No te preocupes por mí. De todos modos, lo pasado, pasado, ¿No?
-Ese es el Milo de siempre. Bien, -caminó a la puerta y volteó a decirle: te dejo vestirte. La señorita Tokarev quiere vernos para organizar lo de la reunión con Saga...
-Gracias, Camus... -oyó cerrar la puerta y sonrió de nueva cuenta.
Todo estaba listo. Sacó su teléfono y leyó el mensaje recibido. "Una bala perdida en la sien de Shion". Borró el mensaje y se terminó de vestir. Se colocó la chamarra negra de piel sobre la camisa de manga larga. Tomó el arma de la cama y la ubicó ajustándola entre el cinturón de su pantalón. Cerró la puerta y bajó a la oficina de la Líder. Tocó la puerta y una voz aflautada le respondió desde adentro:
-Pasa, te esperábamos...
-Con permiso, Señorita... -pasó a la oficina donde estaban los tres guardaespaldas a los lados del escritorio y Katya detrás del mismo. Fumaba un cigarro recargada en el sillón y en cuanto vio a Milo cerrar la puerta, se enderezó y "el Escorpión", como lo llamaban todos sus enemigos, se colocó al frente con las manos puestas sobre en pantalón. Los demás se pusieron al lado de él:
-Bien, pongan atención que daré instrucciones... -fumó su cigarro y exhaló el humo –Milo y Camus irán al frente cuando entremos a la habitación. Shun y Hyoga irán atrás de mí para proteger las espaldas de sus compañeros. En cuanto Saga y yo hablemos, ustedes se ubicarán atrás de mí... --apoyó los codos en el escritorio entrelazando las manos –si algo sale mal, llamaré a Saori para aliarme con ella y vengarme... en el instante en que no se den las cosas como planeo, abrirán fuego directo a Saga y sus escoltas, ¿Entendieron?
-Sí, señorita Katya... -respondieron al unísono. La líder asintió y continuó seria:
-De todos modos, Santiago, un mercenario estará para apoyarnos... y los hombres de Hilda nos cubrirán... -sonríe traviesa –no se preocupen, muchachos... esto tiene que salir bien...
-Señorita, hay algo que no me cuadra en esto. –Opinó Camus gélidamente –dice que el mercenario nos va apoyar, ¿Cierto?
-Eso dije, Camus...
-¿No cree que eso es arriesgado? No lo digo por usted, sino porque tal vez nos traicione...
-Santiago está de parte del dinero y yo poseo más que él... así que no hay problema, él, aparte de que se mueve por el bajo mundo, es un músico reconocido en España... es sencillo, si nos traiciona, lo delatamos y punto... ¿Alguna otra objeción, chicos?
-Siendo ese el caso, señorita, quedamos conformes.
-Bien.
Alguien tocó la puerta desde afuera y se abrió dejando ver que era el propio Santiago. Sonreía plácidamente antes de reverenciarse. El cabello negro caía sobre sus hombros y pasó a la oficina. Todos los hombres se miraron antes de que Katya le dijera:
-¡Ay! No hagas eso, Santiago, me sonrojas.
-Mi señora, tengo noticias que le vendrían de gran ayuda.
-Toma asiento, Santiago...
-Mi pago por la información primero... -siseó descarado. Katya tomó de un estante un sobre amarillo y lo botó en el escritorio. Santiago lo agarró y abrió el sobre contando el dinero. Una vez que hubo terminado, le señaló:
-Pero, -voltea a ver a los guardaespaldas -¿Frente a todos ellos, mi señora?
-Por supuesto, tonto... ellos son mis perros del infierno y deben escuchar todo lo referente a mí...
-Bueno, -pasó a sentarse enfrente de la Líder, haciendo que los demás se pusieran atrás de él –Saga planea matarla, mi señora... se ha aliado con Shion para protegerlo... darán el golpe dentro de seis días...
-¿Quién te informó de ello?
-Uno de sus hombres... es una fuente muy confiable.
-Bueno, en esta situación, Hyoga –llamó al rubio y éste asintió con la cabeza–Dile a Hilda que prepare a sus hombres...
-En seguida, señorita Katya... -salió de la habitación y la Cabeza volvió a preguntarle a Santiago:
-¿Y cómo ha reaccionado la Mafia Japonesa?
-Vigilan a Saga, mi señora. Parece que quieren acabar con él...
Después de otra bocanada de humo, Katya se levantó de su asiento y le ofreció un cigarro a Santiago. Éste lo aceptó sonriendo y Shun le prendió fuego. El español hablaba pausadamente mientras sacaba el humo haciendo la oficina más tétrica:
-Mi señora, sabe que soy un hombre de Midoriko, si ella se entera de que le doy información, me aniquilaría al instante... sabe a lo que me refiero, no más información para usted...
-Estoy consciente de ello, Santiago.
-Entonces, no se sorprenda si estoy de su parte. Usted y yo no nos conocemos, ¿Entiende?
-Por supuesto. Puedes retirarte...
-Con permiso, mi señora.
Santiago se levantó de la silla y Milo le abrió la puerta. Una vez que hubo salido de la habitación, la líder tomó asiento y golpeó la mesa con los dos puños cerrados iracunda para después llevarse el cigarro a la boca y exclamar:
--¡Ese maldito bastardo! ¡La pagará muy caro! ¿¡Acaso no sabe quién soy yo!? ¿Cree que soy una tonta? –una risa de sus labios brotó. Todos se le quedaron viendo atemorizados y Katya les dijo: no se preocupen, muchachos... haré que ese mal nacido se arrepienta en el infierno...
***
La encontró debajo de un árbol de Cerezo rodeada de diversos ejemplares de manga de Inu Yasha. Le causaba risa que su líder, siendo tan sádica, podía divertirse con semejante obsesión. Se acercó a ella y se inclinó frente a la chica cuidando que el kimono de fina seda no se arrugara. La observó alzando la cabeza y descubrió que no se había dado cuenta de su presencia. Y era verdad, Midoriko estaba tan absorta en la historia que no se percataba de Tamashii. Cerró el tomo que estaba leyendo y descubrió a la ninja arrodillada. Sonrió y le indicó:
-¿Y bien?
-Ojousama, Santiago habló para comunicarme que Saga planea asesinar a Tokarev en la reunión que tendrá lugar en un hotel de Moscú... estará ahí para proteger a la Líder en caso de que algo salga mal...
-Así que Santiago se ha infiltrado en la Mafia de Rusia... bueno, espero que haga el trabajo que le encargué...
-Shaka también se ha comunicado conmigo, Ojousama. Me ha dicho que los tres no sospechan de su identidad.
-Bien, wakatta (1), apoya a Shaka en la misión... déjenlos heridos, pero no los maten, ¿Wakateru (2)?
-Hai, Ojousama.
-Ah, y para despistar, vístete de Miko (3)...
-Hai, Ojousama...
Tamashii se levantó del suelo e inclinó su cuerpo haciendo una reverencia. Después caminó a la casona y Midoriko le expresó:
-Por cierto, veo que has mejorado tus habilidades en el combate, Tamashii...
-He estado practicando para protegerla, Ojousama. –contestó sonriente aún de espaldas. Midoriko sacó del interior de su Kimono un bong (4) que prendió con un encendedor y se lo llevó a los labios inhalando el humo y exhalándolo después. Con su voz más tierna le dijo:
-Quédate un poco más conmigo, ¿Ne, (5) Matashii* Sempai (6)?
-Hace tiempo que no me llamabas así, Midoriko Chan...
Se volvió y caminó de nueva cuenta hacia su Superiora. Midoriko le ofreció un cojín y Tamashii se sentó en él. La Líder de los Yakuza había desaparecido, dejando a una inocente "niña" de diez años. También Tamashii cambió y se transformó en su Matashii Sempai. Si alguien ajeno a la Mafia las hubiera visto, diría que eran jóvenes comunes hablando de series de Anime. Jamás hubiera sospechado que la "aniñada" sería la cabeza de los Yakuza y que la otra fuera una ninja subordinada de la primera.
...Tamashii había entrado a la Mafia por tradición de la Familia Onikawa. Su padre, siendo el protector del antiguo Líder Yakuza, había decretado que todos los miembros del clan deberían dedicarse a ese oficio tan peligroso. Fue por ello que Tamashii se integró desde la corta edad de cinco años para adiestrarse en la disciplina del Ninjutsu (7). Afortunadamente, no estaba sola, como al principio creía. El jefe supremo también había procreado a una pequeña un año más chica que ella y ésta se mostraba tímida con todos. Después de una treta con otro clan que deseaba derrocarlos, el padre de Tamashii murió en compañía de toda su gente. Viendo el suceso tan terrorífico, el Señor de los Yakuza se ocupó para que la pequeña Tamashii tuviera lo necesario en su crecimiento, adoptándola como una más de su familia...
-¿Te acuerdas de la primera vez que nos conocimos, Matashii Sempai? –preguntó Midoriko mirando la lluvia de Sakura. Tamashii suspiró al recordar a esa niña que se apenaba al verla.
-Sí, me dio mucho gusto no estar sola y tú eras una llorona en esa época...
-Sí, a mí también me dio alegría verte...
-Sí y recuerdo cómo me bautizaste con el nombre de "Matashii", Midoriko Chan...
La aludida rió al recordar esa escena tan vergonzosa y divertida a la vez:
--Gomen Nasai (9), Matashii Sempai... es que no sabía cómo escribir tu nombre en Kanji (8) y creo que lo escuché mal, recuerda que sólo sabía Hiragana (10) y Katakana (11)... eso apenas nos enseñaban en la escuela...
-Y, por cierto, ¿Ya sabes escribir bien?
-Por supuesto, tu nombre se escribe con el carácter de "Espíritu" ¿No?
-Sí, veo que las clases de caligrafía te ha servido de mucho, ¿Eh?
-Sí... -Dio una inhalación a su Bong y exhaló el humo creando una delgada cortina a su acompañante. Tamashii observó:
-Ese Bong... lo recuerdo, te lo trajo tu abuelo de China, ¿Cierto?
--Sí, antes lo utilizaban los chinos para fumar opio, pero yo fumo hojas de chabacano y de tabaco...
-Sí... -se levanta del cojín y le comunica: debo prepararme para el viaje, no deseo que Shaka me espere más de lo necesario...
-Buena suerte –sacó de su kimono una bolsita roja de seda y se la dio en la mano a Tamashii. Ésta sonrió y Midoriko expresó: es un amuleto para que te proteja del mal...
-Somos parte del mal de la sociedad, ¿Recuerdas? –le respondió riendo.
-No es ese mal al que me refiero, puedes agarrar un mal espíritu o un ogro (12)...
Tamashii seguía riendo, a lo que Midoriko se unió también. Caminó a la casa, no sin antes quitarse las Geta (13) y entrar en sus Tabi (14). Midoriko, por su parte, volvió a la lectura asiendo otro tomo y riéndose de los chistes incluidos en los diálogos de los personajes...
***
Aclaraciones (Creo que son muchas, je, je):
(1) wakatta: es una forma informal, valga el sarcasmo, de decir "entiendo". En japonés el original.
(2) Wakateru: es un "Entendido", formalmente hablando. En japonés el original.
(3) Miko: es una sacerdotisa de la religión Shintoísta. Son sacerdotisas de alto rango con, supuestamente, poderes espirituales. Su vestimenta se compone de un Hakama rojo y un Kosode blanco.
(4) Bong: es una pipa china de, aproximadamente, unos 30 cm a unos 50 cm. Las boquillas son más alargadas que las pipas de occidente y, como dijo Midoriko, su origen está en China.
(5) Ne: aunque significa "verdad", es usado aquí como un "¿Sí...?". En japonés el original.
(6) Sempai: es un honorífico referido a "Superior". En japonés el original.
(7) Ninjutsu: es la disciplina de los ninjas. Es un arte marcial que se dedicaban al espionaje y la aniquilación de sus enemigos. En japonés el original.
(8) Kanjis: son los caracteres orientales, más específico, de China y Japón. Son muy difíciles de escribir.
(9) Gomen Nasai: es una forma muy arrepentida de decir "Lo siento, en verdad". En japonés el original.
(10) Hiragana: es un método de escritura inventada por los japoneses para escribir sus propios conceptos. Es un silabario que se aplica sólo a palabras netamente japonesas.
(11) Katakana: al igual que el Hiragana, el Katakana es otro silabario similar, sólo que este se utiliza para palabras extranjeras.
(12) "puedes agarrar un mal espíritu o un ogro": es un juego de palabras en el que Midoriko se burla de Tamashii con el significado de su nombre. Tamashii que significa "Alma, espíritu" y el apellido Onikawa "Ogro". Normalmente, los apellidos japoneses no se traducen, pero lo hice para explicarles.
(13) Geta: son las sandalias hechas de madera separando el pulgar con una cinta para sujetar el pié. Se utilizan en la calle o en cualquier otro lado que no ensucie los Tabi.
(14) Tabi: son calcetines divididos en dos separando el pulgar y los otros dedos. Se utilizan en conjunto con el kimono.
Matashii*: no significa nada pero les explicaré cómo salió ese nombre. Recuerdo que en una ocasión, mi querida amiga de la Prepa, Alma, (Y que espero estés leyendo esto) llegó un día a la escuela, después de una convención y me dijo que su nombre en japonés era Matashii. Bueno, para no hacer esta explicación más larga, fuimos en otra ocasión a otra convención y pedimos nuestro nombre escrito. Yo, por supuesto, Midori (Que ese es mi nombre original) y ella Alma. Pregunté cómo se pronunciaba y me dijeron: "Pues Midori y Tamashii". Claro que la zapeé (pobrecita, todavía no se recupera del golpe) y le dije "Baka", que es un tonta. Pero, como ya me había acostumbrado pues le seguí diciendo Matashii Sempai hasta la fecha, porque es más grande que yo, como expliqué arriba.
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