Marcos se encontró con Amelia aquel viernes a las seis de la tarde. Ella acababa de salir de clase y había accedido a hablar con él. Sabía que Amelia tenía curiosidad por lo que tenía que decirle. Ella sabía lo que había pasado con Dahiana y aunque esas dos eran amigas, sabía que Amelia no contaría nada nunca. Por el contrario, siempre había dispuesto a ayudar en lo que pudiese.

Ambos subieron a un salón vacío del último piso. Al principio Amelia parecía algo inquieta cuando empezó a contarle acerca de lo que había pasado.

— No soy suficiente — le dijo— . Nada de lo que hago se siente bien. No importa cuanto me esfuerce, cuanto luche por verme bien, al final solo soy un inmaduro que no hace nada importante.

Amelia lo miró como si estuviera loco.

— Eres una de las personas mas geniales que conozco — le dijo— . Vas a maratones de programación, juegas voleibol, tus notas son de las mejores y conoces a una cantidad increíble de gente. ¿Cómo podrías ser menos?

— Pero nada de eso es importante. 

No le contaría sobre Lissette. No se sentía listo para hablar de eso, pero sabía que si quería avanzar para salir del camino en el que se encontraba encerrado, tenía que superar todos esos complejos que tenía en su cabeza.

— No fui suficiente para Dahiana y no seré suficiente para nadie. Ni siquiera soy suficiente para mí. Soy muy perfeccionista conmigo mismo.

Amelia se quedó pensándolo por un momento mientras lo miraba con preocupación. Entonces dijo algo que no había considerado en ningún momento.

  — ¿No te hace falta ser mas egoísta contigo mismo?

— ¿A qué te refieres?

— Piensas mucho en cómo tus acciones harán efecto en los demás. Todo el tiempo piensas que no serás suficiente, como si intentaras satisfacer a alguien. Deberías satisfacerte a ti primero. Ser egoísta y pensar en ti sin importar lo que pase con el resto. Incluso estabas con Dahiana porque pensabas que no serías nada sin ella. 

— ¿Entonces dices que mi dependencia a Dahiana es porque intentaba llenar el vacío? 

 Ella asintió. Se quedó pensándolo y puede que tuviese razón. En el pasado quería estar cerca de Dahiana todo el tiempo y cuando estaba con ella, el resto del mundo dejaba de importar e incluso sus propios problemas desaparecían. Llegaba a olvidarse de sí mismo. Pero si él mismo no era suficiente para él, nunca sería suficiente para nadie.

—Deberías pensar mas en ti— le dijo Amelia— Haz las cosas que te gusten, actúa por lo que te guste a ti y no a los demás.  

Egoísmo. ¿Podía ser esa la respuesta a su problema? Hace mucho que no había pensado en hacer las cosas por él mas que por los demás. Después de eso, él y Amelia buscaron el significado de egoísmo en internet. Luego le pidió a Amelia que se sincerara con él y le contara sobre su pasado. Ambos se contaron cosas y no tardaron en notar que ambos parecían igual de atrapados. Aunque ya lo intuía, confirmarlo lo hacía mas real.

Pero ambos lucharían. Por más vueltas que le daban al asunto, habían llegado a la conclusión de que si se rendían entonces todo estaría perdido.

Y debían salir de esa desesperación, cueste lo que cueste.