Te odio
NARUTO SHIPPUDEN
AÚN HAY COSAS QUE ODIO
Los días como ese... despejados... y cálidos, donde cada paso de la sandalia se hundía un poco más en la arena y el corazón palpitaba pensando sobre lo que le espera en el hogar, lo ponían de mal humor...
Konoha... No podía llamarle de una manera distinta, la semilla que cayó desde lo alto y germinó como ninja en medio de su tierra fértil... y sin embargo enraizó en otros campos, creyéndolos más fuertes, soñando con destruir la tierra natal...
Había cambiado mucho... demasiado, lo necesario y lo justo.
Todo gracias a su amigo...
Esa palabra que daba vueltas en su cabeza... porque un amigo... aunque él le llamara de esa manera mil veces... con un amigo... diablos... odiaba sentirse de esa manera... después de todo, las cosas entre los dos habían cambiado... luego de todo aquello... Y más aún si Naruto no le pudo explicar con palabras, lo que un amigo, significaba para él...
En conclusión, solo podía seguir buscando el significado por si mismo... mientras todo por lo que intentaba pagar se acumulaba a sus espaldas, esperando el momento de ser liberado... incluido su odio hacia todo el mundo... y hacia todas las cosas...
La verdad es que ya había superado bastante de eso, pero... aún... cuando lo pensaba, se daba cuenta que las cosas que le ponían nervioso... le hacían enfadar y por ende... el sentimiento del odio que tan bien conocía, emanaba desde su interior.
Aburrido de avanzar se detuvo a observar las olas correrse hacia atrás, para segundos siguientes arremeter contra sus pies, parecía un buen lugar para entrenar la distancia con que su Chidori nagashi podría extenderse mar adentro.
El mar... tan azul... que le brindaba relajación, la misma sensación que le causaba mirarlo a los ojos... desde pequeño lo pensaba... sus ojos llenos de tristeza eran muy hermosos... Sonrió al notar su pensamiento, la mirada del héroe de la villa ya no era en absoluto de tristeza...
—Naruto... —pronunció por lo bajo, ladeando la sonrisa.
—¿Qué? —el apoyo del peso sobre su hombro y la voz suave que llegó a su oído lo sorprendió, provocándole un pequeño salto.
—¡Puta! ¡¿De dónde saliste?!
—¿De qué estás hablando?... ¿Qué no era este el lugar?... —Miró a los alrededores. —Estoy seguro que sí. —Sea como sea, ya estoy aquí...
Odio que aparezcas cuando más quiero verte...
—No es seguro dejar desprotegida a la aldea... Te saliste sin decirle a nadie, ¿verdad?...
—Si vas a empezar con eso... debería ser OTRO el que vuelva a la aldea de vez en cuando... —acotó el rubio, mientras al sentirse aludido, Sasuke, se colocó la mano en la cadera y ladeó la cabeza. —Ese gesto lo dice todo...
—Es que te lo he dicho varias veces... es un...
—Viaje de expiación de pecados... sí... y sabes que lo comprendo, pero eso no me hace evitar extrañarte... —¿Tú no me extrañaste?... —aprovechando la posición tan cercana entre sus labios y el cuello níveo, se acercó despacio al pronunciar.
Odio... tu risa en mi oreja, cosquilleándome con ese tono dulce y picante con el que me hablas...
En el instante que el cosquilleo se transformó en un beso sobre su nuca, los finos vellos sobre la misma se tensaron.
—¡¿Qué estás haciendo Usuratonkachi?! —trató de zafarse, pero el abrazo sobre su pecho, lo detuvo. La sensación de las cálidas manos del rubio, sobre sus pectorales lo paralizaba. —Te he dicho mil veces que no me toques así...
—Es tu culpa por tener tanta ropa encima... me hace querer sacártela toda en este mismo instante...
El Uchiha inspiró profundo, cada vez era más difícil negarse a él... por lo que se dejó simplemente guiar a lo que se le antojara hacer. Cuando le dijo en aquella nota que deseaba verlo, su corazón se regocijó de tal manera que esa noche, había experimentado consigo mismo, como pocas veces lo hacía, al imaginar que el rubio sería quien pronto, saciaría todas esas ansias que lo consumían por su acercamiento.
—Vamos... —Prácticamente sus labios envolvieron el cuello del Shinobi, con una lamida. Estar cerca de Sasuke le provocaba las reacciones más primitivas que había experimentado y eso le encantaba, sentirlo despertar entre sus caricias y sus olores, mientras reprimía en su garganta, los sonidos que su cuerpo insistía en expulsar, hasta lograr liberarlo de su vergüenza y escucharlo gritar entre sus brazos y contra su pecho. Era como una meta que encuentro con encuentro deseaba siempre cumplir, no importaba si debía volver a empezar cada vez.
—¿Cuál es la prisa?... —se dejó empujar hasta el árbol, del inicio del bosque y quedar apoyado contra el tronco, sintió entonces como la capa, le fue corrida hacia atrás, con el introducir de la mano vendada rumbo declive hacia su entrepierna.
—¡Naruto!... ¡Espérate!
—¡Sasuke! Es que... —sabía que iba demasiado rápido... pero todos sus encuentros eran así... ¿Cuál era el problema?... Ya se había acostumbrado a que su cuerpo se descontrolara con la presencia de su amigo... solo pensar en encontrarse, activaba sus sueños y su necesidad de una manera inmensurable. No podía controlarlo...
—Sie... siente como estoy... —se arrimó hacia él, chocándolo contra el tronco por delante, mientras movía de a poco su cadera hacia adelante, para chocar su abultamiento contra el trasero del usuario del sharingan.
—¡No! —el chillido que pegó, le pareció tan dulce que se detuvo. —En verdad te estoy tomando por sorpresa... ttebayo...
—No lo digas de esa manera dobe...
—¡Lo lamento! —se separó con agilidad, para segundo seguido, yacer frente a él, con las manos juntas, a la altura de su rostro, en señal de rogar su perdón. A lo que Sasuke, solo suspiró.
—Tampoco es que quisiera que te detuvieras... baja esos brazos... es solo que a veces... puede que te emociones mucho y un momento que pudiera durar más... —miró en otra dirección, para buscar las palabras adecuadas, no quería confundirlo.
—¿Crees que me corro muy rápido?...
—¡Ahh! —Precisamente lo que quería evitar que pensara, sucedió. —No lo decía por eso... a lo que me refiero es que...
Al notar que le estaba dando vueltas al asunto, se dio cuenta que lo que el pelinegro trataba de decir era algo importante, por lo que relajó la expresión de su rostro. –Sabes que puedes decirme lo que quieras... es más, tal vez sea algo que ambos debamos hacer... porque hasta el momento... lo único que he hecho es irme sobre ti... jajajaja y supongo que tampoco son así las cosas.
Su comentario sonrojó levemente la faz del Uchiha, —a veces dices cosas con sentido después de todo.
—¡¿Qué dijiste?! ¡Pero si todo lo que hago, lo que he hecho, lo hice por ti, teme!
—¡¿Por mí?! ¡¿Qué acaso yo te pedí que te metieras a la celda?! ¡¿O que me besaras en medio de la batalla?! Eres tú quien siempre nos está metiendo en aprietos... y todo por tus ganas...
Las palabras que mencionó, más que molestarlo, le sacaron una sonrisa melancólica, al pensar en las dos situaciones que el otro miembro del equipo 7 le recordó.
Los sellos de sus manos los unían una y otra vez... durante la batalla, cual sus cuerpos reconocieran las intenciones y los ímpetus del otro. Nadie iba a darse por vencido. Las explosiones de los rasengan de todos los Kagebunshin, hacían eco en sus oídos y la fatiga no era bienvenida, mientras el kagutsuchi los reventaba cual globos.
Una patada, un izquierdazo... y el chakra empezaba a terminarse, hasta quedar tumbado sobre el héroe que intentaba rescatarlo de sí mismo.
La sangre empapando sus nudillos y sus labios reventados se unieron en un beso desesperado, al ser halado por los brazos del rubio, hacia abajo, al que intentó resistirse con toda su fuerza, misma que para esos momentos era poca... muy poca...
Las anteriores ocasiones en las que sus labios se juntaron quedaron completamente relegadas al instante... Podía sentir la fuerza que propiciaba su acercamiento y no deseaba despegarse de él, hasta el punto que no pudo negarse más... también deseaba hacerlo... saborear la lengua que sentía bajo la suya... y abrazarlo...
—Sasuke... —el llamado de su nombre por aquella temblorosa boca, con la que tenía contacto, lo separó despacio. ¿Qué estaba haciendo?...
—Naruto... —se levantó de él, desconcertado y caminando hacia atrás, la falta de energía lo llevó a caer sentado, con las piernas abiertas ante él.
A pesar de haberse acercado de tal manera... no era su intención develar los secretos profundos de su corazón en esa batalla... lo único que realmente quería era convencerlo... que todo el mundo Shinobi era mejor de lo que él pensaba... y que la esperanza de la hoja... podría ser suya también... lo único que debía hacer era regresar...
.
.
La celda a la que fue confinado, permanecía custodiada día y noche... y no se le tenía permitido hablar con nadie... Para la seguridad de los aldeanos, mientras se llevaba acabo el juicio, llevaría una camisa de fuerza que le inmovilizara y una venda supresora de chakra sobre la vista, para sellar su poder característico de Doujutsu.
—Mierda, mierda, mierda, mierda, nos van a ver... —la luz de la linterna del guía pasó por encima de los ninjas, mientras Sasuke yacía boca abajo contra la cama de piedra, apretando entre sus dientes, todo lo que su cuerpo quería dejar ir en un grito, al sentir su miembro rodeado con fuerza por las manos del Uzumaki.
¿Cómo habían llegado a eso?... No podía siquiera pensarlo... al escuchar la voz de Naruto... luego de pasar recluido por tantos días, sin que se le dirigiera la palabra, sintió liberación y el deseo de estar a su lado, se incrementó, en el momento que el Uzumaki lo abrazó, después de todo él no podía moverse y el contacto con su amigo... era entrañable.
Hasta que escuchó lo inesperado...
—Sasuke... abre la boca...
—¿Eh?... —el mandato fue tan directo, que le hizo temblar los labios... atado y sin poder ver nada... —¿Para qué?...
—Tú solo hazlo...
¿Qué podría pasar?... acató el mandado poco a poco, hasta sentir su mandíbula moverse, casi al mismo instante en que la mano izquierda del rubio, se posó sobre su mejilla, sintió su dedo pulgar deslizarse sobre sus labios, para enseguida ser devorado por él. Sintiéndose sofocado al instante, sus lenguas se encontraron en el ritmo de sus labios separándose y uniéndose entre besos, mismos que empezaron a bajar por la garganta del Uchiha.
Era la primera vez que alguien lo tocaba de esa manera por lo que se estremeció... sus sentidos parecían haber despertado a una nueva plenitud, que conectando unos con otros, descendían por su columna hasta su cadera, llevándolo a exhalar un gemido que lo sorprendió tanto a él como a su acompañante.
—Escucharte... hizo temblar mi cuerpo, Sasuke... no creo que pueda detenerme...
—¿Detenerte en qué cosa?... —no recibió respuesta... por lo que cerró la boca y se humedeció los labios, tratando de mantenerse cuerdo y esperar, cuando su juicio fue nublado por completo al sentir el tirón en su entrepierna, a pesar que Naruto no le había puesto una mano encima... había abierto el inferior de su camisa de restricción, exponiendo su abdomen, sobre el cual dio un soplido.
—¡¿Qué estás haciendo imbécil?!
—¡No grites!... —sentenció casi al mismo tiempo que sumergió su nariz entre la ropa, que recién descubrió, besando así el ombligo de aquel blanco abdomen que se apreciaba aún en la oscuridad, llevando al dueño de aquella piel a arquearse hacia adelante por la sensación.
—Usuratonkachi...
—Tranquilo... —continuó besando, dejando el rastro húmedo de sus besos sobre él. —No tienes idea de cuánto anhelé esto... y ni yo mismo lo sabía... pero desde que regresamos... no hago más que pensar en ese beso... y en tu cercanía... —tomó la orilla de su pantalón con la mano y la jaló poco a poco hacia abajo, descubriendo la espina que sobresalía en su cadera derecha.
—¿Qué?... ¿Qué pretendes?...
Empezó a recostarlo poco a poco contra la cama de piedra... lo que aceleró la respiración del mayor de ambos jóvenes. Cuando la emotividad del momento fue profanada por la luz de la linterna del guardia. Lo que prácticamente orilló al héroe a estrellar a su amigo contra la cama, en aquella posición que en un principio no buscaba, pero no podía arriesgarse a que los vieran.
—Parece que está dormido... no veo ni escucho nada... —informó el ninja encargado y salió del calabozo.
—Creo que ya se fue... —informó el rubio, mientras los cabellos oscuros cubrían la faz del futuro Hokage de las sombras, con la impotencia de moverse, al sentirse atado tanto por aquella camisa de fuerza como por la mano de su... amado...
¿Amado?...
¿Es que acabo alguien que no fuera catalogado de esa manera tendría siquiera la posibilidad de tocarle de esa forma?...
—Naruto... —pronunció suave, pero la profundidad de su voz grave, era aún más notoria.
—Lo sé... perdóname... no se supone que las cosas fueran así... no quería actuar tan brusco, ¿Te lastimé?...
—¿Podrías solo callarte y... continuar con lo que... estabas por hacer?...
—Jaja... es raro en ti pedir las cosas de manera tan abierta... significa que en verdad lo deseas... lo haré —sus palabras lo tranquilizaron y como si lo conociera tan bien... hasta en aquel sentido íntimo, simplemente acopló su mano con cuidado a la parte sensible que se disponía a acariciar, sintiéndose igual de nervioso que quien recibía... pero con la gloriosa oportunidad que no estaba dispuesto a desperdiciar.
Preguntas como si... él lo hacía por si mismo... o si cuando lo hacía... ¿En quién pensaría? Cruzaron su mente... hasta el punto en que su cuerpo compartió aquel estado, a través del agitar de su pecho y la emoción recorriéndolo por completo, que se estremecía, al compás de los quejidos juveniles que exhalaba su principal interés.
—B.a... basta... —apenas y logró articular el Uchiha. —Sabía que el sonido que emitía no podía ser escuchado... o les descubrirían... y de continuar, no estaba seguro de poder controlarse.
—¿Cómo?...
—¡Te dije que te detengas! —susurró en un grito. —¡Naruto!
—Shhhh —Le cubrió los labios con la mano, a manera de amordazarlo. —No hables... solo déjalo salir... dattebayo...
Escuchar aquella orden de su hablar dulce pero imperativo, lo sorprendió, jamás creyó poder ser doblegado por una simple palabra... Pero si ahora no obedecía... no tenía idea de lo que podría pasar con él y todo lo que en su interior clamaba por ser liberado. Podía sentirlo. Su cuerpo reaccionaba a la voz de su salvador.
.
—Ambas ocasiones fueron magníficas... —la sonrisa del rubio, lo dejó sin palabras, todo parecía indicar que jamás lograría hacerle desistir en su cometido de estar juntos... dijera lo que dijera o le recordara lo que fuera... por pequeño que fuera su momento... siempre lo disfrutaba al máximo y eso... en el fondo...
También lo odio... odio que no quieras separarte de mí... porque cuando pasa... me odio a mi mismo por querer que seas solo mío...
—Si las cosas son así... entonces solo continúa...
—Jajajaja lo dices como si fueras un tazón de ramen y fuera a devorarte... aunque pensándolo bien no es mala idea la comparación... —dio dos pasos, para eliminar la distancia que los separaba y acercándose a él, Sasuke cerró los ojos esperando el contacto acostumbrado de sus labios, pero terminó por sorprenderse al ser rodeado por el brazo izquierdo del héroe, cuya mano terminó posada en la nuca de cabellos negros. —Por supuesto que si deseas más espacio... o que esto vaya más lento... haré con gusto todo lo que desees...
—Naruto...
—He esperado tanto por ti... que lo único que puedo hacer ahora es complacerte... soy tan feliz... ¡Pero tan feliz Ttebayo!
La sonrisa que sus palabras provocaron en el Uchiha... hubiera dado lo que fuera por verla... pero podía sentirla... acompañando a su brazo derecho que poco a poco tomó fuerzas para rodearlo también, al haber sido comprendido... solo podía haber unión entre los dos.
—Te amo... —susurró con cierta vergüenza el rubio, que, sin despegarse del abrazo, esperaba la respuesta ansiada.
—Yo te odio... —sonrió satisfecho, Sasuke, entendiendo solo él mismo... a que tipo de odio se refería.
—¿Eh????
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¡Hola! Jajaja Anita de mi Kokoro esto es especialmente para ti xDD, por nuestra celebración del segundo A—S Anniversary!!! Jajajajjaa
En realidad, quisiera darte mil cosas más... o que este escrito fuera más largo y sustancioso... pero sabes que va con todo mi esfuerzo y mi corazón!
Es la primera vez que escribo un NaruSasu xDDD y aunque tengo excelente maestra jajaja, creo que esto está muy lejos de ser perfecto.
Te quiero muchísimo!!!! Y me encanta que podemos hablar de tantas cosas y siempre hay algo nuevo xDDD.
Estoy encantada con tu amistad, que es tan valiosa para mí.
¡Gracias por todo!
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