Pocas personas son las que pueden subir a la superficie, pero la mayoría se queda abajo. Nacen y mueren bajo tierra, dónde no les da el sol.

Tienen que hacer de todo para sobrevivir, algunos por su parte y otros en grupos. Pero eso no evita los problemas bajo superficie, desde niño entiendes la manera de sobrevivir a TODO.

Fue mi caso, mi mamá y hermana mayor se tenían que prostituir para conseguir algo para comer y sobrevivir. Mi padre murió cuando tenía 3 años, solo quedábamos nosotras tres.

Fue cuando conocí a Levi, en ese entonces empecé a ayudar a mi madre y hermana con el dinero. Ambos nos volvimos unidos, el uno al otro junto a Farlan.

- ¡Levi, Farlan!.- Corrí a ayudarlos, otra vez se habían metido en problemas por defenderme.- ¡Háganse a un lado pedazo de idiotas!.

- Tsk, ¿Estás bien?.- Me arrodille enfrente de él, quedando a la misma altura.

- Les dije que no se tenían que preocupar por mí, se defenderme sola.- Los mire mientras seguía viendo los golpes.

- Pero estás bien, eso es lo importante.- Farlan me miró sonriendo a lo que les ayude a levantarse, llevábamos ya 4 años juntos.

- Vamos a curar sus heridas.- Caminamos por aquellas calles oscuras, logramos robar unas cosas y seguimos caminando.

Llegamos hasta la casa, dónde procedí a curar sus heridas. Estuvimos toda la tarde hablando, había anochecido y mi hermana y madre todavía no llegaban.

Había ya pasado de las 4 am, los chicos se quedaron conmigo esperándolas pero ninguna noticia de ellas. Salimos y empezamos a buscarlas, no aparecían por ningún lado.

Ya había amanecido, eso lo sabíamos por la luz que entraba en un pequeño hueco que había. Empecé a buscar desesperadamente por los callejones, hasta que llegue a un lugar el cuál nunca había estado.

- ¡Aoi!.- Corrí hasta quedar enfrente de mí hermana, estaba llena de sangre junto a una herida de navaja en su abdomen y varios golpes.- ¡¿Qué te pasó?!

- Fuyuka, sobrevive y busca a Mamá.- Tomo mi rostro con su mano, manchando lo de su sangre.

- ¡LEVI, FARLAN!.- Empecé a gritar sus nombres, a los pocos segundos llegaron y me ayudaron a llevar a mi hermana a las escaleras.

Empecé a rogar para que la salvarán, lo hice y accedieron. Se la llevaron al exterior, dónde no supe más de ella, tuve que empezar a trabajar más duro para pagar todo.

También busque a Mamá por todas partes, pero nada. Me desesperaba cada segundo que pasaba, no la encontraba y no sabía nada de mi hermana. Hasta que llegó aquel tipo.

- ¿Eres Fuyuka, verdad?.- Era alto y pelinegro, tenía un sombrero en su cabeza. Asentí y el me hizo un ademán para que lo siguiera, lo hice estando alerta.

Llegamos hasta un lugar más lejano y un poco iluminado, me recargue en la pared de una casa y el solo se quedó viéndome.- Aoi está bien, está estable en el exterior.- Me alegre en esos instantes.- Por el dinero no te preocupes, ya me encargue de todos los gastos. Sin embargo, no sería bueno dejar que vuelva a este lugar.- Lo miré a los ojos, sabía en esos momentos que podía confiar en él.

- No permitiría que Aoi vuelva a este lugar de mierda, ¿Puedo confiar en que usted la cuidaría?.- Me reincorporé quedando frente a frente, con una gran diferencia de altura.

- Si... Le diré a tu hermana que no quería ir al exterior, suerte.- Se fue caminando, yo empecé a ir donde vivimos los tres.

Les conté todo lo sucedido, Farlan me empezó a reclamar que podía ser una oportunidad para mí, para ir al exterior. Me negaba ante eso, si no era con los chicos, no iría al exterior.

Notaba a Levi muy callado, me estaba dando las espaldas. Me acerqué lentamente a él sin que lo notará, quite su silla haciendo que se cayera de sentón.

Volteó a mirarme molestó, me levanté y me fui hasta la puerta para abrir la, comencé a correr rápidamente siendo perseguida por él. Solo reía hasta chocar con un guardia de la escalera, empezó a reclamarme pero lo que me importaba era que Levi no me atrapará.

Levi llegó y me llevó arrastrando por el suelo, ensuciando mi ropa y quejándome. Llegamos a la casa y Farlan seguía riéndose, me aventó enojado y me miraba serio y enojado.

- ¡Admite que fue chistoso, Levi!, Vamos, no le harías nada a esta hermosa criatura.- Sonreí y él Sol bufó, me levanté sacudiendo mi ropa.

- Vas a limpiar TODA la casa tu sola, no quiero ni una pelusa.

- Bien... ¡Tú déjate de burlar Farlan!.- Empecé una pequeña lucha con Farlan, ambos riendo y Levi viéndonos serio como siempre.

Ya era de noche y apenas termine de limpiar, me fui a mi habitación y me tire a la cama, me empecé a pregunta quién era ese tipo. No podía dormir de nuevo, escuchaba la voz de mamá a un lado de mí y cuando volteaba no había nadie.

Podía ver su sombra en la esquina de mi habitación, intentaba cerrar los ojos e ignorarla. Pero simplemente no puedo, hay veces en las cuales solo me salgo de la casa y me siento en las escaleras que hay enfrente.

Mirando a la nada y escuchando todo lo que pasa a mi alrededor, hoy no fue una excepción. Salí y me senté mirando a la nada, no había nada a mi alrededor.

Hasta que diez minutos después de que salí, pude ver cómo alguien se acercaba por los aires acercándose a mí. Me levanté rápido y cuando me dí la vuelta, me golpearon la nuca haciendo que quedará inconsciente.

Escuché pasos acercándose, antes de perder por completo la conciencia pude ver a Farlan y Levi. Ya no supe que paso después.

Levi

Fui despertado por Farlan, estaba alterado. Me dijo que había ido a ver si Fuyuka estaba en su habitación para hablar con ella, pero al ver que no estaba se alteró mucho. Escuchamos pasos fuera de casa, inmediatamente salimos y vimos a Fuyuka en los brazos de un hombre.

Estaba inconsciente, me acerque y justo se la llevaron por los aires. Los dos entramos a la casa y estábamos pensando en silencio, Fuyuka no era de tener enemigos. Por lo que la habían secuestrado, pero ¿Por qué?

- Levi, ¿Tienes alguna idea de dónde podría estar?.- Mire a Farlan, estaba llorando. Negué con la cabeza y el suspiro.

Salimos y empezamos a buscarla por todos lados, no encontramos pistas de ella. Había sudo secuestrada enfrente de nosotros y no hicimos nada.

Si se fueron al exterior, entonces no podíamos hacer nada. Me frustraba no poder encontrarla, no poder impedir que saliera.

Sabía ya que ella salía en las noches por su insomnio, si tan solo hubiera estado con ella en esos momentos. Esto no pasaría.

Fuyuka

Fui abriendo los ojos, la luz me cegaba. Cuando me adapte pude ver mejor a mi alrededor, habían estantes con libros a mis costados y un escritorio enfrente de mí.

Estaba atada con cuerdas en las manos y pies, tenía un pañuelo en la boca. Escuché la puerta detrás de mí abriéndose, pasaron dos personas a lado de mí y una se sentó en la silla, el otro se quedó a su lado parado.

- Fuyuka Carnets, hija de Riden Carnets y Kraile Carnets, la menor de los Carnets. ¿Me equivocó?.- Lo miré y negué con mi cabeza.- Debes de estar confundida y preguntándote el porqué estás aquí.- Tomo unos papeles de su escritorio y los abrió.

La mujer se acercó y me quito el pañuelo, iba a hablar pero él lo hizo primero.

- Deberías de dejar la ciudad subterránea.- Me sorprendió eso, lo miré con mis ojos abiertos. No era broma lo que estaba diciendo.

- ¿Por qué debería de dejarla?.- Hablé por primera vez, mostraba la misma mirada que Levi cuando se enojaba conmigo por las bromas.

- Antes de que niegues, déjame decirte que tus amigos estarían en un lugar mejor y fuera de la ciudad subterránea. Pero, para eso debes de trabajar para mí.- Empecé a pensarlo, quiero que Farlan y Levi vivan una vida bien en el exterior. Pero eso significa que no estaría con ellos.

- Tendrían una buena vida en la Muralla Sina, no se tendrían que preocupar para nada y podrían tener una oportunidad en alguna formación.- Mire a la chica y solo me le quede viendo, era como 4 años mayor que yo.

Iba a rechazar la oferta, pero el hombre se levantó y acercó a mí. Se agachó hasta quedar a mi altura, lo mire a los ojos sin miedo alguno.

- Piénsalo, Kristina te llevará con tus amigos. Solo que ella te estará observando en cualquier minuto.- Se levantó y se fue, ella me ayudó a ponerme de pie.

Caminamos un poco y empezamos a bajar las escaleras, solo tenía las manos atadas. Llegamos hasta el límite y volvimos a caminar, antes de llegar se detuvo y me miró.

-... Sabes que nunca te dejaré en paz por más que lo pidas, ahora sigue caminando, no vayas a preocupar a tus amigos.- La mire de mala gana y seguí caminando, antes de llegar pude ver a Farlan corriendo hacia donde estábamos.

- ¡Fuyuka!, ¡Levi!.- Me abrazo y de inmediato llegó Levi, fue suficiente la poca luz que había para poder ver sus ojeras.

Los dos me abrazaron quedando en medio, pero se pusieron en posición de pelea. Poniéndose en forma protectora frente a mí, con una mirada asesina para Kristina.

- Chicos, estoy bien. Vamos a casa, ¿Sí?.- Me acerqué a ellos y Levi solo me miró de reojo. Bufó molesto, Farlan me desató y los tres nos fuimos juntos.

Caminamos dándole la espalda a Kristina, solo escuché un hasta luego y sus pasos. Llegamos a casa y entramos, cerramos la puerta.

- ¿Qué te hicieron?.- No tardó en preguntar Levi, me senté en el sillón y el quedó en cuncliyas frente a mí, agarrando mis hombros con ambas manos.

-... Cuando desperté estaba en el suelo atada y con un pañuelo en la boca,  soy una idiota, porque no acepte.- Puse mis codos apoyados en mis piernas y mis manos tapando mi cara, sentí como Farlan me abrazaba por los hombros y Levi quitaba mis manos.

- Hey, cualquier decisión que hayas tomado, sabemos que fue porque pensaste en todo. Dilo.- Suspiré y alcé mi rostro.

- Me propusieron salir al exterior, no solo yo, si no ustedes también. Dijo que podrían tener una vida en Sina, tendrían alguna oportunidad en una formación... Para eso tenía que trabajar con ellos...

- Y no aceptas te.

- No, me dieron un tiempo para pensarlo. Pero eso significaba que no podría estar con ustedes, yo no quiero eso.- Solté varias lágrimas, mojando las manos de Levi.- Era una oportunidad para que ustedes-

- Hey, no tienes porque llorar. Los tres hemos estado juntos mucho tiempos y es algo que prometimos, si uno sale los dos también, pero juntos.- Farlan pegó mi cabeza a su pecho, acariciándola con su mano.

- Mientras estés a nuestro lado, no pasa nada. Ahora sabemos que no te hicieron nada, eso nos alivia.- Levi se unió al abrazo, sonreí.

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Muchas gracias por leer, espero y les agrade. Nos vemos en el próximo capítulo.

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