La intervención de Eliza
Con el paso de los días, Lena y Kara ya estaban como antes o incluso mejor que antes. Había tanta unión, comprensión, camadería... entre ellos. Siempre se la pasaban tan bien juntos. Sin embargo, para Kara seguía siendo difícil tratar a Lena como una amiga que 'apenas conoces'. Tratarla como Luka y no como Kara.
Ya se había hecho costumbre que Kara llevara a casa a Lena todos los días, después de la escuela. Lena cantaba la canción que se escuchaba en la radio. - ¿Lena? –la interrumpió el chico- ¿Si? – Me preguntaba, es decir, si no tienes algo más que hacer, digo si quieres, am ¿saldrías conmigo este sábado? -Kara sabía que era mala idea lo que iba a hacer, podría ahuyentar a la morena, después de todo Lena le había dicho que no intentara nada, pero se iba a arriesgar. Tenía que darlo todo o nada. - ¿Te refieres a una cita? –iqnterrogó Lena– Si - confirmó Kara. – Lo siento Luka, tú sabes mis reglas. No puedo salir contigo y por favor no insistas, si no quieres que terminemos mal –Kara resopló pero no insistió, no quería hacer enojar a Lena– Bien, de acuerdo. Lo siento –Llegaron a casa de Lena, esta se despidió y entró a casa.
Kara le contó a su madre lo sucedido. Eliza se cita con Lena en un restaurante, sin decirle nada a Kara. Eliza sólo quiere ver la forma de ayudar a su hija. Lena llega y se saludan. Se sientan a la mesa y ordenan– Dime Eliza ¿por qué querías verme? Digo, sabes que adoro pasar tiempo contigo, pero se me hizo muy raro que me citaras aquí. Siempre nos reunimos en tu casa y bueno, aparte me pediste no comentar nada –divagó la morena – Mira Lena, antes que nada, tú sabes lo mucho que te quiero, eres como una hija para mí; y sabes también lo mucho que adoro a Kara, pero por el amor que ella te tien... tenía tengo que intervenir. Ella jamás hubiera deseado que su partida te afectara al grado tal de vivir en una depresión total. –Lena hizo intento de decir algo, pero la mujer no la dejo– Lo sé, lo sé, la amabas tanto y ella era tu mundo. Nadie va a negar eso, nadie te va a quitar eso, pero tú aún vives y debes disfrutar de la vida. Dime algo ¿has salido con alguien desde que ella se fue? Me refiero a una cita– No, claro que no y jamás lo haré –dijo muy segura Lena- ¿Ves? Eso es lo que me preocupa, eres tan joven y para ti el mundo ya se ha acabado. Te estás cerrando a la vida, te estás privando de ser feliz. Mira a Luka, él es un buen muchacho, te quiere y tú no le quieres dar la oportunidad de conocerlo mejor *sólo quiero que salgas con él, que te des cuenta de que él es Kara, que abras los ojos y veas que ella aún está aquí y quiere hacerte feliz* - Sí le doy la oportunidad, pero como amigos. No me molesta salir con él y conocernos, mientras él entienda que jamás pasará nada entre nosotros. Lo aprecio mucho, es un gran amigo y apoyo, pero eso es todo –comentó la morena, con algo de duda en su voz- ¿Segura? ¿Estás completamente segura de que no sientes nada más que amistad por él? –Lena tragó saliva– Yo, yo am... no te mentiré, él me confunde pero yo amo a Kara y creo que es por eso que siento cosas por él -Eliza puso cara de extrañeza– No entiendo– Las cosas que me llaman la atención de él, son cosas que me recuerdan a Kara –Eliza quiso sonreír pero se aguantó– No lo sé, lo que me llega a atraer de Luka son los detalles tan similares que tiene con Kara. Dirás que estás loca, pero así lo siento. Y por eso no puedo salir con él, darle ilusiones, porque no sería él a quien quiero, sería la parte de él que me recuerda a Kara. Y eso no es justo para ninguno de los dos. – Entiendo –dijo Eliza– Pero mira, si al menos dices que sientes algo, lo que sea, dale una oportunidad, sólo una y ve que pasa –Eliza estaba contenta de saber que Lena si había notado el parecido entre Luka y Kara y quería que Lena aceptara acercarse más a él, porque tal vez eso propiciaría a que la morena se diera cuenta de todo. – Por favor Lena, prométeme que le darás un chance, por mí –le dijo, poniendo su mejor carita de Gato con Botas. Lena no podía decirle que no a Eliza, la quería mucho. – De acuerdo, pero sólo una ¿eh? –dijo con algo de resignación, aunque muy en el fondo no le molestaba salir con Luka en una cita.
Kara llevaba a Lena casa, después de otro día de escuela. – Y dime Luka ¿aún quieres llevarme a algún lado el sábado? –el pobre chico casi se sale del carril. Voltea a ver a Lena para ver que no esté bromeando- ¿Si? –Dice no muy convencido– Bien, pues el sábado te espero en mi casa puntual a las ocho. Puntual ¿eh? que no me gustan los impuntuales– Lo sé –murmuró Kara– De acuerdo, nos vemos a esa hora. Es más, estaré 7:58 –dice, guiñándole un ojo– Perfecto, nos vemos. –Se despide de él con un beso en la mejilla y entra a la casa.
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