¿La desición correcta?
– Voy a hacerlo, voy a decirle la verdad –dijo decidido, parándose del sofá.
- No, no puedes hija. Lo sabes –dijo Eliza preocupada.
- Es que no lo soporto mamá. No puede dejar que Lena este sumida en la depresión por mi culpa por el resto de mi vida. Al menos así, podré decirle que no se preocupe por mí y que siga con su vida.
- Estás loca. No te dejaré hacerlo – dijo con firmeza su madre.
- Lo siento mamá, pero no estaba pidiendo tu permiso.
- Entonces, ¿quieres que te pierda? – Dijo ya llorando- ¿Vas a dejarme de nuevo? –Kara no soportó ver así a su mamá y la abrazó.
-Mamá, yo te amo, demasiado, pero no puedo hacerle esto a Lena. Lo siento – y sin dejar tiempo de que Eliza le diga algo, Kara abandonó la casa.
Kara salió rumbo a casa de Lena. Se fue a pie para poder pensar un poco. Un impulso lo hizo sacar su celular y escribirle a Lena "Lena, pequeña sé que no quieres nada conmigo pero no puedo evitar preguntarme como estas hoy, se que esta fecha te afecta y, y solo quiero saber que estas bien" tan pronto como apretó el botón de enviar, su celular sonó. Era un mensaje de la morena "L, se que te dije que te apartaras pero no sabes cómo te necesito hoy, es el cumple de Kara, sabes? y la extraño más que nunca" El corazón se le encogió al chico. Su celular volvió a sonar "jaja que bella coincidencia, yo te escribí y al segundo recibo un msj tuyo, prácticamente preguntándome lo q te acabo de decir. Estamos conectados. Gracias, enserio muchas gracias x preocuparte x mi" Kara le respondió a Lena "cierto, estamos conectados ;) Por supuesto q me preocupo por ti, eres mi amiga Lena y te quiero mucho. Quisiera estar contigo para consolarte :3" al minuto de mandar el mensaje, su celular sonó. Era una llamada de su mamá, la cual ignoró. El celular volvió a sonar, esta vez con otro mensaje de la morena "Pues ven, digo si no es mucha molestia, me gustaría verte" El chico sonrió ante el mensaje de Kara y apresuró el paso a su casa.
Mientras tanto, Eliza estaba muy preocupada por su hija. Llamó a Eve y le contó lo que había pasado. Eve prometió localizarla y convencerla de dejar esa locura de decir la verdad. La rubia le avisó a Nia y salió en busca de su amiga.
"Ahí estaré Lee" respondió el chico. "Muchas gracias No puedo dejar de pensar q si yo no la hubiera citado eso día, ahorita estaríamos festejando su cumpleaños y todo estaría bien" Kara no soportó ese mensaje; ahí estaba su Lena, culpándose de nuevo por su muerte. "Lena! te he repetido que NO fue tu culpa. Por favor deja de decir eso, no tienes idea de lo q produces en mi, cuando dices eso" al segundo llegó la respuesta de la morena "Pero lo fue!" Kara sabía que no tenía caso discutir con Lena por mensajes, y aparte no quería hacerla enojar y que ella cambiará de opinión sobre verlo. Ya se daría cuenta Lena del porqué de sus palabras, cuando le dijera la verdad.
Ya estaba a una cuadra de la casa de Lena, cuando Eve lo interceptó. - ¡Kara! ¡Luka! –el chico volteó.
- Eve ¿qué haces aquí?.
- ¿Qué crees que hago aquí? Tu madre me dijo lo que piensas hacer ¿estás loca?.
- Loca no, cansada. Harta de que Lena esté así por mi culpa –dijo desesperado.
- Te entiendo, pero debes ser paciente. O al menos te hubieras despedido ¿no? De mí y de Nia. Porque estás consciente de lo que pasará ¿no?.
- Por supuesto que sé lo que pasará.
- ¿Y aun así lo harás? –Interrogó la rubia.
- ¿Tengo opción? – Gritó- ¡Mira! –dijo, mostrándole el celular a Eve– No sólo está triste, se culpa por mi muerte. Está tan deprimida que temo que cometa una tontería. Tú no entiendes. Ponte en mi lugar, ¿darías tu vida por la de Nia? –preguntó con seriedad.
- Por supuesto –dijo con seguridad– Pero no es lo mismo –quiso objetar.
- Claro que es lo mismo. Tú harías lo mismo que yo y punto.
- No, no es cierto –afirmó– Yo no haría algo tan egoísta – sentenció la rubia, mirándolo fijamente a los ojos.
- ¿Egoísta? ¿Cómo te atreves? Lo que estoy haciendo es todo, menos egoísta –afirmó, bastante enojado.
- ¿Enserio? Según tú, haces esto para que Lena sea feliz, pero ¿te has puesto a pensar en lo feliz que va a ser cuando te mueras frente a ella o cuando sepa que sólo dijiste la verdad por ella? si claro, lo bueno es que no quieres que se sienta culpable por tu muerte, pero no te importa el trauma que le vas a provocar -dijo con ironía la rubia y Kara quedó serio y callado– Olvídate de esta tontería, por favor Kara – dijo suplicante.
- Tienes razón Eve, nunca pensé en eso. Creo que será mejor que le escriba una carta diciéndole todo y tú se la des y le expliques todo –Eve se le quedó viendo.
- ¿Estás loca? ¡Es lo mismo! – lo regañó.
- Pero así no me verá morir –la rubia rodó los ojos.
- ¡Pero morirás! Y, escúchame bien Danvers o Ardeen o como te llames, ella jamás ¡jamás! te lo perdonará. Y estará igual o peor que ahora, sabiéndote muerta y culpándose por ello. Te lo advierto, tú sabrás lo que haces. –terminó de decir y se fue de ahí. Por el rostro del chico, sabía que eso lo había hecho entrar en razón.
Kara no pudo sacarse las palabras de la rubia de la cabeza, ya no estaba seguro de lo que haría, pero sabía que Lena lo esperaba, así que aun así fue a su casa. Tocó la puerta y Lilian le abrió.
- Buenas noches Lilian. Lena me dijo que viniera.
- Buenas noches hijo, pasa. – El chico entró a la casa– Me da gusto que alguien la haga hablar hoy. Sube, está en su habitación, pero mucho cuidado con lo que haces – dijo en broma.
- Por supuesto señora Luthor.
Kara subió al cuarto de la morena y tocó la puerta, y no hubo respuesta. – Lena, soy yo –dijo volviendo a tocar. A la morena le brillaron los ojos, abrió la puerta rápidamente y se le lanzó al chico, dándole un gran abrazo. Kara la dejó quedarse ahí, todo el tiempo que Lena quisiera. Después de unos minutos de estar abrazados en silencio, al fin se separaron. – No sabes cuánto te extrañé –se atrevió a confesar el chico.
- Yo también Luka. Ven, tenemos cosas de que hablar –dijo, tomándolo de la mano y haciendo que se siente en la cama. Hablaron por horas, poniéndose al corriente y bromeando. Se estaban divirtiendo y por ese momento, Lena dejó la tristeza a un lado. Ambos estaban evitando tocar el tema de Kara y su cumpleaños. Sin embargo, la morena miró el reloj y vio que ya eran las 11:30 pm. – Ya sólo queda media hora de su cumpleaños –comentó con nostalgia.
- Si – comentó simplemente Kara.
- Le preparé un número ¿sabes? –dijo con una sonrisa, pues no se lo había compartido a nadie.
- ¿Un número? –interrogó el chico.
- Sí, un número musical. Sé que es tonto, pero desde que se fue, casi todas las interpretaciones que hago en el Glee club son para ella, y hoy, el día de su cumpleaños no se podía quedar atrás –Kara tenía miles de sentimientos por dentro.
- No es una tontería Lee. Es hermoso – afirmó con brillo en los ojos, mientras la veía.
- Am ¿quieres, am quisieras escucharlo? –Preguntó con una mirada de niña pequeña.
- Claro que si –le contestó, sonriendo. Lena puso la pista y comenzó a cantar.
Feliz cumpleaños, felicidades en tu día amiga hermosa
Que Dios te bendiga y que reine la paz en ti
Te extraño y te amo y te mando abrazos donde quiera que estés...
La morena cantaba con su bella voz, estaba sintiendo muchas cosas, cerró los ojos pero las lágrimas lograban escapar. Kara no pudo contener las lágrimas tampoco. La canción terminó y el chico iba a decir algo, pero otra pista comenzó y la morena, tan concentrada como estaba continuó cantando, dejándose llevar. Kara se limitó a escuchar.
No quiero estar sin ti. Si tú no estás aquí me sobra el aire
No quiero estar así. Si tú no estás la gente se hace nadie
Si tú no estás aquí no sé qué diablos hago amándote
Si tú no estás aquí sabrás que Dios no va a entender por qué te vas
No quiero estar sin ti. Si tú no estás aquí me falta el sueño
No quiero andar así. Latiendo un corazón de amor sin dueño
No puedo estar sin ti. Si tú no estás aquí me quema el aire
Si tú no estás aquí no sé qué diablos hago amándote
Si tú no estás aquí sabrás que Dios no va a entender por qué te vas
Lena terminó la canción entre llanto y dolor. Kara no estaba mejor, sus ojos estaban inundados de lágrimas. La morena abrió los ojos y visualizó al chico llorando. Su corazón se conmocionó al verlo así. Lo vio levantarse y dirigirse a ella para darle un abrazo. Kara se mordió los labios para no decirle nada. Estuvieron así por varios minutos, llorando, dejando salir muchas cosas, hasta que se separaron. – Lo siento –dijo la morena.
- No tienes que sentir nada. Cielos Lena, eso fue... no hay palabras. Lo que produces en mí cuando cantas, y el hecho de que cantes con tanto sentimiento canciones para m...Kara. Odio verte así, llorando con tanto dolor por ella, pero, pero ya pronto terminará –Lena lo miró raro– Terminará la noche –agregó– Lo que quiero decir es que ya es tarde y será mejor que me vaya. Al menos que tú no te sientas bien y quieras que me quede. –Lena notó que no tuvo mucho sentido lo que el chico dijo, pero supuso que fue culpa de la situación lo que lo hizo hablar.
- No, no te preocupes. Tienes razón ya es tarde y creo que es mejor que esté a solas. Quiero un momento para descansar.
- Bien. Pues entonces me retiro.
- Te acompaño a la puerta.
Ambos salieron a la puerta de la casa. – Gracias por venir –le dijo la morena, dándole un abrazo.
- No hay problemas. Siempre que me necesites ahí estaré –dijo, tocándole el rostro con la mano derecha. A Lena pareció no importarle. Kara miró esos ojos Kritonita, aun llorosos, veía el dolor de su morena y por un momento perdió la cabeza– Lena yo, yo –estaba a punto de decirle la verdad, decirle 'Yo soy Kara', terminar con su sufrimiento, pero no podía, sabía que no debía hacerlo. Sin embargo, su plan B, tampoco era buena idea– Yo, yo te amo –dijo casi en un susurro y la besó.
Con el roce de los labios del chico, Lena cerró los ojos y se dejó llevar. El beso era tierno, pero con algo de pasión. La morena siente fuegos artificiales y aunque una parte de ella quiere seguir, otra parte de ella se asusta por sentir eso; sólo Kara le hizo sentir fuegos artificiales, sólo ella debe hacerla sentir así, no debería estar disfrutando de este beso. Rápidamente se separa del chico. – Ve, ve, vete por favor –dice la morena en modo suplicante.
- Lee, por favor. Lo siento, yo...
- Vete ¿sí? –lo interrumpe.
- Lee –la mira suplicante.
- ¡Largo Luka! –dice algo alterada. Escuchar ese nombre, fue la gota que derramó el vaso. Kara pensó que un beso le daría la respuesta a su morena.
- De acuerdo –dice triste y mirándola fijamente dice– Sólo quiero que sepas que te amo, que siempre te he amado y siempre te amaré... aun en la muerte –agrega y dándole un beso en la frente y se va. A Lena se le movieron muchas cosas con esas palabras; eso y el beso la tienen aturdida, y como puede sube a encerrarse en su cuarto.
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