Capítulo 03
Náusea, eso era todo lo que podía pensar Beomgyu, en la náusea y en la súplica muda de que esto no fuera real. Debía ser efecto del humo de la fiesta y el caos en ella que le había provocado esta horrible alucinación.
No daba crédito a todo lo que había pasado, a todo lo que ese chico había dicho. Luego de decirles todas esas locuras sobre hombres cambiantes bajo la luna llena y la certeza de que no serían otra cosa que víctimas de un juego perverso, en donde les darían caza y los violarían, un montón de dementes harían eso con ellos. No podía entender cómo era posible que si esos chicos que los mantenían prisioneros habían pasado por todo aquello parecieran tan conformes y, peor aún, ayudaban a sus captores a cometer tal aberración. Lo único que podía explicar tal comportamiento sería un síndrome de Estocolmo colectivo.
Su mente era un mar de caos, pensando en toda esta locura y como esto le había pasado a alguien como él, pensó en su familia, en lo angustiados que estarían cuando no supieran de él, pensó en su amigo Hueningkai, aunque lamentaba haber dejado convencerlo de ir en primer lugar, se sentía agradecido de que no estuviera cuando el caos se desató; sólo esperaba que estuviera bien.
No pudo evitar llorar, parecía lo único que podía hacer en su posición, luego de que les hubieran dicho aquello, volvieron a atarlos y los dejaron recostados en pequeñas camas rústicas antes que el efecto de la droga pasara.
No supo en qué momento se quedó dormido, lo único que sabía al despertar es que estaba decidido a no ser uno más de esos chicos conformes con lavado de cerebro.
Él no, Choi Beomgyu no se los dejaría fácil, y si había una oportunidad por mínima que fuera de escapar, él la tomaría.
Cuando ellos volvieron, fue para alimentarlos, todos a excepción de Beomgyu se negaron a consumirlos, sentía temor de que lo drogaran nuevamente pero necesitaba alimentarse y estar fuerte si quería tener energía para escapar. Decidió también que tenía que averiguar más cosas respecto a la ceremonia y reunir toda la información que pudiera resultar útil, pensó en lo que Jungwon les había dicho -les darían media hora de ventaja- esto asumiendo que fuera cierto, debía aprovecharse al máximo. Él era atlético, sabía cómo moverse en el bosque -agradecía enormemente las excursiones junto a sus hermanos y lo exigentes que habían sido siempre con él- no sería forzado en medio de la nada por un desconocido desquiciado.
Aprovechó el estar sin la mordaza en la boca y decidió arriesgarse a preguntar al chico que lo alimentaba.
—¿Cuál es tu nombre? —el chico levantó la vista al escuchar la pregunta, por un momento Beomgyu pensó que no respondería pero entonces sonrió.
—Mi nombre es Sunoo, sé que el tuyo es Beomgyu —el rubio al escuchar esto se alarmó.
—¿Cómo... cómo lo sabes?
—Tranquilo, lo sé por tus pertenencias —dijo con una sonrisa que pretendió ser tranquilizadora, Choi sólo asintió en comprensión.
—Pareces alguien agradable, tu... ¿hace cuánto tiempo estas aquí? —continúo en su busca de información.
—Hace casi cinco años, comprendo que para ti todo esto parece absurdo, aunque veo que te lo estas tomando mejor que los otros; las cosas aquí no son tan malas como te imaginas —respondió amablemente.
—¿De qué hablas? ¿Del hecho del secuestro o de ser ofrecidos para la violación? —Beomgyu no pretendía decir aquello así, debía mantener la calma a fin de obtener algunas respuestas, pero la frustración fue más grande y terminó por vencerlo.
Sunoo parecía un poco avergonzado, comprendía perfectamente el estado del rubio, pero también creía importante intentar hacerle ver que podría no ser tan malo.
—Comprendo cómo te sientes, yo pase por esto y mi reacción no era diferente a la tuya entonces, pero todo cambio después...
—¿Cómo puedes decir eso después que un desconocido te... —Un Sunoo sonrojado no lo dejó continuar.
—Realmente no fue así... él no me obligó, no realmente —dijo Sunoo más sonrojado aún— fue algo muy intenso... yo... no puedo explicarlo.
—No entiendo realmente cómo puedes decir algo así, ¿qué hay de tu vida de antes, tu familia?
—Tengo una familia propia ahora, pero mis padres saben que estoy bien; no me mires sorprendido, las cosas no son como tú piensas.
Beomgyu pensó que ese chico debía estar enfermo realmente y sintió compasión por él. Decidió que hacerlos cambiar de opinión en definitiva no era una opción y lo mejor sería obtener información sobre el área y las condiciones que se establecerían en el ritual, sobre todo en lo concerniente a la supuesta oportunidad de obtener su libertad.
—Y ¿cómo será? esta noche, ¿realmente tendremos una oportunidad?
—¿Hablas de ganar tu libertad? —Beomgyu asintió expectante— sí, la tendrán, per...
—No le ilusiones Kim, sabes que es imposible que alguien lo logre —interrumpió un chico delgado y rubio, que lo miraba fríamente.
—Niki, lo pueden lograr si tal vez...
—Sabes también como yo que no hay posibilidad contra ellos, son más rápidos, tienen otras habilidades, sin contar que están en su campo, lo mejor para él es aconsejarle que se haga notar con los candidatos adecuados...
—Niki no...
—Sé que piensas igual que yo, lo has visto ¿no? —se acercó y tomó a Beomgyu de la mandíbula— es demasiado bonito para su propio bien, y se ve muy frágil, sabes también como yo que él intentará...
—¡Niki basta! —lo cortó Sunoo al fin—no tienes por qué decirle...
—No Kim, no todos los machos son iguales y lo sabes, ellos deben saber, en especial él —señalaba a Beomgyu quien permanecía atento al intercambio con la incertidumbre creciendo en su interior.
—¿Qué debo saber? vamos, maldita sea solo díganlo. —Preguntó Beomgyu mirando a uno y a otro en espera de respuestas.
—Será mejor que Jungwon hable contigo Beomgyu, él te explicará —contestó Sunoo al fin dándole una seria mirada a Niki.
Luego de poner la mordaza en su lugar, salieron y dejaron a Beomgyu con la mente hecha líos, y el miedo que hasta ahora había logrado mantener a raya amenazaba con invadirlo y ahogarlo por completo.
Después de lo que pareció una eternidad para Beomgyu, miró a Jungwon entrar al lugar, su ansiedad creció, necesitaba saber qué era eso de lo que había hablado Ren y ¿que tenía él que lo hiciera especial?
Jungwon se dirigió al centro entre los camastros y habló con voz fuerte para poder ser escuchado por todos ahí.
—Esta noche como se les informó antes, será el ritual de la Luna —se escucharon quejas amortiguadas por las mordazas y los chicos renovaron esfuerzos por liberar sus amarres—. Por favor mantengan la calma, solo conseguirán dañarse de esa forma.
»Antes que eso pase, vendrán a observarlos, no se asusten, no los tocarán, solo los verán. Debo decirles que hay posibilidad de que más de uno compita por alguno de ustedes, confío en que el adecuado gane y merezca el reclamo. —Luego de decirles esto Jungwon tomó un profundo respiro y continúo—: Imagino que quieren escuchar sobre su oportunidad de libertad y voy a explicarles más sobre ello también. Como se los había mencionado tendrán una ventaja de tiempo, además de la indicación de hacía dónde deben marchar, sé que piensan que es un mero truco, pero les aseguro que no, el rumbo y el tiempo de ventaja son dados; si alguno de ustedes logra llegar al lugar, la libertad es suya. Ahora bien, también serán dotados de dos herramientas que podrán elegir las que crean adecuadas. Sus guardianes les explicarán más, sé que tienen dudas y muchas, ellos las aclararán. Por favor aliméntense, manténganse fuertes.
Y sin más Jungwon salió dejando a todos más inquietos aún y a un Beomgyu con más preguntas que respuestas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top