22
La vida de Reaper había sido un suceso de éxitos tras éxitos. El primogénito y heredero principal de un gran imperio corporativo del país, sin duda tenía su vida asegurada.
Desde muy joven, Reaper demostró tener un dominio extraordinario sobre otras personas y un talento natural para los negocios, sabia muy bien como conseguir lo que quería. Pronto se haría de un nombre propio en el competitivo y feroz mundo de los negocios.
Conocido por el medio por ser extremadamente cruel y despiadado al momento de lograr sus objetivos, no dudaba en acabar con aquellas pequeñas empresas que se negaran a él u obstruyeran su camino. Nada parecía detenerlo, pronto se volvió en un empresario mucho más formidable que su propio padre y puso el nombre de su familia en los ojos del mundo.
El hermano menor de Reaper era contrariamente a él, sus tácticas de negocios eran más sutiles, trataba siempre de ser un mediador y llegar a un acuerdo que convenga a ambas partes por igual, su pasividad y compasión era algo que simplemente Reaper no podía soportar. Ambos hermanos tenían formas contrarias de tratar sus negocios, por ello cada quien trabajaba por su cuenta, si bien casi nunca coincidían, respetaban las decisiones del otro y nunca intervenían a menos que sea necesario.
A la edad de 22 años, Reaper había logrado amasar una fortuna mucho mayor que la de toda su familia, tenía una gran influencia en el ámbito comercial y político (aunque este último nunca le llamo la atención), importantes decisiones eran tomadas en base a sus intereses.
Fue en una fiesta a la que asistió solo por puro protocolo que conoció a alguien que cambio su forma cruel y fría de ver el mundo, su nombre era Toriel, una hermosa y elegante mujer de cabellos platinados y la más encantadora sonrisa que vio en su vida. Fue amor a primera vista.
Toriel era la ex esposa del actual líder político con mayor influencia en el país, Reaper inmediatamente se acercó a ella con la intención de ofrecerle su “apoyo”, gesto que no fue bien recibido, impresionando mucho más al joven empresario que vio en aquella mujer el temple y gallardía nunca antes visto en ningún hombre.
Los encuentros “casuales” en distintos eventos públicos de ambos individuos se hicieron mucho más seguidos, aquella mujer no era tonta, tenía muchos más años y mucha más experiencia en ese medio que su joven pretendiente.
Con el tiempo Reaper se percató que no lograría nada a menos que fuera directo y honesto, y aunque fue totalmente rechazado, con el pasar de los días se volvieron muy buenos amigos. Reaper amaba el tiempo que pasaba con ella, no solo su belleza lo tenía cautivado, sino también su gran inteligencia y elocuencia, podía pasar horas y horas escuchándola hablar, cada día la amaba más y más.
Pero el destino le arrebato cruelmente a aquella bella mujer que apenas tenía 45 primaveras, su brutal asesinato conmocionó a todo el medio político, la policía mostro su incompetencia catalogando el caso como “sin resolver”, pero eso no calmaría la ira de Reaper que usando todos los medios a su disposición, no se detuvo hasta dar con el asesino de su amada.
Y la verdad salió a la luz, fue la mano de su propia hija la que le arrebato la vida a quien con su sola presencia hacia latir el alma de Reaper como nadie nunca antes lo había hecho. Nada podía calmar su pena. A la edad de 25 años Reaper ya conocía el dolor de un corazón roto.
El dolor de la perdida calo muy hondo en él y guiado por su pesar tomo una decisión “No tener hijos. NUNCA”. Una sencilla operación hizo su deseo realidad.
El tiempo transcurrió sin mayores percances. Un día, mientras veía unos negocios a solicitud de su hermano menos, alguien llamó su atención, un joven e insignificante muchacho, un pueblerino de poco hablar, su rostro era sencillo y sin ninguna facción que sobresalte, sus ropas simples y sin ningún adorno lo hacían sobresalir en ese entorno lleno de personas que buscaban su atención con sus falsas sonrisas.
Reaper lo observaba muy detenidamente todo el tiempo y le molestaba mucho que su presencia siempre fuera ignorada - ¡¿Cómo se atreve a ignorarme ese insignificante mocoso?! ¿¡Acaso no sabe quién soy!? – Se decía a si mismo constantemente, nadie nunca se había atrevido a no prestarle atención, a no tratarlo como un dios.
Qué mejor que el contacto directo para hacerse notar y nada era más directo que una palmada en las pompas, algo que aquel joven respondió con una sonora y fuerte bofetada.
Geno fue obligado por sus superiores a disculparse, Reaper se mostraba feliz, ahora tenía la atención de ese muchacho, pero las cosas no salieron tan bien como el imagino, el muchacho de pronto desapareció de su vista, día tras día iba sin ninguna razón a esa pequeña empresa y nunca daba con ese chico, estaba siendo evadido de una forma tan magistral que él mismo se quedó impresionado - ¿Quieres jugar al gato y al ratón? Pues bien… prepárate ratoncito.
Y así la cacería empezó, poco a poco logro encontrar sus escondites, y cada vez que lo veía no dudaba en tocar sin ningún permiso su cuerpo y en presencia de todos, adoraba ver en su rostro esa confusión de no saber qué hacer. Al fin algo que lo sacaba de su rutinaria vida.
Nunca planeo hacer aquello, nunca fue su intención ir más lejos que simples roces, se detendría a la más mínima señal, pero cuando esta señal fue hecha… él ya no podía detenerse, siendo el escritorio el único testigo de su desenfrenado lívido sobre aquel joven muchacho.
Reaper tuvo que partir después de hacer suyo a su joven presa, ya no tenía sentido seguir persiguiéndolo, ya lo había devorado, pero, con el paso de los días aquel recuerdo se hacía más y más fuerte, hasta el punto que era en lo único que podía pensar. Sin embargo, cuando regreso a buscarlo, ese muchacho ya no estaba, al parecer la cacería comenzaba otra vez.
Busco y busco sin descanso, era la primera vez que se esforzaba en algo así, hubiera sido mucho más sencillo si usaba los medios a su disposición para encontrarlo, pero eso no era divertido, él era el depredador en busca de su presa, la dificultad lo hacía más interesante. Pero, por más que busco no daba con él, había desaparecido por completo.
Una noche decido ahogar sus penas en un pequeño bar, estaba tan decepcionado de sí mismo por no haber atrapado a un simple ratoncito, pero su suerte estaría por cambiar, a su lado un hombre de elegante vestir pero con una actitud totalmente prepotente fanfarroneaba de sus ardientes encuentros carnales con los que él llamaba “pececillos” y entre las muchas fotos que mostraba como prueba de su hombría, un rostro llamo su atención.
Reaper: Te encontré… ratoncillo.
Como amo volver a ver en aquellos ojos la incertidumbre, la confusión y el miedo por ser devorado día tras día, no dudo ni un minuto en usar la poca información que logro encontrar de él para tenerlo a su disposición. Pero algo no lo dejaba tranquilo y era el saber que había otros que mordían a su presa.
Investigando un poco más se encontró con algo que le llamo la atención y no de buena manera, que un prostituto visite consecutivamente un centro médico no podía ser nada bueno y por primera vez sintió pánico por haberse confiado. Inmediatamente se realizó todos los chequeos médicos habidos y por haber, no tenía nada, sea lo que sea que padeciera su lindo ratoncito de campo no era contagioso ¿Pero qué podría ser?
La respuesta no tardó en llegar a sus manos “cáncer” una enfermedad que sin duda conocía muy bien, era la misma enfermedad que se llevó a su padre hace años.
Decidido a no dejarlo ir, le hizo una oferta que sabía muy bien no podría rechazar y si lo hacía, estaba dispuesto a obligarlo a cambiar de parecer.
Y así fue como ese ratoncito de campo se mudó a una bonica casa en la ciudad con sus dos hermanos menores, curiosa familia en realidad. Obviamente Reaper no vivía con ellos, al menos no al principio, después poco a poco fue haciendo sus estancias más prolongadas.
La convivencia no fue fácil, el hermano del medio no era para nada colaborador, era más como un parasito, no quería hacer absolutamente nada, no servía más que para romper todo a su alcance. Cada vez que se veían no podía faltar una discusión, le había prometido a Geno no decir nada de su enfermedad, pero las ganas no le faltaban al ver la hostilidad sin ningún motivo que ese muchacho de tez oscura le daba.
Geno le confió algo muy triste a Reaper, un evento que paso cuando su hermano menor era un poco más joven, como tratando de excusar su infantil comportamiento, y también le solicito investigar sobre dichos eventos, quería saber la verdad, quería saber que había pasado con su hermano y aquel sujeto con el que lo encontró en la cama una vez. Lo que encontró lo dejo sin palabras, era más de lo que Geno podría soportar y por ello oculto gran parte de los hechos, la verdad podría ser fatal para alguien en pleno tratamiento de quimioterapia.
Reaper recibió la inesperada visita de su hermano menor, no eran realmente unidos, pero tampoco era que se odiaran, simplemente cada uno prefería darle su espacio al otro. Reaper vio con algo de incredulidad como el rostro de su hermano se emocionó al ver al pequeño Fresh, no entendía el porqué de ello.
En un lugar privado, ambos hermanos hablaron del pasado, presente y futuro, el menor de los hermanos toco un tema que Reaper nunca había pensado “herederos”
Death!Papyrus: ¿Ese niño es tu hijo?
Reaper: ¡Claro que no!
Death!Papyrus: Oh… Por un momento creí que tenía un sobrino…
Reaper: No tengo ningún interés en ter hijos, creí ya habértelo dicho.
Death!Papyrus: ¿No has pensado que deberías tener uno? Ya no eres tan joven y seria bueno que formaras una familia.
Reaper: Ya te dije que no me interesa, además, estoy seguro que tú me darás maravillosos sobrinos.
Death!Papyrus: No puedo tener hijos.
Reaper: Espera ¿Qué?
Death!Papyrus: Hermano… ¿Qué será de la empresa cuando nosotros ya no estemos?
Reaper: No entiendo que tiene eso que ver con-
Death!Papyrus: Lo que quiero decir es que qué será de la empresa que ha estado en nuestra familia por generaciones cuando nosotros ya no podamos hacernos cargo de ella… dejaremos que esa herencia familiar pase a manos de extraños que posiblemente lo vendan en partes hasta que ya no quede nada… ¿De que serviría todo lo que hemos trabajado?
Reaper: . . . .
Death!Papyrus: ¿Realmente nunca pensaste en ello?
Reaper: No realmente.
Y era verdad, Reaper nunca pensó en ello, el resto de charla se volvió verdaderamente incómoda para ambos.
De regreso a su hogar Reaper pensó en ello, al principio trato de no darle mucha importancia, es decir, no era que se fuera a morir mañana, pero… con el pasar de los días se percató que realmente era un tema importante y requería su atención, él ya había decidido no tener hijos, en verdad la idea de ser padre no le emocionaba en lo más mínimo, no había conocido a la persona que despertara en el aquel deseo.
El pequeño Fresh demostró ser muy maduro para su edad, solo había un problema, Error. Lo ideal sería separarlos, solo así aquel niño podría liberar su verdadero potencial, y de pronto Reaper se vio a si mismo pensando en ese niño como si fuera su hijo, no era difícil encariñarse con Fresh, responsable, lleno de energía, astuto, y siempre con una gran sonrisa, características necesarias para sobrevivir en este mundo tan competitivo, con un poco de ayuda podría formarlo para convertirlo en un exitoso hombre de negocios.
Era tiempo de su preparación, Reaper inscribió a Fresh en clases extracurriculares, contrato a tutores para acelerar su preparación, tenía la intención de enviarlo a estudiar al extranjero, Geno no podía negarse, esto aseguraría el futuro de su hermano, lo siguiente era encargarse de Error.
Reaper no tenía ninguna mala intención con respecto a Error, conocía muy bien sus historia, investigo a fondo todo acerca de él y de Ink, sabía muy bien que Ink había dado a luz a un hijo de Error y que este estaba siendo criado por el hermano mayor de Ink, y también sabia del hijo que en secreto Error trajo al mundo cuando apenas tenía 13 años, producto de la relación clandestina que mantuvo con Ink.
Geno había sido internado para que siguiera el tratamiento de quimioterapia con todas las atenciones necesarias, solo estaría hospitalizado un par de días, aprovechando que Fresh fue a la escuela, Reaper hablaría con Error, quería convencerlo de que se dejara internar en un centro psiquiátrico, realmente quería ayudarlo, no tenía nada en contra suyo, realmente quería ayudar a esos hermanos, lo quería hacer por Geno.
Error salía de la ducha, solo tenía puesto un bóxer al ir a la cocina, pensaba tomar algo de agua y volver a encerrarse a encerrarse en su habitación, Reaper lo esperaba en la sala, Error sabía muy bien cómo sacarlo de sus casillas, así que decidió ir directo al grano, no tenía planeado hablar absolutamente nada sobre la condición de su hermano, y no sabía si Error quería saber algo sobre el niño que sin piedad abandono moribundo en el hospital.
Reaper: Error, necesito hablar contigo.
Error: . . .
Reaper: Ven aquí ahora. No estoy bromeando.
Error: ¿Y qué puede querer de mí el amante de mi hermano?
Reaper: Sinceramente tu comportamiento me harta, no estoy aquí para soportar las malcriadeces de un muchacho insolente y malagradecido como tú.
Error. ¿Qué se supone que deba agradecer?
Al parecer la idea de una plática calmada y tranquila se fue por la borda, al poco rato ambos ya estaban dando gritos uno al otro, Reaper estaba harto, realmente harto, y en medio de toda es discusión le dio un puñetazo en la cara al menor, haciendo que este cayera al suelo, inmediatamente se colocó sobre él y sujeto firmemente tus manos.
Reaper: ¡Escúchame maldito mocoso malcriado! ¡No creas que no sé de qué eres capaz! ¡Eres un maldito mocoso insolente que no sabe la suerte que tiene! ¡Vives de lo mejor sin hacer nada! ¡¿Acaso piensas vivir como paracito dependiendo de tus hermanos?!
Error: ¡Suéltame!
Reaper: ¡Cállate imbécil! ¡Ya tienes 17! ¡A tu edad ya dirigía la empresa de mi padre sin problemas! ¡Que piensas hacer con tu vida!
Error: ¡¡¡Qué te importa!!!
Reaper: ¡A Geno le importa! ¡A Fresh le importa! ¡Eres un obstáculo para ambos!
Error: Entonces me largare y asunto arreglado.
Reaper: ¿Cómo cuando te escapaste la primera vez? ¿Quieres que tus hermanos corran a buscarte? ¿Tienes idea por lo que está pasando Geno? ¿Tienes siquiera una remota idea de lo que se sacrificaba tu hermano para que un bastardo como tú tenga algo que comer?
Error: ¿Y tú qué sabes de mi hermano?
Reaper: ¡No! ¡El que no sabe nada eres tú! ¡Geno trabajaba sin descanso, sacrificando su salud! ¡Tu hermano estaba dispuesto a dejarse morir!
Error: Q-qué quieres decir… con eso… ¿?
Reaper: *Soltando a Error* Tiene cáncer…
Error: No……
Reaper: Ahora mismo está en el hospital… se está tratando, pero…
Error: Mi hermano se muere…
Reaper: Hay algo más que debo decirte… Sé muy bien que hacías aquí cuando te escapaste…
Error: *A punto de llorar*
Reaper: El niño que abandonaste sin ninguna consideración… Lo encontré, se encuentra en un orfanato… es un niño saludable.
Error: *Llorando* Gracias a dios… *Llorando en posición fetal*
Esta reacción sorprendió en gran medida a Reaper, no esperaba que Error sintiera aprecio por ese niño, siempre creyó que su intención era abandonarlo, pero al parecer había más cosas que él no sabía ni sus investigadores.
Realmente Reaper se sentía mal por hacer llorar de esa forma a ese muchacho, tal vez , ahora podrían hablar con más calma, se quitó su saco y cubrió a Error con ella, procedió a acomodarse la ropa, todo ese forcejeo había hecho que su aspecto impecable fuera un desastre, esperaría hasta que Error se calmara solo para hablar con él referente a su hijo y que le explicase su versión de todo lo ocurrido con Ink, pero, justo cuando estaba acomodando su camisa dentro de su pantalón la puerta detrás suyo es abierta, de ella ingresa una pequeña silueta que lo mira con un odio nunca antes visto.
Fresh: Sucio pecador.
Reaper: Maldición…
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