Ink dormía plácidamente en su cama, la mudanza había sido brutal y estaba totalmente agotado, de pronto pudo sentir en su rosto la frialdad de aquel líquido que sin piedad fue echado sobre él.

Paint: ¡¿Hasta qué hora planeas dormir?! ¡Tienes que encontrar trabajo! ¡Ni creas que voy a mantenerte!

Ink: ¡¡¡Estás loco!!! ¡¡¡Pudiste haberme matado del susto!!!

Paint: Ya quisiera. Levántate de una vez que el desayuno ya está listo.

Ink: Ya voy “mamá”

Paint: Déjate de mierdas y levántate de una vez. Aún tengo que llevar a Paper Jam a la escuela y no tengo tiempo para cuidar de un irresponsable como tú.

Ink: Ok, ok. Ya me levanto.

Aun con las fuerzas en contra, Ink se levantó y alisto, ya cuando bajo a desayunar su hermano y sobrino ya se habían ido, desayunar solo no era algo nuevo, siempre había sido así y sinceramente prefería eso que el silencio incomodo que siempre existía al lado de su hermano.

El desayuno acabo pronto, la verdad no tenía mucha hambre, tomo sus documentos y los acomodo en su maletín, era hora de ir a buscar trabajo.

Las empresas grandes en ese pueblo podían ser contadas fácilmente con los dedos de sus manos, y una a una vio como estas le cerraban la puerta en la cara por estar “sobre calificado”, pero que tontería, ahora resultaba que su impecable currículo, sus cartas de recomendación y su excelente trayectoria como ingeniero ambiental hacían que fuera incontratable.

Cansado ya de todo eso, se arrepentía profundamente de haber tenido que dejar su prometedor puesto en una de las más prestigiosas empresas petroleras marítimas de todo el país, abandonar su grandiosa vida en el extranjero y tener que decir adiós a su prometedora carrera en asenso para regresar a ese pueblo al que se prometió nunca más volver.

Recordar todo eso no hacía más que deprimirlo más de lo que ya estaba, de camino a su última entrevista ese día pasó por una chocolatería, el olor que emanaba de dicho lugar era delicioso, estaba tentado a entrar pero al ver la hora se percató que se le hacía tarde, así que aceleró el paso para llegar a tiempo, prometiéndose a sí mismo que en cuanto consiguiera un trabajo volvería para curiosear ese lugar.

Llegar tarde a una entrevista de trabajo no da muy buena impresión, sobre todo si esta es la más grande de todo ese desolado pueblo y la única que en realidad podría desempeñar todo talento, pero tampoco estaba muy animado que digamos.

Una hermosa recepcionista le muestra la zona de espera – Muchas gracias – Alcanzo a decir Ink mientras tomaba asiento, el lugar no se veía nada mal, en realidad era una empresa muy prestigiosa encargada de importación de productos químicos y farmacéuticos, sin duda podría trabajar a gusto en ese lugar.

Nuevamente aquella bella recepcionista se presenta ante él, esta vez para llevarlo a la oficina donde lo esperaba el encargado de recursos humanos para entrevistarlo.

Y que pequeño es el mundo y tan mala su suerte, ya que al entrar a dicho lugar, quien estaba sentado frente a él era ni más ni menos una de las razones por las que tuvo que dejar el pueblo y no volver más… su compañero de universidad y ex novio.

Ink: ¿G-Geno?

Geno: Hola Ink. Francamente espere nunca volver a verte.

Ink: Mierda…