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Taehyung
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Después de darme una ducha y no saber que hacer mientras miraba a través de las ventanas, me decidí a salir de la habitación, era demasiado temprano, pero ya no tenía sueño, había dormido lo suficiente desde el día anterior. Salí aún con mi ropa de dormir, que consistía en un conjunto a cuadros unas dos tallas más grande que la mía. El pasillo a mi habitación estaba angosto pero agradecía que daba a la cocina porque fue a donde me dirigí, tenía mucha sed y no sabía si podía tomar agua, el departamento no era mío y no había pedido permisos.
Bostece entrando a la cocina por primer vez paseando mis ojos por todos lados.
—Esto está sucio.
Dije pasando el dedo por la isla sintiendo el polvo. Fruncí el ceño viendo los trastes sucios, el cereal abierto, abrí el refrigerador que estaba desordenado y suspiré sonriendo de lado. Me pondría manos a la obra durante el día. Sin poder contenerme tomé un vaso y me acerqué para servirme un poco de agua, me recargue en la encimera llevándolo a mi labios y de pronto ví a alguien entrando a la cocina, yo no sé que me pasó pero me atoré con el agua y empecé a toser dejando el vaso de lado mientras me encorvaba un poco sin poder detener la tos.
— Taehyung ¿Qué pasó? Oh por dios, respira bien te me vas a morir.
Pude escuchar la voz preocupada de Seokjin mientras se acercaba a mi con rapidez y me daba golpecitos en la espalda, tosí y tosí hasta que sentí que me iba a vomitar, cuando me detuve estaba rojo y sin fuerzas, maldito trago de agua estúpido.
—Estoy bien, señor. Solo que... Me asusto es que tome algo sin pedirlo de su cocina.
¡Y no puede entrar vestido así! Es que había entrado mientras se abotonaba la camisa de manga color blanco y aún podía verlo en cámara lenta reproducirse en mi mente, me preguntaba que de bueno había hecho en mi otra vida para tener el privilegio de ver semejante cosa.
—Tu no te preocupes por eso, todo lo de esta cocina puedes tomarlo. Estás viviendo con nosotros, no hay ningún problema.
Dijo lavando sus manos antes de comenzar a sacar cosas del refrigerador para meterlas al microondas.
—¿Qué hace?
—El desayuno y almuerzo de YangMe, está arriba alistando su mochila. En un momento baja.
—¿Le va a dar eso?
Dije haciendo una mueca al verlo abrir nuggets congelados para meterlos a calentar, sus manos se detuvieron y me miró, yo me quedé observando como sus labios se abultaron en algo que parecía ser un puchero involuntario, se había ofendido.
—¿Que tiene de malo? Le pongo estos en su almuerzo para la escuela.
—Sinceramente yo no me los comería.
Reí acercándome a quitarlos de sus manos para guardarlos donde estaban antes. El refrigerador tenía mucha comida congelada, que no se veía para nada sana.
—A ella le gustan, además de que no me tardo mucho y le dejo su almuerzo listo antes de irme.
—Por suerte estoy yo aquí. ¿Qué le parece si va por los pequeños mientras les preparó unos hotcakes y yo me encargo del almuerzo de YangMe después? Vaya, vaya.
Aplaudí dedicándole una sonrisa mientras lo veía salir inseguro de la cocina. Busque los ingredientes en la alacena y por suerte si tenía lo necesario, la despensa estaba bien, solo que estaban las cosas por ningún lado y entendía que era más fácil calentar a cocinar, más cuando tienes dos hijos y los cuidas solo. Me dediqué a hacer la mezcla y mientras lo había escuché paso apresurados, de pronto un bulto rosa entraba directo hacia mi para abrazarme de la cintura.
—¡Buenos días, Tae!
—Buenos días, pequeña.
Le sonreí sin poder hacer más ya que traía las manos ocupadas, con saltitos llegó hasta una silla alta, la cual trepó y se sentó sin dejar de mirarme.
—Me gusta verte en mi casa, las niñeras llegaba antes de que mi papá se fuera a trabajar y nada más me llevaban a la escuela y me recogían. Pero tú si vas a jugar conmigo ¿Verdad? ¡Estás cocinando para nosotros! ¿Si ya vives aquí eres de mi familia, como un hermano mayor?
La pequeña hablaba mucho y me daba mucha ternura como soltaba tantas cosas, pero lo que más me hacía feliz era saber que estaba ahora para ella y que la cuidaría muy bien.
—Tu y yo nos vamos a divertir mucho, te lo aseguro. Soy alguien parecido a una niñera, solo que vivo en tu casa. Te prometo que jugaremos mucho ¿Te parece?
—¡Si!
Sonrió alegre y yo desvíe mi vista cuando Seokjin entró con el bebito adormilado en sus brazos y lo sentó en su sillita para comer.
—¿Te ayudo en algo, Taehyung?
—Si quiere puede ayudarme a picar fruta en lo que hago esto.
Tomé la sartén más grande poniéndola en el fuego y me dediqué a hacer tres rueditas con la mezcla, el olor y el ruido de fondo era muy agradable, el sonido que hacía el cuchillo al golpear con la madera por los cortes y las risitas que YangMe lograba sacar de su hermanito.
Cuando terminé con una pila de hotcakes en un plato, los puse en el centro de la isla con una sonrisa satisfecha viendo cómo en la mesa había jarabes para ponerles.
—¡Gracias!
YangMe y su padre dijeron al mismo tiempo tomando uno para ponerlo en su plato, se veían tan felices que yo no podía dejar de apreciar lo genuinos y parecidos que eran en sus reacciones.
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Perdón por tardarme, tuve que hacer unas tareas y no puede escribir seguido del anterior, pero aquí está ^^
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