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A las siete en punto, ni un minutos más, ni un minuto menos, Min Yoongi tocó el timbre de casa. El castaño sabía quién sería cuando miro el reloj en la pared.
— ¡YongMin! —Gritó y después se tapó la boca viendo al bebito de ojos abiertos frente a él. —Ay perdón, mi vida. Me equivoqué... ¡Kim YangMe!
Su niña bajó la escaleras con una enorme sonrisa para después correr a la puerta, el timbre seguía sonando una y otra vez.
—¡Tío Yoonie! ¡Tío Yoonie!
Dió saltitos abriendo la puerta y se tiró a los brazos de Min quien la cargo con un brazo más que feliz, en el otro traía lo que parecía ser ropa.
—Hola, mi tesoro. ¡Pero que bonita estás hoy! Toda una Min definitivamente. —La bajó después de dejarle un beso en la frente para acercarse a cargar a Minnie quien estaba igual de emocionado que su hermana. —¿Cómo está el bebito más lindo de todo el mundo?
Cuando Yoongi sintió la mirada de Taehyung sobre él, tosió un poco para aclararse la garganta.
»Hey...
—Hola, Yoongi Hyung. —Taehyung se contuvo de reír, es que ese hombre se volvía un blando cuando de sus sobrinos se trataba.
—Seokjin me hizo traerte está mierda. —Dijo extendiéndole lo que venía cargando y el menor lo tomo dudoso, sus ojos abriéndose cuando miro de lo que se trataba.
—Esto... ¡Oh por dios! No puedo aceptarlo es-
—Sí, Gucci. Que no te sorprenda, seguro ya viste que YangMe tiene bolsos Chanel y otras cosas así.
—Es diferente.
— Aprovéchate un poco, hombre. No sé si no has caído en cuenta, pero Seokjin tiene un excelente trabajo, esto no es nada para él.
—Yo no lo quiero por eso, no puedo aceptarlo.
—Son solo marcas, Taehyung. Es irrelevante, tómalo que no lo he venido cargando para nada, a las 9 en este lugar. —Dijo pasándole una tarjeta. —Bueno, me llevo a los niños.
Después de buscar con su mirada tomó la mochila de YangMe y la pañalera de YongMin para darse la vuelta.
—No han dado su cena, no les des grasa, de preferencia que no sea algo pesado, les gustan las verduras puede ser algo con eso y no toman café, aunque te pida Yangie no le des. —Dijo Taehyung acompañándolos a la salida.
—Relájate un poco, Kim.
—Nos vemos más tarde, bebés. Les voy a extrañar. —Hizo puchero para después dejar un beso en sus mejillas.
—Diviértete con papá y no seas duro con él. Yo quiero que estén juntos.
—No te prometo nada. —Bromeó con la menor mientras les despedía con la mano y no tardó en escuchar el llanto de Minnie cuando supo que se iban sin su Ba-ba. Su corazón se hizo chiquito y se metió rápido a casa porque si lo seguía viendo iba a llorar más.
Tomando lo que le habían traído se encaminó a su habitación para darse una ducha completa, no sabía que iba a pasar pero deseaba estar prevenido por cualquier cosa. Se tomó su tiempo alistándose y entre más pasaban los minutos más le dolía la pancita de nervios. Sus manos sudaban cuando tecleaba en el elevador para bajar, dónde alguien esperaba por él, supo reconocerlo, era el chófer de Namjoon.
Incluso en el camino su pierna se mantenía en movimiento y sus manos no podían estar quietas, jamás había vivido una experiencia parecida y no sabía a qué emoción hacerle más caso porque estaba sintiendo demasiado.
Cuando el auto se detuvo juro que se iba a vomitar y es que era Kim Seokjin quien estaba haciendo todo eso, era ese hombre con el que estaba a punto de encontrarse. No era cualquiera, no era menos, era él y no podían culparlo por sentirse así.
Su pasos fueron lentos mientras sentía la agradable tela rozar su piel a cada paso que daba, se detuvo en recepción y suspiró, por un momento olvidándose del inglés que sabía.
—Kim Seokjin. —Logró decir a la señorita quien asintió y le indicó el camino, siguió los pasos hasta que ella se detuvo indicándole donde estaba.
No se movió, miró aquel hombre que se encontraba de espaldas a él con una mano en el bolsillo de su pantalón mientras contemplaba la agradable vista de enormes edificios con luces encendidas, le contemplo en silencio viendo cómo el aire del balcón donde se encontraba movía su cabello. Y es que joder, joder, cuando sus ojos se detuvieron en aquellos hombros anchos y quiso trepar sobre aquel hombre. Su saco se mecía suave al igual que su cabello y como si supiera que estaban admirando su belleza se dió la vuelta entregándole la sonrisa más bonita que jamás había visto, en sus ojos el momento fué en cámara lenta. Sintió sus piernas débiles cuando se comenzó a acercar a él y el mayor no fue disimulado en darle una repasada de arriba a abajo.
—Hola.
—Hola. —Dijo el castaño despacio cerrando sus ojos para recibir aquel beso en su mejilla.
—Taehyungie, de verdad eres el hombre más guapo que he conocido.
—Me envió un traje costoso y se olvidó de los zapatos también. —Reprochó haciendo al mayor sonreír en grande. —Tuve que ponerme los míos que al lado de esto no valen nada.
—Pero tienes buen gusto, te ves increíble.
—No lo vuelva a hacer, por favor. Es demasiado y no me gustan este tipo de regalos.
—¿Nos sentamos? —El mayor se puso una mano en la espalda y le indicó su mesa, cuando estuvieron en el balcón recorrió su silla y Taehyung se sentó avergonzado.
—Seokjin... —Bajó su mirada jugando con el mantel y cuando la subió sabiendo que tenía toda la atención del mayor, habló. — Gracias.
—Jamás en la vida me agradezcas por amarte. —Sus ojos se encontraron y el menor asintió despacio. —¿Qué te gustaría del menú?
Taehyung se tragó el nudo que se había formado en su garganta después de escucharle y es que no podía evitar ponerse sensible cuando alguien le estaba tratando así, tomó el menú frente a él para leerlo y pronto un dedo acarició la esquina de su ojo llevándose una lágrima consigo.
»Arruinaras tu maquillaje, cariño. Tengamos una linda noche ¿Si?
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Holi bluemingcloud no me extrañes, aquí estoy 🤭
Ya que ví tu comentario mientras estaba despierta, decidí subir esta parte. Gracias por leerme!!! Love U ❤️
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