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"Nam's House"
Namjoon salió de la habitación de su hijo pasadas las tres de la madrugada y se encontró a su AuPair sentado frente a la puerta, el menor de inmediato se levantó al verlo salir, el de cabello morado vió los ojos rojos e hinchados de Jungkook.
— Lo siento. —Comenzó a murmularle una y otra vez en un hilo de voz.
El mayor negó mirando hacia otro lado, no se sentía capaz de hablar. Incluso cuando después de lo que pasó y Seokjin arribó a casa, no dijo ni una palabra. Solo se había limitado a estar con su hijo, horas más tarde y en el mismo silencio su mejor amigo se había ido. Ahora que veía a Jeon frente a él, tampoco quería decir nada así que pasó por su lado arrastrando sus pasos, minutos antes no había querido soltar a su hijo pero ahora necesitaba tomar aire, necesitaba también sacar todo lo que sentía en su pecho, lo que estaba cargando su alma, bajó las escaleras saliendo al patio y calló de rodillas haciendo puños en el pasto mientras las primeras gotas comenzaban a caer de sus ojos, sus cuerpo tembló sin poder contenerse más y gritó con todas su fuerzas, necesitaba sacarlo como fuera, golpeó con su puño el suelo debajo de él y sintió su garganta doler.
—Hyung. —Unos brazos rodearon sus hombros y tomaron sus manos deteniendolo antes de que se siguiera lastimando.
El cuerpo del menor lo cubrió y recargó su frente en su hombro, su camisa se humedeció de inmediato haciéndole saber que el desconocido en su casa también lloraba junto a él.
—¿Estás seguro que no viste nada? —Preguntó con su voz grave.
—No, solo... Lo ví a él, lo seguí de inmediato y cuando por fin lo pude detener y-yo... —Su voz se quebró y se aferró más del mayor —Lo siento mucho, le juro que solo fueron unos segundos.
Namjoon se deshizo de los brazos del pelinegro y éste sollozó sintiéndose la peor persona en el mundo, siempre se la pasaba pendiente de JoonHyun, incluso si el niño le ignoraba jamás le había quitado el ojo de encima, no se había tardado ni un minuto mandando aquel mensaje.
Levantó su mirada viendo como aquel abrigo amarillo que le era tan familiar, entrecerró sus ojos comenzando a caminar apresurado.
—¡JoonHyun, detente! —Gritó cruzando la calle con prisa pero fueron ignorado así que corrió y corrió hasta que pudo tomar su brazo para detenerlo.
—¡Suéltame!
—¿A dónde vas?
—¡Dije que me sueltes! —Gritó tambien el menor sin mirarlo y Jungkook siguió su mirada, lo único que sus ojos captaron fue un cabello largo, una mujer que no logró ver dobló la esquina —¡Mamá! MAMI NO ME DEJES.
Fue rápido cuando logró atraparlo entre sus brazos antes de que él menor perdiera la estabilidad en sus piernas y después se derrumbara en sus brazos mientras lloraba y gritaba. Su primer pensamiento fue llamar a su jefe, no sabía cómo manejar la situación.
»Dijo que me llevaría con ella. Me va a alejar de mi papá. Dijo que es divertido ver a papá sufrir. Dijo que me quiere. Dijo que no me quiere. —Las frases entre sollozos hacían a Jungkook querer llorar junto al menor. —Miente, miente pero no sé que es mentira ¿De verdad me abandono? ¿Papá también me miente?
Los brazos de Jungkook habían salido lastimados, rasguños habían sido recibidos en medio del ataque del menor que decía cosas que se contradecían una y otra vez, pero sabía que el dolor que recibía no era nada comparado al pesar del corazón del niño entre sus brazos, tan destruido por una mujer que lo abandonó y que por sobre su cadáver volvería a dañarlo de aquella manera. Jeon Jungkook no iba a permitir que esa mujer pisara el mismo lugar que Kim JoonHyun.
»Lo siento —Siguió repitiendo quedándose en la misma posición en la que Namjoon lo dejó al soltarse de sus brazos.
El mayor limpio sus lágrimas que no se detenían, estaba enojado, hervía de rabia pero con esa mujer, había vívido con miedo todos los días desde que les había abandonado, sabía que en cualquier momento podía volver, sabía que si regresaba no iba a ser para bien, sabía que le atacaría con lo que más amaba.
—Basta, deja de disculparte. Esa tipa de alguna forma u otra lograría acercarse a él.
—No lo volveré a permitir, se lo juro Hyung.
—No es necesario, Jungkook. No lo harás tú.
—Pero Namjoon Hyung...
— Tendrán a alguien que los cuide.
—¿Qué?
—Un guardaespaldas. Ahora entra a casa, no quiero verte.
Jungkook se levantó temeroso, el mayor jamás le había levantado la voz, siempre era tan sonriente, era amable con él todo del tiempo, no era mentira cuando había dicho que era una masita, verlo ahora así era tan distinto, pero lo entendía habían tocado lo que más amaba, el niño que todo el tiempo le daba alegrías estaba destruído en aquella habitación. Namjoon había guardado mucho por tanto tiempo, quería negarlo pero era consciente de que también la había esperado, de que muy en el fondo había imaginado el día en que ella regresara y en dónde podrían forma una familia por fin y eso, eso es lo que lo tenía tan jodido. Odiaba todas esa ilusiones, pero ahora ya no había más que rabia pura.
—Hyung...
—Te dije que te fueras.
Pero el menor negó acercándose a él poniendo sus manos en sus mejillas limpiando las lágrimas que caían sin parar, no se iba a ir.
—JoonHyun estará bien, tiene un padre que lo ama y sé que no necesita nada más. Has estado toda su vida para él y ya está grande, sabe lo que has hecho por él. Namjoon, es tu hijo y ninguna perra va a venir a quitartelo. Son lo único que necesitan el uno del otro. No a una estúpida que dejó lo más bonito que seguro tendría en la vida. Tu no la necesitas. No sé cómo terminó tu relación con ella, no sé si aún la amas pero ustedes merecen a alguien mejor. —El de cabello morado asintió dejándose hacer por el toque cálido y los ojos de cervatillo que le observaban llorosos.
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