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Por la mañana y mientras Taehyung se lavaba los dientes escuchó suaves toques en su puerta así que dándose prisa tomó la mochila que tenía lista para abrir la puerta, pero nada lo tenía preparado para ver a la persona frente a él, sus ojos lo miraron de arriba a abajo mientras trataba de ser discreto y evitaba un sonrojo frente a semejante hombre que tenía delante.

— ¿Nos vamos?

El menor solo atinó a asentir, se mantuvo un paso detrás del señor Kim tratando de procesar lo increíblemente bien que se veía, jamás le había visto así, con ropa casual y menos había visto tanto aquella piel cremosa que la ropa del mayor le dejaba ver, portaba una musculosa gris con una chamarra del mismo color y siempre había sido consciente de los hombros anchos de su jefe pero verlos al descubierto era una imagen que jamás podría salir de su mente y es que joder, mordió su labio inferior tratando de eliminar los pensamientos que comenzaban a rondar su cabeza, jamás se lo había permitido antes pero verlo así solo hacia que sus hormonas se despertarán contentas. Bendita sea la cosa que haya hecho en su otra vida para que en esta se le permitiera apreciar tremenda obra de arte.

Taehyung se detuvo cuando estaban a punto de salir de casa dándose cuenta de que algo faltaba o más bien alguien.

—¿Y lo niños, señor Kim?

—Querían ir a visitar a Namjoon, así que ha pasado por ellos antes de que fuera a tocar tu puerta.

—Oh ¿En serio? YangMe no me dijo nada.

El mayor decidió pasar su comentario, pues no quería dar explicaciones de porque sus hijos no estaban con ellos en ese momento. Sin agregar más ambos entraron al elevador y se quedaron en silencio, Taehyung miró sus zapatos que en ese momento le parecían lo más de interesantes, sintiéndose incapaz de enfrentar esa mirada que Seokjin ponía sobre él, había tratado de tantas maneras no verlo los últimos días y lo había logrado, cuando salía de su habitación por las mañanas era cuando el empresario ya se había ido a trabajar, despertaba a los niños, llevaba a Yangie al colegio y jugaba con ellos hasta que era hora de que su jefe regresara, entonces se mantenía atento y cuando la puerta se abría, miraba como los pequeños recibían a su padre y así se iba en silencio a su habitación. Por eso ahora que estaban en ese cuadro de metal y teniendo la pregunta de sus mensajes rondando su cabeza, se sentía intranquilo. Porque no sabía que iba a responder si el mayor se lo preguntaba directamente.

El elevador bajó un par de pisos y se detuvo en el seis, en silencio y cuando vió que tres personas iban a entrar intento moverse al otro extremo pero una mano firme envolvió su brazo moviendolo para dejarlo en frente de él, haciendo que su corazón diera un vuelco y su cara se llenara de vergüenza cuando sintió al mayor inclinándose a su oído para susurrarle.

—Aquí, Taehyung. No huyas de mí.

Y no es como que pudiera hacerlo, su cuerpo estaba plantado en ese lugar sintiéndose incapaz de mover aunque sea un dedo, podía planear mil estratégias más para estar lejos del señor Kim. ¿Pero de qué le iban a servir sus intentos de no estar cerca, si bastaban unos minutos para caer por él? Fue un gran alivio cuando el elevador se detuvo y pudo respirar aire fresco mientras caminaba en silencio hasta la camioneta del mayor y así se mantuvo todo el trayecto hasta llegar al primer salón. Lugar del que salió hechando lumbre cuando se dió cuenta de lo inservible que era, con fugas de agua en los sanitarios y con grietas en los suelos. Sabía que no debía estar así, pero la tensión en su cuerpo y sus pensamientos sin dejarlo tranquilo lo llevaban derecho al estrés. El segundo tenía un costo demasiado elevado para lo pequeño que era y como siguieran así se pondría a llorar por no saber manejar sus emociones.

—Por favor que este sea el bueno.

Murmuró mientras ambos entraban al lugar, a simple vista era hermoso y del tamaño perfecto, pero no sé dejaría engañar, tenía que supervisar todo así que mientras el dueño les daba el recorrido trató de poner toda su atención en eso y no en el hombre que lo seguía de cerca.

—¿Podemos ver los sanitarios? —Preguntó el pelinegro al señor que los atendía y este asintió mostrándoles el camino. —¿Este si te gusta?

Preguntó cuando ya estaban en el lugar y se mantenía en el marco de la puerta viendo cómo el menor checaba todo el interior de los baños, su tercer acompañante se había alejado a recibir una llamada dejándolos solos un momento.

—No encuentro alguna falla.

—¿Podrías calmarte? Salones hay muchos y tenemos tiempo aún, no es para que estés así.

—¿Y según tú cómo estoy? —El tono informal en su idioma al dirigirse a él le hizo elevar un ceja.

Así, todo malhumorado. —El pelinegro se acercó poniendo sus manos en los hombros del menor acariciando éstos —Estas demasiado tenso, Taehyung-ssi.

Yo estoy bien, Hyung. —Pero su voz no mostraba ni un poco lo que decía.

Primero me hablas de tú y ahora hasta de Hyung. —La manos de Seokjin bajaron por los brazos del menor y se acercó un poco más a él. —Soy el señor Kim, para ti.

—Disculpen por eso, me ha surgido un imprevisto y me tengo que ir en este momento ¿Les pareció bien el lugar?

Seokjin se alejó y se giró para mirar al dueño con una sonrisa mientras asentía.

—Lo rentaremos, en nada el dinero estará en su cuenta.

Cuando salieron del lugar Taehyung se mantenía con las manos en los bolsillos traseros de su pantalón con cara de fastidio mientras caminaba a su lado.

—Taehyung ¿Quieres ir a comer?

El menor negó.

»Antes de ir a casa ¿Si? Tenemos algo de tiempo.

El menor volvió a negar siguiendo con su camino hasta la camioneta. Se vió obligado a tomarlo del brazo para detenerlo.

»Hoy no estás en tu trabajo. Y te estoy invitando a comer algo para pasar el tiempo lo dos... ¿Quieres ir a comer conmigo?

Taehyung bajo su mirada oprimiendo sus labios para no dejar salir la sonrisa boba que de pronto quería soltar y asintió de acuerdo.

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Si hay alguna falta de ortografía me la hacen saber, pls ❤️

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