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Leiftan.

Quinto mes de embarazo, hasta ahora todo había ido normal, y en su próxima cita con el medico sabrían el sexo de su bebé, aunque ahora tenía que lidiar con un problema mayor: los extraños antojos de su mujer.

Mientras andaba por los pasillos del supermercado, mientras tomaba de los estantes las cosas indicadas en la lista que Erika le había entregado. Su móvil comenzó a sonar, deteniéndose en uno de los pasillos miro en la pantalla quien era quien le llamaba "Leifde"

-Leiftan ¿Compraste las anchoas? – pregunto al otro lado de la línea, Leiftan sonrío mientras miraba el estante a su lado.

-Justo estoy tomándolas, pero, ¿No te parece mucho diez latas?

-Por eso te llamaba, mejor compra otras diez. - Leiftan dio un ligero respingo a la vez que separaba el móvil de su oreja. - Y también me gustaría que trajeras cremaba batida, chocolate, limones y miel.

-Erika, temo preguntar pero...¿Qué piensas hacer?

-¡Coctel de anchoas con crema batida, miel y limón!- Exclamo emocionada, Leiftan sintió ligeramente el estómago revuelto.

-Erika, bueno ¿No prefieres que te compre un pastel amor? – uno, dos tres segundos fue lo que duro el silencio antes de comenzar a escuchar ligeros sollozos al otro lado de la línea. - no, no llores, ya estoy comprando más anchoas, y chocolate mucho chocolate.

Soltó un suspiro cansado tras colgar la llamada, habia escuchado de raros antojos, pero nunca algo como eso.

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Mathieu.

Había veces que alguno de los dos tenía que actuar como el más maduro de la relación, en su mayoría del tiempo era Clio quien tomaba ese papel, pero ahora era su turno de ponerse firme y negarse ante la petición de su mujer, no importaba cuantas veces le pusiera ojitos de gato con botas, aunque estaba seguro que no podría resistirse más tiempo.

-No.- dijo determinado.

-Por favor ¿Piensas matar de hambre a tu esposa e hijos?

-No, pero lo que...

-Te recuerdo Mathieu Toussaint que no es un solo bebé el que tengo a dentro son tres y ya tengo barriga que parece tuviera siete meses. - le interrumpió colocando las manos sobre su cintura a modo de jarra, algo que por cierto la hacía ver muy graciosa, más él tuvo que contener la risa.

-Ya, Clio, sé que tengo que cuidar de ustedes cuatro, pero lo que me pides...

-¡No pido nada del otro mundo!- exclamo otra vez interrumpiéndolo.- ¡Es más que obvio que no me quieres! ¡Y menos porque estoy gorda!

-No, Clio, no es nada de eso, pero mujer por dios ¡¿De dónde voy a conseguir hígado de búfalo?!- nuevamente los enormes ojos de gato con botas habían regresado a su esposa. - de verdad Clio ¿No prefieres lasaña?

-¿Lasaña con mayonesa, mermelada y piña?

-Eh... si...

-Ya ven bebes, su padre puede parecer un niño, pero si nos quiere. - dijo mientras sobaba su barriga.

Mathieu rodo los ojos divertido por aquello, al menos logro hacerla olvidar esa rara idea del hígado de búfalo que se le metió debido al documental que acababa de ver.

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Lance.

Para Lance ver a su mujer en esa situación le producía cierta gracia, movía de un lado a otro el plato la bolsa con cebollas que recién habían comprado para preparar la comida, casi parecía estar a punto de babear por ellas, en su mirada se notaba las inmensas ganas de darles una gran mordida.

- ¿Se te antojaron verdad? – Damaris observo a su esposo con algo de vergüenza, hasta ahora no había tenido muchas ganas de algo como ese instante.

-La verdad...si...

-Bueno no creo que las cebollas te hagan más que producirte mal aliento.

Unos minutos más tarde Tanto Lance como Skala tenían los ojos llorosos por las cebollas, Damaris incluida simplemente que a ella no le importaba estar lagrimeando, en esos momentos era sumamente feliz comiendo sus cebollas con un poco de chile y limón a la vez que bosaba con alegría su barriga de cinco meses.

-Creo que llevare a Skala a dar un paseo. - dijo, tenía que salir del lugar y respirar aire fresco.

-Dame un besito. - su esposo hizo una mueca, acercarse a ella significaba a cercarse más a las cebollas.

Tomando una gran bocanada de aire Lance se acercó a ella para darle un pico en los labios y alejarse, aquellos pocos segundos fueron suficiente para que las lágrimas aumentaran en sus ojos.

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Valkyon.

Había tenido que levantarse para conducir por casi media ciudad hasta encontrar un lugar que vendiera sushi a las tres de la mañana, Elanor lo había despertado casi llorando por las inmensas ganas que le habían producido por comer sushi a esas horas y no poder esperar a una mejor hora para hacer le pedido, tenía que ser en ese justo momento. Y por fin lo había encontrado, en un autoservicio, pero lo había encontrado.

Dudo un par de minutos con el producto en las manos antes de pagarlo sobre si podría o no hacerles daño a los tres, más al ver los mensajes con emojis llorando termino por pagar, salir y ponerse en marcha en dirección a casa; por suerte al ser las tres de la mañana no había nada de tráfico por lo que llegaría en unos diez o quince minutos.

Justo había parado frente a una luz roja cuando su móvil sonó otra vez.

-Ya casi llego a casa. - fue su pronta respuesta.

- ¡Lo conseguiste! No sabes cuánto te amo, nos morimos de hambre. - Valkyon no pudo evitar soltar una pequeña risa.

-Pronto zacearas ese antojo.

-Oye Valkyon, sabes me acabo de dar cuenta de algo.

-¿De qué?

-Floppy se ve como un delicioso rollito primavera.

Ni bien ella termino de decir aquello, Valkyon piso a fondo el acelerador sin importarle pasarse las luces rojas. En menos de tres minutos se escuchó el rechinar de las llantas frenar frente a la casa, la puerta del auto cerrarse con mucha fuerza y los frenéticos pasos por las escaleras hasta que la puerta de la habitación se abrió de golpe.

-Aquí tienes. - dijo extendiendo la bolsa con el sushi recién comprado, Elanor no espero ni un momento más para abrir el empaque y comenzar a comer gustosa. - Floppy lo mejor será que te mudes unos días con Lance o temo que algún día terminaras siendo realmente un rollo primavera.

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Ezarel.

Cinco meses, embarazo de gemelos, raros antojos, cambios de humor, descartando las náuseas que ya se le habían quitado, todo indicaba que Dalia lo estaba llevando completamente bien, excepto por los antojos. Desde hace dos meses que la nevera estaba llena de yogurts y helados de todos los sabores, había escuchado de raros antojos, pero hasta ahora podía decir que eso entraba en la escala de lo normal.

Viernes, uno de esos raros días que no tenía que quedarse hasta tarde y pasar una agradable noche con su esposa y gemelos viendo una película en su habitación aun por mas rosa y empalagosa que Dalia pudiera escogerla no iba a quejarse. Por "petición de los gemelos" Ezarel habita tenido que comprar grandes bolsas de frituras y ordenado un par de pizzas de carne; la película que Dalia pidió ver esa noche fue una de caníbales, sangre, tripas y sesos, aunque veía muchas cosas sobre las mesas de operaciones, nada se podia comparar a esas escenas y por más increíbles que Dalia tuviera estomago de acero para lo que a él le estaban comenzando las nauseas.

-¡Mmmm!- Ezarel dirigio la mirada a su esposa, entre sus piernas tenía un bote de helado de chocolate casi derretido con...¿Palomitas? Dalia estaba revolviendo las palomitas con el helado de chocolate, y rociaba las frituras con el jarabe de chocolate. - ¡Llego la pizza!

Ezarel soltó un suspiro mientras se levantaba de la cama para bajar por la pizza, tras pagar al repartidor regreso a la habitación.

-Aquí está la pizza, aunque creo que con una familiar bastaba ¿Por qué tres?

-Por qué...- pauso mientras metía en su boca la nueva cuchara con helado y palomitas. - Es una para Dylan, otra para Peter y una para nosotros.

- ¿Sigues con la idea de que serán dos varones? Podrían ser dos niñas o mellizos.

-Soy su madre y yo sé que tengo a dos pequeños elfitos en el vientre, ahora dame pizza. – demando mientras que dejaba el bote de helado sobre la mesita de noche.

-Ya veremos el siguiente mes si es de verdad que tienes a dos "elfitos" en el vientre. – negando de manera divertida le entrego una de las cajas de pizza.

Mientras se acomodaba a su lado, Ezarel no pudo evitar quedar con la boca abierta al ver como su mujer echaba sobre la pizza el yogurt de durazno.

-¡Mmmm delicioso!

Ezarel tuvo que taparse la boca y correr al baño, aquello sin duda había sido lo más asqueroso que hubiera visto en los antojos de su mujer.

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Nevra.

Por dos meses había tenido que sufrir ante el hecho de que su esposa no pudiera tenerlo cerca por las náuseas que le provocaban su olor y sus besos, superando aquella etapa, Nevra había podido regresar a su habitación y dejar de dormir en el sofá de su estudio; ahora que lo pensaba para sus casi seis meses la barriga se le notaba como de cuatro meses y hasta ahora no la veía comer demás o cosas extrañas, lo más raro que le había visto hacer era comer la sopa con limón, pero eso ya lo hacía desde antes de estar embarazada.

Roxan por su parte le miraba atentamente, esa mañana había sido él quien insistiera en preparar el desayuno, Hotcakes con tocino, no había nada de raro en eso, lo raro era ver el gran platón con las tiras de crujiente y grasos tocino n comparación a las dos porciones de hotcake que le había servido con un cuadrito de mantequilla arriba.

-Quiero comprender, se supone que yo soy la mujer de los antojos raros.

-Lo más raro que te he visto comer es la sopa con limón, arroz con limón, y la lista es larga.

-Eso no tiene nada de raro, eso lo hacía mucho antes de que nos conociéramos, pero esto si es...extraño, tu estas teniendo los antojos en mi lugar. - Nevra enarco una ceja mientras miraba su plato.

-Bueno el tocino con mermelada y mayonesa no sabe tan mal, tendrías que probarlo.

-No gracias, creo que ya no tengo hambre.

Notas finales:

He aquí otro capítulo más y espero no haberles causado malestar en el estómago n.nU bueno, regresando a dar las gracias a Tenya por las ideas que más que nada en mayoría fueron antojos de su hermana cuando esperaba bebé xD regresando a los síntomas de los hombres no solo pueden sentir nauseas o mareos, sino que también pueden tener antojos raros y este fue el turno de Nevra para experimentarlos jeje.

En el siguiente sabremos sobre los futuros bebés, así que declaro las apuestas inauguradas, ¿Quién tendrá niño? ¿Quién tendrá niña? Puede que solo ya tengan una idea de quien tendrá seguro un nene y también en cuanto a apariencia, pronto editare los capítulos para cambiar la apariencia física de las futuras madres ya que desde un inicio tenía planeado que fuera Erika pero como en cierto momento y como dije antes las parejas se encontraran pues sería medio raro jajaja

Espero les gustara el capítulo

Dudas, preguntas aclaraciones lo que sea todo es bienvenido.

Hasta la próxima actualización.